TODO LO QUE ERA SÓLIDO

Se quejaba el pasado miércoles (aquí) Francesc de Carreras (catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona y una de las firmas habituales en el periódico La Vanguardia) del poco debate que había suscitado la publicación de un libro.

Me ha extrañado la escasa, o casi nula, repercusión en el debate público del libro sobre Javier Pradera que ha publicado el historiador Santos Juliá (Camarada Pradera, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2012). Se trata de un volumen sobre los años jóvenes, los de militancia en el PCE, de quien luego fue gran editor y analista político, encabezado por un brillante estudio de 150 páginas a cargo de Juliá, completado por otras 300 de recuerdos, memorias, documentos y escritos.

No es habitual que un periodista de opinión o un intelectual haga una denuncia como la anterior. Igual que un escritor patrio en activo nunca diría que la literatura que hoy se hace en España es una mierda, tampoco los intelectuales se atreven a dejar constancia por escrito de que en nuestro país ya no hay debates serios. [Cuando digo «debates serios» me refiero -utilizando las palabras de un buen amigo- a debates verdaderos, argumentados, serenos en la forma y apasionados en el fondo.]

Pero yo no como de esto y por eso puedo contar la verdad:

EN ESPAÑA EL DEBATE INTELECTUAL HA MUERTO

¿Quieren otra prueba? Ya mismo se la doy a ustedes. Servidora aquí a mandar.

Hace cuarenta y ocho días (el 19 de febrero de 2013) se puso a la venta un libro fundamental para lo que debería ser -si este fuera un país serio- un análisis profundo de lo que ha ocurrido en España durante los últimos treinta años. Análisis imprescindible, que hay que hacer -aunque nos revuelva las tripas-, si queremos salir del pozo de inmundicia social, política y económica en que nos encontramos.

Me refiero a Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina (Seix Barral, 2013). En 253 páginas el escritor jienense, sin eludir la dura autocrítica, denuncia lo que ha pasado en nuestro país. Y lo hace a las claras, la mejor manera de hacerlo. Lo comencé a leer con pereza porque me considero una persona informada y suponía que me iba a contar lo que ya sabía. Pero me sorprendió. Y lo hizo, más que por leer cosas de las que no me había enterado, por el hecho de darme cuenta de que en su día, no hace mucho, puede que a lo sumo tres o cuatro años,  había pasado por alto o no dado importancia a ciertas informaciones, a algunos datos, que al volver a leerlos y ponerlos en relación con las consecuencias que habían generado me parecían, ahora, escandalosos. Yo soy simplemente un ama de casa de 67 años, no tenía por qué haber percibido que íbamos por mal camino. Pero -suponía yo- tenemos intelectuales. Esas personas, por sus conocimientos y su capacidad de análisis, son los vigías de la sociedad. Son los que nos explican lo que está ocurriendo y nos advierten de lo que puede llegar a pasar. Nos avisan de que por delante hay arrecifes y de que si nuestro barco sigue avanzando en esa dirección terminará naufragando. Si no es para eso, ¿para qué coño sirve un intelectual?

La crítica más resaltable y novedosa (a los políticos ya se les da bastante caña)  en este libro es la que se hace a esos intelectuales (incluidos periodistas y el mismo autor) que no vieron -lo que significaría que no son auténticos intelectuales- o no quisieron ver -lo que significaría que son unos golfos- lo que estaba ocurriendo. AMM  lo dice bien a las claras:

Pág. 119

Ellos (los políticos) han desmantelado la legalidad o la han ignorado para perseguir sus proyectos fantásticos y en un cierto número de casos además para robar y para favorecer a los ladrones: pero no habrían ido tan lejos sin la indiferencia, la claudicación o incluso la adhesión de sectores amplios de la ciudadanía, y menos aún sin la mezcla de negligencia profesional, militancia sectaria y disposición cortesana de una parte de los medios informativos.

   En un país en que todo depende de la política las formas posibles de coacción son innumerables. En el nuestro se han hecho cada vez más groseramente explícitas. Qué periódico va a atreverse a criticar a un alcalde o al presidente de una diputación o comunidad si de la noche a la mañana pueden retirarle los anuncios institucionales y las suscripciones o las subvenciones directas de las que depende su superviviencia. (…) Periodistas y políticos llevan demasiado tiempo en España enredados en un parasitismo mutuo. Los políticos filtran informaciones interesadas que los periodistas hacen cómodamente pasar como frutos de una investigación inexistente. Una forma de deshacerse de un competidor molesto dentro del propio partido ha sido muchas veces facilitar a un periodista informaciones dañinas para él. Los periodistas acuden a las comidas y a las recepciones que dan continuamente los políticos y en ellas fortalecen la camaradería de los interesas compartidos. Los políticos en el poder manipulan las leyes para conceder prebendas a empresarios de comunicación afines o las utilizan para presionar a los adversarios.

Pág. 128

Probablemente no hay un país en el que se discuta y se escriba tanto de política y en el que sin embargo sea tan raro el debate: el contraste argumentado y civilizado de ideas en el que cada uno se expresa con libertad y está dispuesto a aceptar que el otro tenga una parte de razón y hasta a cambiar de postura si se le ofrecen motivos o datos que desconocía y que pueden persuadirle, la convicción de que, por debajo de las divergencias, incluso las más tajantes, hay una base sólida de acuerdo, y por lo tanto la posibilidad de encontrar un terreno intermedio, de ceder en algo para ganar en algo.

