PILAR DONOSO FUE VÍCTIMA DEL EGOÍSMO DE SU PADRE, EL ESCRITOR JOSÉ DONOSO

Decía Arcadi Espada en este blog que el psicoanálisis ha matado más gente que José Stalin. El egoísmo de los escritores no ha causado tantas víctimas. No hay, por suerte, tantos escritores en el mundo.

El miércoles pasado (víctima del egoísmo de su padre, el escritor José Donoso) se suicidó Pilar Donoso (Madrid, 1967-Santiago de Chile, 2011).

José Donoso (Chile 1924-1996) fue, junto a García Márquez, Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes y Vargas Llosa, uno de los mejores ejemplos de lo que compuso  la generación del Boom.

En 2010 la editorial Alfaguara publicó Correr el tupido velo, en el que Pilar Donoso nos contaba la vida de sus padres (y por tanto la suya) después de casarse y hasta la muerte del escritor chileno.  Pilar utiliza para ello los diarios (64 cuadernos) y cartas de su padre, el diario de su madre y, claro, lo vivido y lo sufrido.

Lo más duro del libro se condensa en  el comienzo (páginas de la 17 a la 38). En ese primer capítulo la autora nos cuenta los motivos por los que dedicó ocho años a leer los diarios de su padre, a componer este libro, y el sufrimiento que ello le acarreó.

Pilar Donoso (hija adoptada) tuvo que soportar las depresiones, la paranoia y el alcoholismo de sus padres. Se puso a escribir este libro con el objetivo de encontrar respuestas y consuelo.  Y lo que ocurrió es que se topó de bruces con el ego de su padre, que se le apareció con toda su crudeza y magnitud. Si ya le costaba ser la hija del José Donoso que ella había conocido en vida de su padre, en sus diarios se encontró nuevos “yo” del escritor, aún más insoportables.

En este comienzo del libro, Pilar Donoso coloca escalofriantes ejemplos (extraídos de los diarios) de lo peor, de lo que más le hizo sufrir. El resto del libro es un intento de relativizar, suavizar y encontrar una explicación lógica a lo escrito/sentido por su padre. No lo consigue. De hecho, al final, no ha aguantado más y ha apagado las luces.

Todo no está en estas 440 páginas: Pilar nos ahorra algunas anotaciones referentes a la homosexualidad de su padre.

Aclaración: Donoso se refiere a su hija con el nombre de Pilarcita.

Pag. 29.

De los diarios de José Donoso (1993):

    Sigue y se agudiza el problema Pilarcita, que nos tiene totalmente crucificados con su odio, su odio a si misma, su odio al mundo, a su marido, a sus hijas. De pronto tememos un asesinato, tan violenta y perversa es. María Pilar (su esposa) sufre, vive para adentro, pero con las llagas incurables, abiertas, recordando, rememorando desde la más temprana niñez de Pilarcita, instancias innegables de odio, que nos retrotraen, con su infancia tan extraña a nosotros y a nuestra vida, a sus genes, a su ajenidad a su madre o padre físicos, de quienes aflora tan trágicamente, y que puede conducirla a los peores extremos, cierto rasgo (o rasgos) identificables que la colocan fuera del ámbito de la familia y, sin embargo, es la hija amada, adoptada pro más hija que cualquier hija, porque justamente su ajenidad hace que sea necesario despojarse de uno mismo y ser, un poco, otro para amar.

   Todo un proceso de transformación en que solo lo imaginado existe y tiene valor, lo imaginado tiene consistencia.

Pág 30

De los diarios de José Donoso (1993):

 Pero sin duda lo que en ella (en María Pilar, su mujer) más me molesta es que no reconoce nada de lo que he hecho por ella, de lo que me he sacrificado en el buen sentido de la palabra, por ella, de lo comprensivo y tolerante que he sido con sus borracheras, con sus peleas con Pilarcita. Esto no se lo puedo perdonar y me aleja terriblemente de ella. A veces me dice: “Tan poco tierno que eres conmigo”. Para ella no cuenta como ternura ni la comprensión ni la tolerancia, solo el añuñu, lo que a nuestras avanzadas edades –y ella dejando sus dientes desvergonzadamente por toda la casa- es un poco ridículo, si no hay una comprensión y entre nosotros ya no la hay. Me doy cuenta de que la quiero menos y menos, sobre todo por su no reconocimiento de mi trabajo. (…) No puedo sino quererla menos.

A continuación escribe Pilar Donoso:

 Mi padre confiesa varias veces haber golpeado a mi madre con “fuerza y prolongación”. Alguna vez admite también, que esa violencia se desataba debido a su sensación de que no le importaba realmente a mi madre; que ella no lo respetaba ni lo quería; que él no la satisfacía. Pero luego quedaba lleno de culpa y arrepentimiento.

Pàg. 35.

De los diarios de José Donoso (1993):

    ¿Por qué siempre he tenido la sensación de ser, de estar sucio, (…) Es curioso, pero este tema no lo hablé jamás con Hugo Rojas (su psicoanalista) como si en ese hecho estuviera escondido lo más deleznable de mi naturaleza, y la suciedad fuera una metáfora para mi existencia y mi neurosis. Jamás llegamos a esto. ¿Por qué? De pronto siento la necesidad de hablarlo con alguien y de llegar al fondo que sé muy bien que no sería el fondo absoluto. La gente no me quiere porque soy sucio: así podría contar mi inconsciente. (…) y por eso no toco, ni me dejo tocar, más que en relaciones que yo mismo pueda contemplar como “sucias”.

