«Me salen las citas por las orejas»
Eugenia Rico, 1/04/12
Información. es
Le preguntan el domingo pasado a Eugenia Rico –que continúa con la promoción de su último libro- en el diario Informacion de Alicante (aquí):
¿Pondrá más fajas en los libros tras la polémica [una cita con el texto «la Virginia Woolf de la era Facebook», supuestamente extraída del «New York Times», resultó falsa]?
Respuesta de Eugenia Rico:
Siempre superviso los libros, por primera vez no lo hice y, al ver la faja, ya dije que traería problemas porque conozco la envidia española. Tenemos la cita en el blog de libros del New York Times, lo que no existe es la crítica, que se la colaron al editor. ¿Puede pensar alguien que necesito inventarme una faja cuando me salen las citas por las orejas? Bienvenida a la fama, me dicen, pero nadie es nada por lo que digan de él, sino por lo que escribe.
Puntualización de Patrulla de Salvación:
Lo que hay en “About.com Libros” (aquí), un blog en castellano sobre libros que pertenece a The New York Times Company, cierto, pero que no es The New York Times, (origen de la supuesta cita), es una entrevista con la escritora en la que, como en muchas otras que ha realizado y a modo de presentación, dicen: “De ella se ha dicho que es la nueva Virginia Wolf versión española”. El apellido de Mrs. Woolf con una única “o”. Pero, cuidado, no tenemos allí la dichosa cita como dice Eugenia en su entrevista con Informacion.es.
Será por citas…
La sargento Margaret vuelve a preguntar:
¿Dónde está el recorte o el “link” del The New York Times donde se escribe que “Eugenia Rico es la Virginia Woolf de la era facebook”?
Hemos tenido que cancelar nuestras vacaciones en las Sheychelles.
No los podemos dejar solos.
Miente, tergiversa, distrae y se lo cree. El «problema» es que no engaña a nadie ya, y eso es triste. Algunos dicen que el deporte nacional español es la envidia. No estoy de acuerdo. Este caso no trata de eso, pero me alegro de que seamos tan cabezones como para no dejarlo caer, esta vez espero que no, porque hemos sido -como pueblo, si es que existe tal cosa- muy olvidadizos con «gente» (productos) como Ana Rosa y compañía. Algún día saldrá algún negro del CEU a hablar de César Vidal, tiempo al tiempo.
A esta tipa se le ha subido la sidra a la cabeza. Y no le salen citas por las orejas, le salen mentiras y gordas.
Parece que esta chica ha inventado algo , es una chica estupenda y si la diera por cantar podría ser la nueva Joan Baez , emulando a Austin Mayo, nuestro Dylan favorito
Analicemos detalladamente la última frase de Eugenia Rico en la entrevista del diario Informacion de Alicante porque no tiene desperdicio:
– «Siempre superviso los libros, por primera vez no lo hice». A ver, Eugenia, llevas utilizando la cantinela de que eres la Virginia Woolf de la era Facebook desde hace dos años por lo menos, y la promoción de este último libro tuyo en el que aparece la faja tiene sólo un mes, no te inventes milongas. No hay más que comprobar que este cita tuya ya apareció en tu penúltimo libro de las malditas esas, publicado en 2008 por Suma y reeditado en 2011: http://www.sumadeletras.com/es/autor/eugenia-rico/ (y de hecho ahí sigue la cita en su biografía, se ve que a su editor, Pablo Álvarez, le resbala todo este escándalo).
– «… y, al ver la faja, ya dije que traería problemas porque conozco la envidia española.» En parte tiene razón, pero hay algo peor que la envidia española, y es la mentira española, de la cual ya formas parte de la Historia y con letras de oro.
– «Tenemos la cita en el blog de libros del New York Times» (eso lo ha podido dejar ella o su primo de Oviedo), «lo que no existe es la crítica» (entonces lo que no existe, es que no existe, no nos pidas más fe de la que podemos darte), «que se la colaron al editor.» (se la colaste tú y le dejaste vendido y desprestigiado, el Casamayor no te vuelve a publicar otro libro ni jarto de vino).
