A continuación las entrevistas con Silvano Gozzer (Anatomía de la edición), Fernando García (Sin Tinta, El País) y Arantxa Mellado (Actualidad Editorial).
Primera parte (aquí)
ACERCA DEL MERCADO
Pregunta: En las últimas semanas se han conocido dos noticias para nosotras muy inquietantes: 1.- El Ministerio de Justicia americano ha amenazado a 5 grandes editoriales y a Apple con un juicio por presuntos delitos contra la ley “antitrust”, es decir, por ponerse, presuntamente, de acuerdo en los precios de los “e-books” (aquí) y 2.- Las grandes editoriales americanas han reportado bajadas (2010-2011) de dos dígitos en los beneficios que obtienen de la venta de libros en papel (aquí). ¿Qué lectura das a estas dos informaciones? ¿Cómo afectará esto en un futuro a medio plazo al mercado español?
>>Respuesta de Silvano Gozzer: “Respecto a la primera noticia hay que decir que los hechos datan de cuando salió el iPad 1, es decir hace ya dos años y las consecuencias (sobre todo los cambios en los contratos de Amazon, el pasar de un modelo “Reseller” al modelo “Agency”) ya se produjeron. Se trató de un inteligente movimiento empresarial para evitar el monopolio de Amazon. Las complejidades de las leyes “antitrust” norteamericanas es algo que se me escapa, pero en lo tocante a la edición digital veo difícil, a pesar de la posible demanda, que se vuelva al modelo anterior.
Sobre la segunda noticia, conforme crece el mercado digital la lógica dice que debería decrecer parte del mercado impreso por lo tanto la noticia tiene bastante sentido. Dicho esto, no necesariamente la relación es directa y no hay muchas conclusiones que se puedan sacar al comparar los dos datos. Lo importante al final es la facturación total y todas las grandes editoriales están obligadas a crecer a pesar del ascenso del mercado digital.
Al final, no creo que ninguna de estas dos noticias afecte al mercado español de manera directa, la primera ya lo hizo con el cambio en los modelos de contrato y la segunda es un dato similar a lo que pueda estar pasando aquí, con la única diferencia que parece que el mercado nacional de libros impresos decrece a mayor ritmo de lo que crece el digital.”
>>Respuesta de Arantxa Mellado: “A mí no me inquietan tanto. La primera es una de las batallas en la guerra entre titanes por hacerse con el poder. A nosotros, país de precio fijo, nos cuesta entender que Amazon reviente los precios de los libros vendiendo a pérdidas y que nadie se inmute, y nos alucina que la justicia americana llame a la caballería porque los editores pactan (aún presuntamente) con Apple para fijar unos precios de venta, cuando aquí es así como funciona el sistema (me refiero al precio fijo). Si todo esto acaba derivando en un sistema de precios más flexible, bienvenido sea.
En cuanto a la segunda cuestión, las editoriales norteamericanas han vendido menos en papel, sí, pero más en digital. Y parece que 2012 ha empezado con buenas subidas, tanto en uno como en otro formato: un 27,1 % más para el papel que en el mismo periodo de 2011, y un 76 % para el digital. Hacer predicciones sobre el efecto dominó de las ventas de un país a otro resulta, como mínimo, complicado. De lo que sí tendrían que tomar buena nota los editores españoles es que la fortaleza del libro digital va en aumento.”
>>Respuesta de Fernando García: “Los que conocéis el mundo de la edición tradicional seguro que estáis al tanto de que la caída de las ventas de libros en España en los dos primeros meses del año ha podido ser de dos dígitos. Así que el futuro ya está aquí, me temo.”
Pregunta: Random House acaba de lanzar en los USA el portal online del escritor (aquí). La sensación que tenemos es que las grandes multinacionales del libro, obligadas a bajar precios, están intentando quitar intermediarios de la cadena de producción. ¿Hay futuro en este nuevo escenario para los agentes? ¿Y para los distribuidores? ¿Y para las librerías tradicionales?
>> Respuesta de Silvano Gozzer: “No hay duda que Random House es una de las editoriales más innovadoras del sector editorial (dentro de las grandes) y es bueno seguirlos porque seguramente ilustrarán muchas de las tendencias de futuro. En todo caso, esta iniciativa en concreto es casi de sentido común y un esfuerzo que, con la mejora en la accesibilidad de los datos y la tendencia necesaria a la transparencia que necesita el sector, tendrán que hacer tarde o temprano todas las editoriales. En España no estamos muy lejos, son cada vez más las editoriales que conocen en tiempo real sus datos de ventas y de ahí a comunicárselo a los creadores hay tan solo un paso.
Ahora bien, la tendencia a la desintermediación no es patrimonio exclusivo de las grandes (de hecho, considerando que muchos grupos editoriales también poseen distribuidoras y algunos hasta librerías, ellos son los que menos intermedian), también las editoriales medianas y pequeñas lo hacen. De hecho cada vez se discute menos que una editorial venda directamente sus libros a través de la web.
El problema, creo yo, es pensar que solo existe una cadena posible cuando los hábitos de los lectores han variado tanto y acceden a los contenidos de muchas maneras distintas. Cada modelo tendrá los intermediarios que sean necesarios para seguir funcionando. La percepción de una mayor tendencia a la desintermediación por parte de los grandes quizás se deba a que puesto que son estos los que más están explorando distintas alternativas, también son estos los que encuentran más cadenas distintas. No sé si hay futuro para todo los intermediarios tradicionales (agentes, distribuidores, librerías, editores, etc.) puesto que la única premisa cierta es que la tecnología ha permitido que no haga falta nadie en la relación entre creadores y lectores, ahora bien, como yo sí creo que para crear modelos de negocio hacen falta intermediarios, el nuevo mantra será que solo sobrevivirán aquellos que aportan valor a la cadena y eso es algo que no necesariamente hacemos todos actualmente.”
