MARXISMO DE SALÓN

¡¡Cuánto daño han hecho los marxistas de salón!! Ejemplos: Gaspar Llamazares y Jaume Roures.

La revista Qué Leer -que como todos ustedes saben está dedicada en un 100% a los libros y a la lectura- trae todos los meses, en su última página, una sección llamada “Bestiario Editorial” en la que se hace una semblanza de una persona relacionada con el mundo de la edición. En el último número, el de octubre 2012, con firma de Antonio G. Iturbe (director de la revista), se retrata a Manuel Fernández Cuesta, editor de Península y, desde mayo de 2011, responsable del área castellana de Grup 62, con lo que también es director de El Aleph.

El señor Fernández Cuesta es editor, pero sobre todo, marxista. Por eso cada vez que tiene oportunidad nos lo hace saber.

Les transcribo a continuación una conversación captada el día 04/06/12 por uno de nuestros micrófonos ocultos – en concreto el que tenemos en el pasillo- en la sede de Ediciones Península:

-Buenos días señor director.

-Muy buenos días, camarada señora de la limpieza. Permíteme una pregunta.

-Usted dirá, señor director.

-Llámame camarada, por favor. O, si te resulta más fácil, directamente Manolo.

-Perdóneme, señor director, pero no me sale. Le juro que lo he intentado, pero…

-Bueno, no importa. Tú, camarada limpiadora, claramente perteneces a una minoría étnica explotada. Dime, por favor, si en esta empresa sientes que conculcamos tus derechos como ciudadana. Confíame si has percibido que este grupo capitalista para el que trabajas como sujeto productivo te aliena económicamente. Denuncia ante mí si los socios capitalistas, y por lo tanto explotadores, de esta editorial comenzaron expoliando el producto de tu trabajo y dime si han acabado por expoliar, incluso, hasta tu propia persona intrínseca… y eso.

-No le entiendo, señor director. Le digo lo mismo que todos los días: estoy contenta. Ustedes me pagan a final de mes y son amables conmigo. No se preocupe por mí. Perdone pero me queda por limpiar la planta de abajo antes de la hora del bocadillo. Adiós, señor director.

Sin comentarios.

 

El artículo que firma Antonio G. Iturbe en Qué Leer sobre Fernández Cuesta, y que se titula “La revolución tranquila”, no tiene desperdicio. En la Patrulla no nos ponemos de acuerdo. Unas pensamos que Fernández Cuesta es así, como se deduce del artículo. Las otras creen que Antonio G. Iturbe, en su afán por hacer la pelota al editor [no nos olvidemos de que ahora Iturbe también es autor publicado (aquí) y publicable], termina desfigurándolo y acaba consiguiendo que parezca mucho más… eso de lo que es en realidad. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

Extracto algunas frases del artículo. (En negrita mis comentarios).

El artículo empieza así:

Tiene un aspecto bonancible y algo despistado, pero es un revolucionario. Un revolucionario tranquilo.

Esto quiere decir que cuando finalmente se produzca el asalto al palacio de invierno, el camarada Manolo no estará en primera línea. Se sacrificará, esperando en casa, para no poner en peligro su cabeza intelectualmente privilegiada y así poder luego diseñar las líneas ideológicas que regirán el nuevo gobierno, la dictadura del proletariado. Y también para –solo en el caso de que así lo decidiera el Politburó- asumir, con humildad y desinteresada entrega, la jefatura de dicho gobierno.

Es de los que a estas alturas del partido te dicen, convencidos, que “el capitalismo es incompatible con la lectura”.

Sabio y profundísimo análisis, Manolo.

Formó parte de la comuna de resistentes de Constantino Bértolo en Debate, dentro del poderoso grupo Random House Mondadori. Le pregunto cómo encajaba en una multinacional capitalista de ese tamaño y él especifica –porque lo cortés no quita lo combatiente- que se trataba de “una multinacional socialdemócrata y flexible, donde siempre me dejaron trabajar con libertad”

Hay que fastidiarse. Este chico, si hubiera nacido 100 años antes y recibiera un buen salario de  la compañía belga de Leopoldo II que en el siglo XIX explotó las riquezas naturales del Congo, hubiera sido capaz de decir que el respeto por los derechos humanos de los indígenas era casi total.

Constantino Bértolo: otro que tal baila.

“Me gusta mucho la gente, interrogo a los taxistas… si no hablas con la gente no sabes dónde vives.”

Fernández Cuesta habla con los taxistas, no con el conductor del autobús municipal. ¿Lo ven?

“Los libros que más se venden son como los tres tenores de la ópera. Es una locura ir a contra corriente. Hay que publicar diez libros duros y otros diez más líquidos. Pero de vez en cuando hay que decir a la gente que, si quiere saber sobre cierto tema, no vale cualquier cosa”.

Lo de “libros duros y libros líquidos” es un guiño para iniciados. Por si usted no estuviera en la pomada, le cuento: Elitista como todos los editores españoles, Fernández Cuesta se está riendo –por lo bajini- del consumidor de libros como Las dudas de Hamlet (sobre Leticia Ortiz), Belen Esteban y la fábrica de porcelana oPolítica y Moda, para ensalzar por inteligente y serio (según él) al que consume El dinero y las palabras, por ejemplo. Sabe Fdz. Cuesta que los libros que le dan de comer son los líquidos, pero eso no le impide faltar al respeto a sus compradores.

Fernandez Cuesta ha de quedar siempre más a la izquierdas que cualquiera. Cueste lo que cueste. Por eso lo que escribió sobre Santiago Carrillo después de su muerte (aquí). Un poco feo esto, Manolo. Pero es solo mi opinión, claro.

NOTA INFORMATIVA: La camisa marca Polo Ralph Lauren que luce Manuel Fernández Cuesta en la foto de Qué Leer cuesta más de 100 €. También se podría haber comprado una imitación y entonces le hubiera costado menos de 15€, pero eso es inconcebible. Todo en Manuel Fernández Cuesta es auténtico.

