Tráete cuatro botellas de champán Armand de Brignac y dos de Vega Sicilia. Y que no se te olvide, Samantha, encargar unos canapés de caviar (del auténtico, no del sucedáneo), tres docenas de gambas a la plancha, un saquito de percebes y medio kilo de angulas. Tú, Josephine, encárgate de invitar a todos nuestros amigos, que no falte nadie. Hoy vamos a tirar el cuartel por la ventana. Esto hay que celebrarlo. ¿Alguna de vosotras recuerda la última vez que en Babelia se publicó una crítica que pusiera a parir un libro de una gran editorial? Además, ya era hora de que alguien, con lo que hay que tener, pusiera en su sitio a Luis Vicente Mora.
El lectoespectador de Vicente Luis Mora. Reseña de Enrique Lynch en Babelia (28-01-12)
Ha tenido que venir un profesor de estética, Enrique Lynch, (un crítico literario no se hubiera atrevido) a llamar a las cosas por su nombre. ¡La botella, digo, la batalla no está perdida, patrulleras! ¡Aún podemos vencer! ¡Luchemos “hasta la victoria final»!
Me deslizo de placer:
Ensayo. La impresión inicial que produce este libro es de franco desconcierto. El autor promete un ensayo que tome posición equidistante entre -para decirlo con la fórmula de Umberto Eco- apocalípticos e integrados, o sea, entre los que abominan de las llamadas «nuevas tecnologías» y los que ven Internet y su cultura como la panacea, pero enseguida se nota que Mora, o no entiende qué quiere decir el mesotes aristotélico que invoca o simplemente su tecnofilia puede más que sus propios argumentos. El ensayo no es tal sino una recopilación deslavazada de entradas que el autor ha reescrito tras haberlas colgado de su blog, pero el resultado es tan fragmentario y desarticulado que mejor hubiese sido dejarlas en el blog. En ellas, casi sin excepción, se canta una loa tediosa y repetitiva a las innumerables posibilidades expresivas, estilísticas, artísticas, imaginativas, cognoscitivas, etcétera, que la neocultura cibernética ofrece a los usuarios, sobre todo si se trata de escritores y demás miembros de la peña «creativa» ultramoderna.
(…)
Lo más notable de este ejercicio fallido es que ejemplifica justamente el grave perjuicio que la nueva cultura tecnológica acarrea sobre lectores y espectadores: para unos, la consciencia fragmentada; y, para otros, de la película ver solo los efectos especiales. Y, para todos, «una noche en la que todos los gatos son pardos», que decía el viejo Hegel.
Pero lean la reseña de Lynch al completo -no se priven- pinchando aquí.
Querido Luisvi:
Lynch es un caballero, un hombre culto y educado. Por eso dice la verdad, pero mantiene las formas. Yo no soy más que una maruja y por ello puedo hablar aún más claro. Lo que escribes no son más que tonterías. Impostura engañabobos. Tú y el resto de nocilleros solo hacéis daño a la literatura en castellano. ¡Ya está bien! Menos mal que estamos aquí nosotras, y algunos hombres justos, para denunciarlo.
Si tanta importancia tiene la electrónica para Mora, ¿por qué siempre publica en el libro tradicional lo que pone en el blog (tanto este ensayo como el de «La luz nueva»)? Es que a eso en mi pueblo se le llama estafa.
¡equilicuá!
La Margaret
Se ha ganado una batalla… pero no la guerra. No conocía a VLM más allá de Alba Cromm, y leyendo en la wikipedia, me resultó curioso el experimento de Quimera en «Literatura y falsificación». ¿Ocurrirá con Lynch (gran apellido) lo mismo que con Ignacio Echevarría?
Un abrazo, Patrulla.
No ocurrirá lo mismo, Daniel, porque Lynch no vive de hacer reseñas. es profesor de universidad y publica sus libros en diferentes editoriales. Además, lo de Echevarría ocurrió porque el director de opinión Basset, estaba de vacaciones. Menudo es Lluis, si está al pie del cañón, como siempre, esa reseña nunca hubiera salido (la de Echevarría). Debe ser que esta vez, al tratarse de un libro del grupo Planeta, (no es de Alfaguara, como en el caso Echevarría) y vendiendo tan poco como se está vendiendo, y, lo más importante, con lo que ha bajado (mucho) lo que Planeta se gasta en publicidad en los medios del grupo PRISA, pues han permitido la publicación. Digo yo.
Un saludo
La sargento Margaret
Qué bien informadas estáis, Sgt. Gracias por la ilustración. En cualquier caso, incluso la mala publicidad sigue siendo… publicidad. Un abrazo!
El rey está vestido, gritaban todos alabando al becerro twitero. Hasta que vino Lynch a Babelia y llamó a las cosas por su nombre. Un tonto leído es eso: un tonto con lecturas.
Habla un poco del nivelón que gastamos en este país de morancos y alguaciles. Que este lecto-gilimendas esté dirigiendo a la manada internética! Exilio, ya.
Saludos cordiales
Dr J.
Por otro lado, si el tipo está todo el día de santo dios moviendo los hilos en twitter, como corresponde a la generación esta de nocillas, germanes sierras, mondadoris, lunas, fresys y olmos, no es tan grave que copie lo del blog (caido en depresiva melancolía intelectual…) al libraco. Es lo que pasa cuando tu mejor creación es un doble de ti mismo al que retroalimentas con ínfulas narcisistas, Vicentito.
