HACE VEINTE AÑOS LOS ESCRITORES SE INSULTABAN Y ERA TODO MÁS DIVERTIDO

Venía Francisco Umbral y decía en su obra Las palabras de la tribu (Planeta, 1994) (*)cosas como estas de Rosa Chacel :

«Es una bruja cruzada de Mary Poppins», y sigue más adelante: «En las últimas novelas madrileñas de Rosa Chacel hay mucho amor, demasiado, por las hijas de las porteras». A una amiga suya, periodista donostiarra le previene en ocasión de una entrevista a la escritora: «Ten cuidado con las viejas encantadoras». La periodista donostiarra, según Umbral, le confirmó tras la entrevista: «Cuánta razón tenías, Paco. La vieja se me ha insinuado». En otras frases llega a decir: «Rosa Chacel es una vieja muy pulcra y anda con vagas poetitas evanescentes como Clara Janés».

Rosa Chacel, a pesar de tener 96 años, respondía con energía y con un par, como merecía Paco:

«Tengo el derecho a que me critiquen, pero Umbral dice una ordinariez y una estupidez asquerosa e imbécil, como que yo pretendía seducir a una señorita».»Hay que ser un tío cretino»,  «un verdadero imbécil, para decir una cosa así. No comprendo por qué una cochinada de ese género; que dijera que no le gusta mi literatura, qué le vamos a hacer. Eso es de un hortera, de esas personas secundarias de la literatura y no es cosa de un intelectual».

Fuente: EL PAÍS 12/03/94

Camilo J. Cela por Chema Conesa

Saltaba tres días después Camilo José Cela y llamaba (aquí) «doncel tontuelo» a Antonio Muñoz Molina (AMM) y le recomendaba para su «esfínter contrariado enemas con una infusión templada de hiervas medicinales». También llamaba a AMM «mozo lírico-cómico-bailable, sentimental aprovechadillo y sagaz». Y lo acusaba de haber sufrido un «ataque de cuernos por la publicación de una novela por un no censado». Refiriéndose a que Raul del Pozo, del que se acababa de presentar su nueva novela, no estaba en la entonces polémica lista de los «150 novelistas de Carmen Romero» que era como maliciosamente se calificaba a los escritores jóvenes y supuestamente cercanos al gobierno socialista. Lista de la que Cela decía que AMM se había autoproclamado caudillo.

Divertido ¿no?

Cela respondía así al artículo que seis días antes (9 de marzo de 1994)  AMM había publicado en EL PAÍS con el título de Teoría del elogio insultante donde incluía párrafos como este:

A diferencia del lector común, el literato resabiado parece que sólo alimenta su capacidad de admiración con la energía vengativa de sus negaciones. Para admirar a Cela, Francisco Umbral lleva décadas insultando a Galdós y a Baroja con una saña que se le vuelve más virulenta y monótona a cada libro que escribe, como si lo sacara de quicio que, a pesar de su furia, ni Galdós ni Baroja hayan desaparecido de las bibliotecas. Se publica una novela de Raúl del Pozo y observo que ni en una sola de las crónicas de su presentación, apadrinada por Cela, ni en las reseñas entusiastas que le dedican sus colegas del columnismo diario, falta, junto a los elogios, el insulto correlativo a casi todos los demás novelistas españoles. Resulta, según leo, que el principal mérito del libro es humillar y desenmascarar, con el solo brillo de su perfección, a una vaga turba de escritores jovenes cuyos nombres nunca se dicen, pero que al parecer apenas saben redactar, no tienen dignidad ni lectores y viven de las subvenciones del Ministerio de Cultura, alentados y protegidos por Carmen Romero.

