Vamos a suponer que soy editora y tengo que escribir la sinopsis de la segunda novela de un escritor americano no muy conocido en España, pongamos que se llama John Smith. El libro no es nada del otro mundo, pero quiero que llegue a la mesa de novedades con un prestigio propio de otro tipo de literatura. Cuento con que la mayoría de los críticos no se lo van a leer (o lo harán en diagonal) y para realizar su trabajo -sus reseñas- necesitarán que yo les dé algunas referencias a las que agarrarse. También soy consciente de que muchos compradores se van a dejar guiar por la portada y por la contraportada (donde incluiré mi sinopsis) a la hora de decidir si lo adquieren o no. Se trata de una novela de iniciación. Después de pensar mucho durante minuto y medio, escribiré algo así:
La juventud americana ha sido narrada –como si se tratara de una novela por entregas- por los mejores escritores. El primer capítulo lo escribió Mark Twain con “Las aventuras de Tom Sawyer”. Unas décadas después, a mediados del siglo XX, J. D. Salinger con “El guardián entre el centeno” y Jack Kerouac con “On the Road”, modernizaron el relato. Ahora John Smith, con su nuevo libro titulado “La gran novela americana”, nos cuenta con maestría y precisión cómo son las últimas generaciones de chicos estadounidenses.
Les parecería que le estoy echando mucho morro ¿verdad?
Pues algo así hacen en Random House Mondadori con la presentación de “Ayer Hoy y Siempre” (aquí) la novela de Deborah Copaken Kogan, (que en ingles se tituló The Red Book) y que publica Lumen el 24 de febrero. ¿Has sido tú la autora de la sinopsis, Mónica Carmona? No, por nada, me sonaba el “style”:
Hay un hilo colorado, rebelde, lleno de nudos, que recorre la vida de las mujeres a lo largo del siglo xx hasta llegar a nuestros días. Empezamos a deshacer el ovillo con Un árbol crece en Brooklyn, que contaba la historia de una chica abriéndose paso en Nueva York en 1912; luego llegó Lo mejor de la vida, describiendo los despachos de Manhattan en los años cincuenta, y le siguió Solo para mujeres, la novela que describía la época en que el feminismo empezaba a dar sus primeros pasos.
Ahora el hilo llega hasta nuestros días, enredándose en las vidas de cuatro estudiantes en los años ochenta y noventa, un tiempo en que no existía Facebook pero todos los alumnos tenían a disposición un cuaderno de tapas rojas donde apuntaban y compartían sus andanzas una vez dejada la universidad.
Clover, Addison, Jane y Mia fueron rellenando las hojas, pero una cosa es escribir y otra muy distinta es encontrarse hoy de nuevo cara a cara, cuando ya han pasado veinte años, y confrontar los sueños de entonces y las mentiras bien dichas con la realidad: eso se proponen las cuatro amigas a lo largo de un fin de semana intenso, doloroso a veces, y cargado de emociones.
¿Es posible que un par de días bien aprovechados cambien nuestro mundo y nos den una nueva versión de la vida? Pasen y lean: Ayer, hoy y siempre tiene la respuesta.
Deborah Copaken Kogan
Un árbol crece en Brooklyn, Lo mejor de la vida y Solo para mujeres, han sido también editados en castellano por Lumen. De este modo, si les sale bien la jugada promocional, los de Mondadori han montado de forma artificial pero efectiva, una tetralogía. Las novelas no tienen nada que ver unas con otras, pero como los editores piensan que somos idiotas… A lo mejor lo somos, ahora que lo pienso, no hay más que ver lo que están vendiendo de 50 sombras de Grey
¿Quieren leer algo curioso? Cuando acusaron en USA, hace unos meses, a la señora Deborah Copaken Kogan de haber escrito una novela tipo “Chick-lit”, respondió lo siguiente:
“If Jonathan Franzen’s Freedom had been written by a woman, it would have been called chick lit.” (aquí en el penúltimo párrafo) Toma ya. Y no tiene abuela.
Traducido: si “Libertad” de Jonathan Franzen hubiera sido escrita por una mujer, la hubieran calificado de “chick-lit”.
Con el arte que se da la autora para promocionarse, no me extraña que en su editorial española comparen su novela con “Un árbol crece en Brooklyn” o con “Lo mejor de la vida”.
Los textos de contraportada los escribe la propia Silvia Querini, que es la que lleva Lumen.
Y también escribe los textos de contra Andreu Jaume, el segundo de Querini. Mónica Carmona es la editora de Mondadori, no de Lumen.
Y una nueva cagada de la Sargento y sus patrulleros. Y ya van…
¿Chick-lit? ¿No estaría pensando en ass-lick?
Bueno, la sinopsis en sí ya está bastante reciclada, tanto que parece una plantilla tipo. Véase como ejemplo ilustrativo la sinopsis de Sólo para mujeres (de la misma editorial y mencionada en la sinopsis del libro de Copaken Kogan): Antes fue Mujercitas, luego vino Un árbol crece en Brooklyn; al poco tiempo le siguió Lo mejor de la vida, y la historia de las mujeres a lo largo del siglo XX continúa ahora con Solo para mujeres . Quien nos habla en estas páginas es una mujer madura que desde un pueblecito a las orillas del mar recuerda sus días como adolescente, novia, esposa, madre estudiante y profesora durante los años cincuenta y sesenta, una época en que las mujeres se atrevieron a dar un primer paso para saltarse las reglas que los hombres habían creado para ellas. En ese viaje a través del tiempo la acompañan otras señoras más o menos aguerridas que dudan y pelean, se equivocan y ríen juntas, mientras sus maridos las miran con ojos indignados, sin comprender que ellos también están en el campo de batalla. Hoy, más de treinta años después de su primera publicación, la comedia se repite aunque los actores sean otros, y Solo para mujeres vuelve para recordarnos que vale la pena poner hilo a la aguja y seguir cosiendo.