-Margaret, yo que tú quitaría esa foto de Marx.

-No sé por qué debo quitarla, Daphne.

-Mira lo que ha pasado en Francia con las caricaturas que han publicado en Charlie Hebdo.

OTRO ASUNTO

No es plato de gusto escribir lo que viene a continuación. Pero la Patrulla de Salvación no tiene amigos y en la guerra como en la guerra, el que la hace la paga. Había buena relación con La medicina de Tongoy, pero después de lo que hizo ayer (aquí) nos vemos obligadas a denunciar el atropello cometido.

Si una persona no quiere que su novela (o lo que sea que haya escrito) se publique, es porque no desea meterse en la rueda comercial de editoriales/periodistas/críticos/librerías/blogs etc…; o porque no quiere (o tiene miedo de) que los demás, o alguien en particular, lean lo que ha escrito; o porque no le sale de los cojones, que también es un motivo a respetar y el que los engloba todos. Por eso ¿qué derecho tiene Tongoy a reseñar la novela de “Claudio”? ¿No se da cuenta Tongoy de que ya sólo con lo que ha contado en su reseña podría haber herido en lo más profundo a una persona muy sensible?

Yo entiendo que hiciera lo imposible por conseguir la novela y leerla, pero ¿reseñarla? Ahí se ha pasado Tongoy.

Quien ha publicado, aquel que ha entregado su manuscrito a una editorial para que lo edite y le ponga un precio, se está plantando en medio de la plaza del  mercado y tácitamente aceptando que lo critiquen y lo ensalcen. Desde el momento en que su libro tiene un ISBN, queda abierta la veda y está permitido que se diga de todo sobre ese volumen. Pero el libro de “Claudio” no ha sido publicado. De hecho “Claudio” no quiere que se edite. “Claudio” no ha dado permiso.

Y nada importa que la reseña sea positiva. Eso es lo de menos. “Claudio” es consciente de que escribe bien, no hacía falta que nadie se lo dijera. “Claudio” sabe que podría hacer carrera en las letras, pero no le interesa. Además -según me han dicho-, no lo necesita. Lo que “Claudio” necesita y merece es respeto.

Si había por ahí otra copia de la novela, lo desconozco. Quiero imaginar a “Claudio” ajeno a estas chorradas, trabajando como ingeniero, arquitecto o economista en un país muy lejano. Ojalá que así sea y nunca se entere de esto. Pero por si acaso: perdón, “Claudio”. Perdón por haber dado pie a que se asalte tu intimidad.

Estas son mis últimas palabras sobre este asunto.

AUTOBOMBO

Hoy, en el suplemento CULTURA/S de La Vanguardia, Sergio Vila-Sanjuán -un señor al que respetamos mucho en este cuartel- ha hablado bien de la sargento. En un artículo titulado “Best sellers eróticos” y dedicado al éxito de “Cincuenta sombras de Grey” dice:

Sobre su contenido suscribo la opinión general de que se trata de una novela rosa con notas porno. Es decir, consigue ser a la vez cursi y guarra. Por otra parte plantea serias dudas su visión de una condición femenina anhelante de someterse al varón y, según apunta la perspicazSargento Margaret en su blog Patrulla de Salvación, de superar reservas habituales a la hora de hacer realidad las fantasías de él.

(aquí el enlace a la hemeroteca de La Vanguardia)

Las negritas son mías

Esto es lo que decíamos nosotras sobre” Cincuenta sombras de Grey”: (aquí).

Gracias, Sergio.

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52 respuestas a MARXISMO DE SALÓN

  1. Ordenando el temario de la forma en que se ha hecho, he empezado tronchándome (aunque luego me ha dado el bajón). Otra forma de ordenar las cosas hubiera dejado para el final lo más apetecible, pero también hay quien empieza a comer primero lo que más le gusta.

    En fin…

  2. Jonan dijo:

    ¡Vaya, ahora que pintan bastos hay que recordar a la plebe que la culpa de todo la tienen los marxistas… y si son de salón, como el pijo de Llamazares, pues peor, por traidores a su verdadera clase!
    Está claro: donde esté un buen capitalista con su fiel antidisturbios, como la poll… quiero decir la porra bien dura, ¿verdad, señoras?

    • Querido Jonan:
      Aquí, en la Patrulla, todas somos de izquierdas. Bueno, todas menos una. La Josephine dice que es «apolítica». Es decir, de derechas. [Me acuerdo de unos llaveros que se vendían hace 30 años que decían: «Soy apolítico: no me gustan los de derechas ni los hijoputas de izquierdas»] (perdona el inciso).
      Decía que somos de izquierdas. Entendemos que valores como JUSTICIA e IGUALDAD son prioritarios y deben estar por encima incluso del de Libertad. ¿Quieres más datos?
      Nos parece muy bien que alguien sea marxista. Don Carlos está resultando que tenía razón en mucha cosas que dijo. Lo que nos parece ridículo (de vomitar) es hacer bandera de la ideología política cuando se está hablando de la profesión de uno. Te imaginas que en una revista sobre informática, en la entrevista que le hacen a un Ingeniero de sistemas sobre un nuevo programa que este ha diseñado, por en medio, soltara que es marxista y revolucionario y que el capitalismo es incompatible con la Informática etc…
      Piénsalo
      Un abrazo
      La Margaret

      • Jonan dijo:

        Pienso, pienso y sigo pensando. Y al pensar, encuentro tan congruente que alguien en una entrevista hable de su ideología marxista (si dijera que es cristiano y le reza al Niño Jesús todas las noches antes de irse a dormir diríamos lo mismo, supongo), como que en un blog de literatura en el que se habla de la falta de congruencia de estos marxistas de «salón» se nos remita a un artículo del ABC (repito: del ABC) que nos desvela el grave delito y fraude de ley que cometen los diputados de Izquierda Unida Gaspar Llamazares y Cayo Lara ¡al cobrar sus sueldo de diputado! ¡Pero cómo puede atreverse, estos rojeras, pretender cobrar lo mismo que un diputado de derechas de los de-toda-la-vida! Si todo el mundo sabe, además, que un político de izquierdas, para ser considerado como tal, lo que tiene que hacer es vestir un sayo y alimentarse de las bellotas que desdeñan los puercos (con los que se hace el jamón pata negra que come don mariano Rajoy en el avión, supongo). Si no, ni es de izquierdas ni es ná, sólo es un marxista de salón…
        De todas formas, de todos es sabido que la culpa de todos nuestros males, de la crisis y de que el Madrí no gane la décima, con la ilusión que le haría a don Florentino; la culpa, repito, la tienen los pérfidos marxistas, que son los gobiernan el mundo en la sombra. Y al que no lo sepa, que se acerque por la plaza de Neptuno, que ahí se lo explican a uno muy clarito (con clases particulares en la estación de Atocha, para los rezagados).

