Una de las cosas más emocionantes de leer una buena novela es comprobar cómo el autor, con palabras, y solo con palabras, compite con la pintura, la fotografía, el teatro y el cine, para expresar lo que tiene en la cabeza de la mejor forma posible. Es precioso constatar, en sus cartas, como Gustave Flaubert se estrujaba el cerebro para combinar las palabras de manera que quedara, negro sobre blanco, lo más fiel posible, lo que él previamente había imaginado. Flaubert sabía que solo disponía de palabras y también sabía que la forma lo es todo. Por ello releer Madame Bovary después de haber leído la correspondencia de don Gustavo, La orgía Perpetua de Vargas Llosa y El Loro de Flaubert de Julian Barnes, se convierte en uno de los mayores placeres que puede experimentar una persona en esta vida.
Las cosas están cambiando una barbaridad.
Josephine nos ha contado que con el e-book vamos a poder “leer” libros de viaje con videos incluidos o “embeded”, como dicen los americanos. ¡Vamos a ver! Si el libro de viajes tiene imágenes ya no es un libro de viajes. Será un documental con subtítulos o un reportaje periodístico, pero no un libro de viajes. Si a un coche le ponemos alas y conseguimos que vuele ya no es un coche, es un avión.
Estamos a favor del lector electrónico de libros. Las casas donde vivimos las “personas humanas” cada día son más pequeñas y las familias acumulamos muchos bártulos. Y no le digo la de polvo que se mete en los libros de papel. El lector electrónico, para nosotras, amantes del orden y la limpieza, es una bendición del cielo.
Lo que nos parece mal es que aprovechando las nuevas tecnologías, y el gran avance que constituye el lector electrónico, se editen como libros cosas que no lo son.
[Samantha nos está preparando una caipirinha típica de Brasil. Al final la receta.]
Agustín Fernández Mallo lo ha vuelto a hacer, y ya van cuatro. Editorial Alfaguara (¿Qué pasa con Alfaguara? Otro día hablaremos de este asunto) le ha publicado un libro titulado El hacedor (de Borges) remake. En la página web de la editorial pone: “Genero: Novela”. Si no se lo creen, visítenla.
Este chico, Agustín, nos produce mucha ternura a las integrantes de la Patrulla de Salvación. Samantha, sin ir más lejos, tiene un hijo, eterno opositor a notarías, clavadito a Agustín. Dice Daphne que a este último le hace falta cariño. Que ella lo mimaría, le haría una buena sopa de fideos para cenar y luego lo arroparía en la cama mientras le lee cuentos de Andersen hasta que se durmiera. Dice Daphne que así se le quitarían las ganas de escribir estas cosas. No lo sé.
Fernández Mallo es ingenioso y ocurrente. Sus ideas, las que mete en sus libros (me resisto a llamar novela a esto), son originales (bueno, no todas. Parece que en libros anteriores ha incluido trozos -bastantes- de otros libros) y quedarían bien como guión para una película tipo los hermanos Coen o González İñárritu, pero no como parte de una novela.
¿Eso de www.rupturasadomicilio.com no lo contaba Martes y 13 en un especial fin de año de los años 80 en TVE?
De este libro se ha hecho una versión especial para lector de e-books con videos, enlaces a internet y experimentos sonoros varios. Solo le falta que pasando la lengua por la pantalla sepa a chicle de fresa y acercando la nariz se perciba un olor a…no se me ocurre… “sudor de camionero” me sugiere Daphne, que está un poco salida últimamente.
[La caipirinha la ha salido riquísima a Samantha pero, como siempre, se ha pasado con el alcohol. La receta al final]
Lo más grave de este asunto es que una editorial como Alfaguara publique esto, que lo llame “novela” y que críticos serios como J. A. Masoliver Ródenas, J. Ernesto Ayala-Dip o José María Pozuelo Ybancos lo elogien. Este último critico dijo de Nocilla Experience: “Este libro salta, está vivo”. Ya lo decíamos más arriba: en el futuro -muy próximo- los libros de Fernández Mallo vivirán y correrán. Serán como aquellos Tamagotchis. Y si se enfadan con el lector se cerrarán de páginas como hacía aquí mi amiga Samantha con sus piernas cuando su marido no le compraba el vestido que ella quería.
Si yo entiendo que cada día se venden menos libros, que los empresarios piden resultados, que las editoriales tienen mucho miedo del futuro, que han visto como recortaban las barbas de la industria del cine y de la música, que hay que innovar y todas esas cosas. Pero, un poquito de por favor: No me toquen el LIBRO.
El escritor David Perez Vega, en su blog Desde la ciudad sin cines, hizo una reseña bastante acertada del libro anterior, Nocilla Experience, de Fernández Mallo.
Flaubert fue un escritor moderno. Fernández Mallo, no.
Agustín, ¿Por qué dejase las oposiciones a notarías? Si ya, después de 10 años, te sabías casi todos los temas.
Actualización (22/04/11 a las 11,16h) DERECHO DE REPLICA
Comunicamos a Agustín Fernandez Mallo, a través de su blog, la publicación de este «post» respondiendo Agustín: «Muy divertido vuestro post, sargentas; gracias.»
Receta de la caipirinha.
Ingredientes para 4 personas.
– 12 limas de Brasil. Las pequeñas y verdes. En El Corte Ingles las tienen.
– Cachaça (también llamada pinga), 1 botella.
– Azúcar
– Hielo picado.
Preparación
Lo primero es quitar el hilo interior a las limas para que no salga amarga la bebida. Cortar luego en trozos las limas y aplastarlas en un mortero para sacar todo el jugo. Se le agrega azúcar y hielo picado. Luego se suma la cachaça, cuya cantidad dependerá de lo alcoholizado que usted esté. Nosotras agotamos la botella. Remover y servir en vaso bajo tipo whiskey.
Borges.
Señoras: extraños vericuetos en la red hacen que desemboque en su magnífico blog. Una vez leído, asimilado y pensado, deduzco que a partir de ahora tienen un lector fiel. Correctamente: Anton Roda.
Saludos.
http://lacomunidad.elpais.com/antoni
Estimado amigo Anton:
Nos da usted una gran alegría a las 4. Daphne, la más maternal, le manda un beso muy fuerte y un «que dios lo proteja». Es usted el primer «lector fiel» que nos lo declara. Esperamos cubrir sus expectativas y no defraudarlo. Hay mucho por hacer en esta jungla en que se ha comvertido el mundo editorial. Todo está sucio y descuidado. Nadie limpia la casa desde hace años. Apunta Samantha qe algunos cogen la escoba pero para echar la porquería debajo de la alfombra. Pues con este estado de cosas aquí venimos nosotras con el aspirador, la fregona, el recogedor y el cristasol para que esto quede como los chorros del oro.
Un saludo literario
La sargento Margaret
!A su servicio!
Aquí me ha dejado usted vagamente inquieto, mi sargento, porque yo escribo unos libros de viajes muy bonitos que llevan unas fotos preciosas, y hago de forma que las fotos y el texto jueguen el uno con las otras y queda bien. ¿Serán menos libro y más tamagotchi por ello?
La verdad es que ya tenía yo esas dudas, así que el primero se lo mandé sin fotos a mi amiga María Eugenia, que es de la edad de ustedes y listísima y a ver si las presento que se van a caer muy bien, para ver si el texto se aguantaba, y me dijo que sí y me quedé más tranquilo.
Pues tenga usted cuidado. Hay que respetar los libros. El Libro.
Estaremos encantadas de conocer a su amiga María Eugenia. Seguro que es una señora encantadora. Cómo, modestia aparte, nosotras.
Un saludo
La sargento Margaret