¿ES QUE NO HAY NADIE MÁS AHÍ ARRIBA?

Les cuento un sucedido que seguro conocen:

Un hombre caminaba absorto en sus pensamientos y, sin darse cuenta, se acercó a un precipicio. La roca sobre la que se encontraba se hundió y el hombre cayó al vacío. En su caída tuvo suerte y consiguió agarrase a una rama que salía de la pared del barranco. En un primer momento se alegró, pero dos segundos después cayó en la cuenta de que cuando se le acabasen las fuerzas irremediablemente  moriría.

Por ese motivo comenzó a gritar: “¡Socorro, ¿hay alguien ahí arriba?!”. Repitió varias veces su grito desesperado, pero nadie respondió. Cuando sus fuerzas se agotaban y se pensaba ya totalmente desahuciado, el hombre vio como el cielo se oscurecía de repente y un intenso rayo de luz salió de entre las nubes para iluminarlo todo a su alrededor. Entonces escuchó una voz atronadora y cargada de autoridad que dijo: “¡Soy Dios, tu padre del cielo, y estoy aquí para salvarte!” “¡No temas, confía en mí!” “Suéltate, déjate caer, que yo enviaré un coro de ángeles para que te tomen en sus brazos y te traigan hasta aquí arriba sin sufrir daño alguno.”

El hombre recapacitó durante un instante y gritó angustiado: “Vale, vale. ¡¡Pero es que no hay nadie más ahí arriba!!”

Pues eso nos preguntamos nosotras cada vez que don Pedro J. Ramírez o don Juan Luis Cebrián publican un artículo, o dan una conferencia, sobre el futuro del periodismo.

¿Lo último? Hoy en El País. (Aquí) [Permítanme que me centre hoy en el señor Cebrián.  Al señor  Ramírez se le cayó la careta hace tiempo y se trata de un caso bastante más evidente. Nos gustan los retos.]

Dice el señor Cebrián en su artículo titulado -cómo no- “El futuro del periodismo”, que el periodismo profesional debe ser útil y relevante “de cara a la formación de la opinión pública” y que:

Tiene entre otras tareas la de explicar la realidad al público y la de vigilar al poder. Ha de hacerlo desde el pluralismo y aun la confrontación de los medios, pero aplicando y respetando el rigor en las informaciones y la transparencia en los argumentos.

Hoy se cumplen 36 años de la publicación del primer número de EL PAÍS y por ello, en su artículo, el señor Cebrián usa su periódico como ejemplo de buenas prácticas.

Si lo he entendido bien, según el señor Cebrián, el periodismo profesional debe cumplir tres tareas:

1.- Formar la opinión pública.

2.- Explicar la realidad al público.

3.- Vigilar al poder.

Y debe desempeñar estas tres funciones con: a) Rigor en las informaciones y b) Transparencia en los argumentos.

Al grano:

¿Le parece, señor Cebrián, que el artículo que usted firmó y publicó en EL PAÍS, su periódico, el día 3 de agosto de 2007 (aquí) con el título de “La Poca vergüenza”, en que atacaba a un juez que había dictado sentencia en su contra, (la suya de usted) con la intención (suya de usted), según sus propias palabras (excusatio non petita accusatio manifesta), de “dirimir con él un contencioso personal”, contribuyó a la formación de la opinión pública y lo hizo con rigor y transparencia?

Otro asunto: el 10 de noviembre de 2008, (aquí), conociéndose ya la quiebra de Lehman Brothers (15/09/08) y el alcance de la crisis económica, ustedes, EL PAÍS, su periódico, el que usa como ejemplo, publicaban un artículo sin firma con el siguiente título: “El sistema bancario español, «un modelo para evitar la debacle»”. En él se hacían eco de otro artículo publicado por el The Wall Street Journal  en el que se elogiaba la buena gestión del Banco de España alabando sus regulaciones anti cíclicas que habían conseguido reforzar a la banca española y permitirle afrontar con garantías la crisis económica. También se echaban piropos, citando nombres y apellidos, a los dos anteriores gobernadores del Banco de España.

Al día siguiente (aquí) se publicaba en EL PAÍS la noticia de que la banca española pedía a Zapatero que exigiera más control sobre el sistema financiero internacional, haciendo ver que ellos (los bancos españoles) estaban saneados y los males venían de fuera.