    • Querido Jonan:
      Entre los marxistas, o entre los que así se definen con megáfono en mano, sí hay culpables de la crisis que padece España. Aclaración: no me refiero a Cayo Lara. Hay políticos de izquierdas -que llevan la cara de Marx tatuada en la frente- que han sido cómplices del sistema político que hemos sufrido en este país en los últimos 20 años. Si uno es marxista (de verdad) y ve que no consigue cambiar el sistema, lo menos que debe hacer es dimitir.
      Un abrazo
      La Margaretetetete

      • Jonan dijo:

        No menos querida Margaret:
        Si eso de que hay culpables de la crisis con megáfono en mano lo dices por Llamazares, te diré que no estoy de acuerdo. Primero, porque los culpables de la crisis no creo que estuvieran en Izquierda Unida, sino en Goldman Sachs o en Lehmann Brothers (como nuestro inefable Ministro de Economía… vivir para ver) o en el FMI o en la Comisión Europea o en la CEOE o hasta en el gobierno de Zapatero, si me apuras. Pero dudo que estuvieran sentados en el solitario escaño de Llamazares. Otra cosa es que este señor te caiga mejor o peor o que estés de su lado en las luchas intestinas de IU. A mí, como no tengo carnet de dicho partido o coalición y sólo les voto si me sale de donde os podéis imaginar, todo eso me da igual. Solo se que el hombre ha estado poniendo la cara y dando el callo durante unos cuantos años de autocomplacencia colectiva, cuando el papel de Pepito Grillo no estaba tan bien visto como ahora.
        En segundo lugar (y no es por defender a Fernández Cuesta, al que no conozco de nada), a mí esto de las distinciones entre marxistas de salón, marxistas auténticos, y si queréis también anarquistas de cuna o anrquistas de postal, perroflautas o pijoflautas, ecologistas o ecolopijos , sindicalistas o sindicalistos… todo esto me recuerda a la fábula aquella de las liebres que ven llegar unos perros y, en vez de huir, se entretienen discutiendo si son galgos o podencos.
        A nosotros los perros ya nos están mordiendo el culo.

  3. Anónimo dijo:

    Pocas cosas dan más asco que los escritores/editores porgremarxistas que no desperdician oportunidad para decir lo progremarxistas que son para terminar ganando/validando premios corruptos (de preferencia con dinero público) y publicando/trabajando en editoriales berlusconianas planetarias.

  4. Lunática dijo:

    Los Néspolo se ven venir el cierre de El CUltural de El MUndo y ahora se hacen los amiguitos de Sergio Vila-San Juan. Se deben haber hecho todos del Opus, como Vila-San Juan.

  5. Antieditor dijo:

    –Yo soy de izquierdas.
    –Y yo más.
    ¿No da risa?
    Acierte o no este post, es delicioso. Es muy gracioso, y eso a mí me importa más que que sea justo. Felicidades. Me refiero al traje que se le hace a MGC, de quien ni sabía que existiera. Su artículo sobre Carrillo es de un pedante que mata.

  6. EEM dijo:

    Hay cosas que sencillamente no se pueden hacer. Y me refiero a vosotras. Sí. No se puede estar siempre despotricando contra todos los males de los escritores, esos seres viles, indignos y mediocres, secuestrados por las nuevas tecnologías, la vanidad y el ejercicio de la autopromoción, y luego hacer autobombo. No, no se puede hacer. Por ingenuo que os parezca. Porque si vosotras, que firmáis con seudónimo y tenéis un perfil ficticio de respetables señoras lectoras, ya caéis con tanta facilidad en la tentación apenas os citan en La Vanguardia, ¿que mierda de autoridad va a tener desde ahora vuestra crítica a los escritores que después de años de esfuerzos y renuncias se ven tentados de aparecer en algún lugar? ¿Qué clase de imbécil os va a tomar ahora en serio cuando os metáis con fulano o mengana porque se rinde a los agasajos de la prensa o porque retuitea un artículo que habla de él/ella? Desde luego, todo lo que pudiérais haber argumentado hace años, poco a poco ha ido perdiendo credibilidad y ahora sois tan solo escoria, a secas.

    Y el asuntito que os traéis con Tongoy, promocionando de esa manera tan poco honesta y transparente la novela del fulano ese… Espero que no sea otro de vuestros trucos. Espero que no nos estéis tomando el pelo a todos.

    Di ya quién eres sargento, porque por ahí hay ya quien lo sabe, y como sigas así te van a acabar hasta escupiendo en las cañas.

    • Amigo/a EEM:
      Le recuerdo que «La sargento Margaret» no es más que un seudónimo. Eso quiere decir que el hecho de que alguien cite a la sargento en un periódico no significa nada, absolutamente nada. Se lo recuerdo porque parece que está usted poniendo cuerpo y cara al monigote llamado «Margaret». Hace tiempo asistí a un espectáculo de marionetas. Lo hacía tan bien la que movía los hilos que un espectador terminó insultando a uno de los polichinelas. Lo que está usted haciendo es como cuando los niños avisan a la marioneta Caperucita Roja y gritan: «cuidado, cuidado, que viene el lobo». Lo suyo de hoy me lo tomo como un piropo. Debo ser buena accionando los hilos de mi muñeco.
      Gracias
      Un abrazo
      La que mueve los hilos

      • 04.10.2012 dijo:

        Tú no mueves los hilos de nada, excepto de tu resentimiento. ¿Para cuándo tu novela en Mondadori? ¿Y tus colaboraciones en Cultura/s de La Vanguardia del Opus Dei?

