El próximo día 19 de abril se publica “¡Sí se puede!” de Ada Colau y Adriá Alemany, (Destino, grupo Planeta, 2013). En la sinopsis dice:
Esta es la historia de cómo unos pocos, en nombre de otros muchos, pelearon durante años por abrir un debate público sobre las condiciones abusivas de la ley hipotecaria española; de cómo lograron poner en marcha una Iniciativa Legislativa Popular, apoyada por un millón y medio de firmas, que, pese a encontrar muchos obstáculos, fue admitida a trámite en febrero de 2013, tras cambiar —por primera vez en la historia de la democracia española— la posición de la mayoría parlamentaria, y de cómo el Tribunal de Justicia Europeo dictaminó, un mes después, que la norma hipotecaria española contiene cláusulas abusivas, lo que permitirá, a partir de ahora, que los jueces puedan paralizar los procesos de desahucios en marcha. Un éxito en toda regla de quienes, desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, liderados por Ada Colau, promueven que la ley española contemple la dación en pago retroactiva en caso de impago, la moratoria de los desahucios y el alquiler social de las viviendas vacías que queden en manos de entidades bancarias. Un objetivo que ahora, por primera vez, ya no parece una utopía.
Ada Colau (Barcelona, 3 de marzo de 1974) es una activista social española que ha adquirido popularidad por ser cofundadora y portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y por liderar muchos de los escraches y manifestaciones sobre los desahucios.
Ada Colau y Adriá Alemany ya habían publicado en 2012 “Vidas hipotecadas”, (Cuadrilátero de libros editorial) que se puede descargar de forma gratuita en la página web de la PAH (aquí).
No desconfiamos de Ada, al revés: nos parece una persona honrada, valiente y que hace lo que hace de manera desinteresada. Pero no podemos permitir que alguno de los muchos críticos que tiene utilice la publicación de este nuevo libro para dañar el movimiento que Ada representa. Por eso es necesario –lo exigimos- que Ada manifieste de la forma más claramente posible a dónde van a ir destinados los beneficios que este ensayo le generen. Ada es libre de hacer lo que le parezca con el dinero, lo puede destinar a su cuenta corriente, a la privada. Pero nos parece que si Planeta le publica ahora un libro, precisamente ahora, no es por lo bien que redacta ni por las maravillosas metáforas que utiliza. Si Planeta publica es porque va a venderlo y mucho. ¿Alguien lo duda? Y si se va a vender de ese modo es porque hay muchas personas sensibilizadas con el problema de los desahucios. Lo más elegante –por no cargar las tintas- sería destinar los beneficios a la propia PAH. Exigimos, al menos, transparencia.
Lo mismo (y por los mismos motivos) exigimos a Cristina Fallarás y a Jorge Verstynge.
Cristina Fallarás publicó el 26 de marzo pasado A la puta calle, también con Planeta y Jorge Verstrynge, el 4 de abril, Contra quiénes luchar, en Ediciones Península.
La mayor parte de los ejemplares que de estos libros se consigan vender serán adquiridos no por la firma del autor sino por la situación de crisis y crispación que por desgracia vivimos en España. Por eso estos autores, Fallarás y Verstrynge, al igual que Colau, deben manifestar públicamente lo que van a hacer con la ganancia que estas ventas les reportan. Y nos da igual que sean 4 duros.
Señoras y señores lectores de Patrulla de Salvación: les ruego que, utilizando los comentarios de este “post”, manifiesten su opinión sobre si estos tres autores deben hacer público el destino de sus ganancias en lo referente a estos tres libros. ES IMPORTANTE.
Deberían hacerlo pero, conociendo a estos cantamañanas y demagogos, no creo que esto suceda; es lamentable que tengamos que aguantar y mantener a semejantes desgracias.(Lo de mantener lo digo por los casi 4 millones de € que el gobierno catalán ha regalado a la Colau)
Un saludo
Ya puestos en la descalificación libre y gratuita, lo que ladren los esbirros directos o indirectos del PP nos la suda bastante.
Eso si, espero que cobre usté de ellos. Porque hay gente cobrando, y mucho, por hacer la simple labor de decir estupideces (GonzálezPons, Floriano…) Que lo haga usté por amor al arte y sin llevarse un duro me parecería totalmente injusto.
Esbirro… Hace tiempo que no leía esa palabra. Debe de ser porque hace tiempo que no leo a gente que escribe como usted y piensa como usted (con perdón por atribuirle la capacidad de pensar). Esbirro… Sí, le ha quedado bien. Fino y preciso. lenguaje «combativo» y al mismo tiempo correcto. Como en los tebeos de El Capitán Trueno. Felicidades, señor bastardo.