Pág. 36.

Ahora escribe Pilar Donoso:

    Tener un registro escrito de cada paso de la vida de mi padre desde los cuarenta y dos años en adelante y tener, también, diarios de mi madre me enfrenta a lo que no necesariamente  quisiera saber. A veces es mejor guardar los recuerdos en la memoria, que está basada en la subjetividad propia de los afectos, las situaciones, los lugares, las palabras dichas y de ese modo que uno sea capaz de estructurarse como persona; que la selección natural guarde lo que para cada uno significó cada momento.

Como colofón escribe Pilar Donoso:

Uno no debería conocer los pensamientos más íntimos de nadie. Menos los de sus propios padres.

Y me voy a permitir copiar de nuevo esa frase y continuarla con mis palabras (ustedes perdonen, pero es necesario):

Uno no debería conocer los pensamientos más íntimos de nadie. Menos, los de sus propios padres. Y menos aún, si uno de ellos fue un escritor. Es muy posible que lo que  aprenda sea que papá fue un egoísta y que le importaba más su obra y la gloria literaria que los seres que lo rodeaban. Puede también –como consecuencia de lo anterior- que se entere de que sus padres ni la querían a ella ni se amaban entre si; circunstancias que producen, cuando menos, desequilibrio emocional hasta en la mejor amueblada de las mentes.

Aclaración: las negritas son mías.

 

 EXTRAS

1.- Entre los papeles leídos por Pilar para elaborar este libro había un proyecto de novela sobre una chica que descubre los diarios de su padre y se suicida después de leerlos. Así lo cuenta hoy La Nación.

En una entrevista de 2009 Pilar Donoso dijo: “incluso hay una parte de un proyecto de una hija que descubre los diarios, que no conoce la historia (de su padre) y se suicida y entonces cuando leo eso digo ‘qué está haciendo, está proyectando lo que quiere que pase, está fabulando sobre lo que me puede pasar cuando los lea’, pero no lo voy a saber, pero él se proyectaba más allá de su muerte con estos diarios y el resultado es descubrir un ser complejísimo».

2.- Pilar Donoso tuvo dificultades para quedarse embarazada de su segundo hijo. Cuenta en Correr el tupido velo que su padre la animaba a seguir el tratamiento de fertilidad (aunque le rateaba el dinero) diciéndole que debía tener muchos hijos porque en el mundo, en aquel momento, solo tenía relación sanguinea con su primera hija. Un lujo de padre.

3.- Si quieren leer un buen artículo sobre este libro de Pilar Donoso: Vargas Llosa en El País.

4.- Si se quieren reír pueden leer lo que ayer (también en El País) escribió J. Ernesto Ayala-Dip  sobre el suicidio de Pilar Donoso. Es exáctamente lo mismo que publicó en 2010 cuando se publicó Correr el tupido velo, solo que cambiando el orden de las frases. Que esto lo pilló cansado, hombre.

5.- Pilar Donoso sobre su padre en la revista de libros de El Mercurio.

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11 respuestas a PILAR DONOSO FUE VÍCTIMA DEL EGOÍSMO DE SU PADRE, EL ESCRITOR JOSÉ DONOSO

  1. cristina dijo:

    Bien, mi sargento, bien, carajo!

  2. Daniel Nehmovich dijo:

    Acabo de enterarme gracias a vosotras, querida patrulla. He leído lo que pude encontrar al respecto; la historia es, sin ninguna duda, atroz. Qué tristeza de mundo. ¿Recuerdan lo que dice el capitán Larsen al final de «Lobo de mar», de London? «La gente… ¿Qué se puede hacer con la gente? No hay quien la entienda…».

  3. Pingback: Del dolor

  4. Joseph Conrad nos dice: <>.

  5. Joseph Conrad nos dice: Hablamos con indignación o con entusiasmo; hablamos de opresión, de crueldad, de crimen, de lealtad, de sacrificio, de virtud, y no sabemos qué hay realmente detrás de esas palabras. Nadie sabe lo que significa el sufrimiento o el sacrifico, salvo, quizás, las víctimas de los misteriosos designios que se ocultan tras esas iluysiones.

  6. Jorge Rivas dijo:

    Formidable, patrulla

  7. NATALIA DONOSO dijo:

    Me parece horrible este artículo. Se creen con la autoridad de armar y desarmar como si fuesen los reyes del mundo; de condenar o glorificar a las personas…
    Ustedes NO TIENEN IDEA DE ESTO… así que NO HABLEN

  8. Joseina dijo:

    Estúpida simplificación de gente que no entiende nada.

  9. Tania dijo:

    Malisimo articulo…pobre análisis, y un flaco favor pintar con victima a Pilar. Es mas complejo…es mas complejo…

    • Josefina dijo:

      Tania, te respondo ahora porque me llega tu comentario. Pésima nota, banal, y poco respetuosa de la vida y el dolor de esta familia.

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