      • EEM dijo:

        Es exactamente eso lo que decía. Aprende a leer.

        Y me sigue pareciendo igual de preocupante que incluso así se os encienda el ego. Habrá que ver qué clase de aspirante a escritor se esconde detrás de todo esto. Miedo me da.

    • No me canso de decirlo, amigo/a EEM: Estamos aquí, luchando a brazo partido contra facinerosos e impostores, para salvar la buena literatura de la muerte a la que estaba abocada antes de que llegáramos nosotras.
      ¡¡¡VENCEREMOS!!!
      ¡¡¡nO PASARÁN!!!!
      La sargento Margaret

      • Pastora dijo:

        Vamos, querida, di ya quién eres y sal de ésta con un poco de dignidad, porque el día que alguien tire de la manta -ya queda menos- tu carrera y tu lamentable vida van a ir aún peor de lo que ya van.

  7. Henry dijo:

    Ni pa’ti, ni pa’mi.

    Ay, tiempos de corrupción estos que mis tristes ojos asisten sin mayor consuelo que retener en la memoria el feliz antaño en que los Señores de Derechas, en efecto, lo eran. No como los de ahora, divorciados, educados con los pobres y tolerantes con el otro.
    Aquellos eran devotos por la memoria del agua y compasivos sin llegar a los extremos del reparto, fieles en fin, a toda burocracia por mezquinos con el tiempo propio y ser ésta, toda idea del orden capaces de considerar. Perversos sin límites con su Santa y sumisos perros con canillas estranguladas de las meretrices al tiempo que aún no siendo jefes, hasta podían dar lecciones de Caudillo. Tiranos con hijos, niñas o servicio y bufones de la autoridad ignorante, a la que imaginaban como guardia pretoriana de sus pecados. Cabezas de Familia, escapularios de Corazón. Ay, no despreciaban oportunidad de saludar a España escupiendo en los cadáveres de los propios abuelos si era preciso, Ellos, mis donosos caballeros, como si los viera ahora, que con sus farias y su traje en salmuera de nafta no tenían más alegría que la desgracia del rojo ad aeternum y del masón el justiprecio de una cabeza menos pensante, tan enojosas estas. Ese asco, ese desden, orgullo patrio y perfecto como el rodar del balón en el Bernabeu, como un chascarrillo de Cela, como las tumbas el 18, tan calladas como hermosas si estaban llenas como sus panzas de enemigos naturales mientras en su mollera resuenan los ecos de una lozana moza de labios de zarza mora. Ellos que sólo soñaban con una esquela de una hectárea en ABC y unos hijos con otras tantas. Ello eran siempre con los que una sabía con quien estaba hablando.

    Ya no quedan, los de ahora, visten piratas en verano, comen sándwiches en público y hasta han dejado de cometer nefando para contarlo.

  8. No pillo el chiste, Maggie. Estas de coña, supongo.

  9. Pingback: Grrr

  10. Vladimir el justiciero dijo:

    La pulsión soviética de Fernández Cuesta se explica por su claro complejo de inferioridad. Su familia es una de las más pudientes y poderosas de Madrid y, por lo tanto, de España. Analicen, por ejemplo, el patrimonio y la influencia de D. Nemesio Fernández Cuesta. Además, su abuelo fue, nada menos, que albacea de José Antonio Primo de Rivera y uno de los hombres fuertes de Falange hasta su muerte.

    • Avances 1, 2, 3... dijo:

      ¡Premio!

      ¡Vladimir el psicoanalista!

      ¡Extra! ¡Extra!

      ¡Para ser de izquierdas hay que nacer pobre!

      • Vladimir el justiciero dijo:

        Ni psicoanalista ni hostias. Entre nacer pobre y pertenecer a la oligarquía española hay un abismo. Porque la familia Fernández Cuesta no pertenece a la clase media, ni a la clase alta. Es miembro constitutivo de la oligarquía que maneja este país. Por otro lado alardear de marxismo cuando tu familia ha sido uno de los pilares fundadores del régimen es, cuando menos, curioso y, sobre todo, merece ser conocido.

  11. Pastora dijo:

    Dear Maggy:
    Sigo esperando ese post sobre los autores españoles más apuestos. Yo me quedo con Andrés Barba, pero tampoco están mal Roberto de Paz o Iván Repila o Mario Crespo o Jordi Corominas Julián.
    Besos.

    • A Barba sí lo conozco, pero ¿los otros? ¿Me hablas de los mediocampistas de algún equipo de balompié de tercera regional?
      Si son guapos, mándame foto, porfa. Mejor si salen, en la instantanea, vistiendo el uniforme del equipo. Por lo del calzón corto lo digo.
      Un beso, Pastora.
      La Margaret

    • Sisi Emperatriz dijo:

      ¿Cuál de los cuatro mindundis que nombras después de Barba eres tú…? Seguro que además de mal escritor para colmo eres feo.

      • Pastora dijo:

        Maggy, cariño, no hace falta que te registres con otro nick, se te ve de lejos.
        Yo sólo soy una ninfomana. Lo tuyo es peor, entre la coca y el gin…

  12. Sargento Magret de Canard dijo:

    Es gracioso que se acuse a alguien de Marxista de salón, desde un supuesto pedestal moral situado en otro salón. Parece que, para creer tener la razón, ya no hay que justificar ni ilustrar las ideas, sólo hay que atacar las de los otros. Eso es TAN de nuestro congreso de los diputados, TAN de debate de cantina, juzgando por prejuicios y apariencias, machacando el teclado con al menos una falacia por párrafo mirando de reojo a la grada a ver si arrancas aplausos…

    Es un delirio insinuar que alguien declarado Marxista no puede o no debe trabajar en una multinacional, el sistema es el que es y hay que adaptarse a él, todavía más si tu opción politica es tan minoritaria, y eso no significa en absoluto que no se puedan hacer cosas positivas o seas un mercenario.

