LA PATRULLA DE SALVACIÓN

Mi nombre es Margaret. La sargento Margaret. Como entiendo que debo comenzar dando buen ejemplo, confesaré que nací el 1 de enero de 1946, en Barcelona, España. Es decir: tengo 65 años. Mis amigas Daphne, Josephine y Samantha, aquí presentes, con amabilidad me dicen que no los aparento pero no me permiten que revele sus verdaderas edades. Chisssss, son mayores que yo. Pero yo esto no lo he dicho, ¿eh?

Las cuatro, desde hace 5 años, formamos el  Club de lectura Las chicas de Oro. Nos reunimos todos los viernes a comentar el libro que decidimos leer durante la semana. Cada vez propone una de nosotras. Ya saben: unas pastitas, un café con leche…y al final 4 o 5 gintonics que terminamos metiéndonos cada una entre pecho y espalda. Lo pasamos estupendamente. En nuestras reuniones solo hablamos de libros, que es lo que más nos gusta. Los cotilleos, las penas y las desgracias están prohibidos.

 Hace un par de viernes, con la tercera copa, empezamos a recordar lo bonito que era ir a comprar libros en la Barcelona de nuestra juventud. Aquellas librerías donde el dueño te conocía y, sabiendo lo que te gustaba, te recomendaba este o aquel libro. Te fiabas del librero porque sabías que era un hombre culto, que conocía el paño y solo te ofrecía lo que no te iba a defraudar. Recuerdo a don Joan que siempre me decía: “Si este no te gusta, te devuelvo el dinero y te regalo otro”. Nunca tuvo que regalarme ninguno. En aquellos años, además, las editoriales eran una garantía y seleccionaban los autores en función de su calidad. Había editoriales para todos los tipos de libros y cuando comprabas algo de un sello determinado sabías que no te iban a dar gato por liebre.

Hoy las cosas han cambiado mucho. Cada día hay menos librerías. Las pocas que quedan están atendidas por jóvenes iletrados que trabajan allí porque no pueden hacer otra cosa. Siempre puedes ir a los Grandes Almacenes pero ni se te ocurra preguntar si este libro es bueno porque la dependienta pondrá cara de póquer.

La situación de los medios de comunicación, de los suplementos culturales y, en concreto, de los críticos literarios no es más halagüeña. Los periódicos sufren una grave crisis porque ven que su edición en papel tiende a desaparecer y la digital no paga todos los gastos. Los suplementos culturales no se autofinancian porque la publicidad de productos culturales es cada vez menor estando la industria del libro, del cine y de la música de capa caída. Los críticos. Para qué hablar de ellos. Hace más de 5 años que ni yo ni mis amigas recordamos haber leído una crítica claramente desfavorable a un libro de una gran editorial. Piensen ustedes. Les recuerdo el asunto Echevarría. ¿Qué crítico de El País se atreve a poner verde un libro de Alfaguara? O ¿Qué crítico de El Cultural pone a caer de un burro un libro de La Esfera de los libros?.

No se puede una fiar de nadie. Nuestra última esperanza blanca eran los numerosos blogueros literarios que han poblado la red en los últimos años. Los veía servidora como paladines de la independencia y la honestidad. Pues resulta que nos hemos enterado, hace unas fechas, que todos ellos reciben ejemplares gratuitos para reseñar de las editoriales. Adiós a nuestros Príncipes Valientes.

Con la digitalización y la desintermediación las editoriales cada vez se separan más del papel de prescriptor que entendemos está en la esencia de su labor. Saliendo del escenario personajes tan importantes como libreros y editoriales y vendiéndose a mejor postor medios y críticos comienza esto, el mundo del libro, a parecerse a la jungla. La ciudad sin ley. La situación la están aprovechando los listillos para hacer de las suyas: editoriales digitales que permiten la autoedición sin el más mínimo criterio de selección, traducciones hechas de aquella manera, escritores que tienen su propio blog para auto promocionarse sin pudor, críticos que no dicen lo que piensan, grupos de autores que se juntan en movimientos literarios prefabricados (Véase Nocilla y otras cremas) etc…Todos hacen lo que les da la gana y nadie levanta acta de los desaguisados.

Ante este triste panorama, perplejas, reflexionábamos cuando, hace 3 días, fuimos al cine a ver el documental “İnside Job”. La película cuenta como la desregulación del mercado financiero, la deshonestidad de los ejecutivos, la complicidad de los expertos en economía y la dejadez e ineptitud de los políticos han generado la brutal crisis económica por la que estamos atravesando. Al salir del cine, mientras consumíamos unos limonchelos, las cuatro chicas de oro nos dimos cuenta que el mundo del libro lleva el mismo camino que el financiero y que alguien debería hacer algo.

