Leo el artículo de hoy de Ignacio Echevarría en EL CULTURAL (aquí) y me cabreo. Según Echevarría el escritor Reinhard Baumgart, en 1968 y basándose en los textos de Walter Benjamin, ya anticipó el desprestigio (que venía) de la crítica literaria. Según estos tres hombres tan inteligentes (Echevarría también lo es), a finales del siglo XIX, gracias a la expansión de la prensa escrita, muchos lectores, que hasta entonces solo leían, pasaron a ser también autores, con lo que se “trastocó” la jerarquía entre autor y público. Conclusión: si el lector también escribe, si puede dar su opinión, entonces –apaga y vámonos- el crítico deja de ser miembro de un club exclusivo de iniciados y pierde (o perderá) su prestigio.
Termina don Ignacio su artículo (titulado “El crítico como disc-jockey (I)”) retándonos a “proyectar” el diagnóstico de los dos intelectuales alemanes sobre la “nueva era de internet” para, de ese modo, conocer de antemano de que va a ir su próximo artículo. Pues yo, que me meto en todos los charcos y me encanta entrar al trapo, acepto el reto. Lo hago, sobre todo, porque no me supone ningún esfuerzo; a este se le ve venir. Lo que va a soltar Echevarría la próxima semana es que hoy, que hasta el más tonto tiene un blog, que todos escribimos e-mails, que cada hijo de vecino tiene cuenta en twitter y facebook , se ha popularizado lo de dar la opinión sobre el arte y que por culpa de esa democratización (Aquí Echevarría, ya lo verán, utilizará “vulgarización” o “generalización”. Es que Echevarría pertenece al grupo de los iniciados, de los integrantes de la “alta cultura”, y yo no) se ha perdido el respeto a los conocedores del secreto, a los sumos sacerdotes, a los críticos literarios. Por ahí irán los “derroteros” de su próximo artículo.
Lo que me cabrea es que la culpa siempre es de Internet.
Cuando hace unos años la industria del disco musical entró en crisis, la culpa era de las descargas ilegales en intenet. Nadie de dentro de la industria se atrevió a reconocer los abusos en precios y distribución.
Cuando la industria del cine estuvo a punto de irse a pique, ídem de ídem. Que si las descargas…
Ahora que la industria editorial se va a tomar por culo, ¿culpables? Internet, Amazon y el e-book. Pero de la ineficiencia de las editoriales y la falta de profesionalidad de los editores y de la cada vez más baja calidad de lo que se publica, no hablamos.
Echevarría, un llorón como el resto, también le va a echar la culpa del desprestigio de la crítica literaria a internet. Pero no va a reconocer -cómo, si es uno de ellos- que si los críticos han dejado de ser de fiar es porque han perdido la independencia. Y la han perdido porque 1.- en los suplementos solo se reseñan libros de grandes editoriales (las que pagan la publicidad) y 2.- los críticos no se atreven a decir la verdad sobre esos libros para que las editoriales sigan pagando la publicidad y así el medio de comunicación -que ya no vende en la calle ni un ejemplar- les pueda seguir pagando las cuatro pesetillas que les dan y, lo más importante, puedan ellos, los críticos, seguir poniendo su firma todas las semanas en ese medio.
Eso es lo que me cabrea. Menos llorar y más autocrítica, hombre.
Vean lo único que vale la pena hoy en EL CULTURAL: las reproducciones de los cuadros de Hockney
OTRA COSA DIFERENTE
Les recomiendo la lectura de este artículo, “La agonía de escribir”, de la escritora Anna Quindlen (ganadora del Pulitzer de periodismo en 1992) sobre lo que cuesta escribir (aquí)
Solo traduzco lo más destacable:
Odio escribir. Me tengo que forzar todos los días a sentarme y empezar.
(…)
«La inspiración viene durante el trabajo, no antes», escribió Madeleine L’Engle. Y para que eso suceda hay que sentarse en una silla. Yo no creo en el bloqueo del escritor. No es que a veces no se pueda escribir, lo que de verdad ocurre es que no se puede escribir bien. La experiencia me ha enseñado que escribir mal, a veces, conduce a algo bueno. No escribir nada de nada conduce sólo a las reposiciones de «Law & Order” (serie de TV)
(…)
Creo que todas esas comidas hicieron que disminuyera la producción de Truman Capote.
O tal vez que hablaba mucho acerca de su trabajo. Si se habla mucho, luego no se escribe. (…)Si escribes otras cosas, tampoco vas a conseguir escribir bien cuando te pongas. Una de mis profesoras, B.J. Chute, nos decía que no debíamos coger puestos de trabajo que requiriesen escritura del tipo que fuera, porque no había ninguna posibilidad de que después, al llegar a casa de noche pudiéramos retomar nuestro propio material. Pero ella es anterior a Internet, que es bastante más peligroso para un autor.
Estoy convencida de que sólo hay una cantidad determinada de palabras por día en el cuerpo humano: Si escribes algunos e-mails largos y unos cuantos tweets, las has agotado.
Este artículo de Anne Quindlen fue publicado en el Wall Street Journal el 20 de abril de 2012.
Se le veía venir. Al final, ya sabes, sólo puede quedar uno. A ver si tiene suerte y es él.
