En una magnífica entrevista que en enero de este año le hizo Enric González y que publicó Jot Down (aquí), el escritor Juan Marsé respondía así a la cuestión del éxito y el fracaso:
…sólo yo puedo saber la distancia entre el ideal que me he propuesto al ponerme a escribir una novela y lo que he conseguido. En este sentido es clarísimamente un fracaso. Eso no quita que lo que yo veo como un fracaso otros puedan verlo como un éxito, pero para mí es un fracaso. Particular, relativo y todo lo que quieras, pero fracaso.
Balzac decía que era muy fácil imaginarse una novela y muy difícil escribirla.
Por eso es de agradecer lo que el escritor Arturo Pérez-Reverte está haciendo en novelaenconstruccion.com (aquí). Está relatando en ese blog sus investigaciones, las dificultades con las que se va encontrando y, lo más importante, sus intenciones, lo que quiere que sea esta nueva novela. Todo ello durante el proceso de escritura. El escritor, sin duda, se la está jugando.
Un ejemplo: en la entrada de 29 de abril, la que titula “El salón de palmeras (I)” (aquí), cuenta que dos personajes, en apariencia principales, bailan sin música. Pérez-Reverte describe luego lo que intenta transmitir con esa escena:
Ahora sólo falta que el lector, cuando lea, oiga la música que no se oye pero que ellos oyen. Los vea evolucionar en el silencio.
Digo que el novelista se la está jugando, porque cuando leamos el libro querremos escuchar la música que solo los personajes tienen en sus cabezas. Pérez-Reverte tiene ahora que hacer sonar la música solo con sus palabras, las que escriba.
Por eso creo que lo que Pérez-Reverte está haciendo es muy valiente. Porque podría estar levantando acta, por anticipado, de su fracaso. Ahora; como le salga una novela redonda, nos descubriremos, maestro.
El chiste del mes. ¿Pérez Pervierte? ¿Maestro? Anda ya, no me jodas. Y después tienes los ovarios de criticar a Olmos.
Me quedo con Juan Marsé. Creo que lo de Pérez Reverte es simplemente autobombo, mercadotecnia… En fin
¿Pérez-Reverte Maestro? Coño, no sabía yo que esto era un blog de humor absurdo y que la Sargento Margaret era en realidad Luis Sánchez Polack («Tip») disfrazado.
Querida Antonia (cuando escribo esto, y perdona, me veo en el papel de Omaita, la de Los Morancos).
Ahora en serio
Querida Antonia y demás parlamentarios/as del partido de la oposición: solo os pido que leáis lo que hasta hoy ha escrito Pérez-Reverte en «novelaenconstruccion.com» -es poco, se tarda solo 15 minutos- y luego me digáis si es incorrecto llamarlo «maestro». No hablo de sus novelas para no encabritaros.
Aviso: quien sea de los que piensa que armar una buena trama o un argumento interesante y construir personajes sólidos, no es importante para escribir una novela, que se abstenga de entrar en esto de don Arturo.
Un saludo
La sargento Margaret
¿Pérez Reverte, maestro de qué?
Luego decís que Javier Marías no debería ser novelista. ¡Ahora lo entiendo!
Javier Marias es recalcitrante
y resulta que no permite comentarios en la página… pero sí compartir en twitter, facebook, google+…
en fin, este señor con los años cada vez está peor.
¿Desde cuándo admitir o no comentarios en un blog (se entiende que para regalar insultos, claro) influye en la valoración del contenido o del autor? No entiendo la apreciación, si la pueden explicar, sería interesante conocer ese concepto que tienen algunos de lo que es un blog…
Interesante asunto, si señor.
La sargento
No perdamos perspectiva. Pérez Reverte valiente y un gran intelectual? Vale, que compre esa idea el que quiera. Que esté en la RAE y que sea justo? Idem.
Alfaguara decide jugar a una novela en construcción, estupendo. Mañana será Fernández Mayo u otros. Pero no nos equivoquemos ser valiente no tiene nada que ver con esto. La confección de una novela nunca puede ser la noticia. Es la novela la que tiene que serlo. Como Pérez Reverte no es contemporáneo (aquí no tendremos dudas, digo yo, de hecho si has leído a Dumas y a Pérez Galdós, casi que te sobra este señor) esta idea parece que es supermoderna…
(aquí iba a poner escritores y compararlos con Reverte, pero me dio la risa y ya no los pongo…)
En fin, será el signo de una época.