Nosotras ya estamos jubiladas y la que no es viuda, está separada. Nuestros hijos, mal que bien, criados. Cobramos nuestras modestas pensiones y tenemos poco que hacer, salvo leer. Nos planteamos, entonces, que nos gustaría hacer algo por la sociedad, como aquellas mujeres de Ejercito de salvación que hace más de 100 años lucharon a favor de las buenas costumbres. Queremos por ello poner nuestro granito de arena para intentar restablecer el orden en el mundo editorial. Este es el motivo por el que hemos decidido abrir este blog, La Patrulla de salvación, donde destacaremos todo aquello que nos parezca que puede dañar a eso tan bonito, y al tiempo delicado, que es el Libro.  

Son bienvenidas sus denuncias. Todo aquel que se haya sentido engañado por algún autor, editorial o medio de comunicación puede mandar un correo a:

margaret.salvacion@gmail.com

Comprobaremos a fondo la denuncia, dando opción al presunto culpable a defenderse, y publicaremos todo aquello que entendamos constituye una auténtica ofensa al Libro.

Debe quedar claro, para terminar, que esto no es blog de crítica literaria. Que una persona dedique varios años, o meses, a escribir un libro nos produce muchísimo respeto. Un libro a mí me puede parecer muy malo pero a otra persona le puede parecer magnífico. Respetamos mucho, además, la labor del auténtico crítico – aunque pocos la lleven hoy a cabo- como para entrometernos en algo para lo que no estamos capacitadas.

Ya nos hemos puesto en marcha. En breve tendrán ustedes noticias nuestras.

¡Todo por el Libro!

Nuestra Visión: El Libro está en peligro.

Nuestra Misión: Estar atentas a lo que ocurre en el mundo editorial para denunciar aquello que pueda hacer daño al Libro.

La sargento Margaret

¡A su servicio!

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15 respuestas a LA PATRULLA DE SALVACIÓN

  1. Desde luego, no aparentáis la edad que confesáis aunque no seré yo, firme defensor de la intemporalidad de la literatura y todo lo que la rodea, quien venga a dar más importancia a algo que no la tiene, ninguna.

    Como sabéis, la literatura murió hace tiempo. De hecho hubo un funeral escrito en un cementerio dublinés a cargo de un editor retirado. Aquel editor, enfermo de literatura, era también amante de una obra de Joyce cuya primera edición corrió a cargo de la dueña de la librería con cuya fotografía ilustráis vuestro espacio. Ese reducto ha sido ahora también invadido por el afán turístico que todo lo inunda e infecta, hasta las páginas de los libros. Lo sé, como suele decirse, de buena tinta.

    Os deseo mucha suerte.

    • Querido Jose Luis:
      Los buenos libros nos rejuvenecen. Hace 2 semanas, leyendo las emociones hormonales de Stingo en «La decisión de Sophie» de William Styron, me sentí tan llena de vida que corriendo, con el libro en las manos, me fui al cuarto de baño. Me miré en el espejo y comprobé que mi rostro volvía a ser el de hace 40 años, a mis 25. No era fea yo, te lo aseguro.
      Te agradecemos mucho tus buenos deseos pero no estamos de acuerdo en algo esencial: La literatura no ha muerto. Está gravemente enferma, pero no muerta. Los libros nos han dado mucho, ahora que nos necesitan no les podemos fallar. Nosotras, a nuestra edad, después de toda una vida llena de emociones literarias (lo que nos ha hecho llevaderas todas las desgracias) no nos rendimos. Tenemos una deuda grande con los buenos libros. Les debemos, en algún caso, la vida. En este pequeño castillo resistiremos el asedio y defenderemos algo que vale la pena, los libros.
      Daphne, Josephine y Samantha me piden que te mande un beso. Otro mío.

  2. No hagáis caso a lo que dice Jose Luís; adora el drama. Hola, JL.

    Respecto a lo vuestro: después de darle muchas vueltas no se me ha ocurrido mejor manera de demostrar mi apoyo y entusiasmo ante el conflicto bélico dialéctico/literarioa que espero que se avecine con vosotras que esta:

    http://lamedicinadetongoy.blogspot.com/2011/04/la-patrulla-de-salvacion.html

    Os seguiré de cerca.