    Resultaría igualmente sencillo desmontar vuestras ideas de «izquierdas» si os miran con el mismo desprecio que vosotros/as abanderáis. Porque la mierda que podáis echar encima de otros no disimulará la vuestra, que otros sean obesos, no hace que vuestros pantalones os aprieten menos si cogéis unos kilos de más. Además, cuando se pretende ser gracioso es fundamental ser gracioso, o aparentará una pataleta ladina. Y este es el caso.

    Un saludo.

    • Querido/a amigo/a «Sargento Magret de Canard» (muy bueno, el chiste):
      Durante los años de mi infancia y juventud acudí a un colegio de monjas. No tuve una mala experiencia sino todo lo contrario. Tuve la suerte de que muchas de las religiosas eran buenas personas, cariñosas y poco fanáticas (solo lo justo). Si hoy soy atea, no es por culpa de aquellas monjas.
      Recuerdo con especial cariño a la hermana sor Virtudes. «La Virtu», entre otras muchas enseñanzas valiosas, me dijo un día que la mejor cristiana no es la que pasa todo el día en misa y/o rezando y/o santiguándose, sino la que siguiendo «las enseñanzas de nuestro señor Jesucristo», sale a la calle y se dedica a hacer el bien a su prójimo.
      Pues eso. Así de sencillo.
      Un saludo hermano/a en la fe
      La Margaret

      • Sargento Magret de Canard dijo:

        Coincidimos en algo, yo también soy ateo, y además me he tomado la molestia de apostatar, espero que tú también lo hayas hecho y no seas una hipócrita atea de salón.

        Sin embargo no fui nunca a un colegio católico, aunque acompañé felizmente en su día a mi querida abuela al Vaticano.

        Fui a un colegio privado, pero espera, espera un segundo antes de que empiecen a brotar los prejuicios, tan tuyos, era privado y COMUNISTA, un colegio al final de la dictadura, mixto, con educación física e inglés, y era comunista porque su dueña lo era, y algunos profesores y los nombres de las aulas son aún hoy de poetas, escritores, científicos y el aula central estaba presidida por una enorme fotografía del Ché Guevara.

        Allí aprendí a ser consecuente con los juicios que emito y a respetar. Me enseñó mucho sobre el respeto mis profesores de derechas que

  13. Lunática dijo:

    Ahora Luna Miguel coordina la revista EÑE. Subidón.

    La revista publica poemas y relatos de once precoces talentos literarios: Ben Brooks, Aixa De La Cruz, Julio Fuertes, David Leo García, Margaux Guyon, Gisela Leal, Carlota Moseguí, Richie Mccaffery, Pablo Muñoz, Laura Rosales y Diego Zúñiga
    Mario Vargas Llosa comparte con los lectores «Memorias de un lector y escritor de bibliotecas», un repaso a las lecturas que han marcado su vida
    Blanca Berasátegui escribe el Diario de Eñe y Agustín Fernández Mallo ofrece un fragmento de su nuevo poemario
    Las ilustraciones de este número son de Juan Gatti
    13 X 21 cm. 108 páginas. PVP: 12,00 €
    Más información: http://www.lafabrica.com y http://www.revistaeñe.com

