Por un lado:
Manuel Borrás (aquí) y Jaume Vallcorba (aquí).
Por otro:
Claudio López de Lamadrid (aquí).
Y aquí y aquí y aquí y aquí…..
Nota de la patrulla:
Tenemos a la sargento Margaret amarrada y amordazada (como si del bardo Asuranceturix se tratara). Quería poner por escrito y por extenso lo que ella opina sobre este asunto, pero el resto de patrulleras entiende que hoy sobran las palabras.
OTRA COSA
He hecho copia/pega, lo confieso. Con la intención de separar su contenido del nombre de la persona que firma el artículo, he copiado las 1.945 palabras que componen “La promesa” (Ángeles González-Sinde en Jot Down, ayer. aquí), las he pegado en un “Word” y las he leído muy concentrada. Tengo que decir que estoy totalmente de acuerdo con lo manifestado en dicho escrito sobre los últimos acontecimientos en EL PAÍS. Luego, por supuesto, he borrado el archivo “Word”.
Dicho lo dicho, y sin acritud, permítanme que pregunte solo dos cosas:
¿”… todavía me resiento en los días húmedos.”? En el 5º párrafo del artículo.
¿” …ya me la lamo yo en casa”? En el último párrafo del artículo.
¡Qué cosas escriben estos jóvenes “intelectuales”!
Firmado: Cristina Fallarás.
Vaya, justo ahora en el enlace Vallcorba lo primero que sale es la portada de «El edificio», de David Monteagudo… No es precisamente un libro que represente un modelo de buena edición.
¿Pero por qué tantas vueltas con los editores? ¿Follan de una forma especial? ¿Levitan? ¿Caminan sob re las aguas? No sé…
Querida Cristina:
Sobre ellos recae (en un 100%) la resposabilidad de decidir qué libros podemos leer en castellano. ¿Te parece poco?
Ellos son responsables (en un alto %) de la educuación y el nivel cultural de España y del resto de paises latinoamericanos. ¿Te parece poco?
Un saludo
La Margaret
Dear Margaret:
Estoy y no estoy de acuerdo: el que no quiera oír hablar de Manuel Rivas, Almudena Grandes, Muñoz Molina, Elvira Lindo y el resto de la infumable tropa y necesite leer algo bueno en castellano, no tiene más que pasarse por alguno de los muchos blogs literarios que hay. (Luego vendrá Alberto Malherido Olmos a decir que un blog donde se publican relatos no encaja en la definición de blog, pero esa es otra historia.)
Un saludo.
Cristina Follarás, ¿me podrías nombrar tres, o dos, o uno de esos cientos de blogs literarios en donde se publican cosas de mayor calidad que las novelas de Muñoz Molina? La misma Elvira Lindo es Shakespeare en comparación con lo que se publica en la mayoría de las bitácoras. Es una pena que estos aprendices de escritores, como supongo que es tu caso, no se den cuenta de sus carencias. Y no lo hacen porque ni siquiera se dignan a leer a Elvira Lindo, a Malherido o a Muñoz Molina.
Del años pasado:
http://cultura.elpais.com/cultura/2011/11/11/album/1320966002_910215.html#1320966002_910215_0000000000
Guau!!
¡Qué guapos! ¡Qué «promotables»!
Maggie
Borrás sin duda, pero ensalzar a Vallcorba para denostar al marqués López es una metedura de pata lamentable. En la entrevista (hecha, evidentemente, para mayor gloria del entrevistado y para escarnio del agachado del entrevistador) de jotdown a López hay muchas verdades sobre cómo es realmente este trabajo. En cuanto a malas prácticas editoriales, el profe Vallcorba tiene bastante que aclarar. Y las militaristas de Patrulla de Salvación bastante ignorancia que subsanar.
Yo creo que el problema es que los editores follan poco.
En lo que a mí respecta sí. Pero veo mucho porno para compensar. Lo que me quita mucho tiempo para leer manuscritos gloriosos, o buscar autorcillos bellos y «promotables» (ya te vale CLM). Pero tengo la teoría de que ver mucho porno me ayuda a desarrollar un talento especial para captar a autores de verdad buenos, aunque sean muy feos, a primer vistazo.
Hablando de Alberto Olmos, éste es un caso tan patético como conmovedor de lo importante que es la jodienda en esta vida: todo lo que hizo ese tío, desde la primera hasta la última de sus novelas pasando por los diferentes blogs y la imagen forzada de macarrilla provocador, está originado por su condición de gafotas calvorota tirando a gordito que no se come un rosco.
Sí, sí. Mucho alabar el mundo digital, mucho decir que si democratiza el mundo del libro pero a la hora de la verdad viven en su mundo al margen de la realidad. Luego llorarán, como las discográficas. Y lo de las editoriales se juegan mucho más, no por la piratería sino por la opción de la autopublicación: si un libro me cuesta 10 pavos y otro 90 céntimos, pues al final puede que me vaya por el de 90 céntimos.