Por cierto, en el primer AQUÍ no hay enlace.
Saludos,
Querido Tongoy:
Mi cuñada siempre dice que nació en una época equivocada. Según ella, debía haber nacido en el siglo XVIII, en Inglaterra, y en una buena familia. Así hubiera tenido 2 cocineras, 4 limpiadoras y 3 niñeras.
Mi cuñada, te adelanto, es gilipollas.
Pues lo mismo le ocurre a los críticos literarios españoles (lo primero, no lo segundo, entiéndeme). Ellos han nacido muy tarde. Asi lo piensan. A casi todos les hubiera gustado ser Samuel Johnson, pasearse y reinar en el mundillo literario inglés de hace 250 años y que luego un tal Boswell les hiciera una magnífica biografía. Una vez sentados, en el cielo, junto a San Pedro, le dirían: «Mira Peter: lo de Boswell es un magnífico libro porque la materia prima, el sujeto biografiado, es decir YO, es de primera calidad. Si no, a ver…»
Por eso a estos criticos literarios que sufrimos en este país les jode tanto lo de los blogs, el libro electrónico y todo lo relativo a internet.
No he metido el link que echas en falta porque los de EL CULTURAL aún no se han dignado a colgarlo en la página web.
Querida Nuria Azancot: Deja ya de comer y ponte a colgar los artículos de hoy en la web. Venga, chica.
Un abrazo
La sargento Margarittttta
Hoy mismo, el amiguete Lamadrid de editorial Timadori se cuelga un twitter de auto exaltación, el chico está incluido en la lista de 50 + influyentes del mundillo.
http://publishingperspectives.com/2012/05/argentine-survey-picks-top-50-people-in-spanish-language-publishing/
@claudiothelopez Las 50 personas más influyentes en el mundo editorial en español
http://bit.ly/KHre9T / In good company
En dicha listado, también nos representa el Ecehvarria a Ispañistán. Este critico, alguien me podría decir de qué vive, de qué aura está imantado? Porque lees sus columnas en elmundo, en su suplemente de 30c cts, y vamos, el Harold Bloom, a su lado, un becario de la Balcells. Qué tono, qué aires se nos gasta el chico. Qué pontificación! Cuales son sus méritos, exactamente? Haber troceado, empaquetado, compendiado, desglosado y manufacturado todos y cada uno de los párrafos encontrados en los diskettes 3 1/2 del bueno de Bolaño? Cuanto me alegro. Personalmente, me cae bien Bolaño. Si bien pienso que su vida ha sido utilizada al servicio de una gigantesca operación promocional de venta de identidad -vuelve el mito del escritor heroico, antisistema, beat, jipi, …esa actitud..- que a veces no sabia bien si estaba al servicio de una marca de jeans o de una multinacional de gafas italianas.
Lo glorioso sería que Echevarria -su último servicio a Anagrama, prologando Antagonía de Luis Goytisolo, en similar tamaño tetrabrik a lo 2666- nos intentara vender, no sé, moderneces más pequeño burguesas y refinadas, no sé, los diarios engolados de Trapiello, por ejemplo. Eso sí que tendría mérito. Que consiguiera publicar a Trapiello a los yankis, en edición bolsillo, y exportaramos sus dietarios del Ego. Mientras tanto, Echevarria, tu tranqui con el mundillo de las cloacas internético, que a ti siempre te quedará esa mesa redonda, ese cursito de verano, esa entrevista patrocinada, ese manera de moverte. Como a Rodrigo Fresán y tantos. ¿Qué va a ser lo próximo, camisetas serigrafiadas con marcas editoriales en congresos de la Casa América o el CCCB? Pero para los aires de grandeza y aristocracia perdida, nada como tu columnita en elmundo, llena de cocodrilitos risueños e inteligentes como tú, amol mío. Tan modelno, tan kitsch. Que te tengo de salvapantallas..
Primero fueron los críticos culturales. Luego la tele. Ahora internet. Desde que empecé la carrera no he oído más que lamentos sobre la pérdida de prestigio de la crítica literaria. Hace más o menos diez años había un puñado de críticos serios y rigurosos que hoy se han retirado a sus aposentos para trabajar en las catacumbas de la cultura por falta de altavoces. La crítica rigurosa no interesa a nadie. Ni a autores, ni a editoriales, ni a medios ni al gran público. No me creo que Echevarría no lo sepa. Pero que no nos vendan más motos, que ya no nos caben en el garaje.
Hola. permitidme un comentario, para no perder la costumbre: yo hace tiempo (antes incluso de Internet o al menos, de que yo lo utilizara) que dejé de ller las críticas literarias de los medios españoles. me parecía que eran excesivamente blanditas (sobre todo con los autores «consagrados»), por no hablar del vidente pasteleo que dejaban traslucir. Curiosamente, el único caso que recuerdo de una crítica negativa la realizó precisamente Echevarría, y creo que le costó el puesto… supongo que ya sabéis a lo que me refiero. en cualquier caso, veo que la situación no ha cambiado desde que yo dejé de leer el Babelia,por ejemplo…
En cuanto a que sólo puede quedar uno… igual ni eso. pero se lo han ganado a pulso. Éstos sí.