Umbral

Julio LLamazares -otro joven autor de hace 20 años- también le metió caña a Cela en 1989 en su famoso artículo El arzobispo de Manila:

Tengo la impresión, no obstante, de que el bueno de don Camilo, emborrachado por la felicidad o por el propio incienso de los múltiples capones, y monagos que, desde el día de autos, le canta día y noche sin cesar -en tagalo, en gallego, en francés y en castellano- sus loas y alabanzas, no sólo se ha creído el Premio Nobel, sino también que, con el Nobel, los académicos suecos le han nombrado al mismo tiempo arzobispo de Manila, como era su deseo tantas veces confesado. Así, y de ninguna otra manera, podría uno explicarse el ataque de soberbia y onanismo intelectual que al escritor de Padrón de repente le ha dado. Un ataque que ya se hizo notar en la conferencia de prensa con la que se presentó ante el mundo aquella misma tarde y que tiene de momento, en lo que yo conozco, su punto de máxima inflexión en las declaraciones realizadas a la revista Tiempo hace ahora dos semanas. Afirmaciones como la de que «joder es entretenidísimo; si llego al cielo algún día, prefiero encontrarme angelitos con coño» o la de que «benditas sean las vaginas propicias y acogedoras y que Dios nos las conserve, pero no las aumente, porque uno ya no está para muchos trotes» no tendrían, viniendo de quien vienen, otro interés que el meramente anecdótico si no fuera que en este país decir coño o joder ya no es ninguna osadía que vaya a escandalizar a nadie.

(…)

Pero afirmar públicamente, como el escritor gallego hace, que «en España sólo una minoría jodemos mucho y bien», o que «las tetas de las mujeres son para acariciárselas y el culo para magreárselo» o, en fin, que «las mujeres más baratas son la putas porque no aspiran a mucho: les das cuatro duros y salen dando saltos», supone, además de una gran aportación intelectual, la creencia de su autor de que, en efecto, él es el arzobispo de Manila y todos los demás, monaguillos capones siempre dispuestos a reírle las gracias.

Llamazares venía un poco picado -hay que entenderlo- por las declaraciones de Cela sobre los jóvenes autores de la época:

«No los leo, ni creo que haya más de dos o tres que queden dentro de un tiempo. Hay algunos inteligentes, pero en general me parecen novelistas de catequesis, muy disciplinaditos, muy obedientes, con la mano siempre extendida para ver si el Estado les da unas perras. Hay que entenderlo: tienen que vivir, hombre. Pero no es explicable que la gente, para subsistir, pierda la dignidad. Yo he procurado no perderla. Yo no he tenido jamás una ayuda ni una beca».

No me digan que no estaba el patio literario mucho más entretenido hace 20 años que ahora.

Marías por Loredano

Pero Javier Marías -al que tanto preocupa que ahora le puedan manchar su buen nombre como pulcro candidato al Nobel- también se tiró al barro como vulgar mujerzuela guerrera -parecía, salvando las distancias, una patrullera- hace unos años. Concretamente en su artículo en El Semanal de 4/08/96. Miren cómo arremetía contra Cela:

Y yo mismo, cuando nuestro actual premio Nobel recibió el premio Nobel que lo ha convertido en premio Nobel, declaré que me parecía la peor noticia posible para la literatura española, ya que suponía la entronización anacrónica de la novela más folklórica, castiza y rancia, contra cuya dictadura los escritores más jóvenes veníamos luchando hacía tiempo.

En aquel entonces, aunque algunos lamentaran tanto insulto, la literatura en castellano estaba viva. Y era de muchísima más calidad que la que hoy soportamos. Indudable. También es verdad que entonces los escritores estaban hechos de otro material. Tenían la piel más dura. Había casta. Hoy, cuando una viejecita agita su bastón de casi inválida para denunciar hechos comprobados, todos se asustan y se escandalizan. ¿Es tan mala la sargento Margaret por llamar «niña pija» a una editora? ¡¡Mierda de corrección política!!

Válgame el señor bendito.

Me aburro mucho.

¡¡Necesito escritores con sangre en las venas y con cojones!!

(*) No confundir con el libro de Jose Ángel Valente con el mismo título.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized y etiquetada , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

38 respuestas a HACE VEINTE AÑOS LOS ESCRITORES SE INSULTABAN Y ERA TODO MÁS DIVERTIDO

  1. Pelayo dijo:

    «esfínter contrariado enemas con una infusión templada de hiervas medicinales”
    Hierbas, por dios.

  2. franplan dijo:

    Es que, efectivamente, hemos perdido puntos de cociente. Hace años había un sentido más lúdico en este mundillo. Eran conscientes de la necesidad de epatar con una imagen contundente. Menos hipócritas o corrompidos, más conscientes de que una ‘espardeñá’ a tiempo disparaba las audiencias, los estiradotes intelectuales se arrojaban encorbatados a una piscina rodeada de fotógrafos o arremetían con injurias contra un colega que le respondía agradecido (por la repercusión mediática consiguiente), con agravios aún mayores. Todos sabían que debían pactar con el empresario que les hacía el puente hacia la ‘la plebe’ y sus pesetas y que sus obras debían llegar a un amplio mercado ¿Cada vez más tontos?

