SILENCIOSO ADIÓS

Un libro y yo y ese particular e inimitable silencio que llena una habitación cuando hay alguien leyendo en ella. Un silencio diferente; porque nada tiene que ver el complejo silencio que uno produce al leer con el simple silencio que uno hace cuando, nada más, hace silencio. El silencio que brota de los libros y nos envuelve es un silencio lleno de sonidos. Un silencio que altera las coordenadas de la eternidad.

Jardines de Kensington, de Rodrigo Fresán

Encuentro este fragmento en la web de Libros del Silencio. He venido esta mañana a esta página porque he leído la nota de despedida del equipo gestor de esta editorial. Libros del Silencio cierra. Sí. Y es una noticia muy triste. Yo, como española, me siento avergonzada además de triste. ¿Qué mierda de sociedad tenemos? Si una empresa como esta no puede al menos sobrevivir, algo muy grave ocurre entre nosotros. ¿Que ya lo sabían? Vale. Y ¿por qué nadie hace nada? ¿Por qué no hacemos ni ruido?

Reproduzco a continuación el adiós de Libros del Silencio:

La falta de su fundador, fallecido en enero del presente año, y los problemas económicos que llevaba tiempo arrastrando llevan a la editorial a presentar concurso de acreedores.

Lamentamos comunicar que, pese a la decidida voluntad de los herederos de Gonzalo Canedo y al trabajo del presente equipo editorial, la pérdida irreparable del fundador y único socio de Libros del Silencio, aparejada a una serie de complicaciones financieras que han terminado resultando insorteables, ha obligado a la empresa a presentar un concurso de acreedores que se hará efectivo este mismo mes de septiembre.

Fundada en enero de 2009, Libros del Silencio empezó su actividad en noviembre del mismo año y deja como legado un catálogo de 52 títulos (el último de ellos, Carmen Amaya 1963, aparecido el pasado mes de mayo) que se caracteriza por su rigor y heterogeneidad, y que se diseñó tratando de cumplir con un único propósito: el de dar salida a obras en las que primase lo literario entendido según una idea personal e inclusiva. A lo largo de estos casi cuatro años de apasionada andadura, y gracias a la tenacidad editora y el empeño constante de Gonzalo Canedo, Libros del Silencio ha lanzado a nuevos talentos nacionales (Carlo Padial, Iván Repila o Princesa Inca) y rescatado a figuras fundamentales de nuestra tradición (Quevedo, Lois Pereiro,  Carlos Casares); puesto en circulación obras clave de un buen número de clásicos modernos (como Robert Stone, John Hawkes o B. S. Johnson), descubierto a voces poderosísimas y ya consagradas (como las de Donald Ray Pollock o Patrick deWitt) y desenterrado piezas maestras que nos eran casi desconocidas (La familia Máshber, de Der Níster, o Las desventuras del príncipe Sternenhoch, de Ladislav Klíma); se ha apuntado tantos en novela, relato, poesía y ensayo, y ha supuesto, en fin, una alternativa que, queremos creer, ha hecho honor a su voluntad de independencia y su apuesta por la calidad, y que, pese a lograr un merecido reconocimiento a su propuesta, se ha visto finalmente perjudicada de un modo fatal por la grave coyuntura económica del país y los cambios y la incertidumbre que afectan a todas las esferas del sector editorial.

Libros del Silencio quiere agradecer su inestimable labor a todos aquellos que, durante todo este tiempo, han contribuido decisivamente a cumplir con los estándares de calidad marcados, aportando numerosas horas de trabajo disciplinado e incansable para que nuestros libros tomaran forma en óptimas condiciones (empleados, traductores, correctores, maquetadores, ilustradores e impresores), así como a los que han sido esenciales para que, una vez salidos de imprenta, esos mismos títulos llegaran con éxito a su destino (distribuidores, libreros, periodistas, críticos), y, muy especialmente, a aquellos que se encuentran en los dos extremos del proceso editorial, y sin los cuales no hubiera sido posible nada de esto: los autores que han confiado en nosotros para dar a conocer sus obras y los lectores que han invertido en ellas, de entre una oferta tan atractiva como difícilmente abarcable, su tiempo y su dinero. Ha valido la pena.

Hasta siempre.

El equipo editorial

OTRA COSA (y mira que jode hablar de lo que ganan estos con Libros del Silencio de cuerpo presente)

No se pierdan el análisis (aquí) que José Luis Ibáñez Ridao hace de la reciente publicación por Publishers Weekly (aquí) de la lista de las 60 más grandes editoriales del mundo.

Llama la atención que Random House ha subido del puesto 8º al 5º incrementado sus ingresos en 140 millones de euros (“de vender 185 millones de euros en 2011 a 325 en 2012”) y según parece casi todo debido a 50 sombras de Grey.

