Y lo que nos queda por ver.
Betina González ganó el último premio Tusquets editores de novela. Ahora sale el libro al mercado. Hay que vender –piensan en la editorial- que la cosa se ha puesto muy fea y los nuevos dueños piden resultados. “Pues muy sencillo: al título, “Las Poseídas”, –ya de por sí atrapamoscas- le colocamos una portada picante y santas pascuas”. Esta frase ha sido captada por uno de los micrófonos que instalamos –antes de que se mudaran- en la nueva sede (Diagonal 604, 1º 1ª) de la filial de Planeta.
Así ha quedado la cosa:
Y esta es la sinopsis:
Una chica nueva, Felisa Wilmer, ingresa en un colegio religioso para niñas en la zona norte de Buenos Aires. Recién llegada de Londres, Felisa se convierte en el centro de atención por su actitud rebelde y su mal comportamiento, rodeada además por el aura «poética» que le dan sus aficiones artísticas, su perfecto inglés y su carácter tan impenetrable como independiente. Al menos así la ve López, la narradora, que no tardará en hacerse amiga suya. Las dos chicas viven entre las leyendas más o menos escabrosas que se cuentan en voz baja sobre el pasado del colegio, y algunos «peligros» más reales que se encuentran en sus cercanías. Pero poco a poco López irá descubriendo la historia de Felisa, que vive con su abuela después de la muerte de su madre en un accidente, y las razones de su comportamiento excéntrico y suicida, como si estuviera «poseída» por personas de su entorno.
Me encanta eso de comenzar una sinopsis con «Una chica nueva…»
En Anagrama, con Cuatro por cuatro de Sara Mesa (la novela finalista de su último premio Herralde), que también transcurre en un internado de señoritas, se cortaron un pelo.
Sinopsis:
Cuatro por cuatro arranca con la historia de un grupo de chicas, lideradas por Celia, que se han fugado de un colegio pero que son atrapadas y devueltas a la institución. El colegio del que huían, el Wybrany College, es un internado completamente incomunicado del exterior y destinado a los hijos de familias acomodadas, los únicos que pueden aspirar a salvarse de un mundo en descomposición en el que la vida en la ciudad se ha hecho imposible. Pero el Wybrany College también acoge a los llamados «especiales», chicos becados cuyos padres trabajan al servicio del proyecto. Las relaciones entre ambos grupos y entre ellos, los profesores y los miembros de la Dirección –el Sr. J., la Culo o el Guía– internarán al lector en un microcosmos dominado por la manipulación y el aislamiento. Con una narrativa fragmentaria, indirecta y muy depurada, la primera parte de la novela es una suerte de enigma cuyo sentido se completará más adelante.
A ver si lo entiendo: la novela transcurre en un colegio religioso para chicas, en el que cabe suponer que tienen que llevar uniforme ad hoc… y van los de Tusquets y en la foto ponen a tres chicas con uniforme de colegio para chicas… ¡Qué despropósito, madre!¡Lo que hace el capitalismo desaforado!
Vale, las faldas son un poco cortas y a las mozas se les ven las piernas, lo cual, unido al conocido morbo que suelen dar estos uniformes (cuando la chica ya está crecidita, ojo, no pensemos mal), puede poner algo verraco a los varones heterosexuales como un servidor y al que está detrás de este blog (también a las mujeres homosexuales, digo yo, pero no creo que éste sea el caso).
Repito: ¡qué despropósito, madre mía, qué perversos que son en Tusquets!
De verdad.
Me llena de pereza este putiferio en el que se está convirtiendo lo del mercado editorial nacional.
¿Qué está pasando? ¿Internados conservadores para señoritas como ambiente más vendible? ¡Es que, como no pongan portadas a lo lolita, no venden ni un libro del tufillo a rancio que echan estas sinopsis!
Vaya tela eso de vender! Por qué no regalan los libros? Ah sargento, el de Las poseídas no es un internado. Lee bien coño. Y creo que son dos ambientes muy diferentes los que se narran en ambas novelas: la de Mesa es una distopía, la de González no tiene nada que ver con eso. En fin, se agradece algo más de rigor que para eso te seguimos.
Debe ser esto de leer entre líneas por no veo por ningún lado que se afirme que la primera novela transcurra en un internado. Lee bien coño
A ambos dos: «Lee bien coño» o «lee bien, coño». Porque no es lo mismo.