  3. Yo, es que he sido siempre un poco tirando a, «en el mal sentido de la palabra, bueno». Pero, vamos, que si hay que poner a parir a alguien, ¿por dónde hay que empezar? Espera, que me remango…

  4. Maria A. dijo:

    Si, ahí tenéis razón: era todo más divertido en parte porque se insultaban a la cara y no se escondían en el anonimato de un blog.

  5. Ire dijo:

    Pues a mí Cela y Umbral me han parecido siempre unos impresentables. Las ‘querelles’ están muy bien, pero hay que tener cierto nivel intelectual para eso. Nada que ver con escribir mejor o peor. Y tanto Umbral como Cela me han parecido siempre de una vulgaridad y una casticidad despreciable cuando se ponían en plan gallito.

    • Querida Ire:
      Te voy a dar un consejo con todo el cariño del mundo (Y recuerda que yo también soy mujer, de izquierdas, progresista y todo eso).
      Hay que intentar olvidarse de los prejuicios a la hora de juzgar los textos escritos. Tanto Umbral como Cela jugaban a representar el papel de machistas/misóginos redomados porque sabían que éramos muchas las que entrábamos al trapo. Hace 20 años les hicimos el juego y lo pasaron muy bien a nuestra costa.
      Hoy, que ya tengo muchos más años y bastante más experiencia, soy capaz de reconocer que Cela y Umbral escribían de maravilla aunque lo que dijeran se situa en las antípodas de mi forma de pensar.
      Es sólo un consejo de una vieja con mucha mili a una joven mujer (así te imagino) que corre el pelígro de perderse grandes obras si sigue dejándose llevar por sus prejuicios.
      Un beso
      Maggie

      • Ire dijo:

        Maggie, querida, si te fijas he añadido «nada que ver con escribir mejor o peor». Tanto uno como otro podían tener talento como escritores, no lo niego, aunque tampoco soy ninguna experta ni en la obra de uno ni en la de otro. Pero una cosa no quita la otra. Vamos, que no me iría de copas con ellos ni borracha. Y son solo dos ejemplos entre los muchos que hay y ha habido, y sin duda habrá. En mi opinión, y desde mi edad y limitada experiencia, no entiendo la necesidad que tienen o tenían algunos escritores de talento de ponerse en evidencia.
        Otro para ti.

      • Ire dijo:

        Y digamos también que las «querelles» entre Voltaire y Rousseau, por ejemplo, fueron épicas. Nada que ver, creo, ¿no?.

      • Carlos dijo:

        De Cela me encantan todos sus libros, bueno todos los que me he leído de él, que creo que son la mayoría. De Umbral no tanto.
        Pero tanto uno como otro, me caían, en lo personal, en su «falsa» o no «personalidad», bastante mal, muy mal de hecho.

      • Ire dijo:

        Una pequeña muestra de mala leche divertidísima extraída del enlace de Óscar: “Cada vez que leo Orgullo y prejuicio me entran ganas de desenterrarla y golpearle en el cráneo con su propia tibia” (Mark Twain contra Jane Austen). Yo creo que no hay color.

      • Carlos dijo:

        Éste, éste es buenísimo: <>

      • Carlos dijo:

        Ups… no salió lo que puse.
        Pongo la cita a la que hacía referencia:
        “Me parece una mala escritora simple y llanamente, y llamarla escritora es darle cancha. Ni siquiera creo que Isabel Allende sea escritora, es una escribidora” (Roberto Bolaño contra Isabel Allende).