En muy difícil llevar la contraria en España. Llevar la contraria no a los del partido o a los del bando contrario, sino a los que parecería que están en el lado de uno; llevar la contraria sin mirar a un lado y a otro antes de abrir la boca para asegurarse de que se cuenta con el apoyo de los que saben o creen que uno está a su favor; llevar la contraria a solas, a cuerpo limpio, diciendo educadamente lo que uno piensa que debe decir, l oque le apetece decir, lo que le parece indigno callar, sabiendo que se arriesga no a la reprobación segura de quienes no comparten sus ideas sino al rechazo ofendido de los que lo consideraban uno de los suyos; llevar la contraria no a visiones abstractas y totales del mundo sino a hechos particulares de la realidad.

Pág. 130

En ningún otro país que yo conozca está tan extendida la profesión de opinador, en voz alta o por escrito. pero tampoco creo que haya otro país , salvo los sometidos a un régimen autoritario, en el que las opiniones sean tan reiteradas y previsibles y se encuentren divididas en posiciones tan inmóviles como las de la guerra de trincheras. Los españoles tendemos a imaginar que somos gente impulsiva, tan auténticos que decimos sin miramientos lo que nos pasa por la imaginación o lo que llevamos dentro. Incluso disculpamos y hasta celebramos la grosería porque nos parece más verdadera, porque nos gusta imaginarnos poseídos por una espontaneidad tal vez incómoda, sí, pero también libre de hipocresía. De alguien que escribe o habla usando interjecciones e insultos se supone distraídamente en seguida que «no tiene pelos en la lengua», o que no es «políticamente correcto». Si se examina lo que dice o escribe el presunto valentón se descubre que suele ser puro aire, y que el enemigo al que ensarta con su lanza después de una rugiente cabalgada era un muñeco de paja, incluso a veces un pobre desgraciado que no tendrá manera de defenderse, o una abstracción demasiado vaga para que porceda de ella algún peligro real.

(…)

Pág. 131

Lo que se escribe o se dice no está destinado a rebatir los argumentos de los otros y a emprender por lo tanto un diálogo sino a excitar a la propia parroquia, que pide siempre más, como el público en los mítines, o como los aficionados que abroncan al torero si no se arrima más al toro. Lo que escucha el que habla no es la voz del otro sino su propia voz amplificada por los suyos.

Pág. 132

Igual que los paleontólogos pueden reconstruir un individuo entero a partir de un trozo de mandíbula fósil, en España es posible predecir con mucho menos margen de error el catálogo entero de las ideas políticas y religiosas y hasta de los gustos estéticos de muchas personas sin tener más información que la emisora de radio que escuchan o el periódico que leen.

(…)

El resultado es que muchas personas que habrían debido hablar han callado y siguen callando, y que en España sea tan común decir una cosa en público y la contraria en privado, y actuar de una manera y opinar de otra.

Pág 225

Necesitamos discutir abiertamente, rigurosamente y sin miedo, y sin mirar de soslayo a ver si cae bien a los nuestros lo que tenemos que decir. Necesitamos información veraz sobre las cosas para sostener sobre ella opiniones racionales y para saber qué errores hace falta corregir y en qué aciertos podemos apoyarnos para buscar salidas en esta emergencia.

Les decía más arriba que ya hace cuarenta y ocho días que se publicó este ensayo. El libro ha sido reseñado, pero hasta la fecha no ha generado ninguna polémica ni ha abierto debate alguno. El único que de forma bastante triste y decepcionante (apoyándose en una entrevista en lugar de en el contenido del libro) ha llevado la contraria a Antonio Muñoz Molina ha sido (aquí) Javier Marías. Su argumentación es tan pobre que no merece ni un comentario.

Si yo me considerase un periodista profesional (en el mejor sentido de la palabra) o un intelectual (aunque siendo honesto sea difícil creerse eso) comprometido con la sociedad y hubiera estado en activo durante los últimos 20 años, la lectura del libro de Muñoz Molina me habría puesto a hervir la sangre. Y me habría faltado tiempo entonces para poner negro sobre blanco mis discrepancias. Lo que escribe Muñoz Molina es muy grave y no debería -si este fuera un país sano- quedar la cosa así. Esta ausencia de debate es claramente la mejor demostración de que don Antonio tiene razón y hace, paradójicamente, aún más necesario su libro.

El intelectual español -en palabras de don Sabino Fernández Campo- ni está ni se le espera. Pero ¿y los medios de comunicación? ¿A qué se dedican los periodistas de nuestro país? Pues yo se lo cuento: a preocuparse de lo suyo, al sálvese quien pueda. Ahí va un ejemplo: la columna de Pedro J. Ramírez del domingo 31 de marzo de 2013 (aquí). Lean como el director de EL MUNDO -usando el mismo medio- la emprende contra el presidente del gobierno porque el consejo de ministros ha ejecutado una sentencia del Tribunal Supremo que les «despoja» -a su grupo de comunicación y a tres grupos más- de nueve canales TDT de televisión. En su cabreo Pedro J. llega a justificar los escraches que los miembros del PP están sufriendo.

Y que nadie se atreva a decir que Pedro J. no representa al resto de la prensa española. Por desgracia lo que antes era un caso más o menos aislado ha terminado por convertirse en emblemático. Hoy todos los periódicos en papel son como EL MUNDO y todos los directores son como Pedro J. Si alguien tiene lo que hay que tener, que me ponga un ejemplo de periódico que demuestre mi equivocación.

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69 respuestas a TODO LO QUE ERA SÓLIDO

  1. Pollito Juan dijo:

    ¡Canastos! También escribo hoy sobre este libro, con similares entrecomillados seleccionados y con «ni está ni se le espera». Que miedo tanta coincidencia. Aunque, he de decir, que a mí el libro no me ha hecho ninguna gracia. 250 páginas de ideas manoseadas y que hace años que ya empezaron a escucharse incluso en los polígonos, en la puerta de las discotecas. El fallo está en la sociedad y en la ausencia de debate, desde luego. Oye, cada vez más periódicos y menos libros en Patrulla eh.

