A mis amigas y a mí nos parece muy bien que un/a escritor/a tenga un blog personal. En él pueden publicar datos interesantes sobre su obra, artículos sobre literatura, sus viajes, sus fracasos amorosos o la talla de sus calzoncillos/bragas. Nosotras, de natural cotilla, consumiremos con placer toda esa información. Se puede, en esos espacios, anunciar la publicación de los libros, las fechas de las presentaciones y poner hasta una foto de la portada. Aceptamos, bueeeno vaaaale, hasta que copien y difundan, en esa página, las reseñas de sus obras. Lo que nos parece ya de muy mal gusto, y mala educación, es que esos escritores se den besitos en el espejo. Lo que no es aceptable, de ningún modo, es que estos chicos digan en su propio blog lo buenos que son y lo bien que escriben. Eso nos produce Vergüenza ajena.
Vergüenza ajena es una nueva sección de este blog que quiere denunciar el descarado autobombo que algunos/as escritores/as, aprovechando el descontrol que reina en el mundo literario, practican con el beneplácito de editoriales, lectores y medios.
Como no podía ser menos, vamos a inaugurar esta sección con el macho alfa de la manada: ¡Roberto Olmos!, …perdón, ¡Alberto Olmos!.
Alberto Olmos, alias Lector Mal-herido (LM en lo sucesivo), tiene dos blogs: Hikikomori (Olmos vivió en Japón, ¿saben?) y Lector Mal-herido. Los dos tienen muchos lectores porque Alberto escribe muy bien.
[Aclaración: Nos encanta Lector Mal-herido. No nos ofenden, de verdad, las fotos ni la pose machista-racista-chulesca. En serio. Nos parece un magnífico blog; divertido, provocador y muy necesario. Este no lo cierres, Alberto.]
Pues, como decíamos ayer, Alberto empezó muy bien, allá por 2007, contando cosas interesantes. Pero las malas lecturas lo condujeron por el mal camino. Ya se sabe. El día 15 de septiembre de 2010, con el título Hacia la gloria literaria y bajo la marca LM, publicó un “post”, muy irónico, como todo lo suyo, basándose en la correspondencia entre Miguel Delibes y su editor Josep Vergés (ediciones Destino). Leyendo lo que con posteridad ha publicado en sus blogs se entiende aquel “post”: Alberto se había dado cuenta de que todo vale, de que el que no corre vuela. Alberto ya tenía claro que, igual que sus mayores -Cela, Umbral o Delibes- para ser grande, llegar a la “gloria”, no solo había que escribir bien sino que había que utilizar otras técnicas.
Luego, en un “post”, (esta vez firmado como Alberto Olmos), titulado Sin romanticismos, por favor, intenta desenmascarar a Kafka, Pessoa y César Vallejo (¿Se pensará ya a la altura de estos tres?). Viene a decir que la imagen romántica de autores dedicados a escribir, y solo a eso, es prefabricada. Termina, Alberto, su largo artículo (que juro haber leído de pe a pa):
En este contexto, tan delicado, es donde debería señalarse el mérito, pues el modo en el que un autor hace avanzar su obra refleja su mayor o menor compromiso (ahora sí) romántico con la literatura, que, como cualquier otro oficio, está sujeta a servidumbres y tentaciones y corrupción, y donde la pureza no es escribir para el mito ni escribir desde la modestia (siempre falsa) o la honestidad (autoengaño), sino escribir para dar testimonio de resistencia.
Querido Alberto: Te concedo el beneficio de la duda. Con: “el modo en el que un autor hace avanzar su obra” ¿te refieres a escribir cada día más y mejor o a otras cosas?. No quiero pensar mal, cariño. Sácame de la duda.
Pero peor fue lo que hizo el 18 de febrero en Harakiri…, ¿Cómo se escribe, nena?…en Hikikomori, eso. Con el titulo Cosas que pasarán en 2011 (d.m.), nos anuncia que ha llegado a la cima. ¿Hace frio ahí arriba, Alberto?. Lo más importante, a anunciar, es que ha dejado la editorial Lengua de trapo y ha fichado por Mondadori: Así lo relata, cómo si de nuestro añorado José María García se tratara:
Nueva novela. Finalmente mi nueva novela aparecerá en Literatura Mondadori, a finales de año. El símil futbolístico me parece inevitable. He jugado muy a gusto en Lengua de Trapo (Atlético de Madrid), donde he tenido entrenadores solventes (Pote, Fernando) y he metido algunos goles (Ojo Crítico). También me han llamado de la selección nacional (Granta), y algunos aficionados se compran mi camiseta (me leen). Sin embargo, mi momento de juego pedía a gritos entrar en competición europea (El corte inglés), salir en el Marca (QuéLeer) y ganar más dinero (más dinero).