Como yo siempre me salgo un poco de madre voy a comentar una noticia sobre un libro que acaba de publicar la editorial más mamarracha de este país (y ya es decir mucho), editorial Espasa.
Se trata de la primera novela del cineasta (que no escritor) Agustín Díaz Yanes, al que las editoras compraron su novela con sólo una breve sinopsis en un par de cuartillas. Es impagable cómo lo cuenta periodista de boca del propio autor:
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/08/actualidad/1336500607_466363.html
«De casualidad llevaba en su mochila unos folios escritos sobre una conspiración económica en España. Ese primer capítulo de una posible serie de televisión fue lo que se llevaron las editoras de Espasa en el encuentro que tuvieron con el cineasta Agustín Díaz Yanes, al que habían convocado para tantearle sobre una posible novela. Díaz Yanes acudió a la cita con la intención de hablarles de un libro de toros, pero finalmente, en un alarde de prestidigitador, les ofreció esas hojas que guardaba en la mochila. Al día siguiente, ya tenía el encargo. (…)»
Así está la literatura en este país, con pseudo editoras (voy a decir los nombres de las editoras de Espasa: Míryam Galaz, Ana Rosa Semprún, Pilar Cortés, etc…) que compran obras SIN ESTAR ESCRITAS a AUTORES NOVELES, mientras grandes novelas YA ESCRITAS de todo tipo de escritores se quedan en los cajones porque ellos no son famosos ni tienen padrinos.
¿Alguien da más? ¿Nos aproximamos al retrete del Apocalipsis?
Es que en Espasa se nota que tienen un criterio editorial coherente: a uno le van a publicar con presentar un par de folios con una idea y en cambio, a Eloy Moreno, del «Bolígrafo de gel verde» , después de que él mismo lo editase, distribuyera e incluso promocionar, ofreciéndoselo a los clientes de las librerías de Castellón…
Claro, que si hubiese sido un director de cine conocido y tal, igual la cosa habría sido diferente…
No es por ofender, Jonan, pero aunque lo del chico Eloy Moreno y su obra con el peor título de la historia sea elogioso a nivel de promoción y merezca todo mi apoyo por haberse autopublicado y luego publicado en una editorial «importante», la calidad de la novela no llega ni para figurar en las estanterías del Eroski, es un ejercicio de redacción de niño de segundo de Primaria al que le dejan la asignatura suspensa para septiembre.
Una aclaración, querida Antonia: a mí no me interesa para nada el libro del «Bolígrafo del gel verde», por lo menos después de haberlo ojeado (¿o se escribe hojeado?), precisamente en un Eroski, mira tú… Y tampoco me parece que sea un ejmplo a seguir, por más que tenga mérito lo que ha hecho el autor. Pero pienso que son los EDITORES los que tienen que relaizar el trabajo EDITORIAL y no los escritores, ¿no te parece?
Lo que pasa es que no deja de ser chocante que se hayan dado los dos casos en la misma editorial: el que aún no ha escrito el libro (ni sabía que lo iba a escribir) pero se lo publican, y el del que lo escribe, lo edita, lo promociona, etc… por su cuenta, antes de que la editorial se decida a publicarlo. Revelador.
Mary Margarete, llevas toda la razón del mundo. Brillante el artículo.
Antonia, has definido a la editorial Espasa insuperablemente: «la más mamarracha de este país». Si tenemos en cuenta que este país es el más mamarracho de Europa, ahí queda eso. Esa ilustre tendera, Ana Rosa Semprún de Castellane, que babea ante cualquier mierdecilla televisiva y les baila el agua y les lame el culo -mmmmmm- es una analfabeta sinvergüenza. Además es experta en trucar la báscula.
«La trama de Simpatía por el diablo, homenaje claro a la mítica canción de los Rolling Stones, se inicia en el despacho de un poderoso banquero y el descubrimiento por parte de su secretaria de un documento muy comprometedor.»
Pues tanto la editorial como la redactora de la noticia se han cubierto de gloria, porque si el título de la novela del cineasta metido a novelista (otra muestra más del intrusismo que tanto fomentan dichas editoras, que este año le publicaron una novela a otro cineasta, Julio Medem) es un homenaje a la canción de los Rolling, está mal traducido. Traducir «sympathy» por «simpatía» es uno de tantos «falsos amigos», pues en este caso concreto tiene el sentido de «compasión», nada que ver con «simpatía».
Y de la trama mejor no hablar. Parece sacada de cualquiera de las cutreseries de Antena 3.
Yo lo que veo en la editorial Espasa es mucho desequilibrio. Publican a autores poco conocidos que no lo hacen nada mal (por ejemplo, «La edad de la ira», de Fernando J. López, una visión crítica de la educación secundaria española), pero a la vez sacan libros de famosillos (ni siquiera escritores) que personalmente no me transmiten ninguna confianza. Quizá estos últimos les sirven para hacer caja y poder publicar a los primeros. De todas formas, no culpemos solo a los editores, porque si estos libros están ahí es porque hay gente que los compra.
Con eso de comprar «obras SIN ESTAR ESCRITAS a AUTORES NOVELES, mientras grandes novelas YA ESCRITAS de todo tipo de escritores se quedan en los cajones» se podría referir también, ilustre Antonia Kardigan, a Timadori o Alfalfa Decay, con autorazos como Antoñito Jota Patinete y su fiel escudero Pablo Muñoz aka Alvy Singermorning, ¿no?