No hace falta, señor Cebrián, que le explique como de financieramente sano ha resultado ser el sistema bancario español. Y está claro que el deterioro no se ha producido en solo tres años y medio. Si hoy nuestros bancos son una mierda, ya lo eran en noviembre de 2008.

Le concedo que el resto de periódicos fue también incapaz (o tampoco quiso) de descubrir el mal estado de nuestro sistema financiero. Pero, por eso mismo, no me diga entonces que el periodismo profesional es el más capacitado para “explicar la realidad al público”.

Le pongo un último ejemplo y lo dejamos, ¿ok?¿Se acuerda de aquello de Chacón & Cia. (aquí) que hasta su defensora del lector criticó? (Nosotras lo comentamos aquí.) ¿Es eso rigor informativo y transparencia?

Los periódicos españoles nos han fallado una y otra vez. Lo que ocurre es que cada día tenemos menos memoria.

De la tercera terea enunciada por el señor Cebrián, “Vigilar al poder”, mejor no hablamos.

Que hoy más que nunca -con la sobredosis de información que recibimos a diario- es necesaria la labor de un buen medio de comunicación para cribar y seleccionar lo que es noticia, es totalmente cierto. Pero que no van a ser los periódicos tradicionales los que desempeñen esa función en el futuro, también lo es. Y no por culpa de internet ni de las tabletas ni de  los “smart phones”, no. Son ustedes, señor Cebrián, los que han cavado su propia tumba perdiendo la confianza de sus lectores. Ustedes se lo han ganado a pulso.

Pero sí hay alguien más ahí arriba. Sí que los hay. Hay, por ejemplo, un señor llamado Ignacio Escolar (aquí) y otro llamado Juan Varela (aquí) que saben de lo que hablan y pueden hacernos ver dónde está la salida del túnel. Pero ¿Pedro J.? ¿Cebrián? Venga ya.

PD: Hay una cosa, señor Cebrián, por la que sí tengo que darle la enhorabuena. Me refiero a lo bien que funciona la hemeroteca y el buscador de EL PAIS.com.

Jack Lemmon, Walter Matthau, Billy Wilder, and Carol Burnett

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8 respuestas a ¿ES QUE NO HAY NADIE MÁS AHÍ ARRIBA?

  1. yorch dijo:

    Pero Escolar no era el del periódico hemipléjico desde su declaración de intenciones? Yo puedo entender que uno tenga comentaristas de un signo u otro, pero las noticias no deberían ser dadas objetivamente? No deberían -si todos los periódicos hicieran periodismo de calidad- todas las noticias ser tan obscenamente objetivas que se parecieran entre sí?

    A mí este mundo me viene muy grande.

    • Diego dijo:

      La objetividad, la objetividad… Qué manía. La propia selección de lo que será publicado o no ya es una criba subjetiva. Luego está el enfoque, la intención, etc. Lo que hace falta no es «objetividad», que no sé muy bien qué es en el mundo periodístico, sino que el enfoque y la intención apunten a lo que a la mayoría podría interesarle. Entendiendo a la mayoría como ciudadanos empobrecidos y subyugados bastante cabreados aunque suficientemente pasivos. Y tal.

  2. JJ. dijo:

    Lo que le viene grande, apreciado Yorch, es la ortografía del español.

    • Deep Throat dijo:

      JJ: Sinceramente, no veo los errores ortográficos de Yorch, ¿podrías ser tan amable de señalarlos?
      Cebrián, Escolar, Pedro J.: ¿hace cuántos años que en España no se hace periodismo de investigación?

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  4. Yorch dijo:

    Ay, yo es que estoy cortado por un patrón: las cosas pasan y los periodistas las cuentan. ¡Que interpreten otros!. Las noticias deberían tener hasta abstracts, si me preguntan.

  5. Javi dijo:

    Amén

  6. Topolino dijo:

    Pero, ¿Escolar no es un avatar recinte del Cebrian de sus inicios? Si hasta de jovn tuvo un grupo patrocinado por los 40. Los de dentro, ue decía el otro. Denle iempo, y que se afiance lguno de los periodicos que le arropen.

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