    Mucha suerte,

    • Querido Carlos:
      Te agradecemos mucho lo que haces por la causa. Estamos en la misma trinchera, codo con codo. Como bien dices, hay mucho que denunciar. Nosotras, a nuestra edad, no tenemos nada que perder. La literatura, por desgracia, si tiene mucho que perder.
      La defenderemos caiga quien caiga.
      Un beso muy fuerte y cariñoso de Daphne, Josephine, Samantha y Margaret.

      La sargento Margaret
      !A su servicio!

  3. Pingback: » Sargent Margaret » sigueleyendo.es

  4. Bien, señoras, muestren sus armas. Yo pongo la cerilla.

  5. Querida amiga Cristina:
    Ya estamos publicando cosillas. Espero que te parezcan interesantes.
    Mucha suerte con tu nuevo libro, que es muy bueno.
    !Que pena lo de «Factual»! Os seguimos al Arcadi y a tí hasta que os salisteis. La idea era buena y necesaria.
    Un abrazo No te rindas nosotras no lo haremos nunca.
    La sargento Margaret
    !A su servicio!

  6. ¡Me encanta la patrulla de salvación! Enhorabuena por el blog y lo que he estado leyendo.
    Por aquí andaré.
    Un saludo.

  7. Querida Alejandra:
    Nos encanta que, precisamente a tí, te te guste La Patrulla de Salvación. Que tú nos leas nos mete más auto exigencia ( si eso se puede decir)
    Un besazo de gerrillera a guerrillera
    La sargento Margaret.

  8. javier dijo:

    Margaret:
    Soy autor de númerosos títulos de novelas. Desgraciadamente nunca he sido capaz de redactar mas de medio folio pero mis títulos son realmente afortunados. He pensado que podríamos unir sinergias. Conoces a algún autor que necesite títulos para sus obras?

    Atentamente
    Javier Confucio Confuso

  9. Señor Javier Confucio:
    Deje usted de perder el tiempo entrando, como abejita de flor en flor, en todos esos blogs y pongase de una vez a escribir. Pero de verdad. No se porque pero detecto entre sus palabras una cierta predisposición, pequeña pero real, y siempre que se esfuerce, a escribir algo curioso. Al menos.
    Un saludo
    La sargento Margaret

  10. Juanjo dijo:

    Muchachas, las he recomendado a todo mi Facebook y, no sólo eso, sino que además les estoy obligando a guardar en «favoritos» este blog. No me hagan quedar mal y no acepten libros de regalo ni vendan sus posts por unos canapés de El Bulli; el mundo del libro necesita no uno sino cuatro Gary Coopers como ustedes. Adelante!

    • Querido Juanjo:
      Eres un cielo. Seguro que tu madre y tu abuelita (las dos) están orgullosas de ti.
      No te preocupes. Solo estamos pagando una deuda muy grande que tenemos con la buena literatura y los buenos libros. Sin ellos nuestra vida hubiera sido bastante triste.
      Si te contáramos….
      Un beso fuerte
      la sargento Margaret las 3 Gary Coopers.

      Lucharemos hasta la muerte!!!

  11. Luisa dijo:

    Hola, sargento, mi más calurosa felicitación por esta idea que han tenido y mi deseo de que les prospere durante mucho tiempo.
    Verá, mi queja es sobre dos libros de la misma autora, Pilar Eyre, ambos publicados por La Esfera de los Libros. Uno es «María la Brava» y otro «Secretos y mentiras de la Familia Real», como aficionada que soy a estos temas (y trapos sucios) de las familias nobles. He de decir que la autora también me gusta mucho y me parece que escribe muy bien. La sorpresa me la llevé mientras leía «María la Brava», cuando me dí cuenta de que muchos párrafos, fragmentos y páginas enteras me recordaban demasiado a algo que ya había leído antes… ¡como que estaban repetidas! Como lo oye, íntegramente repetidas, páginas y páginas copiadas y pegadas del anterior libro, «Secretos y mentiras», para ahorrarse la autora el trabajo de volver a reescribir lo mismo pero de distinta manera. Una estafa en toda regla de la que me gustaría que diera testimonio a través de un post. En cualquier librería que tenga disponibles los dos volúmenes se puede hacer la comprobación: las repeticiones comienzan a darse a partir de la segunda mitad, cuando Pilar Eyre parecía que ya empezaba a cansarse o se le echaba el tiempo encima. Pero me siento totalmente engañada de que una editorial venda dos libros que en realidad es uno solo repetido.
    Muchas gracias y un abrazo.

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