Sin olvidar la famosa editorial que ha prometido publicar su novela a Sergi Bellver cuando la escriba, ¿la ha comenzado ya?
Perdón. Quería decir el «evidente pasteleo», aunque lo del «vidente» también queda apropiado… ; )
Gran artículo (pese a estar en la red y no en papel).
Interesante la inclusión del artículo sobre la agonía de escribir (¿pensaría sólo en los escritores profesionales o, también, en quien lo hace porque cree que tiene algo que merece ser contado?).
Me ha resultado difícil troncharme, pero animo a la patrulla que siga en su lucha.
Viva. Gracias. Ya estaba echando en falta un poco de verdad práctica.
La idea de muchos críticos -y de otros «oficios»- que piensan que han nacido tarde y que en realidad su lugar está en un pasado idealizado ya la refutó de forma «regulera» pero eficaz Woody Allen en Midnight in Paris.
A mi personalmente los críticos, pagados de si mismos o por alguna editorial, nunca me han interesado demasiado. El secreto de la Qabbaláh ya lo tiene hasta Madonna.
El trozo del artículo de Anne Quindlen también podría ir en el post de Reverte, ¿no?
Muy bueno tu apunte, Joe.
Lo pensé la primera vez que leí el articulo de la sra. Quindlen. Si es cierto lo que dice, Reverte estaría (puede que sin saberlo) haciendo un «más difícil todavía». Para mí esto da más valor al salto mortal que está realizando el autor cartagenero.
Un saludo
La Margaret
Me ha encantado el artículo. En parte comprendo la opinión del crítico (es cierto que en los blogs se leen tales tonterías sobre literatura que da miedo que estos sean los nuevos «orientadores» culturales), pero tú también tienes mucha razón en que los profesionales han perdido su credibilidad. ¿Por qué en los grandes medios cuesta tanto encontrar reseñas que hablen de lo negativo de una obra? Es normal que la gente no confíe en ellos y busque las recomendaciones de sus semejantes, aunque no entiendan tanto del tema.
¡Hola a todos!.
Los críticos. Hacen lo que pueden. A priri, parece que no es demasiado prudente atizarle un mordisco a la mano que te da de comer… pero… a base de mantener todo el rato la boca cerrada, esa misma mano puede acabar aficionándose a la suelta de collejas para que cada vez tragues más rápido.
Y ahí empieza el lío. Si los críticos se resisten a criticar (porque no quieren o porque no pueden) tendrán que hacerlo los lectores. Y ahí continúa el problema, ya que algunos de estos lectores van llevar a cabo ese cometido mejor que los conceptuados como críticos. ¿Para qué demonios me voy a comprar el Babelia o El Cultural si a la Maggie (que además me da bolilla y me deja publicar to’s mis caprichos) la tengo gratis total? (repetir de nuevo el párrafo con entonación de chirigota).
Y es que -como he dicho ya en otras ocasiones- si con las cámaras digitales todos somos Mapplethorpe (claro que lo somos), con blogg… (perdón, con WORDPRESS) todos somos (o podemos ser) Henry Miller. Y ahí no puedo estar más en desacuerdo con un tal Millán que ha intervenido antes: «Millán no existe la profesión de escritor y no es posible por tanto hablar en este campo de intrusismos profesionales que valgan».
Agadecer por último a la Maggie (y lo hago porque hay por ahí mucho bobón suelto que no se comporta así) que consienta la publicación inmediata de los comentarios. A mi juicio una forma sencilla y elegante (aunque a otros no parezca parecérselo) de revelarle al mundo que, aunque tengas un blog, no eres tonto del culo.
Un abrazo mú fuerte!
Gracias a ti, Julián, hijo, por pasarte y comentar.
La Maggie, que no puede ahora mismo responderos a las interesantísimas intervenciones que estáis haciendo porque estoy viendo en Televisa una reposición de la telenovela «Cristal» que me tiene enganchada otra vez, como hace 20 años. ¿O eran más?
Un beso a todos. Y portaos bien que luego los reyes magos os traerán carbón.
La sargento.
‘Portaos’, mujer, ‘portaos’. Y esas comas… y esas tildes… Estáis como para salvar la literatura. Empezamos por la ortografía y la morfosintaxis, y luego ya, si eso, vamos poco a poco aprendiendo a leer.
Es cierto, amigo Rat at at. Te agradezco el aviso. Ahora mismo lo cambiamos. Un abrazo.
La sargento Margaret
¿Está reenganchada a la Carapán y al Sinsustancia de su amorsote, sargento?
La verdad es que es un buen antídoto contra los nocillos, lunis y similares. Así como estos pasan de un tema a otro a la velocidad de un copypaste, en «Cristal» se pasaban una semana en la que la trama avanzaba cual caracol reumático. Y no es que se pasaran el rato hablando de naderías irrelevantes: es que podía pasar medio minuto de silencio entre las intervenciones de los personajes.
A diferencia de vosotros, yo sí creo en una crítica académica con criterio, creadora – que no creativa- estimulante y rigurosa. En Cataluña durante un tiempo, corto, parecía que fuera a haberla. Pero no interesaba. Era demasiado crítica con algunos movimientos literarios que se querían hacer con un espacio en el mercado, pero que ofrecían bastante poco. Tan poco que al final quedaron en nada. Era precisamente lo que advertían esos críticos. Pero por molestos acabaron callándolos y callándose. Una lástima.
