Hoy nos hemos puesto el uniforme de gala, con todos los entorchados y con las medallas ganadas en combate. Tenemos gente importante en el cuartel. ¡Firmes, arrrr!
Jorge Herralde, de Anagrama, nos recomienda:
“ He acabado de leer la versión final de Cárceles y exilios, las memorias del historiador Nicolás Sánchez-Albornoz, en las que aparecen, entre otros temas, Ruedo Ibérico, la imprescindible editorial antifranquista en París, de la que fue fundador y que capitaneó el añorado Pepe Martínez, su ya célebre fuga de Cuelgamuros con Manuel Lamana, etcétera. Anagrama la publicará en abril.
Y por puro placer extraeditorial, un libro en catalán: Josep Pla: converses a l’Empordà (Ed. Blume) de Josep Valls Grau, en el que el gran personaje habla y habla y habla a calzón quitado con menos miramientos y más pirotecnia que nunca, au dessus (o bien au delà) de la melée.»
Josep Pla
Manuel Borrás, de Pre-Textos, nos sugiere:
“El laberinto de la palabra de Sandra Santana, (Acantilado 2011), un ejemplar ensayo sobre la Viena fin de siglo y en concreto sobre uno de sus protagonistas principales, Karl Kraus. Además de parecerme un ensayo maravillosamente escrito y magistralmente documentado, como debe ser, me parece que aporta una perspectiva de análisis bastante original y poco transitada. Especialmente recomendable para aquellos que quieran saber un poco más de Europa”.
“Fantasma de la vida moderna de Luis Arenas, (Trotta 2011), un estupendo ensayo que descubre aspectos a los que no somos especialistas que normalmente pasamos por alto al contemplar las obras arquitectónicas, entre ellos, el de que pertenecen a un todo orgánico, relacionado con la capacidad del alma humana para dotar de sentido a lo caótico de la realidad”.
Enrique Redel, de Impedimenta, nos aconseja:
“El libro más peligroso, de Christopher B. Krebs, editado por Crítica. (Trad. por Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar). Su subtítulo lo dice todo: «La Germania de Tácito, del Imperio Romano al Tercer Reich». Pero no se asusten. Tácito escribió Germania al principio de su carrera como historiador para justificar su papel como opositor al cruel emperador Domiciano. Esa crónica (de oídas) que ensalzaba las virtudes frugales y la valentía de los pueblos germánicos (que en sí no existían) frente a la opulencia y relajación de costumbres de la clase dirigente romana (una crónica llena de invenciones y especulaciones) sirvió para cimentar la idea de la raza aria y la justificación racista que subyace en el nacionalsocialismo, y su «original» (en realidad una copia del siglo XV) se convirtió en objeto de deseo de Himmler, que peinó Europa en su búsqueda. Apasionante.
Razones por las que me gusta:
1.- Por su erudición totalmente accesible a todos los lectores no expertos en literatura clásica.
2.- Porque se trata de un texto amenísimo, que se lee casi como una novela de detectives literarios”.
Nota de la Patrulla: Este libro fue recomendado, también aquí, por Antonio Muñoz Molina.
–El pájaro pintado, de Jerzy Kosinski, editado por Debolsillo. (Trad. de Eduardo Goligorsky)
“Novela que fue tremendamente polémica en el momento de su publicación en los años sesenta, y que le valió a su autor (polaco exiliado en Estados Unidos) la reprobación de los alemanes democráticos, del establishment yanqui, de la ortodoxia judía y de la comunidad de historiadores de la Segunda Guerra Mundial. Es el título que a mí me gustaría haber publicado (arqueología literaria de la buena), pero Debolsillo se me adelantó. La historia de un niño expósito, un huérfano de pelo oscuro, procedente de una familia pudiente polaca, que huye del acoso de los propios compatriotas, que lo consideran «judío» por su aspecto, en medio de la invasión nazi. Crudelísima, con un tono que recuerda a Grass, a Roth, creo que se trata de una de las más brutales metáforas jamás escritas sobre el odio racial. Provoca vergüenza y lleva a la reflexión.
Razones por las que la recomiendo:
1.- Tiene el aire de las fábulas de los Grimm, transcurre en los bosques, en los que se esconden todas las perversiones.
2.- Un descenso al infierno del alma humana en la persona de los moradores de esa Polonia arcana escondida entre nieblas, llena de pobladores primitivos y brutales, en las que el niño tendrá que penar hasta el revelador final”.