– «¿Puede pensar alguien que necesito inventarme una faja cuando me salen las citas por las orejas?». Sin palabras.
– «Bienvenida a la fama, me dicen…». Ahora resulta que Eugenia es más famosa que Cristiano Ronaldo o que Mourinho. Y yo con estos pelos. La verdad es que si en el último mes ha sido tan popular no ha sido precisamente gracias a la calidad de su prosa, porque buena torta le dieron el pasado sábado en el ABC Cultural. El titular ya lo decía todo: “Eugenia Rico, al rico bluf” (en palabras del crítico Antonio Fontana), y una calificación de 2 estrellas sobre 5.
– «… pero nadie es nada por lo que digan de él, sino por lo que escribe.», o en tu caso por lo que te inventas, y no precisamente en las novelas.
Alguien debería decirle que cerrara la boca, pero la verdad es que nos está dando un juego impresionante, y ella misma está alimentando el fuego. Así que lo que es por mi parte, todos contentos.
Envidiosa! Todavía que Eugenia alegra tu Semana Santa, la pones a parir. Así no se puede. ¡La culpa de todo es de los españoles!
«Siempre superviso los libros, por primera vez no lo hice y, al ver la faja, ya dije que traería problemas porque conozco la envidia española [Hasta el momento no ha demostrado nada, y sólo es patente el montaje, pero ella desplaza la culpa a todos los demás, a los envidiosos de su supuesta fama]. Tenemos la cita en el blog de libros del New York Times [¿Dónde? ¿La primera y original?], lo que no existe es la crítica, que se la colaron al editor [Esto es el colmo, echa el resto de las culpas al editor, que ya se habrá comido bastante, sin pudor alguno, ¿de verdad ella se siente libre de toda responsabilidad?]»
´La literatura es jugar a la ruleta con tu vida´ dice la muchacha en la entrevista.
Ocurre que a jugadoras como ellas las suelen echar a patadas de los casinos.
*ella
Otro mal muy español, además de la envidia, es no saber encajar las críticas negativas. Eugenia Rico dice que en este país no hay crítica, cuando lo que está queriendo decir es que aquí no le hacen la ola, como, según ella, sí le hacen en Alemania y Estados Unidos, donde no la conoce ni dios. La reseña de Antonio Fontana (ABC Cultural, 31 de marzo de 2012), titulada acertadamente «Al rico bluf», es demoledora. Cito algunas perlas:
«ciertas escenas rozan la cursilería»
«la prosa de estos relatos recuerda a la de una redacción escolar»
«muchas de sus tramas, que quieren ser terribles, son tremendamente planas»
«algunas de sus imágenes están escogidas con pinzas»
«Dejemos a un lado a Katukani, el New York Times, Virginia Woolf y Gore Vidal, y centrémonos en «El fin de la raza blanca» (…) saber si las historias que contiene justifican tantos elogios. La respuesta es no. Un no rotundo»
A partir de ahora se la conocerá como «el bluf de la era facebook».
«Bienvenida a la fama, me dicen». ¡Ja! Eso te lo dices tú cada mañana al levantarte y desayunarte con esa ristra de críticas lamelomos que has perpetrado chapuceramente la víspera. La modestia no está entre las cualidades que te adornan, ni la sinceridad, ni la decencia, ni la buena prosa… ni tantas cosas de las que presumes y de las que careces.
Hola a todos!
Miren por donde me han entrado ganas de darle un tiento a «Hotel Parisien».
Un tío, Antonio Fontana, un escritor, que no se corta una cala a la hora de criticar en un periódico de tirada nacional la obra de una colega con un predicamento bastante mayor al de él, merece, de entrada, todos mis respetos.
Ni más ni menos, como me pasa a mi, como les pasa a muchos -que les voy a contar que ustedes no sepan- al tío le toca las marices que se conceptúe como LITERATURA (con mayúsculas) una serie de chocholadas propias de «profesionales urbanos» al borde de la cuarentena enjaretadas deprisa y corriendo. Podrá vender mucho, podrá estar en todos los hit parade, salir en Que Leer, en El Cultural y en Babelia, pero este detalle, el de la repercusión pública de la obra, ni corrige su sintaxis (ahora aparecerá por aquí el tipico tontoelhaba diciendo que a sintaxis le falta el acento en la «a» ¡Y en la «i» de típico también falta… cacho De la Concha, monztruo!) ni mejora su argumento ni caracteriza sus personajes ni incrementa el interes ni estiliza las descipciones ni agudiza los dialogos….