    JUEVES, 4 DE OCTUBRE DE 2012
    Eñe 31 dedica sus páginas a precoces talentos literarios. Todos los escritores que participan en el número de otoño de la revista empezaron a publicar cuando rozaban los veinte años y hoy no pasan de veinticinco. Más allá de la edad, el criterio fundamental de esta selección es el talento. Para ello Eñe ha contado con un grupo de amigos y asesores entre los que se encuentra Jordi Doce, que han colaborado para conformar esta reunión de la literatura más joven.
    Eñe 31 incluye los siguientes relatos:
    El Diminuto Cosmonauta, de Ben Brooks (Gloucestershire, Inglaterra, 1992). Autor de cinco novelas: The Kasahara School of Nihilism, Upward Coast and Sadie, An Island of Fifty, Fences y Grow Up, esta última publicada en castellano por Blackie Books bajo el título de Crezco.
    Romperse, de Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988). Autora de las novelas Cuando fuimos los mejores (Almuzara, 2007) y De música ligera (451 Editores, 2009), fue incluida en la antología de narrativa Mi madre es un pez, y es también autora teatral.
    El lenguaje de los pájaros, de Diego Zúñiga (Iquique, Chile, 1987). Zúñiga ha escrito el volumen de relatos Montaña Rusa y la novela Camanchaca, obtuvo los premios Roberto Bolaño y Gabriela Mistral, es director de la web 60watts y conductor del programa de radio Snob.
    Short Fiction, de Gisela Leal (Monterrey, México, 1987), quien acaba de publicar su primera novela, El Club de los Abandonados (Alfaguara México, 2011), y es considerada como la nueva revelación literaria en su país.
    Isidoro, de Julio Fuertes (Valencia, 1989), autor de La legendaria rebelión de los fumadores, editada por Papel de Fumar Ediciones. Obtuvo el Premio Jóvenes Talentos Booket con el relato «Una deslumbrante muestra de esplendor heterogéneo», y ya tiene lista su segunda novela, Santísima Trinidad.
    Procrastinación, de Margaux Guyon (Aviñón, Francia, 1990), que estudia Filología, Literatura y Civilizaciones Hispánicas en la Sorbona, y actualmente está preparando el examen de acceso a la École Normale Superieure de París. Latex, etc., su primera novela, fue muy bien recibida por la crítica y el público de su país.
    Ningún redoble responde, de Pablo Muñoz (Barcelona, 1988). Escribe desde 2005 el blog El rincón de Alvy Singer, lleva también la bitácora El habla del lugar y es uno de los autores del Blog de Cine. Padres ausentes es su primera novela.
    The Crickets, de Carlota Moseguí (Barcelona, 1991). Conocida por el blog The girl you lost to cocaine, que hoy forma parte de la comunidad El Sindicato de Random House Mondadori. Allí, junto a consagrados de la casa como Rodrigo Fresán o Jordi Soler, ejerce la crítica literaria.
    Eñe también presta atención a la poesía joven e incluye poemas de:
    David Leo García (Málaga, 1988), quien obtuvo a los diecisiete años el Hiperión de Poesía por Urbi et orbi y se convirtió en el premiado más joven de su historia. También es autor de Dime qué (dvd, Premio Cáceres Patrimonio de la Humanidad, 2011) y ha sido incluido en antologías como La inteligencia y el hacha, de Luis Antonio de Villena, y Tenían veinte años y estaban locos, de Luna Miguel.
    Richie McCaffery (Newcastle, Inglaterra, 1986), cuyos poemas han aparecido en prestigiosas revistas como Stand, Magma, Envoi, Iota, Other Poetry y Poetry Salzburg Review, acaba de publicar su primer libro, Spinning Plates. Vive en Stirling, Inglaterra, donde realiza prácticas de orientador juvenil y trabaja en una tesis doctoral sobre poetas escoceses de la Segunda Guerra Mundial.
    Laura Rosales (Lima, 1989) obtuvo el Premio Nacional de Cuento Juvenil César Vallejo del Instituto Nacional de Cultura de su país, es autora del libro de poemas Von y ha sido incluida en antologías como Suicidas Sub21 o Río Luna. Dirige la colección Pelícano Cartonero y forma parte de la revista Ónice. Cantata Natural es su nuevo poemario, aún inédito.
    Secciones fijas
    Eñe cuenta con la colaboración de Mario Vargas Llosa, autor de auténticos clásicos de la literatura contemporánea y Premio Nobel de Literatura. Su Biblioteca Particular, titulada Memorias de un lector y escritor de bibliotecas, es un texto extenso, emotivo y brillante.
    El Diario de Eñe corre a cargo de Blanca Berasátegui, directora de la revista El Cultural que desde 1999 se distribuye con el diario El Mundo y autora del libro Gente de palabra. Berasátegui regala unas estimulantes reflexiones sobre la literatura, la industria editorial, los premios y el arte.
    Agustín Fernández Mallo, autor de esa gran trilogía de la literatura española contemporánea que forman las novelas Nocilla Dream, Nocilla Experience y Nocilla Lab, participó el pasado noviembre en el III Festival Eñe. Allí realizó una lectura de un fragmento de un libro que estaba próximo a aparecer Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus, publicado por Alfaguara en mayo de este año. Eñe incluye una porción de este poemario escrito en prosa que rinde homenaje a las ideas del filósofo Ludwig Wittgenstein a través de la reconstrucción de la ruptura de una pareja contada por la voz del poeta-narrador.
    Las ilustraciones
    La portada de Eñe es de Juan Gatti (Buenos Aires, 1950), quien también firma dos láminas más en el interior. Artista plástico, diseñador y fotógrafo argentino radicado en España, Gatti es el autor de los diseños gráficos de las películas de Pedro Almodóvar y de innumerables portadas de discos de rock argentino y español de los setenta y ochenta. En el mundo de la moda ha trabajado junto a nombres como Loewe, Lagerfeld, Benarroch, Chloé, Purificación García o Jesús del Pozo. En 2004 recibió el Premio Nacional de Diseño en España.

    • Me muero por leer las «estimulantes reflexiones sobre la literatura, la industria editorial, los premios y el arte» que, según la nota de prensa de la editora («La Fabrica») de la revista «EÑE», Blanca Berasategui (directora de EL CULTURAL) incluye en este último ejemplar de la citada publicación.
      No sé si podré dormir esta noche
      La Maggie

      • Marita la modista dijo:

        Margaret, es el mundo moderno. Están deseando que hables de ellos (ellas), por eso publican este comentario de publicidad encubierta. Saludos.

  14. Juan dijo:

    Haz el favor de insistir con Claudio que su obra ya es patrimonio nacional y es su obligación permitirnos gozar de su universo literal. Además, si el problema es la perdida de su intimidad y los problemas de la fama, esto tiene fácil solución, ¿a santo de que tiene que aparecer por algún lado? En un contrato es posible añadir tantas clausulas como estime oportuno, no veo porque a de ser un problema publicar su obra. Se puede negociar fácilmente con una compensación muy cuantiosa si el editor hace publico el nombre del autor, no?.
    Saludos

  15. Marita la modista dijo:

    Calificar a RHM como editorial socialdemócrata es una de las ocurrencias más divertidas que he oído en mi vida. Si lo escuchara su presidenta, Marina Berlusconi, se iba a tronchar más todavía. O les iba a echar a todos a la puta calle, lugar que merecen por sus resultados.

  16. Patrullera Mariagertrudis dijo:

    “Retrato de hombre con guayabera, abanico y fondo oscuro…”

    Querida Margaret

    Para que vea que no todo son polos Ralph Lauren, y que cuando hace falta estar “arreglado pero informal”, Manuel se viste como una especie de Capitán Tan neocolonial con guayabera, pantalones cortos y calzado deportivo (de marca, supongo). En el blog del sin par Rafel Reig podéis ver la foto, además de enteraros como se hacen los negocios editoriales en este país en el “interesante” post del amigo Reig:

    http://www.hotelkafka.com/blogs/rafael_reig/2007/07/mis-negociaciones-con-editores-1/

    • Muchas gracias, Mariagertrudis. Inestimable tu aportación. Y la foto de Manuel Fdz. Cuesta, antológica. Solo le falta el salacot y el rifle para levantarse de esa silla y salir de safari. ¿Quién será el leon?
      No sabía yo que el blog de Rafael Reig era tan antiguo. ¡¡De 2007!! Lo que ha llovido.
      Un abrazo
      La sargento
      PD: No se pierdan el enlace que nos regala Mariagertrudis.

