«VIDA DE UN ESCRITOR» (de Gay Talese) NO ES UNA AUTOBIOGRAFÍA, ¡COÑE!

Es curioso que entre las reseñas de Vida de un escritor, de Gay Talese, que se citan en la página de su editorial, Alfaguara (aquí), no se incluya la que le publicaron en el The New York Times y que firmó Kurt Andersen (aquí) con fecha de 30 de abril de 2006 (año de publicación del libro en los Estados Unidos). En la citada reseña, Kurt Andersen, respetado novelista y periodista americano (cofundador de la legendaria revista satírica SPY  junto con E. Graydon Carter, actual director de Vanity Fair), deja claro que “A writer’s life” es un libro fallido, que está mal escrito y que no se trata de una autobiografía como su autor se había comprometido a entregar a su editorial.

Parece ser que Talese debía entregar unas memorias que fueran la continuación de su libro de 1992, “Unto the sons” -este sí, bastante autobiográfico- , que se había quedado en 1940, cuando el autor cumple 12 años, y que se centraba sobre todo en la vida de sus padres. Cuando Talese ya había excedido en cuatro años el plazo de entrega y ante la insistencia de sus editores, tiró de archivo, sacó algunos reportajes que no había terminado, los juntó con las 40 o 50 páginas que sobre su vida había escrito y lo mandó a la editorial. De ahí las 80 páginas sobre John Bobbitt, aquel pobre señor al que su esposa le cortó el pene, o el rollo que mete sobre China.

Es decir: este libro NO ES una autobiografía. Si acaso, un refrito de artículos y reflexiones. Si aún tienen dudas, ábranlo y echen un vistazo. Además, para más inri, Barbara Celis, en una entrevista con el autor que EL PAÍS (diario perteneciente al mismo grupo que la editorial) publicó (aquí) el 18 de junio pasado para promocionar su lanzamiento, lo dijo muy claro:

Pese a su título, apenas hay rastro de Gay Talese en su interior.

Si todo esto es así, ¿por qué insiste Alfaguara en anunciarlo como “autobiografía”? ¿Para venderlo mejor? ¿Será por eso? ¿Usted qué cree? ¿Es honesto, editorialmente hablando, hacer este tipo de promoción? ¿Dar gato por liebre? Qué feo.

Ahora mismo la frase “La autobiografía del padre del Nuevo Periodismo” figura como cabecera (“banner”) de cualquier página de la web de Alfaguara en la que pinches. (aquí).

Señoras y señores de Alfaguara: les conminamos a que de forma inmediata retiren de su web  eso de que se trata de “La autobiografía del padre del Nuevo Periodismo”. Si no deponen su actitud nos veremos obligadas a tomar medidas drásticas. Estamos barajando algunas de ellas, muy drásticas todas como verán:

1.- Colocar un archivo de voz en nuestro blog con una de las canciones de Frida Laponia, grupo cómico-musical de su escritor estrella en castellano, Agustín Fernández Mallo.

2.- Ilustrar a nuestros lectores sobre lo mal que escribe Milena Agus, su nueva escritora (la que le han birlado a Siruela, obligando a Ofelia Grande a montar eso tan triste llamado Alevosía).

3.- Hablar de las cosas que pasan en SUMA de las letras, su editorial hermana.

4.- Profundizar (tenemos un batiscafo, uno de esos submarinos que llegan a los abismos abisales, valga la redundancia) en el Premio ALFAGUARA.

Ustedes verán.

Les concedemos un plazo de una semana. Si en ese tiempo no retiran lo de “autobiografía” de la promoción del libro de Talese, nos veremos obligadas a cumplir nuestra amenaza.

Actualización a las 8:28h. del día 12 de Julio de 2912:

He recibido (esta noche, mientras dormía plácidamente) un correo de un colaborador con una reseña firmada por Tabitha Thomson en ETUDE (aquí) que apoya nuestra afirmación de que esto no es una autobiografía:

«However, at times the book feels like a repository of previously unpublishable stories.»

Así remacha su argumento Talitha. Pueden encontrar un extracto más largo de la reseña en un cometario que acabo de meter más abajo.

Alfaguara: el plazo se agota. Hoy te queda un día menos.