  2. personare dijo:

    «Si alguien tiene lo que hay que tener, que me ponga un ejemplo de periódico que demuestre mi equivocación»

    El País, por supuesto.

      • En lo Espada: debería, en efecto. En lo de Alfredo Sáenz: yo no justificaba que al menos hayan dado la noticia (sólo faltaría, en efecto) sino que, al menos, la han dado bien, ajustándose a los hechos con rigor y sin insinuar opiniones, cosa que no es, en absoluto, habitual en la prensa española, particularmente en la de derechas, y discúlpeseme el sectarismo, pero como lo veo lo cuento. Sostengo que EL PAIS es un periódico (en general, bastante) serio, no un periódico libre de toda culpa. Cosas para reprocharle hay, y tú, querida sargento, has señalado un par. Sólo quería introducir matices, porque aquí, como en política o en otros campos, no me adscribo al «todo es la misma mierda». Como exabrupto te deja muy descansado, pero es un razonamiento que lleva al inmovilismo y, por lo mismo, resulta sospechosamente reaccionario. Es verdad que nadie se libra e oler mal en un momento u otro (y hay que echárselo en cara, por supuesto), pero entre un cuesco ocasional y una constante peste a letrina hay muchos grados.
        Un abrazo para ti también.

      • johnconstantinebastard dijo:

        Pues yo creo que en el tema Venezuela, foto (je) de Hugo Chávez intubado incluida, El País se ha retratado a la perfección tanto profesional como periodística como deontológicamente.

        Aparte de que era mucho más fácil no detectar los errores cuando no existía Internet. Yo he leído en columnas culturales de El país reseñas y comentarios a libros (ejemplo concreto: «El largo adiós» de Chandler) de periodistas y colaboradores que no se había molestado en leer el libro y transcribían con errores de bulto el argumento, artículos tecnológicos escritos a volapié con errores en nombres de escándalo, crónicas cinematográficas escritas sin el mas mínimo conocimiento de los datos…. Lo siento, pero que El país sea el mejor periódico tan sólo expresa el lamentabilísimo estado de la prensa en este país.

    • Personare y Xavier ¿habláis en serio? Os voy a poner un ejemplo, sólo uno:
      El tratamiento que EL PAÍS ha dado al asunto de la posible inhabilitación y la condena a Alfredo Sáenz (vicepresidente y consejero delegado del Banco Santander). Podéis comprar la revista MONGOLIA -si no leéis El Pais en papel- para comprobar el tratamiento informativo (tamaño de las noticias y páginas en las que ha aparecido) que ha merecido este escandaloso asunto.
      Os recuerdo que el Santander y otros bancos acreedores de la inmensa deuda de el grupo PRISA se han convertido en accionistas del grupo.
      Sólo eso
      Maggie

      http://economia.elpais.com/economia/2013/03/04/actualidad/1362418507_823413.html
      http://www.elconfidencial.com/comunicacion/2012/06/04/los-bancos-acreedores-entran-en-el-capital-de-prisa-como-uno-de-los-accionistas-de-referencia-99317/

      • Es cierto que tanto capital del grupo PRISA en manos del Santander es preocupante. Y es cierto que el tamaño de las noticias y el número de páginas que EL PAIS le ha dedicado a tan, ciertamente, escandaloso asunto también a mi me parece algo escaso, pero la información la han dado, y su tratamiento ha sido riguroso y deontológicamente impecable. Que es bastante más de lo que se puede decir de EL MUNDO. Y luego, sí, de acuerdo, lo han puesto en pequeñito en páginas (muy) interiores.Pero ahí estaba. Y en un periódico cuentan todas las páginas y todas las letras.

      • Fíjate en el link (a la noticia de EL PAÍS) que adjunto en el comentario anterior. La palabra «Santander» (no «Banco Santander») aparece sólo dos veces y escondida entre lineas. En el titular solo se cita el nombre del señor Saenz.
        Dices que al menos publicaron la noticia. Sólo faltaba que no lo hubieran hecho.
        Un abrazo

      • ¿Quieres otro ejemplo? En marzo se publicó «En nombre de Franco» libro de Arcadi Espada sobre los diplomáticos españoles que salvaron judíos en Budapest durante la II guerra mundial. El libro ya ha sido comentado en ABC, en La Razón, en EL MUNDO, en La Vanguardia etc… Pero no en El País. Todos tenemos claro que este libro no será citado en las páginas ni en las ondas de un medio del grupo PRISA. Arcadi Espada fue periodista de EL PAÍS y no salió de la mejor manera. Además es muy crítico con el medio. Pero, si como tú defiendes, EL PAÍS es un periódico serio entiendo que debería estar por encima de esos asuntos e informar sobre ese libro. ¿no crees?
        Un saludo
        Maggie

  3. “Si alguien tiene lo que hay que tener, que me ponga un ejemplo de periódico que demuestre mi equivocación”:

    eldiario.es de Ignacio Escolar (aunque no es de papel). Infolibre.es (tampoco es de papel)

    Buen post. Enhorabuena

    • Querido Francisco Miguel:
      Las intenciones de el diario.es y de Infolibre.es son buenas, pero aún les falta andar un largo camino para convertirse en un periódico de verdad. Y lo de que sea en papel o no es lo de menos.
      Un abrazo
      M.