Además, me gusta mucho la camiseta de Mondadori.Sé que es un vestuario complicado, que la afición pita más y los rivales te dan más patadas. También sé que los cambios siempre son peligrosos.
Sin embargo, la diferencia entre publicar una novela en Mondadori y jugar una temporada en el Barça es que en Mondadori te compran la temporada hecha.
Alberto, esto ya no es ironía. Se te ve el plumero.
Además tiene la desfachatez de poner al lado de este texto la portada de un libro de Coetzee, al que publica Mondadori. ¿También estás ya a la altura de Coetzee, Alberto?
Todo esto ocurre no por culpa de Alberto sino por la dejadez de las editoriales. Una editorial como dios manda coge al muchacho y le dice: “Estate quietecito, cierra esos blogs, dedícate a escribir novelas y ya te promociono yo que soy un profesional de este asunto”. No se puede dejar tan sueltos a los chicos. Pero estando el patio como está…pues eso.
No hay que olvidar que Josep Vergés, fundador y director de Ediciones Destino, y editor de Delibes, era un buen profesional. De lo suyo.
Alberto, por favor, disimula un poquito.
Como no queremos que nade se quede con mal sabor de boca les invitamos a un Bloody Mary:
Receta del Bloody Mary para 1 persona.
Ingredientes:
2 partes de vodka,
6 partes de zumo de tomate
5 o 6 hielos
1 golpe de salsa “Tabasco”
2 golpes de salsa “Perrins”
Un pellizco de sal
Un chorrito de zumo de limón
Un poco de pimienta negra.
Preparación:
1.- Echamos, en el que será nuestro vaso mezclador, los hielos junto con las dos partes de vodka.
2.- añadimos el zumo de tomate y el resto de ingredientes. Es muy importante removerlo bien y rápido para que no se nos derritan los hielos.
Si además preparan un “Deep” de berberechos sus invitados se chuparán los dedos.
“Deep” de berberechos:
Mezclar en la “Turmix” o en la “Mini pimer”(somos mayores, nena) una lata de berberechos (con el caldito y todo) con medio bote de mayonesa, una cucharada sopera de limón exprimido y una punta de pimienta blanca. Quedara una salsa que se puede comer mojando palitos de apio, zanahoria o patatas fritas. No engorda, lo juro.
Pues no sé qué deciros. A mí, personalmente y por lo general, Olmos me la trae floja y pendulona y tampoco quiero perder mucho tiempo en defenderlo, la verdad, cuando podría hacerlo él mismo si quisiera (que no va a querer). Me leo sus críticas y me divierto mucho cuando hace de Mal-herido y es verdad que tiene el pavo algo subidito y no le vendría nada mal un poquito (algo) de humildad, pero bueno, tampoco hace daño a nadie. Que promocione sus libros en su blog me parece legítimo. Conozco algún escritor que ha sufrido en sus propias carnes las malas promociones de los malos editores y las cosas como son, es una putada, por muy malo que sea tu libro. Lengua de Trapo, además, no es de la mejores. El formato es feo, la letra es fea, las portadas suelen ser feas y dan unos premios horribles de malos. Lo mejor que puede hacer Olmos es largarse a otra parte, cualquiera. Si le gusta Mondadori pues Mondadori. Desde luego conmigo que no cuente para que le compre un libro porque yo de mondadori me he jurado y requetejurado comprar lo justo en el futuro (si pudiera ser, nada) por mucho que me gusten sus libros porque tienen unos precios escandalosos. (Léase «Chronic City» de Lethem a 30 eurazos. Que los vale, sí, pero coño, 30 euros es lo que pagué en su momento por «La broma infinita», edición que también siendo de Mondadori se come con patatas a la de Lethem. El más por menos de Mondadori: más caro, menos calidad).
