ALTA LITERATURA

¿Qué pasa si digo la verdad? ¿Qué ocurre si cuento que no he podido terminar El mal de Montano de Enrique Vila-Matas (Anagrama, 2002; Seix Barral, 2012)? ¿En qué hoguera se me va a quemar si manifiesto que he llegado (aburrida) a la página 170 (son 334 en total) sólo porque se dice y se opina que se trata de una de las mejores novelas en castellano del siglo XXI, pero que a partir de ahí –me parecía una pérdida de tiempo continuar- me he cansado? ¿Me acusará alguien de ser incapaz (insensible) de apreciar la buena literatura si escribo que he dejado a medias a Vila- Matas para volver a leer El talento de Mr. Ripley de Patricia Highsmith? Hace casi 25 años desde la última vez… que leí esa maravillosa novela de la vieja gruñona.

Que por qué me puse yo a leer a Vila Matas, se preguntarán. Les explico:

El 26 de junio leí este interesante artículo de Vila-Matas en EL PAÍS (aquí). Utilizaba don Enrique un artículo reciente de Emmanuel Carrére en el suplemento de libros de Le Monde (aquí) para sacarse de la manga un criterio para clasificar a los autores, delimitar lo que es “arte y lo que es sólo mercancía”.

Acaba Vila-Matas concluyendo que la diferencia está en que:

1.- “El escritor (bueno) sabe que en una descripción bien hecha hay algo moral, (y tiene) la voluntad de decir lo que aún no ha sido dicho,… (Se trata de) autores, creo, en los que hay una búsqueda ética precisamente en su lucha por crear nuevas formas.”

2.- “Mientras que el escritor de best-sellers usa el lenguaje simplemente para obtener un efecto y aplica siempre la misma inmoral fórmula de camuflaje, de engaño al lector.”

Doy por sentado que Vila-Matas se considera a sí mismo incluido en el primer grupo. ¿Dónde está Patricia Highsmith según este criterio?

Hoy se respeta mucho a doña Patricia, pero no siempre fue así. Los libros de la escritora estadounidense están llenos de trampas, engaños y camuflaje. Continuamente se usa en ellos el lenguaje para obtener efectos.

¿Son las novelas de la Highsmith baja literatura y las de Vila-Mata “high literature”?

Me dirá uno de esos que se creen parte del grupo de iniciados, que la buena literatura no busca entretener como principal objetivo. Y estoy de acuerdo. Soy de las que piensa que los buenos libros deben llevarnos a replantearnos los grandes temas: el amor, Dios, la amistad, la muerte… Eso ocurre con la lectura de Dostoievski, Tolstoi o Flaubert. Pues les puedo decir que un personaje como Ripley me lleva a cuestionarme con mucha más profundidad sobre la condición humana que las pajas mentales de un “enfermo de literatura” y sus estúpidas y pedantes conversaciones con el feo Tongoy. Y si quiero saber algo de todos los escritores de los que habla (Frédéric Amiel, Salvador Dalí, André Gide, Virginia Woolf, Witold Gombrowicz, Franz Kafka, Katherine Mansfield, W. Somerset Maugham, Henri Michaux, Cesare Pavese, Fernando Pessoa, Sergio Pitol, Jules Renard, Paul Valéry) ya me compro yo sus diarios, oiga.

Daniel Emilfork (actor que inspiró el personaje de Tongoy)

Y yo no quería… pero es que me caliento y… Todo esto viene de ese empeño inútil de querer clasificar a los escritores en dos categorías: artistas y tramposos. ¿Se han dado cuenta que a los lectores esa disquisición nos la trae floja? Quien se empeña en seguir con ese asunto de alta y baja literatura son los críticos (no tienen otra razón de ser) y los escritores. Pero no todos los escritores, sino un tipo especial. Sólo se preocupan de esto aquellos escritores que ante la falta de lectores para sus libros y ante la necesidad de dar satisfacción o alimento a su ego tienen que subirse a sí mismos al pedestal, al Parnaso. Y la mejor (o la única) manera de subir, en la mayoría de los casos, es hacer bajar a los otros, a los superventas.

Ya está bien, hombre, ya está bien. Piensen en los lectores, que ya estamos un poco hasta … ahí.

¿Es Enrique Vila-Matas un escritor sobrevalorado? No voy a dar mi opinión.