  4. Peter Folgier dijo:

    «En ningún otro país que yo conozca está tan extendida la profesión de opinador, en voz alta o por escrito. pero tampoco creo que haya otro país, salvo los sometidos a un régimen autoritario, en el que las opiniones sean tan reiteradas y previsibles y se encuentren divididas en posiciones tan inmóviles como las de la guerra de trincheras.» AMM

    Hace años la opinión estaba reservada a quienes disponían del Nombre, a través de un oficio. Si este era Escritor, al punto y de inmediato, enseguida se le adjudicaba la barra periodista guión columnista. Sólo ellos y ellas hablaban desde su Sinaí privilegiado en forma de tabla sin más ley que la de dirigir la opinión de los demás, esa que por ser pública, se consideraba en compraventa, meretriz de noche y corriente popular de día. Eso cambió. Ahora, antes de escribir la opinión propia el opinador se lanza a leer las redes y demás mallas de los memes-media donde cuelgan y penden las opiniones barra ingeniosidades del momento TT. Antes, el populacho opinaba en las cartas al Director, en las furtivas llamadas matutinas a los Olmos e Iñakis del momento, o esperando ser preguntado en la oscura noche de las cadenas sin oyentes, de vez en cuando te invitaba la Milá y entonces, ella quería saber, siempre y cuando fuera una defensa de Bosé, y así era el mundo.
    Todo eso murió.
    Ahora quien no opina, de todo y todo el tiempo, es porque no tiene dinero para un smartphone, pero hay otros modos. Ahora se opina delante de las casas de los demás. Pero es un delito. Como opinar antaño en las manifestaciones. Opinar, opinabas. Transcendencia, ninguna. Disuélvanse, aquí ya no queda nada que ver.
    Antes la mayor de tus opiniones era el voto. Hoy, también. Pero como no se puede votar por A. Merkel, no tiene consecuencias.
    Antes y ahora, la opinión era cosa de elegirle modelito, el concierto, el restaurante o la playa. Las vacaciones eran nuestra mejor opinión. Hoy lo son nuestros (vuestros) ahorros, quien no los tiene secuestrados. Y por supuesto, opinar siempre ha sido libre, salvo para quien radicalmente está en contra de nuestra opinión, que no es nuestra, es la que te toca si estás aquí, a mi lado, o enfrente. Pero ahora y en serio. ¿Donde estábamos cada uno al opinar que no preguntar: dónde estaba yo mientras tanto? Mientras esto ocurría, estábamos todos empezando a opinar y por ello, no percibimos los hechos, empeñados en sacarle punta a la noticia. A la realidad. Pero la realidad no es opinable, de serlo, no sería realidad, es su interpretación. La vida como Titular y cabecera.
    Pero si nos dejaron opinar era para que en el interregno, les diera tiempo a salvar los bienes muebles e inmuebles. Algunos ahora salvan su pasado. Bien por ellos. Pero se puede asegurar, que la opinión rara vez cambia nada. Es ella la que cambia como el río y sus aguas. Nos bañamos o decimos que está fría. Ahora parece que todos conocen la crisis, la padecen. Siempre hubo quien ni opinaba ni podía, simplemente sufría la crisis larga y silenciosa de las listas y las cifras de donde se salía brevemente con alguna ayuda de la UE, trapicheada por alguien que sí opinaba, para volver a ellas, reposo y caída, auge antes de volver a boquear del subsidio. Cuando llegaron los jinetes del Apocalipsis, muchos os dijimos, “Bienvenidos a este lado de la orilla, no lo parece, pero aquí siempre hemos cabido todos, es tan poco lo que tenemos, que el espacio es grande. Sentaos, la cosa va para largo”

    Aquí en el círculo de la Estadística, ya hemos abandonado no sólo la esperanza, también el recurso al ingenio. No esperéis literatura.

    • Querido Peter:
      La culpa de que la opinión esté tan claramente dividida en bandos la tienen los medios de comunicación y, por supuesto, la incultura que han fomentado. Es bueno que se opine y cuanto más mejor. Lo malo es la falta de sustancia en esas opiniones, la falta de reflexión, de análisis en profundidad. Se sueltan (hoy con la inmediatez de facebook y de twiter -herramientas del diablo-) las opiniones sin meditar, sin documentarse antes. Eso es lo malo.
      Un abrazo
      Maggie

  5. Ire dijo:

    Sin información no hay opìnión. Hay pareceres, todo lo más, adecuados para tertulias televisivas, blogs, columnas y demás, sin ningún tipo de trascendencia por la ausencia de autoridad y competencia de quien las emite. Pero es un mal común general, no solo español. Las voces críticas ya no existen en prácticamente ningún lugar del mundo.

    • Vale, Ire. Pero ya sabes: mal de muchos consuelo de…
      Maggie

    • Peter Folgier dijo:

      El eterno retorno:

      Y ¿cómo se llega a la autoridad y a su solvencia? ¿Qué avala ese estado de gracia intelectual? ¿En que radica esa supuesta naturaleza de donde extraer juicios que considerar válidos como si Kant habitara cada una de las estancias de nuestro pensamiento?

      Muy pronto:
      «La gestión de la Autoridad» Por Elsa Punset. Prólogo de Mario Vargas Llosa. Y colofón en vídeo de TVE. Próximamente en todas sus Redes.

      • Ire dijo:

        Hay una cosa muy simple, que casi no la notas menos cuando falta, que se llama ‘integridad’. Pero es caprichosa. Un pequeño resbalón la hace desaparecer del mapa para siempre. Piensa en algún nombre de intelectual – incluyamos en esa definición a los periodistas- que te parezca digno de no desconfiar de su ‘integridad’ y que se haya atrevido a hablar en alguna ocasión.

      • Peter Folgier dijo:

        Nos dejó aquí y hoy, José Luis Sampedro, y recordé, Ire, eso de la integridad, no sé muy bien por qué.