Sí, No, y Sí. Ada y Jorge Sí. Por su compromiso. Cristina es escritora de profesión y relata sus experiencias. Es diferente.
Amén. Para que añadir nada si usted lo ha expresado a la perfección.
Sí, pero Planeta no le hubiera publicado este libro a Cristina Fallarás si no se diera el clima de crispación y tensión en la opinión pública (y publicada) ante los desahucios.
Margaret
Interesante debate. Lo veo y subo :
¿Deben todos los escritores que está aprovechando su éxito para sacar sucedáneos pagarle una pasta a E.L. James?
¿O Javier Sierra a Dan Brown pues su éxito deriva, y mucho, de el de «El Código DaVinci»?
No es lo mismo, John. La diferencia la marca 1º la distancia que hay entre el autor y el asunto del que se escribe y 2º el asunto en si. Un autor tan comprometido con el tema sobre el que escribe (como Ada Colau) no debe -éticamente hablando- ganar dinero contando lo que sabe de ese asunto. Y no debe porque precisamente es un asunto en el que mucha gente está sufriendo por falta de dinero. Además, porque de no ser ella la que lo firma ese libro nunca hubiera sido publicado por una gran editorial. Está muy bien que ese libro se publique, la opinión de Ada Colau es de interés público, pero no es ético que ella gane dinero por ello.
Margaret
De no ser por ella, Maggie, seguiríamos con una opinión pública igual de inane que durante los últimos años. No me parece de recibo actualmente poner en entredicho su honestidad, sinceramente. En el supuesto que se quede con parte de los beneficios, que no lo sé ni me importa, si alguien se lo habrá ganado será ella. Otra cosa es la vista comercial que haya podido tener Planeta, que seguro que está a favor de los ‘escraches’, vamos.
Son tres casos completamente diferentes. La honestidad de Ada Colau está fuera de cualquier duda. Solo por el hecho de exponerse públicamente de la manera que lo está haciendo y de aguantar las lindezas que le están lloviendo ya se merece un reconocimiento. Tampoco queremos mártires.
Los otros dos son escritores profesionales, es decir, trabajan de ‘eso’ y se ganan la vida con ello. O lo intentan.
En cualquier caso, no es a ellos a quienes debemos exigirles nada sino a los bancos y por extensión al gobierno.
Bueno. De entrada me parecería relevante conocer más en detalle el contenido de los tres libros (haberlos leído, lo que no sé si hemos hecho muchos; yo no desde luego) para opinar con más fundamento. Esto no nos priva del derecho de opinar en absoluto, no obstante. Estoy más o menos contigo, Ire, pero tengo dudas. Quiero decir que también le doy su parte de razón a sargentomargaret. Me explico: si bien como dices la honestidad de Colau no parece que pueda ponerse de momento en entredicho, sí parece razonable y «elegante» que done los beneficios de la venta de libro en este caso particular (una cuestión de etiqueta casi) por una razón muy sencilla: ella es percibida como parte de un movimiento social del que no parece ético que se «desmarque» a la hora de pasar a cobrar. Probablemente se percibiría como una «privatización» inicua: al fin y al cabo ella debe su ´»éxito» a la participación en dicho movimiento social y no a su actividad independiente por otro concepto. Hasta aquí mi acuerdo con sargentomargaret. Pero insisto que se trata de una cuestión de «etiqueta» (no veo esa inmoralidad flagrante en la conducta opuesta). De hecho, me parece excesivo generalizar el principio de «Los pescadores no se deben beneficiar del río revuelto», por impracticable sobre todo… Por no salirnos del mismo «río revuelto»: ¿Deben donar al estado español, autonomía tal o cual o cualquiera otra institución pública en problemas los beneficios todos los economistas, autores de auto-ayuda y demás que han escrito libro aprovechando el tirón del tema de la crisis…? En el caso de Verstringe (cuyo oficio como politólogo supone con frecuencia la «escritura de combate») o en el de Fallarás (que cuenta al parecer una experiencia personal) me temo que estoy de acuerdo con Ire. Extendiendo el principio ad absurdum los periodistas de cualquier país del mundo deberían pagar un canon a la persona o personas implicadas cualquier hecho noticiable (es una exageración, obviamente)::
Totalmente de acuerdo con Patrulla, que lo hagan público. Yo me ofrezco a publicar un libro a los linchados del PP, su experiencia de chivos expiatorios en su carne y la de sus familias. No se puede hacer ascos a un libro que venda mucho, aunque me lo escriban en dos tardes.
Estaría bien que los royalties que rinda ¡Sí se puede! vayan a parar a la PAH, pero no en el caso de Fallaràs y Verstrynge, a quienes podemos considerar escritores profesionales. En cualquier caso, a quien hay que exigir transparencia, honradez y responsabilidades (aunque sea inútil) es a los bancos y a sus secuaces, la clase política, pues ellos nos han conducido a esta situación.