Vuelvo a repetir que hay que diferenciar entre crítica impresionista (periodismo) y crítica académica (filología). La crítica impresionista, entre otras cosas, es una herramienta promocional y, por consiguiente, cumple su función a la perfección como un saber subjetivo, parcial y transducido (habitualmente por los intereses editoriales), ofreciendo al lector información (doxa) acerca de la obra (reseña); antes bien, la crítica académica analiza, instruye y sopesa, pertenece al ámbito de la filología y entrega, por lo tanto, un saber objetivo y contrastado, esto es, un conocimiento (epísteme) sobre la obra literaria (crítica). Otra cosa es que, como ha dicho Ire, esta última interese sólo a unos pocos, por una sencilla razón: no está al alcance de todos. Para eso se estudia Filología y no Periodismo. El problema radica aquí: demasiados diletantes hablando y escribiendo en nombre de los profesionales del sector, así es, los filólogos (aunque ser filólogo no implique tener un conocimiento profundo de las Letras, ojo, que todo el que haya pasado por una Filología habrá sufrido la grata ignorancia de compañeros bibliofóbicos).
De ahí que la virtud de literatos como Echevarría, Reig y Villena (es una casualidad que sean filólogos, profesores y escritores, ¿verdad?) es que están entre dos tierras. Realizan en sus artículos, de cuando en cuando, crítica literaria académica dentro de un modelo de crítica impresionista, lo cual, para mí, es admirable y en cierto modo necesario (se agradece), por mucho que, en ocasiones, uno no comparta sus ideas (por ejemplo, la diferencia que defiende Echevarría entre alta y baja cultura, por ejemplo, que para mí es un paralogismo que no un sofisma, dado que la historia literaria demuestra que lo que llamamos cultura es el resultado de una dialéctica entre lo que denominamos alta y baja cultura). Ahora bien, negar la aportación de Echevarría a la historia literaria sería como negársela a Max Brod, salvando las distancias, por supuesto. Otra cosa es que como todos (yo me incluyo el primero) de vez en cuando se equivoque, tenga sus intereses creados y defienda lo que toca.
Vale, Vicente.
De acuerdo contigo, Abigail. Además de ser un moroso y un pesado, Bolaño tiene una prosa de lo más chapucero. Es una prosa bastante sucia. No corrige, ni se molesta. Le sobran adverbios, subordinadas… No recuerdo en qué libro se pasa casi 20 páginas describiendo cómo un tipo se queda atrapado en una sábana tendida. Que no, que nos han colado una milonga. Que Bolaño no es el genio que pregonan, ni mucho menos.
Hostias, VD mejorado! Echevarria a lo Max Brod…guay.
Y cuales serían exactamente los méritos del primero?
Más que nada para enterarme un poco..
Lee 2666 de Bolaño y, si tienes un mínimo de capacidad para interpretar, lo entenderás.
Acabáramos, Diable!
Tanta cháchara y Deleuze parriba y pabajo, pa esto.
Resulta que los méritos de Echevarria como crítico es haber compendiado los textos póstumos de Bolaño, en especial el tocho 2666. Ah. Vale. Y aparte de eso, ha escrito algo relevante por si mismo?
Luego, es cosa personal, el 2666 lo he mandado al 3666. Tras lectura procelosa de las 200 primeras páginas terminé literalmente hasta la po**a de Amalfitano, el de la silla de ruedas, el que vivía en Londres y la chica que se lo hacía con uno o con el otro o con todos. Apasionante. Qué coñazo..
a) Deleuze es un impostor. Lee a Sokal.
b) Si 2666 te parece difícil, no me quiero imaginar la opinión que tienes de la Divina Comedia, Abigail.
La literatura, la de verdad no la de plástico, es difícil. Que a nadie se le olvide.
Diable, no sólo hace falta leer, también comprender lo que lees de lo que otros escriben. Son dos fases,dos.
Quién ha dicho 2666 difícil? He dicho morosa, eterna, pesada. Frases subordinadas que se recrean en la morosidad, sin más. Te he puesto el ejemplo de la historia del cuarteto final. Que si nuno vive en Roma, que si la otra se folla al de Londres, que si el de Madrid se entera. Así, 200 páginas. Aburrimiento. Te lo vuelvo a escribir para que no pienses en dificultad, ABURRIMIENTO. Ahora, que queda muy guay citar 2666 y el clásico «yo me lo he leido», pues venga. Bolaño es un chico que me cae muy bien, con los aires jipis y lo de haber currado en el camping, y tal y tal. Que titula sus cuentos y novelas de puta madre. Que he leido. Y que es un tremendo coñazo. COÑAZO. En los cuentos,por ejemplo, se le va la vida imitando a Borges, sin lograrlo ni de casualidad.