      • Ire dijo:

        Será porque es demasiado significativo que fuera de las pocas, por no decir la única persona que alzó una voz clara y firme y porque era nonagenario, además. Y la Maggie va pidiendo que los ‘intelectuales’ hagan algo…Podemos esperar sentados a que se nos acabe de caer el mundo encima. Ellos habrán salido corriendo en todas direcciones al escuchar el primer chasquido.
        Saludos

  6. ¿A dónde va Vicente? dijo:

    Muñoz Molina, que yo sepa, ha decidido meterse un buen atracón, AHORA. ¿Es el libro una recopilación, una ensayo sobre o una ampliación de lo que viene diciendo MM años ha? No, porque no ha venido diciendo NADA. Entona, entona un mea culpa demasiado lastimero, cuando lo que debería hacer, si le queda dignidad, es callarse: la autocrítica se hace en casa, y comerciar con ella es triste. ¿Qué esperaba, un gran debate público y una enorme aceptación? La magnitud de su lavado de conciencia se mide en el número de ejemplares vendidos y la repercusión del libro, parece ser.

    A propósito, hace muy poco entrevistaron a Elvira Lindo en Jot Down, y decía lo siguiente:

    «P- Uno de sus leitmotiv es la España vista desde fuera, en su caso Nueva York. También se le ha atacado por eso.

    R- Los españoles siempre han desconfiado por sistema del que se va y cuenta las cosas desde fuera. El que se queda siempre tiene la tentación de pensar que el que se ha ido se cree superior. Pero en el fondo es porque de alguna manera él está queriendo justificar su inmovilidad o su conformismo.»

    Es de suponer que desde las mismas ventanas se ven las mismas inmóviles cosas. Hay que ver.
    El libro será lo que sea, pero estaría mucho mejor firmado por otro que no haya no querido ver y sufra ataques de remordimientos; Haffners aquí no ha habido muchos, y MM no es uno de ellos.

  7. M. dijo:

    El libro de este señor ¿cuántas páginas dedica a narrar la vida muelle que se pegaban él y su esposa a cuenta del Instituto Cervantes en la ciudad de que nunca duerme?

  8. aturdido dijo:

    Independientemente de lo tardío que resulta el libro de Muñoz Molina, es un paso en la buena dirección. Hay escenas grotescas descritas en primera persona de las excursiones de constructores y políticos autonómicos a Nueva York autoconfiriéndose trato de sultanes con sus respectivos séquitos y ridícula corte de plumillas haciéndoles la ola. Despilfarro a tutiplén. Muy buen post, sargento Margaret.

    • Ire dijo:

      Eso al menos es verdad. ¿Pero hay alguien que diga algo sobre la deuda de España, que no se va a poder pagar en la vida porque los recursos que genera son y serán insuficientes? ¿sobre que si una persona de 45 años se queda en el paro no va a poder volver a encontrar trabajo en su vida? ¿sobre el gasto público en defensa, que ha aumentado, en detrimento de las partidas destinadas a educación o sanidad? No.

  9. Lobizonte dijo:

    Ningún medio que no sea de PRISA va a reseñar ni debatir el libro de Pradera, por la misma razón por la que ningún medio de PRISA va a reseñar ni debatir el libro de Espada: cada bando sólo habla de los suyos; al enemigo se le ignora, no existe, nunca ha existido.

  10. Bobby's girl dijo:

    No os metáis con Javier Marías, que está muy afectado porque le chorizaron un despertador y un bote de agua oxigenada en el aeropuerto de Heathrow.

  11. Anonimita dijo:

    Uy, la Fallarás se pone seria: qué miedo. Me pregunto cuánto de todo esto tiene que ver con su deshaucio pop a publicar en Planeta, sello que también publica al Sr. Muñoz Molina. ¿Ganas de tener contenta a Elena Ramírez, editora de Seix Barral?

  12. Juan Poz dijo:

    ¿Sólido? ¿Cuándo, aquí en España, algo fue sólido, al margen del nepotismo, la prevaricación, el enchufismo, la especulación, la desvergüenza, el amiguismo, la bandería, la estulticia, la nesciencia, el adanismo, la delincuencia de cuello blanco y la de polvo blanco, la politiquería y toda la corte de miserias que casi parecen propiamente la inequívoca cadena del ADN patrio? Aquí todo es delicuescente, deletéreo, descarnadamente evanescente: somos el dolor valleinclanesco de un mal sueño; una ficción garbancera llena de regüeldos y metano de tafanarios. Muñoz Molina es el paradigma de esa España cateta, pueblerina, tan llena de toparcas como de ignorancia. No entiendo, querida Sargento, qué puede haberte inducido a confundirte tanto. A una conocida mía, con todo, le parece un auténtico «libro de denuncia»… Como si aquí no hubieran existido nunca ni Savater ni Sánchez Ferlosio ni Gustavo Bueno ni Arcadi Espada, cada uno en su estilo… Perdóneseme el chiste fácil: Mucha Màgina, pero poco magín.

  13. Dr.Diable dijo:

    «Hubo una época, dijo, en la que creí que podía escribirse sobre estas cosas y enseñarle a la gente la verdad sobre las mismas, pero llega un momento en que uno se da cuenta de que nadie le escucha y que lo único que puede hacer es intentar vivir conforme a sus creencias y dejar al mundo que se pudra. El mundo no va a cambiar. Nada de lo que digas o escribas va a cambiarlo.»

    Moo Pak, Gabriel Josipovici

    • Peter Folgier dijo:

      Dear Diable M.D.:
      Si Josipovici compartiera ese pensamiento se habría ahorrado esa grandilocuente justificación de novia rastrera. Desconociendo qué “cosas” preocupan a Josipovici, es una pena para él, que ya estén escritos los Evangelios, El Capital, y Sobre la Teoría General y Especial de La Relatividad, también, citando sin pensar demasiado. ¿Nada cambia el mundo?, ¿Nada de lo que escribimos ni decimos? Tal vez sea cuestión de elegir el género literario. O a la misma literatura para algo que no le corresponde.