Quien quiera saber más de Patricia Highsmith, puede leer la gran biografía que le escribió recientemente Joan Schenkar y publicó CIRCE en castellano. (aquí)

Ah, se me olvidaba. En la primera edición (de 2012) que Seix Barral ha hecho de El mal de Montano hay faltas más propias de servidora que de un gran intelectual. Un ejemplo:

Pag. 89 (abajo):

He sacado un lápiz y una libreta y he apuntado la idea. “Ya sé que estás escribiendo ahí, estás lamentado que no te haya seguido el juego, pero deberías recordar que un escudero está obligado a devolver a su señor a la realidad, sobre todo si su señor tiene ínfulas de hidalgo”, me ha dicho.

Tongoy y el protagonista están el uno frente al otro, con lo que el primero ve claramente  que el segundo está escribiendo. Es por eso que el “que” señalado en negrita debería llevar acento.

En la primera edición de la última novela de Vila-Matas, Aire de Dylan, (Seix Barral, marzo 2012) también hay faltas de ortografía. Pero no me voy a levantar ahora para buscarlas.

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41 respuestas a ALTA LITERATURA

  1. Dude dijo:

    La verdad es que la alta literatura, a veces cansa.
    Es como este blog. Entro siempre a leer la actualización y me suele gustar, pero creo que nunca he terminado un post. Dos o tres párrafos me bastan. Sin embargo, para mí es imprescindible.

  2. chema ruiz dijo:

    Acabo de dejar este comentario en Facebook: «No acabo de entender el paralelismo comparativo entre Vila-Matas y Patricia Highsmith..Vila-Matas tiene libros espléndidos, pero su estilo tiene que ver más con el ensayo, o eso que llaman «meta-literatura». Yo creo que a partir de El Mal de Montano entró en un círculo vicioso, un callejón sin salida, que no lleva a ninguna parte, sólo al intelectualismo o a la muerte de la buena literatura…Patricia Highsmith, en realidad, no escribía bestsellers: sus libros se convirtieron en bestsellers, a pesar de sus temas complejos(y muy crueles) y la sutileza psicólogica de sus personajes. Sus relatos y novelas son un prodigio de transparencia y al mismo tiempo gran profundidad. Patricia ya es un clásico de la literatura mundial…Vila-Matas, es un buen escritor, que creo se tomó demasiado en serio eso de la literatura como «enfermedad» o manicomio de lujo.»

    Personalmente, a mí se me gustó El Mal de Montano, aun siendo un libro repetitivo. En realidad, es como una segunda parte, algo más novelada, de «Bartleby y compañia».
    Patricia Highsmith está realmenta a años luz de Vila-Matas…O sea, es mucho mejor: escribe con la simplicidad de un Chejov o Katherine Mansfield, pero con temas realmente muy complejos que reflejan muy bien la personalidad psicopática, en todas sus variaciones.

  3. Intruder dijo:

    No debería llevar acento, en todo caso tilde. Vamos, que estás también buena para criticar faltas de ortografía, cuando no sabes diferenciar una de la otra.

  4. Ramón dijo:

    Totalmente de acuerdo. Vila Matas es un fiasco.

  5. La patrullera Mari Pili dijo:

    Enrique Vila-Matas no es un escritor sobrevalorado, no señora. En todo caso un escribiente o, si me apura usted, una escribanía completamente sobrevalorada, desde el primer día que a don Jorge (Herradle, perdón, Herralde) se le puso en la nariz que iba a hacer un, digo, otro, gran descubrimiento. Tal vez el Auster americano resultaba muy caro (aunque rentable) y se le antojó que un Vila-Matas resultaría más austero.

    De todos modos, don Enrique, como escribanía, es mucho mejor que don Víctor Balcells, su digno sucesor. El primero aparece ya recubierto con la pátina de la edad, que muchos confunden con una impronta de respetabilidad, mientras que don Víctor se parece más (como escribanía, quiero decir) a un mamotreto listo para armar, lo que en castellano moderno se conoce como un «ready made yourself». Y lo digo porque ambos son vástagos del mismo tronco.

  6. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿La idea del post o las ganas de remarcar el error ortográfico?

  7. Omero Feggiguerra dijo:

    Bueno, mujer, por una errata aislada tampoco vamos a crucificar a nadie. Unamuno conjugó en Paz en la guerra «coger» con j y no por ello deja de ser una grandísima novela (en ella presenta por primera vez el concepto de Intrahistoria, no lo olvidemos).