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19 respuestas a «VIDA DE UN ESCRITOR» (de Gay Talese) NO ES UNA AUTOBIOGRAFÍA, ¡COÑE!

  1. Estamos en vilo. (El uso de clichés, ¿será contagioso?)

  2. ¡Cumplid vuestras amenazas de todos modos!

    ¿Fernández Mallo escritor estrella? ¿De qué?, ¿de mar?

    • La primera amenaza, hemos pensado, no la vamos a cumplir. Nuestro espíritu de sacrificio y nuestra identificación con la causa no llega tan lejos.
      Ser «escritor estrella» de Alfaguara está muy barato.
      Un saludo
      La Margaret

  3. The Translator dijo:

    Es «Talese», Maggie (allí abajo de todo).

  4. Lilí Marlén dijo:

    ¡Por favor!, ¡por favor!, Sargento, cumpla la amenaza número tres. ¿Qué cosas pasan en Suma? ¡Quiero saberlo!

  5. Un amigo me ha mandado este reseña firmada por Tabitha Thomson que apoya nuestra afirmación de que a este libro no se le puede calificar de «autobiografía». Tabitha comienza citando una palabras del propio Talese:

    «I began this book in 1992 … but never got very far with it. What blocked me … was the imprecision of my persona and the fact that I did not know where to establish my story. I had no idea what my story was. I had never given much thought to who I was. I had always defined myself through my work, which was always about other people.»
    Y continua Tabitha:
    This is perhaps the most transparent information that Gay Talese offers about himself in A Writer’s Life, described as an autobiography. It is an autobiography of sorts in that it details major stories that he covered during his life, but it is the details of others’ lives that fill the pages of the book; Talese is more an escort than a topic. But to Talese, evidently, his story is in the time he spent telling others’ stories.

    However, at times the book feels like a repository of previously unpublishable stories.

    http://etude.uoregon.edu/winter2007/books/writers.html

  6. Facundo Quiroga dijo:

    ¡Por fin alguien menciona el fiasco absoluto de Milena Agus! Espero que pronto le toque a la mamarrachada de David Foenkinos (me refiero al libro, por llamarlo algo).

  7. jose dijo:

    Lo de Milena Agus me ha llamado la atención. Siempre me pregunto por que autores, no ya discutibles, si no rematadamente malos (Tao Lin, Viola di Grado) consiguen semejante unanimidad de críticas positivas. Igual es que la primera reseña es real, y lo demás no son más que variaciones de la misma, al fin y al cabo, hay bastantes críticos que no leen las obras que reseñan (como demostró bien el caso Ana Rosa, cuando ninguno de los que habían reseñado su novela detectó las inconsistencias del «fallo informático»)

    • La mejor reseña de aquel libro de Ana Rosa Quintana llamado «Sabor a hiel» la firmó Care Santos (la escritora) en EL CULTURAL en el año 2000. Fíjate como comenzaba:

      «La honestidad es la clave del trabajo de un editor y también, por supuesto, de un autor. Algo que, por desgracia, unos y otros olvidan demasiado a menudo, lanzando al mercado títulos que dicen ser lo que no son o que son algo bien diferente de lo que aparentan ser. Por fortuna, este no es el caso de esta primera novela de la periodista Ana Rosa Quintana, bien conocida por el gran público gracias a su espacio televisivo “Sabor a ti”. El lector sabe a qué se enfrenta casi desde que ve la portada del volumen»

      http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/17694/Sabor_a_hiel/

      Un saludo
      La sargento Margaret

      • Sin embargo, hay que advertir al lector más exigente, más curtido, más acostumbrado a los vuelos, aunque sean a ras de suelo -y porque la honestidad también afecta a la crítica- de que se trata, como digo, de una novela de género:

      • ¿Quién es Care Santos?

        Más adelante deja un párrafo, que se me escapó antes y copio de nuevo. «Sin embargo, hay que advertir al lector más exigente, más curtido, más acostumbrado a los vuelos, aunque sean a ras de suelo -y porque la honestidad también afecta a la crítica- de que se trata, como digo, de una novela de género:»

        ¿Qué significa para Care Santos la «honestidad»?