      Salud.

      • Dr.Diable dijo:

        Creo que se refiere, querido Peter, a que si tratamos de enseñarle al vulgo que el problema de esta crisis -política, ética, intelectual- viene de Locke, resultaría inútil. Sería como si alguien tratase de explicarme a mí la Teoría de la relatividad sin recurrir a metáforas vulgares.

        Un abrazo.

  14. En los extractos que ha reseñado la sargenta echo de menos la autrocrítica que ella misma cita en uno de los párrafos. Me gustaría que la gente que ha leído el libro me lo confirme o desmienta, pero lo prímero que a mí me gustaría leer en ese libro es la autocrítica personal, y no la general, en referencia a su puesto en el Instituo Cervantesen NY. Porque cuando las bandejas estaban llenas de canapés de langosta no le oí a M.Molina una sola palabra en torno a los que » han desmantelado la legalidad o la han ignorado para perseguir sus proyectos fantásticos » y con los que alegremente compartió mesa y mantel.

    En el fondo, la generalización que él usa le viene muy bien para diluir las culpas y pecados propios.

  15. Antonio dijo:

    La culpa la tienen los departamentos de filosofía de las universidades españolas que deberían hacer este trabajo pero no hacen nada porque están llenos de inútiles que cobran por no hacer nada.

  16. Henry Sugar dijo:

    ¿Para qué sirve el instituto Cervantes? ¿Para que unos tíos con cara de estar jodidos por algo den conferencias aburridísimas en las que cuentan cosas que otros contaron antes mil veces y mucho mejor? ¿Para que cuatro enchufados se estén tocando las pelotas y viviendo a cuerpo de rey durante unos años en alguna capital extranjera, y luego vuelvan y cuenten sus vivencias en libros que no lee nadie salvo los que tienen que escribir las reseñas elogiosas en los periódicos de turno? El libro de Muñoz Molina sobre Nueva York es una puta mierda sonrojante, y sin embargo, salvo una cosa que escribió hace tiempo uno que se llamaba Alberto Olmos, yo no he leído una sola crítica mala.

    • Personalmente pienso que si Muñoz Molina tuviera tanto ánimo de autocrítica, lo primero que debería hacer es dimitir pública e inmediatamente de ese puesto en el que se ha pasado varios años riéndoles las gracias y agasajando con el dinero de los contribuyentes a muchos de quienes ahora crítica sin rubor.

      Podemos esperar sentados y leyendo, para hacer mas amena la espera.

  17. johnconstantinebastard dijo:

    A mi todo esto no me suena mas que a intento desesperado de lavar su imagen. Engañará a los cuatro lectores de los medios de PRISA que les gusta tenerse por informados pero no cuela:

    http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Fernando%20de%20Villena/Ratasyhonestidades.htm

  18. Ciro dijo:

    Las jeremíadas de sacristán de Muñoz Molina a mí , personalmente , me causan vergüenza ajena .
    Aquí ha habido escritores condenados al ostracismo hace años , antes de las vacas flacas.
    Venían alertando de la deriva totalitaria , de la impunidad de los chanchullistas y monarcas , y fueron marginados , eliminados , dejaron de existir.
    Me refiero por ejemplo a la expulsión de Blanco y Negro de Sánchez- Ostiz por Prada , por ejemplo , o la marginación de X. Pericay o Gregorio Morán.
    A AMM , académico y en el Instituto Cervantes , con el riñón cubierto , le es muy fácil pontificar y hacerse el santo , no se juega nada . Otros antes hablaron , se expusieron a la burla pública , a ser tachados de apocalípticos , resentidos…y AAM tomando el té en Princeton y amañando premios.
    Ese libro mi sargento es una tartufada de aprovechado.
    Ahora ya me puede poner a picar piedra , pero yo lo veo así.

  19. Er Charly dijo:

    El libro de Muñoz es de una simplicidad irritante, un texto farragoso y maniqueo. Muñoz no sabe dónde quiere ir, se pierde y nos pierde como lectores. Al igual que en sus «brillantes» novelas, realiza digresiones que no tienen sentido alguno.
    Como dicen más arriba, debería responder sobre el modo en que accedió a la dirección del Cervantes de Nueva York (y ya que estamos, podría también explicar cómo consiguió el Nacional de Narrativa tan joven o el sillón de la Academia…).
    En España nos han impuesto, sí o sí, una generación literaria de novelistas (de izquierdas, dicen ellos, jajajajajajajaja) que se creen Proust y lo único que han hecho ha sido enriquecerse.

    • No es cierto eso que dices. El libro Todo lo que era sólido de Antonio MUñoz Molina (Seix Barral 2013) no es farragoso ni maniqueo. Es un libro fácil de leer y que va al grano. Lo que ocurre es que da grima leerlo porque denuncia lo macarras, horteras, incultos e inconsecuentes que somos la gran mayoría de los españoles. Nos creíamos que España se había convertido en un país moderno y resulta -AMM lo demuestra- que no somos más que una pandilla de maleducados y de chavacanos. Tiene un par de páginas, por ejemplo, en las que diferencia entre pueblo y ciudadanía, que valen por todo el libro y 5 más. Creo que allá por la página 80 y algo . No tengo el ensayo delante.
      Lo jodido es tragar y asumir como propia toda la mierda que cuenta AMM aquí. Pero lo que dice es cierto y había que decirlo.
      Hay que leerlo. Entero.
      Maggie

      • No. dijo:

        Se podría decir, entonces, que Muñoz Molina ha estado infiltrado para ahora venir a contárnoslo todo, ¿no? Más o menos así:

      • Er Charly dijo:

        De acuerdo, Sargento. Pero la palabra «ensayo» le viene muuuuuy grande, a lo más, es un conjunto de reflexiones personales, muchas de ellas llenas de lugares comunes que ya han sido dichas hasta la sociedad por otros, como alguien decía por aquí. Sinceramente, este libro si no lo firma Muñoz no lo publica nadie. Un saludo

  20. Patricia dijo:

    El último número de La Marea sí le dedica un espacio al libro de Muñoz Molina: http://www.lamarea.com/tags/no-4-la-marea/
    Es difícil encontrar este periódico por aquí y no lo he leído pero en la página web viene un extracto del artículo escrito por Antonio Baños

    • Ángel dijo:

      Le pegan duro duro a MM en lo de La Marea.
      “Me planteo cómo puede ser que yo, que me dedico a prestar atención a la realidad y a escribir sobre ella, no viera muchas cosas que estaban pasando”, “Estábamos muy distraídos”, remata el tío con una jeta descomunal (esto último de Antonio Baños)
      Tal cual.
      Na, doña Margaret, que no conseguimos levantar el libro de MM.

  21. drJ dijo:

    Hablas de los añitos de Muñoz Muermo Molina enchuadete a dedo en el Cervantes de New Yolk…supongo. De vegüenza ajena, lo mínimo es que hablara algo de inglés, a ser posible sin acentazo de la tierra. Misión imposible. Por lo menos, que tenga acentazo sureño de enchuadete de cortijo cordobés, a lo Vicentito Luis Mora, parece que apadrinado por Manuel rico en contactos, excelso maestro universitario q se acaba de levantar el premio Tierras Levantinas con un poemario. Esto es un no parar de corruptelas y colocados a dedo. Españistán a tope. Lo que diga Muñoz Molina de autocrítica, me lo paso por ahi. Es lo que se lleva en estos momentos: el mea culpa de los colocadetes de la alta sociedad o suciedad..

  22. Ginebra dijo:

    ¿Es cierto que César Antonio Molina, exministro de Cultura, era íntimo amigo de AMM y que por eso mismo le ofreció la dirección del Cervantes en NY? El director actual de ese centro, Javier Rioyo, ¿es amigo de alguien? ¿Qué actividades culturales, programadas, supuestamente, para difundir el castellano en EEUU se están programando? ¿Qué criterio de selección se sigue para «elegir» a los autores españoles invitados? En las listas de tan afortunados invitados, ¿cuántas veces se repiten los mismos nombres? El actual cónsul cultural en NY es Iñigo Ramírez de Haro, ya sabéis; el cuñadísimo. ¿Cuáles son, exactamente, los méritos que le avalan para cargo tan honorable? ¿Qué criterio sigue el cónsul para elaborar su programa cultural? ¿Por qué no existe una política de absoluta transparencia que justifique, uno por uno, cada cargo, cada sueldo, cada programa con su presupuesto, lista de invitados y currículum de cada uno de ellos?, que ya estoy harta de comprobar que siempre son los mismos.

    • Lobizonte dijo:

      Javier Rioyo es también un hombre con PRISA por colocarse. Pontificaba en RTVE y con un blog del País, antes de que sus muchos méritos lo hicieran merecedor de irse a New York.

      • Carrie, la de HOMELAND dijo:

        Javier Rioyo ha conseguido ser designado director del Instituto Cervantes de Nueva York sin saber inglés. Atención a los vídeos en YouTube donde intenta hablarlo en los actos del Instituto. Increíble.

      • drJ dijo:

        Tranqui, Carrie. Además de los de Rioyo, mírate los de Muñoz Muermo Molina y señora -claro, queda muy bien lo de hablar spanglish almodovariano, muy cool pa manhattan…-, los del mismo Eduardo Lago en el Cervantes de NY con Paul Auster, donde decide cargarse al traductor y empezar a traducir él -my god…- o sin ir más lejos, la charla de Vicente Molina Foix con Auster en la FNAC Castellana: acentazo de follow me, please, y sin dejar hablar al invitado, Auster, quién estaba encantado con que pasara la media hora, iba a cobrar el mismo pastón por hacerse la gira. El cordo-inglis de Vicentito Luis Mora, tampoco tiene desperdicio: consiste en contener el gesto y si no se me entiende, es que no están a mi altura.

  23. Pocoyo dijo:

    «Los españoles tendemos a imaginar que somos gente impulsiva, tan auténticos que decimos sin miramientos lo que nos pasa por la imaginación o lo que llevamos dentro. Incluso disculpamos y hasta celebramos la grosería porque nos parece más verdadera, porque nos gusta imaginarnos poseídos por una espontaneidad tal vez incómoda, sí, pero también libre de hipocresía…»

    Es más fácil, mucho más, ignorar el libro, acusar a su autor de enchufado, destilar envidia y demás etcéteras que enfrentar las verdades que contiene.

    Besito, Maggie.

    • Hombre, creo que la principal acusación que se le está haciendo a MM en este debate aquí montado es que el se ha dado cuenta de (o le ha dado por denunciar) estas verdades -que nadie ha negado- cuando le ha venido en su santa gana. Y que se ha dedicado a generalizar cuando en su propia persona y en círculos culturales y sociales en los que el se mueve están precisamente los ejemplos mas ad nauseam de lo que el denuncia.

    • Ciro dijo:

      Es la actitud fatua de Saulo caído del jaco de AMM lo que estomaga . Y que no se juega absolutamente nada . Lo suyo es un riesgo calculado y una puesta en escena . Otros libros y autores sin el apoyo mediático e institucional de A.M.M. , han denunciado la deriva que nos ha llevado a la situación actual , y ellos sí han sido ninguneados e ignorados con un perjuicio real. Se han puesto en frente y los han arrollado.
      Que alguien le pregunte a Justo Navarro cuánto le debe a AMM, y sabrá que ética gasta el santo AMM.

