Mathias Bröckers es uno de los más grandes manipuladores de la información que viven en este planeta. No hay nada más fácil que ganar dinero inventándose una nueva versión que contradiga la versión oficial de algún desastre, gran atentado terrorista o acto criminal masivo. Eso ha hecho Bröckers con el 11-S. Ha vendido mucho (más de 140.000 ejemplares solo en Alemania) porque nos encanta, somos adictos a la teoría de la conspiración.
Pues viene Ediciones B y aprovechando el décimo aniversario de los atentados, que hoy se cumple, edita 11-S, un libro que fue publicado en Alemania por primera vez en 2002, que ya se ha demostrado que cuenta falsedades casi en cada página y que solo contribuye a enriquecer la incultura y la estupidez en que el poder quiere sumirnos. Porque -que no se engañe nadie- libros de este estilo no van contra el poder sino todo lo contrario. Estos panfletos nos idiotizan y rebajan nuestra capacidad de razonar y por ello ayudan a que los poderes fácticos se perpetúen en su trono.
Entre otras cosas Bröckers cuenta que los pilotos de los aviones que se estrellaron contra las torres gemelas siguen vivos, que las torres cayeron a causa de unos explosivos colocados en la base de los edificios y que Osama Bin Laden no tuvo nada que ver con aquello. ¿Lo demuestra? No. Pero esto es como lo de la existencia de dios: Los creyentes siempre responden con eso de “demuéstrame que no existe”.
Dice la promoción de Ediciones B: “Una invitación a conspirar contra la conspiración a través de un análisis crítico y científico de los estremecedores atentados” Qué jeta.
Señor Folchifolchi, una pregunta muy sencilla: ¿Usted cree que una editorial debe ganar dinero a cualquier precio?
¿Fue Ibañez el culpable del 11-S? En 1993 dibujó estas viñetas. ¿Será que…? Por favor, señor Folchifolchi. Usted, como director de Ediciones B, y siendo la suya la editorial que publica Mortadelo, debería investigar este asunto y publicar luego un libro. Prometemos comprarlo.
Patrulla de salvación 
Piensan que los lectores son gilipuertas y por eso se están haciendo ric… oh, espera, no. Se están yendo a la mierda.
Es como con el cine español, que la gente no lo ve porque es muy inculta.
Y yo que pensaba que si no veía cine español era porque me repatea tanto desnudo y tanto folleteo por exigencias del guión. Ahora resulta que eso es cultura, tendré que replantearme todos mis baremos cinematográficos.
En cuanto a las teorías de la conspiración, la verdad, siempre me han resultado bastante entretenidas, pero no tanto como para leerme libros sobre ellas, las prefiero para el cine (el americano, claro, no el español).
Eso es lo peor. Que además de hacer trampas, las hacen mal y acaban perdiendo dinero.
Encima lo venden como un análisis científico, por si la cosa no tenía suficiente guasa. Está demostrado -no sé si científicamente- que el mercado aun puede engullir más mierda, hay espacio y mercado de sobra para esa basura. Concuerdo en que la conspiranoia, como método de «estupidificación» , refuerza al sistema: cualquiera que intente explicar versiones alternativas a la historia oficial será arrinconado al lugar de los locos conspiranoicos de forma automática por la gran masa, aunque sea un analista serio. Al menos antes se ponían papel de aluminio en la cabeza y dejaban trabajar a los investigadores de verdad. Todo está atado y bien atado.
Somos víctimas del sistema. No hay salvación. BUENO… Solo La Patrulla puede venir a salvarnos. Tranquilos chicos, la Patrulla está en camino
EL LIBRO VENCERÁ
NO PARARÁN!!!!
Sin ánimo de defender la publicación (ni creer ni dejar de creer en conspiraciones varias), supongo que usted está en posición de demostrar las numerosas falsedades de ese libro. Por ejemplo, usted está versada en detonaciones controladas y su propia investigación particular certifica, por la forma de venirse abajo los 3 edificios, que los derrumbes no se pudieron deber a explosivos colocados en los cimientos. ¿Me equivoco?
No hay nada más fácil que ganar dinero inventándose una nueva versión que contradiga la versión oficial de algún desastre, dice. Deduzco que es mejor no poner nunca en duda las versiones oficiales de nada, no vaya ser que alguien se forre.
Pues qué quiere que le diga. Puestos a hablar de panfletos que nos idiotizan, me viene a la cabeza las memorias de Rajoy. Notario, registrador de la propiedad y político; ese sí, tiene que tener unas anécdotas la pera de divertidas y unas reflexiones la mar de sesudas.
¿Qué opinión le merece a usted, querida sargento, la publicación de un libro en plena campaña electoral con unos 10 millones de potenciales lectores que jamás se van a plantear lo que en él está escrito?
Permítame aventurar la mía: cada uno cree en lo que quiere, y comprará los productos que le reafirmen en su creencia / opinión / etc., no los que la pongan en duda. Lo importante no es que una editorial publique mentiras (hay periódicos que lo hacen todos los días), lo que da pena es el borreguismo de los consumidores-lectores que no están dispuestos a admitir que, a lo mejor, no tienen ni p. idea de aquello de lo que creen saber mucho.
Sí, pero es obligación de las editoriales, como de los periódicos, ilustrar a la gente. Y lo que hace EB es lo contrario
Un saludo
Pues tienen toda la razón. El libro es idiotizante, pero no es el primero que se publica por aquí sobre este tema.Una de las porquerías editoriales más grandes llegó de Esfera de los Libros, «La gran impostura» de Thierry Meyssan, con la patética teoría del misil autodisparado en el Pentágono y sin aclarar a dónde fue el avión.Y mejor no hablar de otros «autores» como Bruno Cardeñosa…
No si ya. Pero aquí estamos cual Superman carpetovetónico para salvar al Libro de las garras del malvado señor Folchifolchi que es mas perverso que The Joker y Darth Vader juntos.
un abrazo
Las patrulleras felices de ver por aquí a las magadalena editorial
Excelente post, me fue de gran ayuda