  17. J.R. dijo:

    La primera vez que oigo hablar de él, los marxistas con barriga no son de fiar . Los hermanos Marx eran delgados , no tengo nada contra los gordos siempre que no sean marxistas , supongo

    • mefusto dijo:

      Un Fernández-Cuesta que se dice marxista! Los hijos de Tejero y Blas Piñar también?? Esto es España.

  18. Tomroto dijo:

    Me pregunto si alguno conoce de verdad a Fernández Cuesta (el editor)… y si tiene elementos más tangibles sobre los que criticar. Aun pudiendo compartir cierta parte de la crítica a los acomodados marxismos de salón no puedo evitar recordar que ese fue, precisamente, el caso del propio Marx, quien sin el acomodo muy posiblemente no habría podido desarrollar su ingente obra.

    No creo que la crítica a un editor deba fundamentarse en su presentación y su semántica personal (si te irrita y no te cae bien, estupendo, no lo trates), la crítica al editar debe ser una crítica a su labor como editor, y de eso, en este post, he visto poco.

    • Estimado «Tomroto»:
      Estoy de acuerdo contigo. A un editor se le deben criticar los libros que publica o la linea editorial de su sello, y solo eso. Pero si ese editor aprovecha cualquier ocasión para hablar de asuntos personales que nada tiene que ver con su profesión, ni interesan a nadie, con la sola intención de alimentar su figura no como editor sino como intelectual, entonces si merece -se lo está ganando a pulso- que le hagamos una bromita como esta. Tampoco debería enfadarse, total no ha sido nada.
      Ponte en el caso contrario. Imagínate que el director de una editorial generalista, como podría ser Planeta, nos dice en una entrevista que es del Opus Dei. ¿Qué te parecería?
      A Fernández Cuesta no lo entrevistan en Qué Leer (revista de libros) por ser marxista, sino por ser editor.
      Tenenos conocimiento en esta patrulla de que hay al menos 5 directores editoriales en España que son homosexuales. Nunca se nos ocurriría hacer una broma sobre ese asunto, salvo que se retratasen para la foto de la entrevista vestidos de colegiala con minifalda tableada y a cuadros y titulasen el reportaje, por ejemplo, así «La Barbie editora»
      ¿Te queda claro?
      Un beso
      La Margaret
      PD: Dile a Manolo que no se enfade, que tan amigos.

      • mjk1974 dijo:

        «A Fernández Cuesta no lo entrevistan en Qué Leer (revista de libros) por ser marxista, sino por ser editor.» – Sí y no, Sargento. La sección tiene como objetivo ofrecer un perfil lo más completo posible, y eso incluye apartados personales. Su recorrido profesional ocupa el apartado principal, sin duda, pero se le suele preguntar por sus hobbies e intereses no estrictamente laborales. Un saludo.

      • ¡Vamos a ver, Milo! que al final va a resultar verdad eso de que lo de ingerir mucha ginebra a palo seco acelera la demencia senil. A ver si es que me estoy yo volviendo loca. 1º.- La entrevista se encuadra en la sección «Bestiario» (ver enlace de aquí abajo) y en ella solo se entrevista a editoras y editores. 2º.- el espacio es tan corto (el retrato de Carmen Fdz. de Blas, por ejemplo, solo tiene 361 palabras) que eso que dices de dar un «perfil lo más completo posible» no me parece muy razonable y, menos aun, posible. Un perfil amplio se puede dar en un reportaje tipo New Yorker, pero ¿en 300 palabras? En ese reducido espacio, y en una sección dedicada a editores, lo normal -y lo factible, lo lógico- es centrarte en el perfil profesional. En caso contrario, si sois capaces de dar «un perfil amplio», porque no -además de lo del marxismo- habéis contado, por ejemplo, a qué jugaba Fdz. Cuesta cuando era pequeño, ¿era de Madelman o de Geyperman? ¿Bailó con los pegamiodes en Rock ola o le iba más el Heavy Metal de Barón Rojo y Obus?
        Venga Milo, que ya somos todos mayorcitos.
        Que yo entiendo que defendáis a los chicos, pero todo tiene un límite. Si os hemos pillado, pues ya está, se reconoce y punto. El chico quería lucirse (que hoy decir que eres marxista es como decir en los años 80 que tocabas la guitarra en un grupo) y vosotros, -Toni y tú- complacientes como siempre y super amables, pues le brindasteis la ocasión y el espacio. Que la vida da muchas vueltas y vosotros sois los dos escritores y tal como está lo de la prensa escrita mejor agarrarse a lo de los libros, que los dos habéis leído muchos best sellers y un día… nunca se sabe. ¿Verdad, Milo?

        Un abrazo
        La sargento Marggie
        http://www.que-leer.com/revista/secciones/bestiario

      • mjk1974 dijo:

        Pues no, no verdad. Si usted hubiera escrito el artículo, igual acaban hablando de los Geyperman o de Barón Rojo. O se centran en el último libro que ha publicado, qué sé yo. Tan solo le especifico el espíritu de una sección muy consciente de la limitación de espacio en la que vive. Por lo demás, bastante tenemos con hacer las cosas como para encima estar pensando en un hipotético beneficio futuro. Dudar es sano, Sargento; dudar de todo, enfermizo.

      • Amigo Milo:
        Estamos en guerra y el enemigo dispone de sofisticado armamento de nueva generación. Nosotras, la patrulla de salvación, solo tenemos 3 tirachinas y un blog. Si no desconfiáramos de todo estaríamos muertas hace mucho tiempo. Se trata, simple y llanamente, de superviviencia. Lo de Qué Leer está pasando de castaño a oscuro. Una cosa es ser una revista amable, que no quiere tomar partido por ninguno de los dos bandos de la contienda; OK, lo respetábamos, aunque no puedo dejar de recordarte la frase del Apocalipsis: «A los tibios los vomitará Dios». Pero últimamente habéis comenzado a colaborar descaradamente con las fuerzas del Mal. Y eso está muy feo, se os ve el plumero.
        Cuando triunfe la revolución -no la del marxista de salón Fdz. Cuesta, otro tibio, sino la que traiga la limpieza y la verdad al mundo editorial-, cuando venzamos, decía, nos acordaremos de los que en lugar de apoyar a las fuerzas del bien, o quedarse en casa calladitos (no se puede obligar a todos los ciudadanos a ser valientes), se dedicaron, en estos tiempos oscuros, a facilitar la labor destructiva de los malos malísimos.
        Arrieros somos, Milo Krmpotic.
        Un abrazo partisano
        La sargento de brigada Margaret

      • mjk1974 dijo:

        Al menos ya sabemos quién se esconde bajo su seudónimo. Ven a buscarme cuando quieras, Jack.