Cuando digo que es valiente, amigo xmpb, me estoy refiriendo a que nos está contando sus aspiraciones en referencia a su nueva novela. Nos esta desvelando el nivel al que a él le gustaría llegar. Con este blog, Pérez-Reverte se arriesga mucho porque luego, cuando publique su novela, si es mala, sus críticos lo van a tener muy fácil, va a ser muy sencillo ponerlo a parir, bastará con volver al blog y comparar lo que el escritor quería con lo que ha resultado sobre el papel. En la respuesta de Marsé que coloco al principio del blog queda muy claro. Los escritores siempre se guardan para si lo que les hubiera gustado trasmitir en sus libros y casi siempre (salvo que se trate de arrogantes enfermizos con el ego inflamado) reconocen en su fuero interno que se han quedado cortos. Nunca, o casi nunca, el libro acaba estando, una vez impreso, a la altura de lo que soñó el autor hacer. Pero solo el escritor sabe lo lejos que quedó. Pues Perez-Reverte, con este ejercicio de trasparencia, nos descubre lo que otros autores nunca dejan ver. Por eso es valiente. Coño, que hay que dároslo todo mascadito, Leñe!!!
La sargento Margaret
PD: Alégrate, amigo xmpb, porque con esto podrás luego criticar a Pérez-Reverte sin necesidad de leerte su novela. ¿Ves que bien?
La sargento Margaret
Tengo un problema, bueno realmente muchos, pero al respecto, como me educaron en un colegio de curas, por vuestra culpa tendré que leer la novela de Pérez Reverte… pero me niego a leer como dice él que la escribe…
Yo creo que cuando se escribe nunca se tiene conciencia plena de lo que va a salir, y desde luego el resultado es el que es. Una cosa es la vida soñada y otra la real. Queremos escribir como Bolaño y escribimos como Corín Tellado. Pobre García Márquez que ni se imaginaba que le iba a salir lo que le salió de la familia Buendía…
Pues estoy con Margarita. Reverte ha hecho una buena finta a esos que van de Matrix 2.0. Aúna en una jugada pedagogía, modernidad, marketing, ensayo y la escritura de su propia novela, y es lo suficientemente famoso para que este experimento tenga algún interés en el que aduladores y críticos se enzarcen en debates del que sacará beneficio monetario y supongo que literario.
Maestro no sé si será (bueno, si que lo sé, pero no lo voy a poner para que no me caiga a mí también una regañina…¿cómo me voy a meter con un señor que vende tropecientos mil ejemplares de cada libro; verdad, señoras?).
Lo que sí que tengo claro es que valiente, es el más valiente de todos. vamos, que se pone un casco y un chaleco antibalas y se va a la guerra que quieras y luego lo cuenta y todo… qué tío…
Mi pregunta es: de acuerdo, perézreverte.com hace una experiencia de construcción literaria on line que lo flipas en colores…. pero ¿a quién le importa?
Coño, que hablamos de Pérez Reverte, no de Flaubert…
Amén
«Básicamente es una historia de amor. Peligrosa y turbia, creo. Un hombre y una mujer se encuentran tres (breves) veces en su vida. Una aventura que empieza en 1928, sigue en 1937 y termina en 1966.
Escenarios. Llevó tiempo determinarlos. Cuidadosa selección. Al fin, Buenos Aires (Argentina) 1928. Niza (Francia), 1937. Sorrento (Italia), 1966. Tango, espionaje, delincuencia, ajedrez. Hoteles de lujo y lugares sórdidos. Un viejo canalla y la mujer que pudo cambiar su vida. O que en cierto modo la cambió»
¿El tiempo entre costuras reloaded?
-Mira mamá, mamá, mamá, mírame jooooooo no me estás mirando, miraméééééé. MAMÁÁÁÁÁÁ.
-Arturito, cielo, si te estoy mirando ¿qué quieres?
-Ya nada, te lo has perdido.