No estoy de acuerdo. Tu publicas un libro, lo compra quien le da la gana (que nadie pone una pistola en la cabeza), y con el dinero que ganes (que tampoco ha de ser tanto), haces lo que te da la gana.
Los políticos sí que tienen que mostrar transparencia (y no lo hacen), esta gente no está obligada absolutamente a nada. Quien quiera comprar sus libros que lo haga, y quien no que pase en moto.
Y por el amor de dios, estaría muy bien que en tertulias y demás se dejara de mentar a los nazis cada dos por tres. Hay que tener un poquito de verguenza, que para rebatir argumentos con los que no se está de acuerdo, no es necesario recurrir a comparaciones absurdas
De acuerdo contigo en lo de los nazis
Margaret
Con todos mis respetos, creo que con esto de «exigir» se os ha ido un poco la cabeza. No entiendo quiénes os consideráis que sois para obligar a estas personas a dar explicaciones de lo que vayan a hacer con ese dinero que les pertenece.
Lo que le faltaba a la Colau, que encima tenga que ser ella la que explique y dé cuentas.
Puestos a exigir en éste sentido yo también exijo que
-Todos los escritores que han escrito sobre novelas sobre la Guerra Civil que donen los beneficios de sus ventas a la asociación por la memoria histórica (por ejemplo)
-Todo los escritores que han escrito sobre el cáncer, que donen los beneficios de sus ventas la asociación española contra el cáncer
-Todos los escritores que han escrito novelas sobre el maltrato a las mujeres que donen los beneficios de sus ventas al Ministerio de Asuntos Sociales
-Todos los escritores que han escrito novelas sobre ETA, que donen los beneficios de sus ventas a la asociación de víctimas del terrorismo
(…)
Ah! y que todos ellos hagan públicas sus cuentas corrientes, por supuesto, ¡Qué se han creído!
Totalmente de acuerdo. Además, digo yo que esta gente tendrá que pagar su casa, vestirse y comer no?
Su libro, su tiempo invertido para escribirlo, y con las ganancias que son suyas
podrá hacer lo que quiera sin dar explicaciones a nadie, como hacemos todos. (Incluso los que no deberían).
Si alguien tiene que responder es la editorial (Destino/Lara). Los autores son muy libres de hacer con el dinero que ganen lo que crean conveniente. Estamos tragando lo que tragamos desde hace años, para ponernos puristas con los que reaccionan y proponen…
a veces sois muy graciosas pero con esta entrada os están patinando todas las neuronas a la vez. a ada colau nuestra sociedad le debe mucho, y si escribe sobre un tema del que sabe, ¿qué problema hay? si ganase dinero por escribir sobre algo de lo que sabe mucho, ¿qué problema tenéis vosotras con eso? ¿y quiénes sois para pedir explicaciones?
Primero y antes de nada: los que van a ganar más dinero con estos tres libros son las editoriales respectivas. En función de dos variables: 1) el interés público del tema, y 2) el reconocimiento público del nombre de los autores respectivos, en cuanto se les presume opinión autorizada sobre el mismo. Fallarás y Vestrynge son escritores profesionales, mejores o peores (eso va a gustos) pero de reconocida solvencia y pertinente conocimiento de los hechos sobre los que escriben. Ada Colau no es escritora profesional,pero su condición de fuente solvente de información sobre ese tema es absolutamente incuestionable. Así que los tres han realizado un trabajo (escribir es eso, un trabajo) y lo defienden con su nombre, COSA QUE A LA EDITORIAL LE INTERESA para mejor vender el producto ¿Y tú me dices que por hacer un trabajo del que se va a deducir un beneficio empresarial, en base a su experiencia y conocimientos del tema y teniendo que dar la cara porque así la editorial venderá más, no tienen derecho a recibir compensación económica alguna? pues vas a tener que argumentármelo mejor. Porque no lo veo nada claro.
Debo confesar que el debate me viene grande, así que, todavía, no tengo una opinión clara sobre el asunto.
Entre tanto, me leeré el libro anterior de Colau, enlazado en el artículo, pero, al ir a buscarlo me ha pasado algo sorprendente y quiero dejar una pregunta. Lo que me pasó es que, en el .pdf que se encuentra en la página enlazada, el libro empieza con: página en blanco (de cortesía) [#1], página en blanco (de cortesía) [#2], página con el título [#3], página con referencias y copyright y creative commons y dirección de la editorial y eso [#4], página con el nombre de los autores, el título, el subtítulo y el nombre de la editorial [#5], página en blanco (de cortesía) [#6], página con la dedicatoria [#7], página en blanco (de cortesía) [#8].