En desacuerdo en una cosa, concretamente en lo de que en los grandes suplementos sólo se reseñan obras de editoriales grandes. En Babelia o en El Cultural no es tan infrecuente encontrar reseñas de editoriales medianas y especializadas (Páginas de Espuma y Menoscuarto, aunque me vais a decir, y con cierta razón, que parten con ventaja porque ya tienen un catálogo lo suficientemente prestigioso como para que se las considere en privilegio por delante de otras de fondo aún por trabajar), directamente independientes (Bolsa de Pipas, Barataria, Capitán Swing, Contraseña, Ed.Irreverentes) o abiertamente microscópicas (Editora Regional de Extremadura, por poner un ejemplo institucional). En el primer caso (Páginas y Menoscuarto), supongo que la buena distribución de las obras (lo hacen casi con la misma contundencia y eficacia que los grandes grupos, aunque con mucho menos bombo de promo), la indudable calidad de todo lo que publican y la manera intensiva de trabajarse a los medios de ambos editores. En las otras editoriales que propongo, ya ni siquiera hay más coartada que el propio azar, el de toda la vida, de que el librito llegue a las manos adecuadas en el momento justo y que guste lo suficiente como para buscarle un hueco en el suplemento, lo que a veces, milagro, sucede. O sea, no todo es tan oscuro ni tan taimado. Casi siempre, lo bueno llega (por desgracia, también lo malo, y con fanfarria, léase Espido, Olmos, el Fresy Cool o similares. Y para lo malo (con un espíritu crítico excelente, que da sopas con honda ácida a la mayor parte de la prensa escrita), siempre nos quedará la atenta vigilancia de la impagable señora Margaret y su patrulla. Saludos afectuosos.
A Menoscuarto se le han colado últimamente algunas moñigas en el catálogo.
Pero la critica academica tiene un problema similar. Para formar parte del mundillo academico tienes que publicar y, sobre todo, descubrir y reivindicar, por lo que acaba incluyendo aquello que en principio alababa la critica gacetillera. Puede que no aquel autor o profesor que tú conozcas, pero sí otro. ¿No hay ya tesis sobre Ruiz Zafon o sobre Luna Miguel? Si no las hay, las habrá. ¿No forma parte Fdez Porta del mundillo académico? ¿No son sus obras ennces teoría y crítica académica?
Bueno, es que no basta con ser profesor de tal o cual universidad o estar licenciado en tal o cual carrera para que tus publicaciones sean reconocidas en el ámbito académico. También los hay que hacen lectura obligatoria de su último libro publicado. Hay de todo, claro. También buenos.
Yo no estoy de acuerdo, Topolino. Evidentemente, las universidades están llenas de deconstructivistas descerebrados, feministas acomplejadas y de Patricitos Pron (quien haya leído su tesis se preguntará lo mismo: pero ¿qué clase de doctor osa firmar esa puta mierda de tesis doctoral?). Pero, por regla general, la crítica académica es rigurosa. Y de ahí que ningún doctor serio se atreva a inscribir una tesis de Luna Miguel o Mallo porque no hay nada que interpretar. Es paja. Y por eso apenas hay tesis doctorales sobre Ventura de la Vega. Donde no hay no se puede sacar. Otra cosa es que por culpa de la deconstrucción y el feminismo se fomente el estudio cultural de literaturas minorizadas y de escritores y escritoras que pertenecen a minorías étnicas o lo que es peor a autores cuya obra se construye en torno a elementos formales secundarios, esto es, marginales. Si pudieran ver la luz tesis sobre Luna Miguel y Mallo sería con motivo de la identidad como mujer o por el fenómeno del internexto, pero no por su calidad poético y menos humanística.
¡Jajajaja!
No las habrá. xD
Cuando yo estudiaba en la universidad, un Profesor de Critica literaria arremetía contra el programa conematografico de Garci tildando a sus miembros de cinéfilos zombis. Sin embargo, sus escritos sobre cine eran, de manera casi unánime, la aplicacion de la misma plantilla lacaniana sobre diferentes titulos. Bastaba mencionar el nombre de una pelicula y el de ese profesor para predecir con un amplio indice de acierto el contenido de sus análisis, que mas que hablar de lapelicula hablaban siempre sobre los mismos puntos lacanianos. Zombi por zombi, al menos aquellos hablaban de cine. Ah, y luego sus gustos no eran demasiado distintos.
Eso sí – y aquí puya a la sargento-, otro, crítico y poeta, nos dijo una vez: «compadezco a quien crea que Muñoz Molina escribe literatura».
Todo esto ya ha pasado, y volverá a pasar.
Ese profe no sería Carlos…. ya, sí.
Al final quedan los gustos de cada quién: si te va la marcha de Garci y del plasta Muñoz Molina, lo siento por ti. No hace falta cargar contra nadie…
Por favor, aprendamos a leer. Equiparo a ambos, cinéfilos zombis y. Seudolacanianos zombies. Y muestro la opinion de alguien «académico» sobre uno de los autores favoritos de esta página. ¿Carlos?
Sargento, en honor a la verdad, que «en los suplementos SOLO se reseñan libros de grandes editoriales (las que pagan la publicidad)» no es del todo cierto. En algún que otro suplemento y en revistas como Qué Leer, que también tienen publicidad, sí se reseñan de vez en cuando libros de editoriales independientes o pequeñas o no influyentes o como queramos llamarlas.