Si se me permite, me gustaría hacer una nueva aportación para que todos podamos apreciar el genio del Maestro. Tras una rápida consulta a la wikipedia, he comprobado que el Maestro ha publicado, desde el año 86, («El husar»), la friolera de 28 títulos, entre novelas largas, cortas, alatristadas, recopilaciones de artículos, etc… es decir, ¡más de uno por año! Ya sé que no parece tanto, pero hay que tener en cuenta que en sus primeros años como escritor (los de producción literaria más lenta) compaginaba esta labor con sus ocupaciones en Televisión española, en ocasiones allende los mares (y en lugares de ambiente peliagudo, pocos dado a la ensoñación literaria) y hoy la compagina con su actividad bloguera y tuitera, lo que no es moco de pavo, como todos sabéis…
Además, no me he detenido a calcular la ratio de páginas por año, pero, teniendo en cuenta que algunas de sus obras, como «La carta esférica», casi llegan a las 600 paginacas del ala y otras, como «Un día de cólera», supera las 400, supongo que el resultado de la cuenta no estará nada mal…
Así que, si después de esta frenética actividad literaria pensamos que ahora mismito, además de escribir una nueva novela, nos está contando valientemente en un blog su proceso de construcción (¿se puede decir «de pre-deconstrucción? ¿No? Lástima…), la conclusión es que don Arturo, además de ser un fuera de serie como narrador (así lo atestiguan sus ventas, ¿no?), valiente como ninguno, académico de la Lengua y sin pelos en ella, debe de ser el escritor más trabajdor de España, con diferencia.
Bueno, no, perdón: ¡Lo supera César Vidal!
Me interesa bastante el Pérez-Reverte de «El húsar» y el de «La sombra del águila». Incluso puede que también el de «Territorio comanche». El resto, ya no tanto.
Aunque reconozco que he pasado buenos ratos con Alatriste.
Pervierte ha leído El lectoespectador de Mora y se ha flipado con el internexto. No queda otra. Tú sigue sin leerlo que no sabes lo que te pierdes. Foster Wallace, tú espera. La fiebre Danielewski va a ser demencial. Libre Dios a este país de que los modernos descubran Larva y las pantpáginas del Juli, los mapitas de Londres, los hipertextos, el poundemonium y a Doctor Freud y Mr. Joyce.
A mi es que la composición de las novelas de «Alatriste» me parece la perfecta trasposición de lo que en el mundo de el comic se ha denominado «decompresive storytelling»: El hombre se tira una novela para narrar lo que Dumas hacía en tres o cuatro capítulos.
A mi su composición de personajes y recreación de ambientes históricos me convence bastante, pero lo dicho, se enrolla el hombre tanto a veces, que…
que de bilis esparramá, vive dios! …por favor, pasen la fregona… mi sargenta, su entrada de hoy la honra, porque aún sospechando que poco ha leído usted al señor Pérez Reverte, ha tenido la decencia de abogar (sabiendo la que le iba a caer encima), por una iniciativa arriesgada de un escritor que no necesita subirse al alambre… enhorabuena y para todos los demás, Omeoprazol
Ya. Pero es que cuando alguna vez te has gastado tus euritos (bueno, tus pesetillas, que eso fue hace años) en un libro bastante ramplón, que te han vendido como si fuera la caraqba, pues jode. Yo a alguno que otro le tengo rencor, pues sí. pero son negocios, nada personal.
juajua, creo que no he llegado ni a eso (los que tengo, que por cierto no he leído, son regalaos)
Yo leí territorio comanche y creo esta bien para que se inicien los niños y leer en hospitales o establecimientos penitenciario, pero no volveré a leer nada de él , se cree un » Cervantes » y es algo anodino, no es mal escritor pero tiene un punto de predicador y sabelotodo que aburre en demasía,
Saludos
Dejando la literatura de Reverte al margen -que no me interesa lo más mínimo- este rollo del blog del proceso de creación me parece que no deja de ser una herramienta más de promoción. Por no hablar de lo chorras que parecen algunas entradas. ¿A mí que coño me importa que el reloj del protagonista sea un Un Omega Seamaster Deville de 1966? Debe ser cojonudo no tener nada que hacer en todo el puto día y poder estar mirado fotos de relojes por ahí o mirando hoteles y tomando café a cuenta de la futura novela. A ver si tiene huevos el Reverte y nos va contado todo el proceso, trama y final incluido. Yo te adelanto que no, que nos vendrá con alguna milonga de «ahora les dejo para sumergirme completamente en la novela. Nos veremos en la promoción.»
Un beso, Maggie.
Sr. Tongoy, es que tampoco tengo claro que sea Reverte el que se dedica a mirar relojes todo el día… esto a lo que tiene pinta es a reportaje del Pais Semanal, del tipo «como se gestó la nueva novela de Pérez-Reverte». Solo que ahora lo publican, aunque sea en un blog, antes que la novela, tratando de parecer más fresy-cool, que es lo que se lleva…
No deberíamos dejar a Reverte tranquilo con sus relojes y su proceso de escritura feliz con su intelectualidad de bote y todo eso? Acabaremos por pensar que es objeto de debate, y hay cosas más divertidas. Por ejemplo, el otro post de la nueva literatura post post post (que el día que descubran que la nocilla solo se vendía en españa se pegan un tiro). Os imaginas en holanda la generación nutella?