Ahora la pregunta: ¿es necesario todo ese gasto (absolutamente descortés) para una publicación en formato electrónico?
Según la propia numeración del archivo, el texto real (utilizo el término sin pretender ser ofensivo) no empieza hasta la página #27, porque además de las apuntadas, se añaden otros introitos/i> varios (y alguna página de cortesía más.
¿No sería más sencillo podar los exceso en los árboles propios, antes de exigir talas en el bosque comunal?
Saludos del sheriff de Nottingham.
Las referencias al copyright, creative commons, dirección editorial, ISBN si lo tiene, etc. es absolutamente pertinente y debe figurar. Es algo así como los títulos de crédito de las películas. Ya se que a la mayoría os jode leerlos, y ése es el momento que elegís para levantaros de la silla o apagar el DVD, pero hay que ponerlos y, para según quién, es información útil, y hasta esencial. La dedicatoria es prerrogativa del autor, que tiene la potestad de decicar, o no, su obra a quien le dé la gana. Las páginas en blanco pueden tener su explicación en que eso es el PDF de un libro diseñado para ser impreso, y entonces hay que tener en cuenta los cuadernillos (los distintos pliegos de papel de los que se compone un libro impreso, que son de un número fijo de páginas) .
Hola Xavier B.:
Veo que, leyendo un comentario y una pregunta (en realidad, dos) eres capaz de adivinar mi comportamiento en la sala de un cine, o en el salón de la casa que el banco (de momento) me deja seguir ocupando a mí (y los que me acompañan).
Que tus capacidades te sean duraderas, majete.
Sólo pretendía responder a tus preguntas. Y el comportamiento en el cine que te presumo es el de la inmensa mayoría de la gente, así que tengo muchas posibilidades de haber dado en el balnco. De todas formas lo dije sin ánimo de ofender, no offense intended. Así que no te enfades.
Según tú, deben donar su (miserable) diez por ciento después de todo lo que les ha costado hacer valer su nombre. Venga ya… A mí me parece que quienes deberían donar los beneficios serían las editoriales, distribuidoras y el resto de la cadena que se embolsa el ¡noventa por ciento! de cada libro. Esto sí que es un abuso. Proponle a Planeta que done los beneficios del libro de Ada, a ver qué pasa.
Pues con ese diez por ciento que se embolsará cada uno por la venta de cada libro, no van a tener ni para pagar las multas por escraches. La Fallarás, además, necesitará dinero para pagarse un alquiler y todo lo que le debe al banco. ¿Cómo van a donar sus beneficios? Por el amor de Dios, Sargento, usted debería saber mejor que nadie que escribir en este país es morirse de hambre. Como para donar los beneficios…
que devuelvan la pasta los corruptos, no los escritores. Solo faltaba
Por supuesto, Patricia. Pero una cosa no tiene nada que ver con la otra. No estámos aquí comparando -Dios nos libre- a Ada Colau con esos golfos que todos sabemos quienes son. Ya hemos escrito que respetamos profundamente a Ada Colau. Pero no nos parece bien que gane dinero (aunque sean 3 pesetas) con este asunto. Lo elegante -repetimos- sería donar lo que gane. Ella es libre de hacer lo que quiera. Incluso podría ser que ya tuviera pensado donar esos ingresos a la asociacion, pero de todos modos creemos que debería hacer una manifestación pública aclarándolo. Para que nadie tenga argumentos para desprestigiarla. Porque Ada representa mucho.
Un saludo
Margaret
Pero si van a seguir desprestigiándola igual haga lo que haga, Maggie. Lo que hay que hacer es apoyarla y secundarla sin tibiezas.
No creo que tengan que hacerlo por obligación, aunque sí que sería un gesto bonito que donaran al menos una parte de los beneficios. De todas formas, en el caso de Ada Colau me pregunto si ha donado lo que ha ganado con sus intervenciones en televisión. Ni siquiera sé si las ha cobrado, pero, de ser así, seguramente son cantidades mucho más jugosas que la que ganará con el libro, y además es dinero rápido. Eso sí que sería muy aconsejable que lo donara para seguir mostrando su compromiso con la iniciativa; el libro es otra cosa porque ha conllevado más trabajo.
Rusta, por favor, un gesto bonito sería que Camps devolviera todo lo que se ha llevado, que Matas devolviera todo lo que se ha llevado, que Urdangarín devolviera todo lo que se ha llevado, que Millet devolviera todo lo que se ha llevado, que el PP devolviera todo lo que se ha llevado, que Bankia devolviera todo lo que se ha llevado, que Caixa Catalunya devolviera…. ¿Seguimos?