Ya pasó otra vez, en otro website, con el autor de lo del croissant, que no conformándose el tío con vender un huevo, pretendía, por to’ el morro, que en el blog tuviéramos que compararlo poco menos que con Swift, Dickens y demás clásicos del «humorismo». Luego recapacitó y terminó comportándose como un verdadero gentleman. Un afectuoso saludo, Pablo.
Y para todos los demás, también.
El libro del crítico Antonio Fontana del que habla julian bluff es “Hostal Parisién” (El Aleph, 2011, 192 págs., 9788415325000, 19’50 €). Publicación: 13/10/2011.
Sinopsis
Antonio, periodista afincado en Madrid y de origen malagueño, visita por unos días la que fue su casa natal, el Hostal Parisiénde Málaga, donde todavía viven sus padres. Su padre, Antonio, cuida de su madre, Mercedes, que ha perdido el mundo de vista por culpa de una enfermedad cerebral y ni siquiera reconoce a su marido ni a sus hijos. Se pasa el día viviendo en el pasado, haciendo cuentas ficticias de la pensión y confundiendo a sus seres queridos con clientes.
El que quiera leer el primer capítulo lo puede encontrar aquí:
Haz clic para acceder a HostalParisienPRIMERCAP.pdf
Foto del autor y entrevista:
http://www.malagahoy.es/article/ocio/1138054/antonio/fontana/da/forma/las/falsas/memorias/hostal/parisien.html
Ficha biográfica y de la obra en la web de su editorial El Aleph Editores:
Antonio Fontana (Málaga, 1964) publicó su primera novela, «De hombre a hombre», en 1997. Después vinieron «El perdón de los pecados «(2003), finalista del Premio de Novela Café Gijón, obra por la que fue elegido Nuevo Talento FNAC ese mismo año, y «Plano detallado del infierno» (2007).
http://www.elalepheditores.com/es/autor/antonio-fontana-gallego_6208.html
http://www.elalepheditores.com/es/llibre/hostal-parisien_16680.html
Frases publicitarias lamelomos (por lo menos serán auténticas y no inventadas, como la otra):
«Antonio Fontana mantiene la tensión de la primera a la última página» (Juan Marsé).
«Un narrador de primera categoría» (Santos Sanz Villanueva).
«La prosa de Fontana es implacable» (Antonio Soler).
Texto de contraportada:
La ciudad de la luz no es París, sino Málaga. En ella, en un hostal de nombre Parisién, crece Antonio. Su mundo lo pueblan dos familias tan distintas como fascinantes: los genoveses Fontana, abuelos paternos, y la extravagante línea materna, con una abuela a la que, de tanto en tanto, asaltan visiones y presentimientos.
Beau Geste, Las cuatro plumas, el Pequeño manual del perfecto aventurero, la fábrica de aceites y jabones Minerva, el barrio del Perchel. Infancia, primeras lecturas (Julio Verne, Jack London, Bruno Traven), ritos de paso y el deseo latente: la iniciación a la vida.
Inteligencia y emoción son los mimbres con los que Antonio Fontana levanta esta novela sobre la memoria. Tan hermosa como todo lo que está construido con la verdad.
dime con quien eugenias y te diré quien eres
Coño, si ahora resulta que Antonia es Antonio como si esto, de la cascarrabias de la Maggie, fuese una película de Blake Edwards. Antonio, majo, no seas tímido y mándale un saludo a la afición.
«Bienvenida a la fama,» dice la tía. Pues yo no la conocería de no ser por lo de Virgina Woolf y este blog. Y, vamos, no creo que nadie la pare por la calle en plan J.K. Rowling. Me recuerda a cuando a mí me paran por la calle confundiéndome con Angelina Jolie. Ah, espera: que eso es una mentira fruto de mi mente sedienta de reconocimiento.