  24. Rusta dijo:

    Gracias por esta entrada. Muñoz Molina me gusta mucho como articulista y ya me había fijado en este ensayo, aunque quería tener alguna referencia antes de decidirme a leerlo. Con lo que habéis contado, me siento satisfecha. Y sí, es una pena que libros como este no tengan una mayor repercusión en forma de debate intelectual (porque, independientemente de que se esté de acuerdo o no con lo que expone el autor, al menos está aportando algo de crítica, de denuncia, y eso debería provocar reacciones).

    Un abrazo.

  25. drJ dijo:

    Ah, como en este pais cuesta tanto hablar de cosas concretas, el Muñoz Molina se estuvo levantando más de 100.000 euracos en New Yolk, euros arriba o abajo, en el Cervantes. Puesto absolutamente a dedo por la misma iluminada sociata que desmanteló rTVE, esa lacra llamada Carmen Cafarel, y q en las entrevistas se hinchaba a citar a Lorca, Miguel Hernández y su gran amor al teatro. Pq en este país tan noble, siempre es lo mismo, citar a Lorca y luego colocar a los amiguetes y llevárselo crudito. Y luego, está ese caso aparte llamado Vicentito Luis Mora q se lo lleva con los curas corruptos de Cajasur, con el PSOE y con el PP en el Cervantes. Y luego hace chistes en twitter sobre la crisis en Españistán. Cobrando de los dineritos públicos. Ün moralista, el señorito de cortijo..

    • Anonimito dijo:

      Ojo que el Mora ahora es hombre de Prisa gracias a la succión peneana que le ha hecho a Juan Goytisolo en Marrakech: hasta tiene blog en El Bumerán.

      • drJ dijo:

        Sí, Vicentito no pierde el tiempo, es una especie de cura en la era tecnológica. Entre lo que mueve delante de la pantalla y por detrás, se lo va llevando crudo. Libros ha vendido como cuatro o cinco. Eso es lo de menos. Ahora toma té al atardecer con Goytisolo, seguro que el libertario eterno de los auto-exilios a sueldo del grupo Prisa le dará buenos consejos sobre como seguir medrando. Lo que me pregunto es si todos esos twitts, blogs, seminarios y congresillos de seminaristas post-digitales no los redacta Vicentito en su despachito en el Cervantes, a nómina de los dineritos públicos. Siendo ya fama la honestidad radical de este sujeto, se responde sola la cuestión.

      • Carrie, la de HOMELAND dijo:

        Me consta que el «exiliado» Goytisolo usa a los empleados del Cervantes de Marrakech como: telefonistas, asistentes personales, chóferes, repartidores de correo y agentes de viajes. Todo a cuenta del contribuyente español. A Mora le trae a cuenta hacerle de telefonista si a cambio Goytisolo le dice a su amigo Juan Luis que le saque en Opinión una letrilla al chico éste, tan prometedor…

      • Qué franquista suena todo eso, tú.
        Maggie

  26. julian bluff dijo:

    Se esta volviendo harto complicado entrar al blog y reprimir las impresiones no demasiado halagüeñas sobre las comentarios de algunos -bastantes- de los otros participantes.

    Procuren todos ustedes por mi bien -me declaro en este punto obstinadamente egoista- repasar, y repensar, lo que han puesto en la ventanita, antes de darle al «intro». Gracias.

    • Gamusino dijo:

      aplicate tu propio cuento y las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber déjame que las beba tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie ni hago daño a los demás. A mí no me gusta que me digan no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohíbo beber vino.

    • johnconstantinebastard dijo:

      Para qué molestarnos con acusaciones, hechos y datos concretos, ¿verdad?

  27. Sandra La Loca dijo:

    Está claro que lo que gusta en España es criticar, y muchas veces sin tener la más remota idea del tema en cuestión; y ¡venga! unos contra otros, siempre dos bandos, o blanco o negro, típicas riñas de colegio: «-¡Tú más! -¡No! Tú más!». Así no se avanza. A ver si nos enteramos de una vez de que hay toda una escala de tonalidades grises, o de colores si se es un poco más optimista. Me consta que es una frase más que típica, repetida hasta la saciedad, pero más cierta que otra cosa y que, en realidad, es difícil de poner en práctica. Sobre todo cuando nos tocan una fibra sensible. Mantener la cabeza fría cuando te dicen que, efectivamente, se te puede atribuir una gran responsabilidad sobre la (mala) suerte que está corriendo tu país, es difícil, pero no estaría mal darle un poco a la mollera y, como acabo de decir, deleitarse en esa gama de grises, reflexionar y obtener muchas y muy variadas conclusiones, sin necesidad de escoger de entre todas una sola, sino elaborar un mosaico de pensamientos, manteniéndote congruente si puede ser.
    No creo que haya nadie que me convenza de que la ciudadanía española, generalizando, no tiene los gobernantes que se merece. Ni siquiera en el mar abierto que es internet.

  28. carol dijo:

    al hilo de este libro les recomiendo «un cuento de economia; empresa, banca y política». Muy pero que muy divertido. Enhorabuena a TODO LO QUE ERA SÓLIDO. UN 9 SOBRE 10

    • ¡Qué casualidad! La misma dirección IP en este comentario que la del que recomendó este mismo libro, firmado con otro nombre, hace 3 días.
      Póngase cómodo, señor Mario Más Fenollar, autor del libro. Está usted en su casa. Y no le vamos a cobrar por la promoción
      Un abrazo
      Margaret

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