Si la justicia fuera como debería ser, todo eso no serían gestos bonitos, sino obligaciones :).
Claro, Rusta. Pero no deja de ser curioso que se hable de ‘ética’ cuando vivimos en un país de chorizos confesos pero impunes.
Y ya puestos a exigir, ¿qué hace la Sargento con el dinero que ingresa por la publicidad que muchas veces aparece en sus post, lo reparte con los pobres de Calcuta o se lo queda ella para sus whiskys?
Querido amigo:
No tiene nada que ver. Esto que hacemos aquí es otra cosa, como sabes. Tengo todo el derecho a poner publicidad en mi blog, como cualquier periódico, revista TV o radio la tiene. De todos modos, si te fijas, ya no hay publicidad. Desde hace un mes más o menos. La quité cuando pille un anuncio de contactos. Sí, contactos de esos que estás pensando. Hasta ahí podíamos llegar, tú.
Un saludo
Maggie
PD: Y los gin-tonics (wiskys ya no bebo. Desde aquel día…) me los pago con mi pensión. Que una recibe una pensión merecida y trabajada (40 años de curro).
¿Y qué hay de lo que va a ingresar Planeta? ¿Qué debería hacer Planeta con ese dinero?
Sería un detalle que Planeta donase ese dinero a una causa social. Pero no sería anti ético que no lo hiciera. Planeta es una empresa privada que no tiene relación alguna con el asunto del libro.
La sargento
Que le hagan un escrache a Lara, si tienen huevos.
Ta bien lo de meter por el medio a la Fallarás, a ver si cuela. Anda que no das vergüenza ajena ni ná…
Pues a mí Ada Colau me da mala espina, no tanto por ella como por lo que representa. Me parece la avanzadilla española de tendencias que se están desarrollando en otros paises. Dentro de poco tendremos piqueteros por estos lares, y en unos años acabaremos con algún presidente que habla con los pájaros
Desde la PAH a veces dicen cosas con sentido, pero la mayoría de las veces caen en la demagogia barata y en la contradicción. Lo correcto sería trabajar todos por la dación, que sería la medida adecuada y más justa. La negativa a los deshaucios es un error, y lo vamos a pagar como país.
Por otra parte, resulta llamativo el notable sentimiento de la propiedad de esta gente. Hablan sin tapujos de que echan a la gente de «su» casa. Para algunos que hablan contra el capitalismo y la propiedad (ajena, claro), resulta notable. Por otra parte, hay gente que considera «su» casa cuando ha pagado el 20 % de esta, lo que sería bastante discutible.
Y por último, criaturas, ¿todavía pensais que el dinero que los bancos han prestado para hipotecas y que ahora no podrán recuperar era de los bancos o los banqueros?. Pardillos, que es vuestro dinero…
Como dice mi amada Ire (y con ella otros comentaristas), sería absurdo poner en entredicho la honestidad de Ada Colau si decidiera quedarse con los exiguos beneficios económicos (exiguos comparados con el valor de su trabajo en beneficio de tanta gente).
Pero dejando de lado estos casos específicos, lo que me alarma y me decepciona profundamente, Maggie, es algo más general, y que está en el fondo o detrás de todo esto. No logro explicarme por qué razones (muchas y variadas al parecer), una gran cantidad de gente considera sospechoso a todo escritor que vive legítimamente de su trabajo como escritor. Hay un ambiente de linchamiento moral que tal parece que los escritores que logran vivir de su trabajo tengan que disculparse de ello.
Idealmente, un escritor se prepara y se esfuerza mucho por ofrecer un producto cultural del cual se derivan beneficios económicos para algunos (editores, distribuidores, libreros, etc.) y beneficios espirituales para muchos otros. Si ese escritor quiere vivir de su trabajo, ¿eso lo convierte en alguien sin escrúpulos?
“¿Escribió un libro? Ah, no tiene derecho a ganar dinero con él”. Al final, de eso se trata. Y una actitud así, querida Maggie, no representa la menor defensa del libro, con la que tú estás comprometida.
¡Olé! Esto es a lo que yo llamo «sentido común». Cuando empezaba a escribir -y publicar- mis más allegados solían decirme que eso estaba muy bien como hobby, pero que debía buscarme una «profesión». Ahora, cuando digo que soy escritora, hay gente que me pregunta: «¿profesional o aficionada?». ¿Por qué no le preguntan lo mismo a un fontanero, un médico o un abogado? Ese es el valor que nuestra sociedad atribuye al escritor, sobre todo si no sale en la tele.
Y en cuanto a los libros, no voy a leer ninguno de los tres. La mies es mucha y los obreros pocos.