    La cuestión que planteas es interesante. No tengo ni idea de dónde viene la noción, pero circula como etiqueta en la prensa (recordemos el artículo sobre Andújar y Olmos de Echevarría). Toda esta problemática tiene que ver más con nociones como autoridad, identidad, canon y recepción. La autoridad, por ejemplo, que posee Vila-Matas en la Academia es incomparable a la de Patricia Highsmith (en España un caso similar al de Highsmith sería el de Javier Calvo o Pilar Pedraza). Sólo hace falta darse un paseo por los departamentos y pararse en el tablón de Tercer ciclo y comprobar la presencia de Vila-Matas (o Bolaño) en numerosos proyectos de tesis doctorales. La razón no es otra que autores como Vila-Matas, Orejudo, pero también Bonilla, Trapiello o Justo Navarro, desde un punto de vista académico, se prestan a ser objeto de trabajos de investigación rigurosos (a diferencia de la crítica en prensa, en la Academia existe una metodología muy precisa que es la que avala el proyecto ante el tribunal).

    ¿La razón? La facilidad con que los textos de Vila-Matas se integran en la tradición literaria moderna y las posibilidades que ofrecen, por consiguiente, al investigador a la hora de establecer lo que denominamos “rapport de fait” (relaciones efectivas) con la tradición literaria, es decir, con el canon. Ni más ni menos. Claro que un joven investigador puede aventurarse a analizar la ventriloquia como reinterpretación del concepto de voz narrativa en Highsmith en su tesis doctoral, pero también la deconstrucción de los rasgos épicos en George R. Martin o Dan Simmons, o el concepto de “otro” y la “biosexualidad” en la literatura de Gaiman y Gibson. ¿Por qué no? Pero el esfuerzo, la entrega, pero sobre todo el riesgo, son demasiados altos para un joven investigador que pretende hacerse un hueco en la Academia, y más con la que está cayendo, y sin contar que la imagen de subgéneros narrativos tales como la novela negra, histórica, terror, ciencia-ficción, fantaciencia, pero también géneros como el relato o la microficción, es pésima, tanto fuera como dentro de la universidad española.

    Éstas son las principales causas, pero no las únicas. Hay que contar que Vila-Matas (paradigma actual de la “Alta literatura” en España junto con Juan Goytisolo y Ferlosio) tienen una proyección académica internacional brutal entre las autoridades hispanistas (mayor que la de Marías o Reverte, aunque parezca mentira a juzgar por las ventas, claro). Si a eso le añadimos que estamos viviendo el boom internacional de la metaliteratura (Maillard, Markson, Foster Wallace, Josipovici, Nooteboom o Cartarescu), que el gremio literario suele considerar literario todo aquello que presente visos de erudición e intelectualidad extrema, no sorprende que autores de corte clásico (los que tú defiendes) como Nabokov o Highsmith, hayan caído en cierto desprestigio, así como escritores actuales que siguen o han seguido esa misma estela como Irving, Mendoza o Franzen. Ahora bien, desde un punto de vista académico, no existe diferencia entre Highsmith y Vila-Matas. Sería como considerar Les chants de Lautréamont o Rayuela de Cortázar Alta literatura (vanguardista y anticomercial) y Oblómov de Goncharov y La campana de Murdoch Baja Literatura (clásica y con posibilidades comerciales). Una calamidad, vamos.

    Ahora bien, no por parecer clásico se es necesariamente literario (Pérez Reverte), ni por ser vanguardista se es necesariamente intelectual (Fernández Mallo). Ya lo he dicho otras veces: para mí las obras de Lem o Bellow son tan intelectuales (Alta literatura) como las de Borges o Foster Wallace. Lo demás es una cuestión de gustos e intereses personales. El problema es que existe tal intrusismo en el mundo de la literatura que mezclamos churras con merinas y ni nos enteramos. Que algunas obras de Vila-Matas están sobrevaloradas, sin duda (los escritores son seres humanos no semidioses, no lo olvidemos); pero que obras como Bartlebly y compañía o El mal de Montano reflejan perfectamente la crisis de la ficcionalidad que estamos viviendo (la ausencia de límites entre realidad y ficción, entre mundo y texto, y más desde que existe Internet); y que Vila-Matas, como Bolaño, ha sabido darle otra vuelta de tuerca al modelo de Borges, explorando las posibilidades poéticas de la intertextualidad, la transducción de la cita, la deconstrucción de los discursos textuales y el concepto mismo de antinovela, pues también.