Carlos Gonzalez Peón del blog La Medicina de Tongoy ha disfrutado con:
Dostoievski : las semillas de la rebelión, 1821-1849» de Joseph Frank (Fondo de Cultura Económica, 1984) (Trad. de Celia Haydée Paschero)
“El primer volumen de los cinco que Joseph Frank dedica a “desmenuzar” a Dostoievski es una auténtica maravilla y eso teniendo en cuenta que la historia abarca sus primeros veintiocho años, que ya sabemos todos que suelen estar algo vacios de contenido. Frank no se limita a narrar las vicisitudes del ruso sino que se sumerge en el contexto histórico y analiza con detalle los personajes más importantes (y su ideología) que de un modo u otro influyeron en el joven Dostoievski. La única palabra que tengo para describir este libro es “impresionante”. Demuestra además que ya no hay escritores como los de antes”.
“X” de Percival Everett, (Blackie Books, 2011). (Trad. de Marta Alcaraz)
“Esta fue una de las novelas más divertidas que he leído en lo que va de año. Trata fundamentalmente sobre el mundillo literario y por eso da tanto asco y provoca tanta risa. Se habla de los libros que valen la pena y de los que da pena leer; de los buenos y los malos escritores que escriben libros deficientes, que se presentan a concursos amañados con jueces corruptos o directamente imbéciles y por extensión se habla del injusto éxito de los unos y el más injusto fracaso de los otros. Lo más genial de todo es que la novela -que no tiene que recurrir a la metanarrativa para hacerse valer- oculta, con muy poco disimulo, una historia que es en realidad una acusación: la de que en mayor o menor medida somos todos un puñado de racistas a la par que ignorantes y que nos merecemos la mierda que nos dan a leer esos que se dicen escritores”.
Borja Segovia, de 451 editores (Grupo Edelvives), destaca entre sus lecturas recientes:
“Caribou Island de David Vann (Mondadori, 2011) (Trad. de Luis Murillo), por su crudeza, por poner a sus personajes al límite y por identificarte con ellos aún no teniendo nada que ver, porque es dinámica, entretiene y «dice cosas». Si no conoces al autor te recomiendo, más que esta, su primera Sukkwan Island editada por Alfabia”.
“La pata del escarabajo de John Hawkes (Meettok, 2011) (Trad. de Jon Bilbao), por surrealista, por extraña, porque no es nada convencional. Es de eso que llaman posmodernidad y a mí me gusta”.
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Para estas navidades tengo en la mesilla El arte de la resurrección de Hernán Rivera Letelier
Y
Lo mejor de los premios Nebula, del editor Ben Bova, una antología de los mejores relatos premiados con el premio nebula del 65 al 77, pero ya se que aquí la ciencia ficcion, ni siquiera la española, no tiene mucho predicamento…
Me apunto La pata del escarabajo para próximas adquisiciones.
Tras el post de Onanismo en grupo y las consiguientes respuestas, se mencionó por parte de jsi (Juan soto Ivars?) un libro de Alejandro García Ingrisano, que supongo será Pitcairn pues es el único libro que ha escrito. En la página de El Olivo Azul afirman del autor ser heredero de Wodehouse y Gracián, de Sterne y Joyce. Ya sabemos como son estas comparaciones pero quizás le de un tiento.
Bertie “Señorito con botines” Wooster
Interesantes recomendaciones. Y qué envidia de tiempo para leer que tienen algunos. Me apunto el libro de Kosinski y el de Percival Everett.
Gracias
Firmes estamos
«También ha sido 2011 un año de polémicas, muchas de ellas completamente desquiciadas y que en algún caso han llegado a salpicar a quien esto escribe. Una vez más, la peor versión de la hoguera de las vanidades la hemos encontrado en algunas letrinas virtuales, donde se ha hablado muy poco de literatura y se ha vertido demasiada inmundicia anónima.»
El maestro Sergi Bellver, que os saluda: http://hermanocerdo.com/2011/12/4841/.
Me imagino que los prebostes de Babelia estarán leyendo, o releyendo, «Los enamoramientos» de Javier Marías, para cerciorarse de que lo han premiado como Libro del Año por sus méritos intrínsecos, y no porque lo haya publicado Alfaguara.
A mi provecto padre de dejo: El poder del perro de Don Winslow y Mis rincones oscuros de james Ellroy.
El a su vez me presta las amarillentas: La brújula rota de Torcuato Luca de Tena, que me da miedito y Los de de abajo, de Mario azuela, que me esta haciendo gracia…
Será conservador pero Pla sigue siendo aún hoy tremendamente original. Ahora que lo traducen al inglés los de la New York Review of Books igual el año que viene ya es un hype…
Pues yo ayer, que tenía insomnio, supongo que debido a los canelones de la abuela, me leí ‘El jugador de ajedrez’ de Zweig de un tirón y me dormí la mar de contenta.