Y la novela no se, pero la sinopsis suena a chik lit.
Y la colega me da que no se ha leido Libertad. De la novela de Franzen se pueden decir muchas cosas, buenas y malas, pero nadie confundiría Libertad con una novela de ese género.
Muy bueno, amigo jose, muy bueno. Se me había escapado que, como comentas, en la sinopsis de «Solo para mujeres» de Marilyn French (Lumen, enero de 2012) ya utilizan el mismo esquema. Es alucinante. Y sólo ha transcurrido un año entre las dos sinopsis. Con la nueva novela, la de Kopagen Kogan, quitan la primera de la lista, Mujercitas, y su lugar lo viene a ocupar Un árbol crece en Brooklyn. El año que viene habrá una nueva novela americana de mujeres escrita por mujer americana y entonces la novela de Betty Smith se caerá de la lista.
Aqui pueden leer la sinopsis de «Solo para mujeres»
http://www.megustaleer.com/ficha/H419927/solo-para-mujeres
Gracias por tu aportación, jose.
la Maggie
Genealogía y Revisión:
«Una joven y prometedora Doctora, Victoria Francky, tiene todo lo que en su vida de profesional, joven e independiente, pudiera desear. Sólo la ausencia, de un hombre de verdad, empaña un horizonte que ella creía pleno. Una mañana de verano, de un martes cualquiera, en el laboratorio donde trabaja, se embarca en la búsqueda por medio de la Ciencia, de aquello que la naturaleza le veta, su Hombre Ideal. Ayudada por su programa informático, «I-Gor», no tardará en descubrir que si la vida tendiera a la perfección, nadie desearía ser humano».
I Sing the Body Electric.
Marry She-Elly.
Phantom House Polidory. 2012. 269 Págs.
¡¡Guau!! Peter. Genial.
Escribámosla a cuatro manos (que no a cuatro patas). Seguro que acaba siendo un bombazo. Nos vamos a forrar.
Un poquito de Dueñas, una pizca de Follett-eo al estilo Grey y un sustrato Frankenstein. Hornear, condimentar con azucar glass y servir en trilogía.
Yo me ocupo del copia/pega
¡Qué grande es la literatura!
Mar-gar- E. T.
Ja, ja, ja…
«Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario»
El homónimo de las Nueces más famosas ya lo explicaba a la perfección.
Pero eso pasa con la sinopsis de ya casi con todos sus libros ¿no? Que todos tienen lugares comunes en frases y en las estructuras del argumento de la sinopsis.
No, si ya. De eso nos quejamos. Unas están mal escritas por dejadez, por poca dedicación. Y otras procuran manipular (no solo vender) al comprador. Desde que don Jorge Herralde ya no escribe las sinopsis de los libros de Anagrama (que ese sí que lo hacía bien) ya no hay buenos ejemplos.
Maggie
Ups, juraría que ayer había dejado un mensaje…. En resumen, lo que quería decir era que escritoras (y reseñistas) como la tal Copaken deberían leer a Alice Munro y agachar la cabeza con vergüenza.
Maggie, ¿tú conoces a alguien que se lea las sinopsis y los textos de las contra? Yo no he conocido nunca a nadie que lo haga. Ni siquiera cuando citan a «The Guardian». Es normal que tengan plantillas hechas para todo, según cada tipo de libro, que tampoco cuesta tanto adivinar quién va comprar qué.
ire, estas en una feria o en una librería y si no lees un poco la contra de un libro que no conoces: bien preguntas al librero que puede que no sepa nada de esa novela en concreto o tiras del 3G del móvil para mirar que dice tu e~critico favorito. En caso contrario ¿sacas la conclusión sólo por la portada? ¿Si el nombre del autor es mayor que el propio título llegas a la conclusión de que se vende bien? ¿o que se vende humo? ¿te fijas en la calidad del papel? ¿la encuadernación? ¿el olor? Todo eso está muy bien, pero si no tienes cuidado puedes comprar un libro de V. C. Andrews pensando que es una novela costumbrista estadounidense. Claro que se leen, luego cada uno aplica su filtro.
mucha gente cuando compra un libro lo hace a tiro hecho, ya ha leído críticas, opiniones y toda esta selva pero mucha otra gente no, o compra libros para regalar
Querida Ire:
Muchos libros se regalan. Quien los compra (para regalarlos), en un número muy alto, no sabe nada de literatura. Ese tipo de comprador fia su decisión de compra casi en exclusiva a la portada y a la contra.
Es lo que hay y en las editoriales lo saben muy bien.
Utilizar la sinopsis para vender el producto es legítimo. Usarla para manipular es lo reprobable.
Es como querer vender una moto Vespa con el argumento de que con ella podrá llevar a toda su familia (abuela incluída) de excursión a los Pirineos.
Pues eso
Maggie
Puedo dar constancia de la aseveración de la Sergeant. Mi cuñado y me hermana me han endosado porquerías debido a las sinopsis. Cualquier parecido entre el texto de la novela y la reseña de la contraportada han sido nulas.
«El arte de escribir sinopsis para ser leídas por comeclavos».
Qué pena, con lo que fue Lumen. Menudo desastre, madre mía.
Lumpen, o que diga Lumen, ¿no era la que publicaba Mafalda?
Una sinopsis leída por un idiota, llena de ruido y furia, que no significa nada.