Igual es mi pantalla gigi, pero el texto que precede a 4*4 dice así: «que también transcurre en un internado de señoritas». Quieres que subraye el también? Pero ya te digo que igual es mi pantalla, coño
touché mon ami Pokolo
¿Qué pasa con el premio Biblioteca Breve dado a Regás? ¿No vais a entrar a matar? Porque yo sí. Luego me ducho.
Soy Rosa Regás, compréndeme
No, por favor, Margaret, dime que no, que no es verdad… por lo que más quieras.
¿Tú quién quieres que sea? Dímelo, resalao
Maggie
Jajaja, no quisiera que fueras nadie con nombre propio en este mundillo. O en todo caso que fueras esa mujer que nadie es capaz de imaginar que eres. Ojalá nunca sepamos quién eres y no dejes de sorprendernos. Pero de verdad: querer salvar el libro y no entrar en el asunto Regás es incomprensible.
A ver, amigo antieditor: ¿cuantas veces has visto tú que la aguerrida Sargento Margaret se meta en sus post con las editoriales del grupo Planeta y sus chanchullos (como mucho, les da un toque a los semi-satélites, como Tusquets, en este caso)? Y a ver si adivinas por qué…
Pues que quereis que os diga, a mí ambas novelas me parecen bastante interesantes a priori. Al menos las sinopsis insinúan que se cuenta una historia, que es mucho más de lo que se puede deducir de las sinopsis de Celacanto o de Fresy Cool (y quien dice esas dice casi cualquier novela de joven narrador español)
Si no son mejores que «Los hermosos años del castigo» y «Nigromancia en el reformatorio femenino» juntas, no merecen la pena. He dicho.
La novela de Sara Mesa no está radicada en un internado de señoritas. Infórmense mejor.
Estimada Carmen,
No es por sacar la cara a la en ocasiones insufrible y tendenciosa sargento Margaret, pero ha hacer medido examen respecto al consejo que bien formula el tal gigi el amoroso a otro, como usted, patinador en seco: Lee bien, coño.
Poco es lo que afirma la Margarita en esta entrada pues las sinopsis de los libros no son autoría de la sargento. Es un corta pega, por ejemplo en el caso del libro “Cuatro por cuatro” (www.anagrama-ed.es), de la propia pagina de anagrama. ¿Quién afirma que se trata de un internado de señoritas? Ni siquiera en la reseña se afirma tal cosa. ¿Acaso es tan importante ese dato para el relumbre cualitativo de la novela y de su autora? ¿Acaso desdeciría este punto la alusión de Margaret a técnicas comerciales un tanto trapaceras (según ella) en la promoción de esta novela ¿Es siquiera próximo su comentario, Carmen, a la filosofía del ubuntu? ¿Lo es acaso el mío? Para no demorar más la despedida, la saludo con estos dos consejos dichos por otros pero que hago míos: Lee bien coño. Infórmense mejor.
pobre, otro errado como yo, pero en el fondo esta en lo cierto.
¿Ubuntu no es un sistema operativo?
Pues la novela de Sara Mesa es cojonuda. Nada que ver con modas ni estrategias.
Y digo yo: ¿de verdad que no hay una escritora menor de cuarenta en España que le eche ovarios y nos regale una novela metaliteraria con name-dropping a tomar por culo y mierda intelectual para aburrir? Una cosa así entre George Sand y Muriel Sparks pero en clave Borges. Lo estamos pidiendo a gritos. Yo por lo menos.
Igual la de Rosa Regás, ¿no? (lo de menos de 40… en espíritu)
Quita, quita. Yo a mi nuevo libro de filosofía de la ciencia estoy pensando titularle «50 sombras de Popper (o el falsacionismo como bdsm)»
Y que me quiten lo XXXXXXXX, lo bailao, quiero decir.
Pues no, no novela de Sara Mesa no tiene nada que ver con internados de señoritas ligeras de cascos ni nada parecido. Y es bastante mejor que la que acabó ganando el Herralde.
Si Enyd Bliton levantara la cabeza… Creo que consumí suficiente literatura de instituciones y colegios de señoritas entre los 6 y los 10 años para como para no tener que echarme a las manos nada similar nunca más.
Los días 7 y 8 de marzo, dan lluvia en Marrakech.
Vicentito Luis Mora se los pilla para ilustrar a los jóvenes estudiantes de Cartagena, Murcia.
Cómo llegué yo aquí, cómo me enchufó la Caffarel en el Cervantes: que ellos vayan sabiendo cosas de la vida práctica de mano de nuestro héroe lecto-trincador.
http://premiomandarache.cartagena.es/detalle_actualidad.asp?id=67#
Premio Mandrache, and the winner is…
Y de paso, como ya pilla el finde, nos damos una vueltecilla por los cortijos familiares cordobeses. A ver si algún currela se ha pillao la baja en domingo..