      • Buen golpe, Milo, buen golpe.
        Ahí has estado bien.
        Pero, repito, en la guerra como en la guerra.
        La política de Neville Chamberlain, primer ministro británico, hacia el régimen nazi, lo que se llamó el «appeasement», permitió que Hitler hiciera todo lo que hizo. Prefiero ser calificada de belicista, prefiero representar el papel de Churchill, al de Chamberlain.
        Solo eso.
        Un saludo
        La sargento

  19. Tomroto dijo:

    Querida “Margaret”,
    Vamos a ver. Vaya por delante que este blog me gusta y que, sin duda, me parece necesario. El mundo editorial (y cultural) español es autocomplaciente, sin ninguna capacidad de crítica (ni propia ni ajena). Entiendo que para afrontar esta crítica se requiera de una forma de anonimato, para tener manga ancha con la crítica en sí y no tener merma por ello en el acceso a la información. El simple hecho de que un post como este genere un debate tan enconado es digno de elogio en este país; lo que es evidencia que somos muchos los que leemos lo que aparece en esta página, incluso los que en nada están de acuerdo con tu crítica.
    En mi caso, hasta ahora he seguido tu perspicaz crítica, reconociendo en ella un criterio y elementos de juicio solventes que justifican por lo menos leerte (o leeros, si sois varios). Con sinceridad, me importa un rábano quién eres. Creo que no nos conocemos y si no es así, y nos conocemos, pues estupendo.

    Es por ello que pierdo el tiempo en apuntarte lo que creo es un error en este post. La crítica que haces al editor Fernández Cuesta (mi, por lo visto, amigo Manolo) se fundamenta en elementos que creo son bastante superficiales. Coincido contigo en que la ideología de un editor, cuando se conforma en identidad esgrimida a diestro y siniestro, puede ser objeto de debate y de crítica abierta, incluso mordaz, pero no por cuestiones tan ligeras. Al editor se le debe juzgar por sus libros y por su trabajo como editor, esa es su verdadera seña de identidad. Y es ahí donde veo la laguna de tu crítica: al editor de Península, como a todos los editores de este país, se le puede criticar por su trabajo, y se puede relacionar esta crítica con la ideología esgrimida por él mismo. Creo que esos son los auténticos argumentos, los que espero de esta página en una crítica.
    A este respecto, se podría haber mencionado la historia de Traficantes de información de Pascual Serrano, y cómo al final un proyecto de este tipo hubo de ser publicado por otro editor (de izquierdas e independiente), a pesar de ser un encargo de Península. O cómo consiguió convencer al amigo Schiffrin (paladín de la edición independiente y azote de los grandes grupos editoriales) de la excepcionalidad del paquete que forman Península-Grup 62-Planeta. Esos sí que son temas que me hubiera gustado ver tratados en la entrevista de Qué leer y en este post a la hora de hablar de edición e ideología.
    En fin, como te puedes imaginar, a “Manolo” no le pienso preguntar nada de nada, no creo que le importe mucho todo este debate. Y bien que hace.

    • La profesión del editor es, para nosotras, patrulleras salvadoras, algo importantísimo. Una sociedad sin editores está abocada a la barbarie. Por eso el hecho de que una persona se aproveche de su condición de editor para hacerse publicidad como intelectual, que alguien utilice su dedicación a los libros -algo que debería respetar como si de un sacerdocio se tratara- para echarse flores como personaje, nos parece un escándalo y una desfachatez. Hacer lo que hace F. Cuesta en esa entrevista -con la connivencia de Tony Iturbe- es faltar al respeto a algo sagrado como es la profesión de editor.
      Un editor debe saber mantenerse en la sombra y solo aparecer si esa salida a la luz va a beneficiar a los libros que edita y a la buena literatura, nunca por personalismo.
      Un abrazo
      La Margaret

  20. Benoit dijo:

    Buenos díaaaaaaaaas.
    En esta ocasión, vamos a cantar todos juntos una canción de Karina:

    No, no somos ni Romeo ni Julieta
    actores de un romance sin finaaaaaaaal,
    no, no somos ni Romeo ni Julieta,
    ni estamos en la Italia medievaaaaaal.
    No, nosotros no tenemos que enfrentarnos,
    con nadie que se oponga a nuestro amor,
    pues, pues todo es diferente en nuestros días,
    y hoy brilla el sol radiante de esplendooooooor.

    A veces yo siento miedo
    al ver mi felicidad,
    será porque yo te quiero, de verdaaaaaaad.
    Más pienso que nuestra dicha
    no debe acabar jamás
    en tanto que nos queramos
    siempre iguaaaaaaaaal.

    No, no somos ni Romeo ni Julieta,
    aquellos que murieron por su amor.
    No, no somos ni Romeo ni Julieta
    viviendo prisioneros del temor.

    No, no existe ni una duda en nuestra vida
    y es fácil hoy en día ser feliz,
    tú tan sólo quiereme de igual manera
    que estoy, mi amor, queriendote y a ti.

    No, nosotros no tenemos que enfrentarnos
    con nadie que se oponga a nuestro amor,
    pues, pues todo es difente en nuestros días,
    y hoy brilla el sol radiante de espendor.

    No, no somos ni Romeo ni Julieta,
    aquellos que murieron por amor
    No, no somos ni Romeo ni Julieta
    viviendo prisioneros del temoooooor…

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