Pingback: Gestos, sí
Querida Margaret, si bien es cierto que no sigo con asiduidad el blog, suelo conectarme para leer tus comentarios y leer otra opinión del panorama literario. He leído el «post» del gesto y no doy crédito. Un escritor es cómo cualquier oficio, se escribe para obtener unos ingresos, al igual que otras profesiones o al menos así lo tenía entendido hasta que he leído tu artículo. Estos escritores, que según tu punto de vista, se están aprovechando de un momento/situación/problema cómo es el de los desahaucios, deberían donar sus ingresos a una causa benéfica. Pecando de iluso me pregunto ¿porqué? Quien quiere comprar el libro lo hará porque puede parecerle interesante leer la experiencia de Cristina con su desahucio o la opinión de Ada respecto al momento que vivimos. Qué se aprovechan del momento, pues claro. Y? Que daño está haciendo esto a nadie; nos están obligando a comprar los libros de marras? Anda que no hace lo mismo la industria cinematográfica, los políticos que se suben al carro de determinadas situaciones, los medios de comunicación, etc. Y les tenemos que pedir cuentas a una escritora desahuciada, a un político comprometido y a una luchadora por los derechos de un colectivo.
Querida Margaret, háztelo ver.
Duna
Siempre ha existido la oportunidad ha existido, y no sabía que Ada Colau no cobraba por su libro. Creo que su labor social no tiene precio y nunca estará bien retribuida, la suya y la de los que la secundan en un anonimato que los enaltece.
Respecto a los demás y en especial Fallerás han encontrado un tema que necesita un registro histórico y más cuando se vive en primera persona. Creo que una forma muy lícita de ganarse la vida.
Lo contrarío es lo que hace la banca y los políticos que enriquecen con esta situación, a la que no quieren ponerle fin ya que les conviene.
Cristtina Fallarás es (o era) una propietaria que ha perdido su propiedad y reclama su derecho a ella (tratando de sacar todo el provecho que pueda del asunto) = thatcherismo puro y duro.
Doña Maggie (la otra) lo dejó todo atado y bien atado.
Antepenúltimo intento de Cristina Fallarás por desvincularse de la sargento Margaret. No le echa jeta ni ná la pedorra del deshaucio pop.
¡Pero qué beneficios van a declarar esta gente, si los perroflautas que los van a leer se lo bajan todo pirateado! ¡Una hostia bien dada es lo que hay que darles! ¡O arrancarles la cabeza, coño!
Esperemos que en El Corte Inglés coloquen estos libros junto a este otro, también del grupo Planeta: http://www.planetadelibros.com/rodrigo-rato-el-gran-artifice-libro-60780.html
el escribir un libro sobre el tema es añadir sangre al espectáculo. Luego, al cabo de unos días, podrá venir cantar una canción, grabar un disco reivindicativo, lo que sea. A las acciones, que tienen mucho de performance, las vestirán con arte (pintar, escribir…) y tomarán un matiz de peso y, con la crisis incluso podrán acabar rellenando las salas vacías de los museos de arte contemporáneo. Y los personajes que fueron acabarán convertidos en sombras, en muñecos, en caricaturas que no supieron actuar en su papel y que por su protagonismo se dejaron arrastrar hacia otros papeles que no les correspondían. Y al final serán parte del espectáculo, demasiada parte y por tanto ya no pensarán como lo hicieron. Escribir un libro lo podrían hacer cuando escriban sus memorias pero claro, los cinco minutos de gloria, buscada o no, son ahora. Ellos han pactado con Planeta, con los monstruos que arruinan todo, con el diablo, se han aprovechado sin tener en cuenta de lo mal o lo bien que escriben. Otro delito que cometerán y por el que deberán ser juzgados y hasta expulsados de sus asociaciones o partidos. Puede que estén bien escritos, pero escribir bien lleva tiempo y ellos no han tenido el tiempo suficiente para ello, (también tienen familia, etc). Desde el momento en que se multiplican con actividades pactadas con el diablo son el espectáculo y para mí no son escritores ni intelectuales.
Les recomendaría a la Sargento y su tropa salvadora que volvieran a leer «Santa Juana de los mataderos». De Bertolt Brecht. En una escena, la que va a ser Santa Juana, cuando muera en el frío, y la eleven pastores y empresarios, que la veían, viva, como una enemiga, se encuentra con una mujer que ha quedado viuda. Su marido cayó en la máquina de triturar carne y posiblemente ande por ahí envasado como corned beef. Juana le reprocha que no denuncie el hecho y se conforme con lo que le ha pagado la fábrica. Y ella le contesta que, primero, tiene que darle de comer a sus hijos, y con ese dinero hasta podrá comprar carbón para que estén calientes en ese invierno de Chicago.