        Es que se me están empezando a quitar las ganas de troncharme.

      • jose dijo:

        La verdad es que el caso Ana Rosa se merecería un estudio pormenorizado. Por un lado muestra a las claras la idiosincracia española (y no sólo española). A AR se la compara muchas veces con Oprah Winfrey (más quisiera ella), si Oprah hubiera sido pillada en semejante caso de plagio, su carrera televisiva estaría acabada, en cambio AR consiguió un contrato millonario, y ahí sigue dando la tabarra (por no hablar de que el libro se vendía todavía más tras el escándalo).
        Hace unos años, a unos ingleses les dio por hacer un experimento y enviar una novela de Jane Austen (creo que era Emma) a las editoriales, obviamente firmada por otro y vendida como novedad. Prácticamente todas rechazaron el «original» por falta de calidad o excusas varias, y sólo una editorial, les respondió, que gracias por enviar la novela pero que ellos ya tenían a Jane Austen en su catálogo de autores. Es decir, en la industria, apenas hubo gente que reconoció una novela que debería ser como mínimo sospechosa (aunque no la hubieran leido, Jane Austen ha sido adaptada muchísimas veces), lo que da que pensar sobre el nivel de la gente que se dedica a esto.
        La magna novela de Ana Rosa tenía párrafos enteros de Mujeres de ojos grandes de Angeles Mastretta y de Album de Familia de Danielle Steel. No he tenido el placer de leer ninguna de las dos, pero Album de familia fue adaptada a televisión, y si no me equivoco iba sobre una mujer pionera en la industria cinematográfica cuyo marido le ponía cornamente de forma habitual, su hijo mayor se alistaba en el ejercito, y moría en la guerra (Vietnam si la memoria no me falla), su segundo hijo se enamoraba del mejor amigo de su hermano, su padre se mosqueaba mucho, y cuando por fin se reconciliaban, tenía un accidente de coche donde moría su novio, la tercera hija se dedicaba a la interpretación, donde le iba regular tirando a mal, y sólo interpretaba papeles de puta, muerta, o puta muerta, y tenía una relación conflictiva con su madre. Y finalmente la hija pequeña se metía en una secta, volvía embarazada y daba su hijo en adopción.
        Vamos, un dramón con mayúsculas (en la tradición Antonio Gala) donde pasaba de todo, menos que hubiera malos tratos, que era el tema de la de Ana Rosa.
        Ya no entro en los nombres extranjeros (que con párrafos enteros se tenían que haber colado a narices) pero no entiendo como es posible que absolutamente nadie en la editorial o de los que hicieron reseñas no se dieran cuenta.
        De todos modos de esto fijo que Ana Rosa extrajo una valiosa experiencia, siempre hay que leerse las novelas que firmas y han escrito otros.

      • Tengo que decir, Jose, que no todos los que trabajan en el mundo editorial son así. Yo conozco a gente honesta y esforzada, que les gusta, de verdad, leer y que aman los libros. Lo malo es que normalmente esa buena gente no ocupa los puestos directivos.
        Un saludo
        La sargento

  8. VD dijo:

    El día que los fanáticos de Talese lean a Henry Addams yo leeré a Talese. El día que lean a Samuel Pepys, prometo no volver a insultar a Harper Lee. Y el día que descubran que Aulo Gelio ya improvisaba esto mismo hace 2000 años, se acaba el mundo.

    Y que conste que hoy lo he hojeado en la biblioteca y no empieza mal. Pero muchísimo mejor el de Leo Woolf que estaba al lado. El pobre era un pan sin sal de mucho cuidado. Como Richard.
    Por cierto, aquí cada día se habla menos de literatura.

    • VD dijo:

      Aquí, claro está. Tómatelo como una crítica constructiva. No es un ataque. Ya sabes que si vengo cruzado no me aguanta ni mi padre. Por cierto, bastante interesante el libro sobre Fitzgerald, un poco pesado en inglés eso sí. Pero sigo pensando que la decadencia de Henry Miller y la mujer, con Nïn por el medio, sólo tiene paragón con la pobre historieta de Puschkin. Fitzgerald y Zelda eran un poco posher y demasiado sofisticados para mi gusto.

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