«Hola don vicente, pues aquí estamos…cazando unos zorzales y arrancando unos cardos pa’ la sopa. Menos mal que su papa no nos cobra por los pajarillos.» Jeje
el padre de VLM falleció hace algunos años. Bastante joven, por cierto. No sé si tiene cortijos en Córdoba. Lo que sí sé es que algunas personas tienen mucho tiempo y poca educación. Y lo pierden en esparcir malos olores en cuanto pueden.
Ay, Lala. No hay que atarse a un chiste desafortunado, en este acaso, para salvar honores calderonianos. Creo que no estas muy informada de algunas prácticas de Vicentito. Pero, vamos, cuando quieras te paso la documentación completa.
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/03/05/actualidad/1362479425_171990.html
A ver si algún escritor español espabila y resucita a Paquito, que ya se ve que aquí hay dinero… (ya sé que en su día lo hizo vuestro añorado Vizcaíno Casas, pero ¿ese señor era escritor?)
A Paquito lo acaba de resucitar un escritor español, casualmente, y también en tono parodia, pero de momento casi ningún diario nacional se ha dado por aludido. El pobre no tiene muy fácil llegar a vender ese medio millón de ejemplares, aunque ya se ha interesado una agencia para gestionar las traducciones al extranjero. Lleva un mes a la venta el libro, así que no se le podrá acusar de espabilado. Román Piña: «El general y la musa» (Sloper). http://www.youtube.com/watch?v=PKEFQoiVao4
La palmó Hugo Chávez. Lo cual merece aparcar por un día el tinglao literario y dedicarle un sentido post, ¿no?
Eso. A ver pa cuando un editor español valiente se decide a publicar las transcripciones de todos sus discursos y apariciones televisivas. También en bolsillo y e-book. Bueno, esto último no, que seguro que todos los perroflautas se los bajan by the face, tal es el ansia que existe por leerlos.
¿Y si alguien lee los libros antes de hablar sin saber? Sara Mesa es una autora como la copa de un pino. Muuuuucho mejor que el Joven Nocillo Viejo al que le regalaron el Herralde. Betina González es mala pero no es peor que Rafita Reig, que también publica en Tusquets. Así que antes de opinar hay que leer. Y eso casi nadie lo hace por aquí.
En algo tienes razón, Carrie: nadie por aquí suele leer. De lo contrario constatarían una evidencia: más allá de Herraldes (ganadores y finalistas) y de Tusquetes (Betinas y Rafitas), de Mondadoris (Prones y Elviras) y de Breves (Calvos y ¡Regases!), el mejor libro en español que se ha publicado en los últimos meses, si no años, es el de Yuri Herrera. Pero claro, él no gana premios amañados ni publica en sellos multinacionales. ¡Viva Yuri Herrera!
Perdona, Anónimo Yuri Herrera S.A.
Al Yuri nos lo han intentado colocar hasta en la sopa como el nuevo genio de no se qué cosas.
He ojeado sus novelitas -cuentos de 40 páginas estirados a 120, se lleva mucho esto ahora- y vale. Tiene el nivel de un buen blog. Es que la cosa está muy dura, sabes. Aqui nos están machando con los latinoamericanos, o llámalo como quieras. Seguramente es un asunto de aranceles, subvenciones de embajadas culturales, impuestos y cosas así. ´Pero la avalancha es salvaje: Prones, todos los premios Jaén Timadori -por supuesto, el tipo éste, HErbert, es otro genio de la humanidad, como el último premiado…-, mexicanitos a tope, el lobby Valeria Luiselli desde New Yolk, maridito incluido; no te digo nada de Sexto Piso y el próximo Nobel, Bellatín; desde Anagrama, otro que escribió sobre ataúdes; desde Tusquets, unas niñas diabólicas en plan vírgenes suicidas; Alfaguara ni te cuento, el colombiano parisino del premio, el Neumann, y el Oldmann. En fin, podría seguir. Parecería Fresán prologando inéditos psicodélicos de new narrative post-algo. Ufff.
Buen resumen, amigo Romualdo, de las Maniobras Orquestales el la Oscuridad que tejen las editoriales para colocarnos la nueva literatura latinoamericana como si fueran los escritores del boom. Y hay diferencias abismales entre la calidad de unos y otros.
Un abrazo
Maggie