Pero estoy divagando…
Lo que sí es criticable -y por lo que deberían correr ríos de tinta digital, bítica, que diría Stanisław Lem- son las recomendaciones partidistas de los bloggers, especialmente y sobretodo aquellos que presumen de hacer crítica especializada. No quiero hacer publicidad pero en su momento escribí un artículo que trataba este asunto (http://lamedicinadetongoy.blogspot.com/2010/12/introduccion-lo-mejor-de-2010.html) y que me enemistó con media blogosfera. Entonces yo era un ser candoroso e inocente y no sabía lo del Código de Silencio ni lo de las editoriales regalando libros a cambio de, ya se imaginan, la voluntad. Hoy ni candoroso ni inocente pero si bastante decepcionado con lo que creo ver detrás de lo que me muestran. Llámenme conspiranoico si quieren, seguramente lo sea, pero el enfado de esos señores en su momento, en diciembre, y la posterior constatación de que lo que yo había dicho era cierto, tal como descubrí en el número de enero de 2011 de Quimera en el que ésta defendía y se enorgullecía de considerar como mejores aquellos libros escritos por colaboradores y amigos alegando una afinidad cultural y generacional -cuando hasta el momento había yo pensado que esto de las letras no tenía edad- fue la gota que colmó el vaso. (Perdón, me ha quedado una frase un poco larga). Ese mes decidí que estaba harto, que ya no podía fiarme ni de mi padre que a todos estos les pierde la boca más que a mi y de ahí que me tenga que ir tragando mediocridad tras mediocridad con la única intención de denunciarla una y otra vez. Certificar que no estoy tan loco como aparento. Me estoy dejando la salud mental en esto, se le juro señoras, por eso me alegra tanto tener su compañía.
Creo que con esto lo que quería decir es que aunque no me fíe del todo de las críticas de Mal-herido -en el sentido de que las malas podrían ser peores- tampoco veo problema alguno en que un escritor alardeé un poco de sí mismo cuando de lo que se trata, a lo que aspira la mayoría, es a vivir del cuento… perdón, quería decir de la literatura. Menos mal que estamos nosotros para ponerlos en su sitio.
Un abrazo,
Querido Carlos:
No divagas, lo de los precios de los libros de Mondadori (y otras) es escandaloso y prohibitivo. Recuerdo tu “post” de diciembre de 2010 y tenías toda la razón. Nosotras somos de una generación muy anterior pero recuerdo que a nuestros 25-30 años éramos jóvenes de verdad, aun nos creíamos las cosas en las que creen los jóvenes, o deberían. Pensábamos que el mundo tenía solución, que la verdad y la justician debían prevalecer, esas cosas. Luego, 40 años después, ya sabemos lo que ha pasado. Pero fuimos jóvenes de verdad. Esta nueva generación como tu llamas de “ManuelesVilas, JorgesCarriones, FernandezsPortas, VicentesLuisesMoras, Ibrahimes etc..”. parece que han nacido ya viejos. No quiero caer en la típica trampa en que caen los mayores de desconsiderar y criticar a los jóvenes, pero lo que está pasando es muy grave. Comprendo que es posible que la culpa sea nuestra, de las generaciones anteriores. Lo debemos haber hecho muy mal para que estos chicos estén tan desencantados, piensen que todo es mentira y que todo vale. Deberían ser diferentes. Y lo peor es que la calidad de lo que escriben es ínfima. Eso es lo peor. Yo lo siento mucho pero creo que es nuestro deber denunciar lo que están haciendo (o lo que no están haciendo). Yo amo el comic y en ese campo se nota muchísimo más la chapuza con la que trabaja la nueva generación: Ya no hay dibujantes como Hal Foster (el del Príncipe Valiente) que pasaron 30 años atados 12 horas diarias a la mesa de dibujo. Ahora, los jóvenes dibujantes, salvo pocas excepciones, lo resuelven todo con dos trazos habilidosos, pero rápidos, y no meten ni color en muchos casos. Y para más inri tienen la caradura de llamar a lo que hacen: “Novela gráfica”.