      • Ire dijo:

        Sí, ese también está bien. Desde los inicios mismos de la literatura, supongo, los autores se han empeñado en demostrar a sus lectores que son personas tan humanas como ellos, con sus envidias, sus rabietas, sus cotilleos de portera, etc. En la Edad Media hasta se hizo popular una composición poética conocida como «sirventés», que no tenía otro propósito que desprestigiar a algún rival, enemigo o competidor, difamándolo en la mayoría de casos, pero con bastante gracia casi siempre.
        Ahora ya no se escriben sirventeses sino que se insulta abiertamente a alguien que te cae mal en twitter, por ejemplo. En el fondo todo forma parte de la misma tradición literaria universal, no solo española. Lo único es que hasta en los ataques los hay con «calidad» y los hay penosos, indepedientemente de quién los haya proferido.

      • Carlos dijo:

        Totalmente de acuerdo con lo que dices Ire.

    • Antonio López-Peláez dijo:

      No sólo cuando se ponían en plan gallito. Siempre.

    • jose dijo:

      Es que eran vulgares, porque además insultaban desde un lugar de superioridad. Eso sí, eran muy españoles en aquello de utilizar los amiguismos para ensalzar o echar mierda.
      Resulta gracioso leer en perspectiva los comentarios de Cela sobre el aniversario de la muerte de Lorca, qué pensaría ahora al darse cuenta de que absolutamente nadie se acuerda de él.
      A Cela le salva de caer en el olvido el ser obligatorio como matiral de texto de secundaria, pero desde luego no es un autor al que la muerte (literariamente) le haya sentado nada bien.

      Lo que no quita para que el panorama literario por aquel entonces tuviera mejor pinta que el actual

  6. Pingback: Anónimo

  7. Joana dijo:

    Estimada Maggie,
    Esta última respuesta de hoy lo que nos demuestra es que la Sargento se arruga a la primera. Un ejemplo patético de corrección política que no esperábamos de usted (a sus años, y con lo que usted ha sido…). Cuide la ginebra que aun acabaremos mal. Tal vez, debería empezar a pensar en pasarse al moscatel o a los licores de hierbas.

  8. viruela dijo:

    El Br Gil Porras es un ente fingido, que carece de propia existencia, como dicen algunos Peripatéticos hablando de la materia primera. Esta es una máscara, ó tramoya teatral, y yo no sé si debaxo de ella se oculta alguna persona verdadera, algún duende ó trasgo, que ha tomado este disfraz, para hacer travesuras en la República de las letras, inquietar la tranquilidad de los sabios, y causar otros innumerables perjuicios á nuestros Españoles. Si él es duende, es de los más rateros y vulgares, que jamás se han presentado en el Mundo. Mas sea lo que fuere, yo no puedo lastimarle con mis justas censuras, hallándose tan oculto con su disfraz, y dirigiéndose estas moderadas reconvenciones al papel infamatorio, que ha publicado baxo de su máscara.

    DEFENSA DE LA HISTORIA LITERARIA DE ESPAÑA, Y DE LOS REVERENDOS PADRES MOHEDANOS CONTRA LAS INJUSTAS ACUSACIONES DEL BACHILLER GIL PORRAS DE MACHUCA – D. Joseph Suarez de Toledo 1783

    y después del prólogo dónde se suelta otras lindezas aproximadas, otras quinientas treinta y tantas páginas dándole caña al colega, posiblemente bien identificado tras el presunto seudónimo y con muchas cuentas pendientes entre ambos. Enfín, que aquí no tenemos remedio (y que siga la juerga)

  9. julian bluff dijo:

    Maggie ¡japuta!. Je, je…

    (y lo a gusto que se queda uno). Je, je… 😉

  10. Pingback: HACE VEINTE AÑOS LOS ESCRITORES SE INSUL...

  11. Fran dijo:

    Parte del desconcierto que producían estos literatos del siglo XX con sus barrabasadas se debía que es frecuente esperar de un escritor que sea buena persona, que haga acopio de sabiduría a lo largo de los años y que ésta se destile en sus obras. Pero la realidad -no sé si triste o alegre- es que ser escritor y ser sabio son dos cosas no siempre coincidentes. Es igualmente probable que el labrador del pueblo sea sabio que lo sea un catedrático de universidad o, incluso, un premio Nobel de literatura. Para bien o para mal, las novelas y los libros se escriben con talento y este está más emparentado con la inteligencia que con la sabiduría – ya saben ustedes que no es la misma cosa, siendo la sabiduría muy superior y mucho más improbable que las otras dos.
    Fran -capullo- Umbral era un virutuoso del lenguaje, tenía una creatividad asombrosa para generarlo y para combinar con belleza extrema el heredado. Por descontado que no sabia escribir novelas, jamás escribió una, porque no tenía talento para inventar historias, no porque no lo intentase. Lo suyo era el detalle; el árbol, no el bosque….
    Anna Caballé escribió una magnífica biografía sobre él y ahí lo retrata como un tipo frío, de mirada heladora,despiadado con sus novias a quienes vampirizaba en privado para luego reirse de ellas en sus columnas periódicas. ¿Alguien recuerda haberle visto sonrerir al tipo alguna vez? De un tipo que jamás sonríe no cabe esperar nada bueno. Por lo menos a mi me da mala espina.
    De Cela no digo nada porque si no tendría que cobraros. Por cierto ¿seré yo psicópata? A ver si después del verano me hago el test 🙂