Y tanto que sí. En la ínclita Qué Leer le dieron buena coba no hace mucho a las nuevas figuras femeninas de la literatura italiana. En cabeza, Viola di Grado. No recuerdo cuánto reseñaron de Tao Lin, para seguir el catálogo de Alpha Decay
Lobizonte, ponte a investigar quién firmó ese artículo (con nombre falso) y entenderás.
Lo que sí es cierto es que cuando los suplementos culturales patinan lo hacen pero bien (ya habéis denunciado aquí nombres, apellidos y logos en varias ocasiones, para qué insistir), con engendros que desaparecerán cuando una tarde les surja, antes de entrar en rotativas, no sé, la «Novísima Morriña del Pos-Raval», o una nueva poetisa de ojos gigantes y húmedos con tatuajes de Naranjito en los pezones. A veces piensa una si no les sobrará espacio entre crítica seria y crítica seria que rellenar con: a) publicidad de saunas tailandesas o chaperos mazas, ó b) seudoaspirantes a culturetas con pinta de ser lo más «in» prestos a diseñar una movida sólo para iniciados. Y claro, lo de la sauna no es políticamente correcto fuera de las páginas de contactos, al menos por ahora (quién sabe si el próximo servicio de alto standing aunará poesía malasañita lolitesca y masaje thai en un pack supercool).
L@s jetas, l@s crápulas, l@s vividores/as de la literatura medrarán siempre, porque siempre habrá un becario despistado y amiguete de twitter en los suplementos para enchufar a sus coleguillas armando la de dios (véase «Tendéncies» en el tema ND). Esa ponzoña no va a ningún sitio, pero contaminan la imagen de dichos suplementos durante el tiempo (a veces años) que tardan en quitarse de encima la inercia de las chorradas posmodernillas.
Al final, claro, cuando se desvanece el ruido, queda, como siempre, la buena literatura, que sobrevive al margen de esta bullanga de chorras con morro. Pero el tiempo que tienen que esperar hasta que el humo de la cremá se desvanece y se les restaura la dignidad tras las humillaciones sufridas continuamente por el ninguneo ante estos que llegan gritando, ese tiempo desgasta y hace daño.
No conozco a ningún escritor serio que a su vez conozca o tenga en consideración a és@s que todos sabemos y que no merece la pena nombrar nuevamente, más propi@s de una portada en Primera Línea o un blog autopromocional donde vender sus poemas, cuentos o novelas en un lote con vaselina y tripi a 200$ para mecenas despistados.
Laura Fernández no era precisamente coleguilla de los del ND, porque entre su artículo del Tendencias y Javier Calvo, les dieron bien por culo antes de empezar.
joer, macho, eres más recargado escribiendo que Umbral. deberías de meterte a escritor y escribir en Herder o así
Bueno. Hasta ahora no había leído el dichoso artículo. Pero no acabo de ver a dónde quiere ir a parar ¿De qué se queja, exactamente? ¿De qué todo lector sea crítico y pueda ser escritor también? ¿Hay algo malo en eso? ¿Da por sentado que ese «conocimiento» y ese «don» solo está en manos de unos pocos elegidos?
Todo lector se convierte en crítico cuando ha acabado el libro que estaba leyendo. Tiene toda la autoridad necesaria para recomendarlo o para advertir a quien quiera de que no lo compre. Y esa autoridad se le atribuye inmediatamente porque lo hará de forma desinteresada, como hacen algunos – pocos- blogs que merecen el mismo respeto que merecemos todos como lectores.
La cosa cambia cuando esa actividad se hace a cambio de algo: un sueldo, promoción, propaganda, autobombo, etc. En su caso lo hace porque le pagan, imagino. Se convierte automáticamente en un trabajo, sujeto a las mismas reglas y condiciones que cualquier otro. Si lo haces bien seguirás cobrando. Si lo haces mal pondremos a otro en tu sitio. Eso en unas condiciones ideales que todos sabemos que no existen, porque lo de menos es cómo lo hagas sino que hagas lo que se espera que hagas, no hace falta extenderse aquí.
¿Se está eximiendo de cualquier culpa porque, a lo mejor, tendrá que decir cosas que no piense porque le pagan? ¿Le exime su licenciatura?
Debería cargar contra sus compañeros de profesión, profesionales o no, que cobran por reseñar, y no contra quien quiera abrir un blog para opinar desde su punto de vista y decir lo que le venga en gana.
El artículo de la Quindlen es gloria bendita. Gracias mil, Patrulla.
Y Echeverría es un llorica, muy en la línea de «soy viejo y tengo miedo, acaben con mis miserias pronto» del último Vargas Llosa. Tanto se quejan de que la crítica está muy mal, pero uno es Premio Nobel AHORA y el otro crítico de renombre AHORA, así que ya podrían aplicarse la fórmula y dejar de dar el coñazo.
A llorar a la habitación del fondo.
Totalmente de acuerdo con las razones por la que los críticos han perdido prestigio e influencia como prescriptores. Como tantos otros gremios que creen estar por encima del bien y del mal, pecan de falta de independencia y autocrítica.