Alberto Olmos me parece un buen ejemplo de esta generación. Puede hacer lo que quiera, vale. Pero hoy, con las herramientas informáticas, de video y de diseño tan buenas que hay a la disposición del usuario, es muy fácil organizarte una imagen y un prestigio, de cartón piedra, pero que hacia afuera da una imagen magnífica. Que haga lo que le parezca pero que no pretenda que nosotras, que vemos la trampa y el cartón, no lo denunciemos. Porque al final está dañando al Libro.
La sargento Margaret y sus chicas, la policía editorial no lo van a permitir
A todo esto, Carlos, como vuelvas a pronunciar eso de “me la trae floja y pendulona” delante de nosotras, señoras de provecta edad, te castigaremos cara a la pared y te lavaremos la boca con jabón.
Un beso grande. Cuidate.
La sargento Margaret.
Je je je… Oiga po un casual, ¿No necesitará esa patrulla un aguador? Prometo seguirles hasta…. Jejeje
Niñas, yo creo que los primeros párrafos van por vosotras: http://lector-malherido.blogspot.com/2011/04/manifiesto-de-david-mamet.html
Amigo pijoaparte:
En La Patrulla de Salvación todos los buenos lectores y amantes del Libro son bienvenidos. Un buen lector de Marsé -como pareces por el nombre- no será nombrado «aguador». Mereces ser al menos capitan.
Un beso, hijo.
La sargento Margaret
Querido Carlos «Tongoy»:
No sabemos si es por nosotras. Es cierto que ayer le mandamos a Juan Mal-herido un email ofreciendole la posibilidad de ejercer el derecho de réplica. Lo hacemos con todos nuestros monstruitos. Nos respodió diciendo que leería atentamente el «post». debe ser que luego no le gustó. De todos modos si va por servidora te cuento que me ha llegado al alma lo de «nenaza zascandileándose el periodo». Me lo tomo como un piropo. A mi edad ya no recuerdo lo que era eso.
Oye, otro asunto, este sí, importante: He intentado dejar un comentario a lo de Javier Marías en tu blog y no me deja. Reporta una avería. No se. Haztelo mirar por si es general. puede que el problema sea mio.
Un beso Carlos, hijo.
Cuidate y no leas hasta muy tarde por las noches.
La sargento Margaret
Que hablen de uno aunque sea bien. Olmos no dará la réplica en persona. Ni él ni la mayoría. Se quejarán por otros medios (véase Facebook o sus propios blogs con comentarios velados) si no les gusta y callarán si es un halago. Como mucho darán tímidamente las gracias. Luego publicarán un libro y esperarán que lo leas.
No veo ningún problema en mi blog. He puesto dos comentarios, uno como yo mismo y otro como anónimo y no me ha dado ningún error.
Gracias por preocuparos. Ayer sólo leí hasta las once y media, luego apagué la luz y dormí como un angelito hasta que a las seis de la mañana me despertó la alarma de costumbre sacándome de una pesadilla un tanto extraña que ahora no recuerdo. Creo que me obligaban a leer la trilogía de Marías en una semana o algo así.
Abrazos,
«Leer pesadillas de Marías». En un lapsus me ha salido esto. Ya sabes aquello de los «lapsus linguae» y todo lo que había detrás según don Sigmund.
Si duermes como un angelito es porque tienen la conciencia tranquila, Carlitos. Otros no duerme de ese modo.
Nosotras ofrecemos el derecho a réplica por que no nos gusta tirar la piedra y esconder la mano. No tenemos nada que esconder y denunciamos los que si.
Olmos, es una pena, debería dejar esto del blogeo y twitteo para nosotrasş jubiladas desocupadas, y él, que escribe bien pero podría hacerlo mejor, dedicarse de verdad a escribir. Como lo hacían los de antes, encerrado como Flaubert en la Croisset. Solo así se escriben libros de verdad.
Una pena lo de este chico. Los escritores de hoy tienen demasiados entretenimientos. No son capaces de centrarse, a fondo, en su obra.
Que seas bueno como hasta hoy
Mirare mi computadora
Un beso
la sargento Margaret
Buen día, Sargento:
De natural soy exhibicionista, por lo que me meto en el saco de las primeras frases. Hasta lo de incluir las reseñas de «mi obra».