  12. Antieditor dijo:

    Hace apenas dos semanas hemos tenido un rifirrafe bastante sonado entre Bonilla y Ferré. Pero no acaba de ser divertido. Ha sido para correr un tupido velo, sobre todo sobre uno de los dos.
    1) http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/bibliotecaenllamas/2014/06/18/matilde-urbach-revisited.html
    2) http://www.elmundo.es/cultura/2014/06/20/53a40bae22601dd04a8b457f.html
    3) http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/bibliotecaenllamas/2014/06/20/encantado-de-conocerse.html
    No me suena un enfrentamiento tan sonado en los últimos años…

  13. Y yo me pregunto… con el asquito que le tengo a todo lo que esté relacionado con la editorial Planeta y sus satélites, ¿qué hago yo leyendo este blog?
    ¡Mira que soy masoca!

  14. julian bluff dijo:

    A los comentaristas de este blog.

    Uno/a solo se puede tomar a si mismo/a desmedidamente en serio hasta cumplir los veinticinco. Y creo que a lo mejor me paso un par o tres de años. A partir de esa edad, a mayor rigor autoconsciente, mayor risión omnipresente. Tomen nota. Fíjense si no en los políticos, en los diputados, en los jueces…

  15. Extraordinario el libro de Valente, de los que te cambian la vida. Por cierto, muy crítico también con determinada literatura

    Recuerdo un debate público divertidisímo que se trajeron entre manos en El País Javier Marías y AMM a cuenta del cine de Tarantino, cuando éste estrenó «Asesinos natos». Con mucho nivel, ambos

    Ahora bien, como la amistad que se profesaban Quevedo y Góngora, nada. Son el paradigma de la rivalidad literaria.
    En los teatros de Madrid del XVII Chorizos y Polacos se mataban en las plateas a golpe de sable cuando se reventaban las obras recíprocamente

    He disfrutado mucho con esta entrada Sargento

  16. julian bluff dijo:

    La caricatura de Umbral es un chungo. El rostro del vallisoletano se caracterizaba por tener unas narices porretosas, cárnicas, repletas de poros y vasos capilares, y la del rostro de la caritura parece la naricilla chata de un carlino. Y, evidentemente, está de más que lo diga (o debería estarlo) tanto él como CJCela escribían, los dos, superior. De puta madre. O sea. 😉

  17. Mimosín dijo:

    A pelarla sargento y compañía!!! Uno que se va dos semanitas a la playa de vacaciones, a comer sardinas asadas y a verle el culo gordo a la suegra mientras le huele el sobaco al abuelo de turno!!!
    Ya volveré por estas páginas cuando POR FAVOR regrese a la civilización!!
    Un calborotazo para todos y para todos!!!!
    Y A PELARLA COÑO!!!

  18. Casualmente, ha habido genios que se insultan. Palabras mayores lo de hablar de Llamazares, Umbral y Rosa Chacel. Porque la raza, parece ser, se ha extinguido. Además, parecen haber traído de nuevo a las arenas literarias diatribas como las que se producían entre Góngora y Lope. Estos, incluso, pergeñaban sonetos espléndidos solo para ponerse verdes. Escribían como respiraban ¡qué tiempos!

    Pero los que no son genios se insultan igual y encima no nos deleitan con su arte. ¿Qué actualmente no se agarran de los pelos? Déjalos, a lo mejor están muy ocupados puliendo su obra. Que, por cierto, falta les hace a todos.

Los comentarios están cerrados.