Pues está resultando brillante el grupito este de avispados: Fdez Mallo, acusado de copiador de títulos y nombres de autores universales, retira el libro pa no ir a la trena (donde podria impartir un taller a los reclusos, en plan celda 201). Olmos, peleándose con sombras internéticas que le acechan y no reconocen su gran genio universal. Abdullah Fresy emparanoiao con el Foster Wallace, te mete ocho párrafos de fraseo sicotrópico para decir «estabamos tirados en una acera de malasaña aburridos y comiendo pizza, como siempre, pensando en como ser famosos siempre siempre, como siempre». Emocionante. Y lunita haciéndole palmas con las orejas a Claudio Lamadrid para que le suba el sueldo. Brillante. Luego, crean falsas polémicas entre ellos -la critica de Fresy Abdullah a Vicentito- para ver si venden algo, porque están a dos candles.
Sin olvidar que el Mora cobra, por ahora, una pasta por tocarse los huevos en el Instituto Cervantes de Marrakesh. Allí es director por la puta cara, todo el día metido en facebook y twitter y se supone que sus empleados enseñando español a los cuatro moros que pueden para los cursos. Ahora dice que deja el blog una temporada. Será que le tiene miedo a la gentuza del PP, que como él está significado como sociata andalú, se teme que le vayan a dar la patada y ahora dónde va él son esos pelos. A Cajasur otra vez desde luego no, allí sí que no hay ya pasta para nada.
Cajasur, donde le colocaron los curas -están la mayoria imputados…- sería buen destino. De bibliotecario consorte, eso sí: con skype. Pero no te preocupes que Vicentito Luis es capaz de pillar cacho con Rajoy, de la Concha, o del pedrasco.
Menudo es él. Tiene los nudillos doblados de tanto trabajar, callosidades. Cosas veredes.
Interesante como el grupito de Vicentito, Fresy, Luna, Claudito, etc, han guardado silencio cuando salió el rumor de Vargas Llosa pal Cervantes. Normalmente, lo hubieran puesto a caldo en twitter,si hubiera sido cosa de un premio o asín. Pero claro: ahora chitón. No vaya a ser que le ponga de patitas en la calle. O les quite algún bolo mundial a los chicos de Mondadori.
Vicente Luis Mora y los cuentos chinos: las piruetas de su «crítica» de Richard Yates, de Tao Lin.
http://elgransurmano.com/vicente-luis-mora
VLM en su facebook hace una lectura diferente de todo esto, nomás que para quedar bien, del tipo «es normal que mi libro resulte tan polémico, eso significa que va bien, de hecho estoy contentísimo con la crítica». Además desliza alusiones sin concretar como si existiera alguna animadversión previa del crítico… «ya os contaré», anuncia. Lo más divertido son los comentarios de sus acólitos: «Ánimo, Vicente, ahora sí que me voy a comprar el libro», «¡siempre tan polémico, Maestro!»…
Anyway, auguro que de aquí a uno o dos años VLM caerá en desgracia y hasta sus mejores amigos lo negarán.
Así que, ¡ánimo Vicente!
Lo cierto es que el tal Lynch es un tanto capullo, o un mucho. Mira que poner el DNI en su web: http://www.enriquelynch.com/ Como si hubiera puesto el RH. Se lo pone a huevo a los coleguillas del Visente para desacreditarlo, como un desesperao (otro) de la cosa culturá. Ahora el Visente se dedica a poner cosas sobre las mujeres y las parejas en su feisbuk. Seguro que está zeparándoze de la hermana de Vega, su mujer o pareja o lo que sea.
Aquí también le dejan en su sitio al pobre, jajaajaja….
http://joekelso.blogspot.com/2012/01/mundilloliterario-town-la-fotonovela.html
Son legión. Cada vez nos queda menos para ser leyenda.
http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9104748
¿Qué más dará El paraíso perdido que el sms de un cani? Total, los dos tienen letras y sirven para comunicarse, ¿no?
Estimada Sargento Margaret,
Adjunto un enlace del blog de Fernando Valls sobre «nocilleros», híbridos varios y otras hierbas aledañas para seguir con la discusión:
http://nalocos.blogspot.com/2012/02/la-hibridez-generica-y-la-sopa.html
Saludos marciales,
Peter
Alguna vez habría que hablar de Elena Ramírez, de los manuscritos que ha dejado escapar, de los compromisos adquiridos por García Ortega que tiró por la borda, de todos esos autores nuevos o consagrados que rechazó, para luego publicar… ¡Alba Cromm y El lectoespectador!
Esa mujer tiene un radar en el nariz, para detectar la basura.
Lo más increíble de todo es que la tal Luna esa no haya publicado más que cuatro frenazos de braga húmeda en una editorial minúscula y se la nombre (aquí o en Pernambuco) como si fuera un ente divino. Lo han conseguido, no los ayudéis más: cuando no hay talento, basta con manejar cuatro palabros de la tribu «in» y poner cara de ácrata perverso y dispuesto al exabrupto para dar el pego ciber, habida cuenta de cómo está el patio de profundidades intelectuales en esta generación siglo XXI que nos ha tocao vivir. ¡Aydiós!
Jojojo… Me encanta. Menudo descubrimiento de blog.
Vicente Luis Mora, Joaquín Pérez Azaústre, Pablo García Casado, Salvador Gutiérrez Solís, así como otros tantos chupasuelas, en los 90 consiguieron que el PSOE andaluz los encumbrara a altos cargos de la cultura, desde donde se han dedicado a mover los hilos a su favor y el de sus amigos (siempre enemigos). Este inútil en el Cervantes, el García Casado como director de la Filmoteca de Andalucía (se sacó la carrera de Derecho de mala manera en Córdoba), el Pérez Azaústre chupando en Cosmopoética… En fin, Serafín, qué bueno que al final todo se acabe sabiendo. Gracias a los valientes como Lynch y la Sargento.