Más me tranquiliza saber que, en el caso de que una mañana me levante pensando en autocomplacerme, ya se encargarían otros -como usted, querida sargento- de bajarme de la cima, en la que creo que sí, según me ha contado más de uno, hace un frío que pela. Soy más de calorcito…
En mi casa eso se consideraba de muy mal gusto. Y una es plebeya, pero de buenos modales.
Firmes y buen día.
Buenos modales es lo que hace falta, querida Alejandra.
Hemos finalizado la auditoría en su blog y no hemos encontrado niguna anomalía, al revés, nos ha gustado mucho lo que hemos visto.
Siga usted con saludo
Un beso
La sargeto Margaret
Lo de Flaubert en la Croisset es una imagen muy bonita, pero eran otros tiempos que nada tienen que ver con estos aunque los libros sigan siendo libros. Anoche leía, antes de dormir -quizá de ahí mi serenidad- la «Venganza Tardía» de Ernst Jünger en la que habla de la infancia en la escuela. Comenta que a los trece años devoraba libros (novelas de aventuras, fundamentalmente) y que su madre incluso llegó a preguntarle al médico si el exceso sería saludable. Hoy es impensable imaginar un niño así. Por aquel entonces, sin la televisión, la lectura era el primer hobby y escritores como Salinger podían permitirse el lujo de decidir, con veinte años, que quería dedicarse a la literatura y conseguirlo.
Si hoy Olmos quiere vender tiene que promocionarse. Esto es una jungla, vosotras lo sabéis y además los libros de Olmos, como los de muchos otros no aparecen en las estanterías del Carrefour ni El Corte Inglés. Lengua de Trapo no sale allí. Los escritores que quieren de vivir de la literatura, como hacían Flaubert (aunque éste tenía una pensión que supongo le daba el relax que yo nunca tendré) o Salinger tienen que darse a conocer, ganar prestigio y en la medida de lo posible generar polémica. Olmos lo hace todo: con un blog y con otro.
Abrazos,
P.D.: ¿Habéis probado con otro navegador? Ese comentario inéditable me tiene intrigado.
Por eso, Carlos, y perdona que insista, hacen falta buenos editores, de los de antes. Carmen Balcels (aquí el trabajo de editor lo hizo una agente, pero qué agente!!) cuenta que cogió al joven Vargas Llosa, le puso un sueldo mensual solo para lo imprescindible, lo obligó a dejar los trabajillos de donde sacaba para comer y lo puso a escribir a pensión completa. Eso le hace falta a algunos de estos chicos, a los que saben escribir, pocos. Las editoriales no hacen su trabajo.
Vargas llosa quería ser escritor, no vivir de ello. Estos chicos sufren de una sobredosis de realidad. No son ni una pizca de románticos. Así mal vamos.
Me apunto lo de Junger, tiene buena pinta. Cuenta Sartre en sus memorias, a los 8 años pidió permiso a su madre pare leer Madame Bovary. La señora le dijo «Si ahora lees esto qué vas a hacer de mayor?» y Sartre, según el propio Sartre, respondió «Vivirlos».
Me retiro, querido Carlos, a mis aposentos, a leer «Los hermanos Karamazov» que 30 años después me está gustando mucho más. Estoy en el trozo en el que Grúshenka, despues de darse cuenta de que su amor platónico, el polaco que la dejó por otra hace 5 años, es un idiota, le dice a Dimitri: «Ahora seré tu esclava. !Esclava para toda la vida!!Que dulce ser esclava!…!Bésame! Golpéame, tortúrame, haz de mí lo que quieras…»
Comparar es malísimo, ya lo sé.
Yo seré una ingenua y por eso sigo leyendo novedades. Pero una de las cosas maravillosas que tiene la Literatura es que cualquier día una chica o un chico se sientan 2 o 3 años y escriben un nuevo «Guerra y paz».
Que seas feliz, Carlos
VIVA LA BUENA LITERATURA
NO PASARÁN!!!
La sargento Margaret
Molan estas chicas, nene. ¡Suscrito!
Amigo blumm:
Siempre que te comprometas a defender el Libro y jures respetar la sacrosanta Literatura ( la buena) te dejamos venir cuando quieras a este patio de viejas cotillas y malhabladas a chalar de buenos libros y buena edición. Te dejaremos, si te apetece, que te pongas una copa. En el armario hay vasos, hielos y bebidas espirituosas.