Me voy a los otros post…
XM Pacho
Disiento, querido Tongoy, porque entiendo que Pérez-Reverte ya se está mojando. Te pongo un ejemplo: el pasado día 6 contaba que busca consejo en los maestros (cita a Dostoievski, Balzac y Dickens, entre otros) y escribe:
«Por eso ayer, en busca de consejo, de orientación sobre ciertos aspectos de un personaje, subrayé algunos fragmentos de Stendhal en su “Viaje a Italia”. No irán directamente a la novela, pero sí formarán parte, quizás, del entramado que la sostiene por debajo. Son como vitaminas oportunas. Tazas de café sólo y sin azúcar que estimulan el trabajo propio: “Al cabo de un rato, la sonrisa falsa de una mujer en una fiesta se vuelve mueca”… “Cuando languidece su conversación, no es por aburrimiento, sino por prudencia”… “En él, las pasiones no intentaban disfrazarse de elegancia”…»
Con eso está creando unas espectativas en sus lectores que luego habrá que ver si, con la novela ya en el papel, satisface.
Yo te digo que me leeré la novela con una mano mientras en la otra tengo el blog, el de Pérez-Reverte. Pienso comparar, claro. Ya te contaré.
Un abrazo, Carlos.
la sargento Margaret
Pero, ¿acaso no hacen eso todos los escritores? Es sólo una suposición pero no me parece que sea tanto mojarse. No creo que uno pueda evitar meter en la novela sus lecturas. Que Reverte diga cuáles son no me parece digno de elogio, la verdad.
Hace muchos años, demasiados, leí “Las amistades peligrosas” y recuerdo algo que me llamó mucho la atención. El protagonista confesaba a “la mala” (Glenn Close en el cine) que antes de salir a seducir alguna mujer leía un libro determinado con la intención de conseguir el “tono” correcto. Ni que decir tiene que elegía el libro en función del tipo de mujer. Me pareció genial en su momento; luego descubrí que, al menos en la escritura, era algo bastante habitual. Lo de Reverte parece exactamente eso: buscar en los Maestros el tono que quiere para cada momento. Pues vale, cojonudo, ¿y?
Jonan, yo no creo que sea por ser más freycool (que también) sino precisamente para salir en EPS como el artífice de una idea genial. Publicidad gratis, en definitiva. Que me parece cojonudo, que conste; simplemente no me parece que sea para tanto.
Saludos,
Señora sargento: ¿se está usted quedando con la peña pero a base de bien, no?
Esto sí que es provocar y no lo que hacen los post-nocillos ésos…
«Son como vitaminas oportunas. Tazas de café sólo y sin azúcar que estimulan el trabajo propio»: parece que lo ha escrito una solterona, tomando te, en una mesa camilla. Es malísimo. Ni Corín Tellado.
Todos lo hacen, cierto. (y me parece una técnica necesaria y correcta) Pero no lo cuentan por anticipado, como está haciendo Pérez-Reverte. Como decía Marsé, solo el autor sabe lo lejos que su novela en el papel quedó de lo que quería escribir cuando la planeó. A eso me refiero.
Un abrazo
La sargento
Importa porque Alfaguara seguramente se llevará un pico.
Y Pérez un pack de relojes.
Para entender al maestro:
elgransurmano.com/perez-reverte-mili
Lo del baile sin música esta inspirado en el momento de iluminación que cuenta Paul Auster en s cuaderno de invierno, hacia el final.
Poco original
Arturo Pérez-Reverte ama profundamente el castellano. Con su web novelaenconstruccion.com en el fondo ayuda y anima a que quienes podrían escribir una novela en castellano y se atascan en las dificultades, encuentren el impulso corrector que les permita seguir manos a la obra. Sus entradas obran el milagro del «espejo mágico», es decir, ordenan y expresan todos esos comentarios desordenados que tenemos en nuestras mentes menos estructuradas y entrenadas en el idioma. Al leerlos, en las magníficas líneas que nos regala el maestro, nos decimos: «eso es exactamente lo que me pasa», y entonces nos lanzamos a la ingente tarea. Así, hasta la siguiente entrega. Nos desvela de nuevo el escollo. Rompemos todo y avanzamos otro trecho.
Cuando el Maestro concluya lo que será una obra extraordinaria, como acostumbra, tal vez habrá en las pilas de originales por leer de algunas editoriales. otras de las que nadie sabrá su parentesco.