TODO, Kevin Canty (por su editor)

-Vamos a ver, Margaret. ¿Me vas a obligar a que te recuerde cómo terminó tu affaire con el señor Herralde?

-Eran otros tiempos, Daphne. Además, esta vez es distinto.

-Pero mi sargento, Luis Solano (Libros del Asteroide) podría ser tu hijo. ¿Qué tienen los editores, que te vuelven loca?

-Solo los decentes, guapa. ¡Que yo no me voy con cualquiera!

-Y él, ¿qué dice? ¿Te ha hecho proposiciones?

-No, él solo habla de sus libros. Pero lo hace con un entusiasmo, lo vive tan intensamente, que yo me quedo ahí, embobada, escuchándolo y, fíjate, me olvido hasta del gin-tonic. Lo que me contó ayer sobre la edición de Todo de Kevin Canty (febrero 2012) (aquí) me gustó tanto, que le he pedido que me lo ponga por escrito.

-Espero, al menos,  que no le hayas desvelado nuestras identidades secretas.

-¿Las vuestras? No, tranquila. Le he dicho que vosotras no existís, que el blog lo llevo yo sola. Tenía que impresionarlo, entiéndeme.

-Muy bonito.

 

Todo, Kevin Canty

Uno edita los libros que le gustan y que cree que pueden gustar a otros lectores: ambos aspectos son importantes, es decir, si a uno le gusta un libro pero está convencido de que el resto del mundo lo va a detestar quizá sea mejor no editarlo, disfrutarlo en privado y olvidarse de él. 

Todo es un libro que me deslumbró, que enseguida me pareció que podía encontrar otros lectores entusiastas. A mí me gustan mucho las novelas sobre la vida, sobre personas, que hablen de sentimientos, que traten de comprender o de explicar mejor el comportamiento del ser humano; y Todo es, sobre todo, una novela sobre el amor, sobre una multiplicidad de relaciones amorosas (amor entre padres e hijos, amistades que duran toda una vida, enamoramientos, amor por los ausentes), y el amor de las cosas más esencialmente humanas. Pese a que el tema es complejo, está narrada con mucha sencillez, construida con apenas tres personajes y con un estilo muy parco, pero aun así la historia están viva y llena de matices. También me gustó mucho la mirada que tiene sobre los personajes, que es una mirada compasiva; y pese a que la compasión no sea un valor que esté muy de moda me parecía que las situaciones en las que encontraban los personajes, los problemas que se planteaban, eran problemas y situaciones absolutamente contemporáneos, con los que se podría identificar cualquier lector. También hay que decir que a favor del libro jugaba el que estuviera ambientado en Missoula, un pueblo de Montana, que es escenario de otros tres libros publicados en la editorial, aunque en Todo  la acción transcurre en el siglo XXI y en los otros libros entre finales del XIX y principios del XX. 

Del proceso de edición hay dos espinitas que tengo clavadas. La primera tiene que ver con la maquetación: en la versión original entre párrafo y párrafo hay una línea en blanco, que nosotros decidimos no mantener esos blancos  porque nos parecía que entorpecía la lectura (ya que la mayor parte de los párrafos son muy cortos, muchos tienen una o dos frases), lo estuvimos pensando mucho y nos pareció la decisión más correcta; no estoy seguro de nos hayamos equivocado, pero aún me pregunto si el libro no se leería mejor con la otra maquetación. La otra tiene que ver con la portada: buscamos desesperadamente una imagen actual de Missoula, pero no dimos con ninguna que nos gustase o que encajase bien en la portada, y al final tuvimos que conformarnos con una foto, preciosa por otra parte, de un pueblo de Colorado llamado Leadville.

Luis Solano

Editor

Libros del Asteroide

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3 respuestas a TODO, Kevin Canty (por su editor)

  1. Me gusta la editorial y el trabajo que hacen. Algunos de sus libros se encuentran entre mis favoritos, pero se están empezando a relajar. No en cuanto al precio que, injustificadamente, les coloca entre los de gama alta (la selección que realizan y el tamaño de la editorial, justificarían unos precios más asequibles, como era en un principio). El relajamiento afecta al cuidado de los detalles: tengo delante de mí los tres libros de la trilogía de Salterton, de Robertson Davies («A merced de la tempestad», «Levadura de malicia», «Una mezcla de flaquezas»). Los colores con los que se han imprimido las cubiertas, son distintos. Resulta especialmente disonante el segundo. ¿No guardan los pantones para, a la hora de hacer otra impresión del mismo volumen -o de otro, de la misma serie- no aparezcan policromías?

    Esos detalles, en los que parece que se desatiende al formato, resultan molestos en una editorial que pretende mantener su prestigio.

    http://www.comunsinsentido.com/2012/07/la-importancia-de-prestar-atencion-al.html

  2. Pingback: Editores vendrán

  3. Chicaportuguesa dijo:

    y además es guapo.

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