Brecht decía que incluyó esta escena porque es fácil hablar de ética cuando se tiene la mesa servida, que cuando hay hambre lo primero es el hambre. La ética queda para después. Y esto lo sabían hasta los judíos del guetto de Varsovia.
Entre las «palomas» como ustedes y los halcones, no sé con cual quedarme. Y lo de palomas viene a cuentas de esta historia que publiqué sobre Antoni Di Benedetto.
http://www.sigueleyendo.es/di-benedetto-y-las-palomas/
«Es fácil hablar de ética cuando se tiene la mesa servida, que cuando hay hambre lo primero es el hambre. La ética queda para después»
Ah, pero ¿hablamos de hambre? Si es así, mil perdones. No sabíamos. Ahora mismo me gasto los 12, con 99 en rústica, o los 9 con 99 en digital, según esto: http://www.planetadelibros.com/a-la-puta-calle-libro-91508.html, si bien, ya puestos, podía costar como uno de los bichos, a un euro o 3 con 99, como mucho, que digo yo que los desahuciados no están para grandes alegrías, (los parados ya ni le cuento), ni contándoles su vida, vaya, pero es que cada uno tiene derecho a contar la feria según le va en ella, a contarla como quiera, faltaría más, incluso si los judíos en los guetos eran o no eran buenas victimas o si sólo contamos la parte que nos interesa. Godwin es lo que tiene, que agota a la par que entretiene.
Sobre los anónimos salvadores, deje esos huevos para cenar.
Y especialmente «La Fallarás ya lo dijo hace tiempo, nos volveremos unos contra otros, como perros rabiosos, haciendo su juego»
Los perros no tienen la culpa de padecer la rabia. ¿Los unos debemos sufragar las desgracias de los otros? ¿Los unos debemos dejar aparcada todo atisbo de duda ante quien enarbola una causa y nos la vende en formatos varios? ¿Los unos son los lectores, furibundos, y los otros, los santos, los escritores? Y para colmo, como borregos, les hacemos el juego, pues los unos, somos tan necios que de no ser por los escritores no acertaríamos con un buen pensamiento, ni aún con un no menos y mejor sentimiento, de no ser por los otros, ¿vosotros? esos que ya piensan por nosotros. En realidad, Vosotros siempre habéis sido los otros, sois otra cosa, os quedan bien los tacos y los modales de porretas, os sienta muy bien el negro de novela y la vida en blanco, como el papel, inmaculado y disponible para contarnos la historia como os de la gana.
Ay, ya no hay santos ni santas. En las hagiografías, siempre, siempre, la parte más jugosa es la que se omite, aquella que explicaría como se llega a la beata majestad, esas culpas nimias y fatuos pecados, esas cosillas, errores en suma, que en realidad hacen del mártir un ejemplo y de la santa un modelo o al revés, que no se diga.
El problema es que nadie ha puesto en duda la verdad de lo que cuenta el libro de Fallarás. Eso, mi ignoto Raúl, es lo grave. Y la Verdad, es, tristemente, la que nos hace libres.
Me llamo Peter Folgier, y sí, soy uno cualquiera.
Al autor o autora de este chusco articulillo solo puedo decirle: ¿te suena de algo la palabra «trabajar»? Significa ser útil a los demás y recibir una remuneración por ello.
OTRA QUE MUERE DE ÉXITO
¿O me lo parece a mí o la Sargento Margaret está padeciendo últimamente un síndrome exacerbado de intransigencia?
Como es lógico, natural y saludable, cualquiera que escribe un blog se enfrenta día a día con la disconformidad de sus lectores. La discrepancia, si excluimos los insultos, siempre es enriquecedora. Pero, últimamente, algunos de los post de Sgt. Maggie la llevan a meterse en camisas de once varas que provocan la disconformidad general de la mayoría de sus seguidores (al menos de los que suelen participar en esta sección), cuando no el estupor o el reproche más airado.
Respetando la libertad de expresión, no entiendo qué tienen que ver las preferencias o no por el sexo anal en las mujeres, o lo que pueda cobrar Ada Colau (por citar dos polémicos ejemplos), con lo que yo presumía como intención principal de este blog: “denunciar todo aquello que pueda hacer daño al libro”.
Quizás sea un sentimental, pero echo de menos aquellos primeros enfrentamientos con Olmos cargados de sarcasmo (Soy yo, Alberto, ¿no me conoces?); o las ficticias y maravillosas entrevistas como aquella con «la santa» del Talese (Vida de escritor); y, cómo no, la forma de sacar los trapos sucios de ciertos embaucadores-bluffpop (Vicente L. Mora, Antonio Gil y Fernández Mallo go to Hollywood). Era la Sargento denunciando los males del mundo editorial.