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10 respuestas a SILENCIOSO ADIÓS

  1. Ángel dijo:

    Cuatro años. 52 títulos. 13 por año. Un libro al mes. Supongo que una empresa familiar y con gastos mínimos. Autores nacionales, internacionales, del pasado y del presente. Y no aguantan. ¿Por qué no aguantan? No se venden suficientes libros. ¿Por qué no se venden suficientes libros? Porque los libros, para el público, son caros. ¿Se pueden vender más baratos? Según los editores no. Así que, a mi modesto entender, quizá la edición ya no es negocio.
    Pero gracias a Libros del Silencio por sus títulos.

    • anonimous dijo:

      Igual el problema no es que los libros sean demasiado caros (más caros son los smartphones, y todo dios tiene uno y lo cambia en cuanto puede) sino que en el país de Cervantes, de Quevedo y de…no sé, Lucía Etxebarria, se lee una puta mierda… o sea, muy poco

      • Adelita dijo:

        yo diría que la cosa va más por acá…si hay dinero para comprarse un móvil de 300 euros…no veo por qué no se pueden comprar libros. El asunto no es falta de dinero, es que la peña pasa de leer, y ya está.

  2. ¿Por qué nadie hace nada? porque vivimos en un sistema capitalista avanzado. Y en un sistema capitalista de economía de mercado laissez faire como éste, una empresa debe producir beneficios económicos (no de otro tipo) para mantenerse. Y, según el ideario neoliberal actualmente imperante, esos beneficios deben ser rápidos. Lo de las inversiones con vistas a conseguir réditos a medio y largo plazo se quedó atrás en una fase más primitiva del capitalismo. Así que no te rasgues las vestiduras porque Libros del Silencio cierre y nadie haga nada: es lo que hay, y si no te gusta vete a Rusia, que allí sí se mantenían las editoriales (y los teatros, y las compañías de ballet, y etcétera) por criterios culturales y de utilidad social, en vez de económicos. Uy, pero no, que Rusia ha dejado de ser soviética. Quiero decir, exagerando por supuesto, que no puedes lamentarte de este estado de las cosas sin plantearte la viabilidad del sistema económico actual.

    • Amigo Xavier:
      No estoy pidiendo subvenciones. Me estoy refiriendo a que en lo referente a cultura literaria -auténtica cultura literaria, digo- España es un erial. Una editorial como esta -en un país instruido y educado como Dios manda- debería haber encontrado sus lectores, los suficientes para pagar, al menos, los gastos.
      Eso digo
      Maggie

  3. Editoriales, librerías, servicios de diligencia, apatosaurios… hermosos ejemplares del museo de las especies extinguidas
    Fue bonito mientras duró

  4. Ginebra dijo:

    Y ahora, ¿qué va a pasar con los autores que cedieron los derechos de sus obras?

  5. Javier dijo:

    No tenéis ni puta idea. Os desacreditáis con cada post y cada vez que abrís vuestra infecta boca. ¿Canedo buen editor? ¿El editor de mi madre es un pez, Princesa Inca, Almodóvar, Carlo Padial, Celso Castro, Javier Avilés? ¿Ahora Javier Avilés es un buen escritor porque se murió Canedo? ¡Que se muera Claudio López a ver si el Torné y la Elvira Navarro se vuelven buenos escritores entonces! ¡Que se muera así el chantajista de Sergio del Molino puede seguir chupando del bote!

    Dais pena cada vez que abrís la boca. El Canedo publicó a Stoner, Pollock, Wilson y otros pero no es raro: lo raro es que no los hayan publicado antes editores con talento como los de Seix Barral y Anagrama. Si lees Publisher’s Weekly o The New Yorker todas las semanas te conviertes en buen editor. ¿Alguien los lee en España? El Canedo quebró su editorial, por cierto. ¿Buen editor? Respondiendo a la pregunta del comentarista anterior lo que yo espero es que a los autores que cedieron sus obras a la editorial se los trague el abismo de Ctuhlu, incluyendo a los de Mi madre es un pez, a Avilés y Castro.

    Que descanse en paz Canedo y que encuentre consuelo su familia pero vosotros, diciendo que es buen editor, meáis fuera del tarro otra vez. No tenéis ni puta idea, paletos. Me voy al blog del Tongoy, que es idiota pero por lo menos lee.

    • Fulano dijo:

      Creo que te pasas en tus calificaciones; un escritor, o un editor en este caso: siempre va a tener fallos, errores y cagadas a lo largo de su carrera. No obstante, si tiene aciertos, aunque sean pocos, son un beneficio para la literatura. Por lo tanto es una pérdida su desaparición ¿No crees?

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