Un saludo
Nos estamos dando la razón. Los escritores necesitan promocionarse porque los editores no hacen su trabajo. Pero estoy completamente de acuerdo contigo y la anécdota de Vargas Llosa es impagable.
Creo que ya lo dije pero hace unas semanas quise escribir una entrada en la que contaba la anécdota en que Salinger había dedicado un año entero de su vida a corregir el cuento del pez plátano. Alquiló un apartamento céntrico sólo para estar cerca de su editor, que le corregía continuamente. Hoy eso no pasa porque no puede pasar porque el mercado es demasiado veloz y sólo atiende a ingresos altos. La LITERATURA ya no importa. Esto de invertir en literatura o literatos se acabó y no va a volver jamás. Ahora las editoriales cogen lo que sea y lo publican, sin pasar trabajos. Hace poco, en 2007, Valter Hugo Mae ganó el premio Saramago por un libro. Al año siguiente publicó otro. Alpha Decay publicó este último y vendió el producto como el de hombre que había ganado el prestigioso premio. Durante mucho tiempo yo creí que el premio se lo habían dado por ese libro («El apocalipsis de los trabajadores») que había publicado Alpha Decay porque lo más normal era eso, pero no, no fue así. El libro ganador sigue sin traducir porque el lenguaje utilizado es complejo, simulando el portugués antiguo de la edad media. Hay que ser muy buen traductor para eso y Alpha Decay, por lo que vi en «Richard Yates» apuesta por las nuevas generaciones, supongo que porque son más baratas. Barato, barato, barato. Y mientras tanto me jodo y perfecciono mi portugués (gracias al cielo que soy gallego) para poder hacerme -cuando me de una vuelta por Oporto- con la edición original del libro del buen Hugo Mae que tiene mucho mejor pinta que el coñazo que acabaron publicando aquí. Tenía una entrada escrita pero la descarté porque me parecía feo estar siempre hablando mal de todo lo que leía, pero ya se me pasó. Déjenme buscarla; la publicaré la semana que viene.
(Tenemos que dejar estas peroratas)
Le noto a usted querencia por la literatura rusa. Se llevaría muy bien con un amigo mio que lleva tiempo tratando de conseguir que me pase a ese bando, pero es demasiado tímido para caer por aquí. La frase citada es magnífica, por cierto. Tanto que me acaba usted de convencerme de que debo leer la novela cuanto antes. Bueno, cuanto antes no. En cuanto encuentre una buena edición y despeje el escritorio.
Un abrazo,
Como ya te dije, Carlos, estamos en la misma trinchera. Por eso concordamos en lo esencial.
Cierto estoy enganchada a los rusazos estos. Para leer «Los hermanos Karamazov».Como a tí y a mí no nos regalan libros las editoriales, y no nos sobra el dinero, te recomiendo la edición de bolsillo de Catedra, decima edición de 2008 que es la que yo leo ahora. Bien traducida y pulcramente editada.
Los libros están mano pero puede que te interese una magnífica anécdota que encontré en el blog «Una casa debajo de la Almohada» de Corto Cortés (otro vicioso de Tolstoi & Co.). Es sobre Selma Ancira, la traductora de los diarios de Tolstoi al español en Acantilado. Te copio el link.
http://lacomunidad.elpais.com/libros-azules/2010/11/26/selma-ancira-traductora-tolstoi-
No conocía a ese tal Valter Hugo Mae. Me lo apunto.
Y me tienen que poner en contacto con tu amigo el rusófilo.
Un abrazo
Frena, no corras tanto.
1º. Yo no he recomendado a Valter Hugo. He dicho que el libro premiado tiene buena pinta. El que he leído era un peñazo del diez. Hiperrealismo puro sin un ápice de pasión, trama ni interés.
2º. Ha leído el primer tomo de los diarios de Tolstoi. Son muy interesantes. Lástima que a medida que se hacía mayor se volvía también un poquito gilipollas de tan espiritual. Por eso no leí el segundo tomo.
3º. Me imprimo el texto de Ancira para leerlo con calma en el parque.