>> Respuesta de Arantxa Mellado: “No creo que, con “Author Portal”, el objetivo de Random House haya sido el de saltarse a los intermediarios, sino más bien evitar que los autores se lo salten a él como intermediario y vendan por libre a los lectores. Basta con ver lo que ofrecen a sus autores: control de las ventas (pueden saber al momento el número de descargas vendidas); control de los royalties (saben en todo momento cuánto dinero les debe el editor); un sistema de aproximación al lector (ayuda para crear un buen número de seguidores fieles a los que vender). Y es que, o miman a los autores, o los autores se organizan por su cuenta gracias a las plataformas de autoedición y a las facilidades de venta que dan las grandes librerías.
Hay una frase que de puro pronunciada va a acabar convertida en una máxima: los intermediarios que no aporten valor desaparecerán. Opino que esa frase es cierta al 100%. El mundo del libro cambia, es un hecho, y hay que adaptarse a las nuevas circunstancias, cada uno en su función. Y si la adaptación no es posible, habrá que reinventarse. Tendrán que hacerlo agentes y distribuidores. Más difícil lo tienen los libreros por la feroz competencia que se les viene encima.”
>> Respuesta de Fernando García: “No, no hay futuro.
Es difícil añadir algo más, pero por no ser tan lacónico: ¿qué piensas cuando ves a tu quiosquero que a las 8 de la tarde no ha vendido la mitad de los periódicos o cuando pasas por la tienda de discos del barrio que cerró hace un par de años? Música, prensa… Ahora, libros.”
Pregunta: En los EEUU se habla insistentemente de fusiones entre las editoriales. En España la concentración va a ser –en nuestra opinión- inevitable. ¿Estás de acuerdo? ¿Quedará mercado para editoriales medianas tipo Tusquets? ¿Cómo podrán sobrevivir las pequeñas compañías independientes tipo Impedimenta o Libros del Asteroide?
>> Respuesta de Silvano Gozzer: “No estoy seguro de que la concentración sea inevitable. Schiffrin lleva años diciendo que viene el lobo y nunca hemos tenido tantas editoriales como ahora (si nos atenemos a los datos del ISBN). Yo creo que cada vez hay menos barreras de entrada y la edición digital además ha permitido que se pueda hacer sin grandes inversiones, por lo tanto no estoy tan seguro de que el temido control de la palabra vaya a llegar. En los últimos años Internet ha cimentado la idea de la economía “long tail”, por lo tanto parece cada vez más lejano el fantasma del control de la palabra. Por citar un ejemplo de la cultura de masas: el programa más visto hace 7 años tenía una cuota de pantalla de 8 millones, actualmente los más vistos no llegan a los 4 millones.
El problema no es que vaya a quedar mercado para las editoriales medianas o si las pequeñas conseguirán sobrevivir, los lectores siguen estando ahí y aunque las estadísticas no dicen que aumenten tampoco dicen que disminuyen. El reto es si conseguirán en nuevos escenarios convertir sus modelos de negocio. Yo estoy seguro de que si desaparece otra editorial, otra, quizá una nueva, ocupará su espacio con propuestas de negocio distintas aunque con el mismo modelo de edición. Si por el contrario consiguen adaptarse a las nuevas demandas, no creo que tengan problemas de supervivencia, puesto que si a los lectores les gusta lo que actualmente publican también lo harán en el futuro, simplemente demandarán acceder y pagar por ese contenido de manera distinta. Quizás algunas editoriales medianas y pequeñas estén pecando de una excesiva prudencia (aunque no les critico por no dejarse llevar por el ambiente “hype” del momento) puesto que actualmente deberían estar averiguando cómo están cambiando sus lectores y que experiencias se pueden probar para reunir más información.”
>> Respuesta de Arantxa Mellado: “Estoy de acuerdo en que la concentración es la única forma de hacer frente a los grandes gigantes y de lograr mantener una porción del control. La concentración, no la absorción. Impedimenta y Libros del Asteroide ya se unieron a otras editoriales para crear el Grupo Contexto, con el objetivo de lograr más presencia en medios y librerías frente a los grandes grupos. Supongo que no tendrán problemas para volver a hacerlo en un entorno digital y con un volumen mayor de asociados, aunque los editores españoles no se caracterizan precisamente por la tendencia a los lobbies. Y lo mismo las medianas, que también conocieron asociaciones en el pasado para distribuir conjuntamente.
Pero creo que será más inteligente un tipo de asociación más amplia, que incluya a los libreros, en la que se plantee una estrategia conjunta.”
>> Respuesta de Fernando García: “Sinceramente, no tengo ni idea. Ojalá sobrevivan todas. Pero solo es un deseo.”
NOTA:
El lunes 2 de abril: tercera parte sobre Crítica literaria y Autoedición.
El miercoles 4 de abril: cuarta parte sobre Puro Futuro.
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Hoy, Antonio Fontana se hace (feroz) eco de vuestra lucha por la verdad en el mundo del libro, desenmascarando, literaria y editorialmente, la mentira de Eugenia Bluf y los no tan inocentes editores de Páginas de Espuma. ¡Buen trabajo, patrulleras!