Pero, entonces, llegaron las entrevistas en Quimera, las menciones en varios suplementos culturales, las alusiones en algunas conferencias … y la Sargento se lo creyó.
Ya nadie es lo suficientemente puro. Ni la Colau.
En fin, Savonarola, lo de siempre.
Impresionante, Agrafodido. Acabas de inaugurar un nuevo género literario:la reseña de los contenidos de un blog. Te doy mi más cordial enhorabuena, has hecho una crítica fabulosa, digna de El Cultural o de Babelia. O mejor, merecedora de dos páginas -si la desarrollas un poco- en Qué leer. Voy a hablar con Milo Krmpotic, que es mi amigo (o eso creo yo) y te va a contratar.
Un abrazo
Estoy orgullosa de ti
Maggie
No soy digno, Maggie, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Este es mi cuerpo tomad y comed. Esta es mi sangre tomad y bebed.
…Querida Ada Colau, a mi también me engañaron los bancos, no soy capaz de leer la letra pequeña sin gafas, me aseguraron que siempre habría alguien que pagaría, muy bien, por mis opiniones y mi libros, siempre supe que yo lo valía y que jamás sería parte de esos sobre los que hoy escribo, con desgarro, siempre supe que jamás mis hijos me reprocharían nada, pues sólo soy una víctima más de este sistema atroz en el que nadie debe vivir de alquiler, pues eso es tirar el dinero, este sistema que cree que el paro es cosa de gente sin cualificación, este sistema que no exige posicionarse éticamente hasta que nos toca de verdad la desgracia, este sistema que nos permitía hablar y escribir del mal desde la distancia. Ese sistema, en fin, que hoy me abofetea, pero que ayer era socialmente soportable, ese sistema y esa época, ese mundo que AMM tiene la desfachatez de analizar y hasta de sumir su parte de culpa; Ay esos ataques de ÉTICA…yo en cambio, como bien sabes, nada tuve que ver con ese sistema que nos ha llevado hasta aquí. ¿Hay mayor desgracia que perder tu casa? Bueno, la del Banco. Pero eso es otra cuestión. Bien sé, (por mis novelas) que hay mayores desgracias, pero como todavía no las he vivido, ser sólo una más entre los demás, pues cuando me pasen, pues ya voy y las escribo, describo, Dios no lo quiera, pero, hasta entonces, ofrezco trabajo a un colaborador, no pago nada pero es que yo ofrezco experiencia…tengo mucho lío, aunque no lo parezca, con tanta sexta, editorial on line, y demás colaboraciones.
Te dejo, que debes estar muy ocupada. Nos vemos.
«La periodista fue despedida hace cuatro años, embarazada de ocho meses, cuando ejercía de subdirectora de un periódico, ganaba 3.000 euros mensuales y se había embarcado en una hipoteca de 1.200 euros, tras veinte años de profesión ininterrumpida, «por lo que me niego a asumir que haya vivido por encima de mis posibilidades», ha dicho»
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1389241
Sargento Margaret ¿qué es esto de «Este es mi cuerpo tomad y comed. Esta es mi sangre tomad y bebed». Lo único que te falta para ser totalmente mesiánica es que te creas Cristo.
Dejálo, Raul, dejálo.
No voy a entrar al trapo.
Margaret
Cristina, admirada mía, Santa Madonna de los escraches, madre coraje que escribes con las tripas: te ví la otra noche discutiendo en la tele con Beatriz Talegón… ¡y te juro que me puse superverraco! Una sugerencia, empero: ¿no les puedes preguntar a los que dirigen «La sexta noche» a ver si la próxima vez pueden colocar una piscina de barro en el plató? Porque sería lo last de lo last, un toque Vegas super molón. Y aún más cachondo, que es lo que importa….
Pues a mi me ha recordado a Bram Stoker, que quiere que le diga. Cada uno va por donde…
Esta entrada es una chorrada…no resiste el menor análisis-
Los firmantes de Estes libros son may dueños de hacer con us dinero lo que quieran, faltaría más que sé vieran coaccionados a devolverlo o a pagan a la PAH. Todos y cadaver uno de nosotros somos responsables de nuestras decisiones cuando éstas se han tomado libremente.
Esto de la patrulla de salvación es una pedazo de mierda redonda, mierda que huele a mierda, redondeando el concepto, menuda gentuza sin talento viviendo del postureo.
Gracias, maestro. Como digo yo, que hablen los expertos. Y en lo de la mierda , gentuza y el postureo, se le ve muy versado.
Acabo de leerme el libro de Cristina Fallarás y, sinceramente, espero que venda muchos ejemplares para seguir adelante. Ella es escritora y se gana la vida con su oficio, no entiendo esa inquina que he visto por aquí…