4º. A mi sí me han regalado libros: uno. Bueno, dos si contamos el de Hugo Abbati, que me regaló un amigo al que se lo había regalado la editorial (luego a él le dieron otra copia, de ahí que lo cuente). Ese me gustó mucho y así lo dije en su momento. El otro es el de Cristina Fallarás. Lo comenté hace poco en el blog y creo que a Cristina no le hizo mucha gracia la reseña -normal- por lo que de supongo que de Roca no me llegará mucho más. La consigna debe ser algo así como «si no te gusta te callas» pero a mi de toda la vida de dios me ha perdido la boca. No importa. Mi biblioteca habitual es extrañamente generosa en estos tiempos de crisis y me provee bien.
5º. Lo de mi amigo el rusófilo está jodido, pero haré lo que pueda.
Abrazos,
Perdoname Carlos. Me había dejado tu comentario sin responder, el alzehimer:
– Es verdad que Tolstoi pierde los papeles al final. Es muy interesante leer los diarios de Sofía, su mujer (ALBA 2010). Algunos idiotas quisieron echarle la culpa a ella de su muerte. Todo lo contrario, si no es por Sofía Tolstaia la mitad de los libros del «gran hombre» no hubieran visto la luz. Una santa!
– Iré con cuidado con Valter Hugo.
Que seas feliz
La sargento Margaret
Encontrarme con este blog es, a la vez, un motivo de alivio y de (cómo decirlo para no utilizar imágenes escatológicas ante tan ilustres abuelitas) temor (dejémoslo ahí).
Vamos con el alivio. Es cierto: se publica mucho, se publica mal. Suelo quedarme con cara de pasmo ante ciertos libros, ante ciertos recitales, pensando en si eso es la «poesía joven», si eso es lo que hay que hacer, si eso es ser moderno. Muchas veces, creo, el mal resultado es una cuestión de premura. Se publica lo que, de haber menos editores por metro cuadrado, de ser más cara la producción de un libro (hay que ver, esto debería ser siempre positivo), no serían más que borradores. Quizás el principio de algo, en ningún caso el final. La premura de los editores acaba contagiándose al escritor, ya presuroso por naturaleza por alcanzar la gloria o al menos la fama. Y parece que si un poeta no publica antes de los 25 no es nadie ni lo será nunca. Y se presenta como natural, de igual forma, que el ‘derecho’ a la publicación no venga del trabajo, de atarse a la pata de la mesa como ustedes dicen, sino de pasearse por los bares conociendo y dándose a conocer. Soy joven, y por lo tanto pienso lo que, creo, deben pensar los jóvenes (aunque, una vez más, esto no es cuestión de edad). No ignoro el chanchulleo de la edición, las fealdades del mundo literario. Pero no quiero darles crédito. Quizás, como afirma Alberto Olmos, Miguel Delibes alcanzó la fama mediante técnicas poco literarias. Pero estoy segura, o quiero estarlo, de que no escribió Cinco horas con Mario regalando la oreja a críticos y demás fauna, sino trabajando. De ahí el alivio. Supongo que si ustedes piensan como yo, si otros también lo hacen, dejo de ser una ingenua o una tonta. Al menos en cuanto a esto, no voy a darles ahora el mérito de sacarme de la estulticia.
Y ahora con el temor. El temor de saberse observada, no como individua sino como masa informe de jóvenes que pretenden escribir. Como parte de esa especie, temo que si caigo en los pecados de la edición prematura salgan ustedes de detrás de un matorral para echarme a la cara mi insolencia. Aunque supongo que ahí también reside algo de alivio.
Antes de despedirme, una apreciación crítica. No es por sembrar la discordia, pero ¿qué tienen que decir las amigas de la Sargento Margaret sobre el liderazgo asumido por esta última?¿Ha sido alcanzado democráticamente o estamos ante un caso solapado de ‘terror’ literario?
Ánimo en la guerrilla, camaradas.
Estimada Clara:
Das en el clavo con lo que dices de Delibes. Este escritor se deslomaba escribiendo. Echaba muchas, muchas horas. Lo que luego promocionaba, de la mejor forma posible y jugando con las cartas que había a disposición, su editor era un gran producto. Además el que vendía era el editor no el autor. Como debe ser. Lo que no podemos consentir es que sin tener un buen producto, con el fruto de 4 o 5 semanas escribiendo 3 horas al día queramos vender «la gran novela joven de las letras españolas del siglo XXI».