Santiago Gamboa, nuevo chico Timadori, dice que la literatura latinoamericana ya alcanzo la mayoria de edad: http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/11/actualidad/1336761317_461722.html. Porque llego el, claro, que si no nos hubiéramos quedado en los «inmaduros»: Borges, Cortazar, Onetti, Garcia Marquez, Rulfo, Bolaño…
Margarita, deberías dedicarle un post a la mamarrachada de Sigueleyendo, que pasó de hacer buen periodismo y tener buenos colaboradores a promocionar a JSI y a una tal Ainhoa que al parecer ha escrito un librito de poemas de 10 páginas que cambiará la historia de la literatura. Glorioso Sigueleyendo.
Pero no os preocupéis, queridos-as, si a éstos no los conoce ni dios, por mucho que se inventen currículos del tipo «soy escritor-editor-profesor-crítico-artesano del macramé-jugador de bochas-buscador de micromecenazgos-novio de la muerte». Ni dios.
¡ya sé donde he leído yo estos palabrejos: macramé, engendros, seudoaspirantes, prestos, crápulas, ponzoña, bullanga, rutáceo, vergelito, reposterías de onomáticas y tedios! ¿quien escribe así hoy?
Esta cabrona de Margaret se nos ha ido de puente, no publica un post desde hace tres días así la maten. Ay, esos viajes del Inserso.
Eso mismo estaba pensando yo.
Estoy con Mag, en el Balneario de La Toja (cosas de mulheres) y no os lo estamos pasando de lo lindo. Eso sí, he tenido que sobornarle a uno de los camareros (un tal Louredo) para que en la medidad de lo posible le escomoteé las copas de Albariño a nuestra anfitriona. Aunque aquí, ella, suela mostrarse un poco cascarrabias (es lo que tiene enfrentarse cada día a las hordas bloggeras) en las distancias cortas, luego, cuando se toma una copita, es,,, cariñosísima. Demasiado, Se lo digo yo.
Hay que decir que Julian es todo un caballero. Podría contar…. pero ha estado muy discreto en su crónica.
Solo añadir una cosa. Recuerdan el comienzo de «Ojos negros» de Nikita Mikhalkov? Pues lo mismo pero sin Mastronianni y con mucho Albariño y más ginebra.
Vengan al balneario, hay camas, digo, habitaciones libres.
la Margaret
Maldita la Margaret, seis días no ya de puente, sino de acueducto de Segovia, sin publicar un mísero post.
Fíjate que me estoy temiendo que las fuerzas oscuras la han intimidado y por eso ya no se atreve a publicar nada nuevo. Anda que no tiene enemigos ni ná la Margaret últimamente: los Timadori, Anagrama+Feltrinelli, la Beatriz de Moura con su venta a Planeta, Espesa Caspa… y no digamos ya a nivel individual: Vicentito Luis, el Nocillo Mallor, Antoñito J. y su novia Luis Miguel, Alvin Singer y las ardillas, Eugenia Timo, Care Santos y los atormentados en un vaso (que podría valer como nombre de un conjunto pop), los Basanta, Ayala-Dip & Echevarría Criticos Brothers… Osti, tú!, larga es la lista.
Anda que no he hecho amigos la Margaret en su corta carrera como bloguera. El día menos pensado nos la encontramos descuartizada y metida en una maleta en un descampado del extrarradio. Como la Dalia Negra.
El enemigo nos ha neutralizado, querida Antonia. Nos tienen amordazadas y maniatadas en un sótano, o eso parece. Yo he conseguido liberar dos dedos y, con mucha paciencia y dificultad, estoy escribiendo este comentario con la Blackberry. Sospecho que estamos en algún almacén de Mondadori situado a las afueras de una gran ciudad. Se oye el ruido del tráfico en una gran autovía cercana. Digo Mondadori porque Samantha ha conseguido, tras arduos esfuerzos, bajar un poco la venda que tiene en los ojos y dice que a duras penas consigue ver montañas de libros de Elvira Navarro, Pron, Olmos y otros. Deben ser las devoluciones de las librerías. Espero que esto no sea un crematorio de libros no vendidos. No quiero arder junto a las páginas de “Ejercito Enemigo” o de “Fresy Cool”. Siempre supe que mi vida tendría un final desagradable, pero esperaba terminar un poco mejor.
No sé si podremos escapar. Hacemos lo posible.
Lo único bueno es que como no nos alimentan, nos está quedando un tipito maravilloso. Como salgamos con vida de esta, en verano vamos a ser la sensación de las piscinas municipales.
Un saludo y gracias por interesarte por nosotras.
La sargento Margaret
Fíjense que complicidad. Aludo yo -una concisa alusión, no vayan a pensar que puedan quedar atorrados por culpa de mis veleidades cinéfilas- a Mikhalkov en las últimas respuestas de mi blog y ella -sí, a estas alturas la Maggie para mi es «ella»- también lo saca palestra al ruso ¿a ver si iba a tener razón Jesús Puente y las medias naranjas existen?.
En cuanto a lo de las camas… no la hagan caso ¡sólo pretende hacerse la interesante!
¿Para cuándo un post sobre Cristina Famaharás y su artículo-mamada a su marido en Quimera? ¿Y lo de José Ovejero citándose y explícandose a sí mismo en el Premio Anagrama, La ética de la crueldad (de lejos el peor ensayo del año junto con El lectotontorrón)? ¿Será que el libro está en peligro en manos de unos y de otros no, Sargento?
Leñe pues si odia escribir que deje de escribir y punto .
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