Hoy, un simple usuario sin muchos conocimientos de Informática es capaz de montar un blog (mira nosotras), hacerse videos y editarse fotos: Montarse, en definitiva, una promoción que parecería que tiene a la MTV y a la Paramount detrás. Hoy es muy facil dar gato por liebre. Luego va una, y engañada compra, por ejemplo, una cosa como «Tatami» de Alberto Olmos, y cuando esperaba leer una buena novela se encuentra con el pasatiempo mediopensionista de andar por casa de un chico de provincias que, con personajes irreales y trama inconsistente, junta 120 páginas y algún amiguete le edita porque un día fue finalista de un premio prestigioso y porque el chaval se vende muy bien. Quizas estos chicos deberían empezar a trabajar vendiendo seguros pues venden humo como nadie.
Para tu tranquilidad hemos realizado una auditoría en tu blog y no hemos encontrado nada irregular. Sigue así.
La sargento Margaret
Hola, soy Samantha:
Margaret ha bajado a comprar el pan y aprovecho. Es una mandona. Discutimos la «linea editorial» del blog pero al final siempre se sale con la suya la borde de la sargento.
No le digas que te lo he dicho.
Un beso, hija
Samantha.
Creo que me habéis descubierto otro blog. Yupi.
Acabo de descubrir vuestro blog gracias a Alberto Olmos.
Estimado Felipe:
Los caminos del señor son inescrutables.
La sargento Margaret
Alberto Olmos no triunfa por su calidad como escritor sino por su atractivo: a las mujeres nos fascina su calva reluciente…
Parece ser que le habéis metido el dedo en el ojo (voy a intentar no ser grosera) a albertimori y que, por fin, puede justificar el alias que tan apropiado resulta para un escribidor tan malherido por el resentimiento y demás carcomas del alma, -¿qué alma si se la ha vendido a Mondadori? No, a estos les ha prestado la voz, cual tritoncito, y su al… se la está guardando a alfaguaerrata: no lees como se atreve a criticar a, por ejemplo, C. Mc. mientras se desbaba en hilillos de elogios al escribidor del infame «los enamoramientos»-.
Alberto Olmos me parece uno de los escritores con más talento de los últimos años. Tatami también me pareció un libro flojo, escrito como de paseo, pero los escritores tienen derecho a hacer sus pruebas, a tantear qué es el vacío. El Talento de los demás es un libro acojonante, una narración a años luz del resto de escritores de su generación. Una voz con una fuerza que te deja sin aliento, además de ser una profunda reflexión sobre el talento. En cuanto a sus blogs, gracias a dios que existe malherido, es un portento: lee más que nadie y ve cosas que los demás no vemos.
¡ Otro blog ! Más egos sueltos. Más ‘Paz y terrorismo’.
Al principio alguien ha mencionado ‘vergüenza ajena’. Supongo que a los sajones no les da vergüenza ajena de nada, porque ni siquiera tienen u término para nombrarla.
No me gritéis: soy nuevo, bastane poco letrado y me manejo fatal con todo lo internético. De hecho, me tiene que ayudar mi joven hija para labores que a los demás le parecen muy simples…
No conozco a este crack ni me interesa , si quiero denunciar que hay escritores que vacilan a los comentaristas, te da respuestas absurdas y te quieren poner en evidencia . Tienen la literatura anónima y colectiva como un género basura, cuando a los comentaristas nos interesan incluso más las opiniones amateurs que la de estos mercenarios que quieren ser Coetze, Borges o Carriére . Yo opino en 10 blogs y solo los buenos escritores / as te tratan con humildad, aunque es cierto que los comentaristas tendemos a ser irónicos y tangenciales, escribimos por afición. Es más muchos no aceptan criticas y te cortan el enlace, aunque luego presumen de no ser censores. Me gusta este blog. Saludos
los que que te tratan con humildad no necesariamente tienen que ser buenos escritores, si acaso buenas personas…
Mirad lo que he descubierto!!!! Carnaza !!! Carnaza !!!
Atenta Margaret y acólitos a la bitácora de este escritor :
http://javierpellicerescritor.com/2014/05/18/escritura-empieza-con-e-de-estilo-introduccion/
¿Pero quién es este señoooooooor???