    Entiendo lo que quieres decir, Margaret, pero reduces, como suele ser habitual en ti, la calidad literaria al gusto del common reader o lo que es peor a la venta. Le das razón al lameculos de Lope y por ahí no pasa ningún cervantista, me temo:

    «Porque, como las paga el vulgo, es justo
    hablarle en necio para darle gusto.»

    • julian bluff dijo:

      ¡Vicentico, hijo…!

      .Dª Rogelia.

    • FB dijo:

      Interesante. Ahora bien, si bien me aparto un poco del núcleo de la entrada, tomo lo que dice para hacerle una pregunta, ¿en qué medida se puede ser decir que Bolaño “ha sabido darle otra vuelta de tuerca al modelo de Borges, explorando las posibilidades poéticas de la intertextualidad, la transducción de la cita, la deconstrucción de los discursos textuales y el concepto mismo de antinovela, pues también”? En todo caso, en términos estéticos, Bolaño está más cerca de Cortázar que de Borges. Por no mencionar que difícilmente Borges haya abordado el tema de la antinovela porque, entre otras razones, nunca ha escrito una novela. Cito a Cortázar porque en sus novelas se encuentran todos esos puntos que usted señala y, por lo tanto, no veo en qué Bolaño (y ya que estamos, Vila-Matas) le ha dado “otra vuelta de tuerca” al asunto. O, en todo caso, no veo el asepcto revolucionario del mismo.
      Me gusta Bolaño (también Vila-Matas) pero creo que está más que sobrevalorado (igual que Vila-Matas): en los EEUU cuenta con ese mito de la heroína y la muerte, en Europa con lo del latinoamericano de izquierda perseguido por las dictaduras de los setentas. Pero en lo estrictamente literario no veo en qué ha revolucionado el texto literario. Sin ir más lejos y para apelar a un compatriota del finado Roberto, ¿qué recursos hay en Bolaño que, por ejemplo, no estén en Donoso? Saludos.

    • Un apunte, Foster Wallace no tiene nada que ver con la metaliteratura (no confundir con metaficción).

  8. Mike dijo:

    Patricia Highsmith son palabras mayores. Vila-Matas tiene cosas interesantes, pero casi nunca está a las expectativas de las interesantes premisas de sus novelas… Luego, sí, qué pasa, se hace aburrido (Aire de Dylan me parece, además, de sus peores novelas, con unos diálogos de tres páginas cada uno que dan risa) por lo que estoy de acuerdo en lo de sobrevalorado.

    Y es que muchas veces confundimos el ser intelectual —que está muy bien— con escribir bien… Qué fácil sería entonces parir obras maestras, dios mío.

  9. Chester Baxter dijo:

    Vila-Matas es una puta mierda. Y punto.

  10. Ire dijo:

    Un ‘articulillo’ sin ‘importancia’ sobre la Highsmith:

    Haz clic para acceder a Patricia%20Highsmith.%20En%20jaque%20al%20g%C3%A9nero.pdf

    No he encontrado nada similar sobre Vila-Matas, al menos por aquí.

    • Chester Baxter dijo:

      Ahí le duele. Y sobre Muñoz Molina tampoco, dicho sea de paso y con ánimo de joder.

  11. Yo, la verdad, siento una pena infinita por mis posibles bisnietos, enfrentados a la tortura de tenerse que leer obligatoriamente alguna de las masturbaciones de VM por orden de su profesor de literatura de 4º de la ESO o de lo que haya por entonces
    Esperemos que, en ese lapso, o haya mejorado la literatura, o haya mejorado la enseñanza, o se hayan vaciado de una vez las facultades de filología

  12. joantdo dijo:

    La oposición es demasiado simplista, creo. Vamos, tal vez tan sólo haría falta cambiar los ejemplos (no sé, por ejemplo, James Joyce y Felipe Trigo) para darle la vuelta; y eso no significa que su teoría no sea cierta, sino que sencillamente debería argumentarla mejor. Porque ¿a Dickens donde lo encajaría?
    (Pero es que, bien, yo «El mal de Montano» lo devoré en una tarde. Parte de su teoría se basa en esa cuestión de gusto personal, y claro, así…)
    Salut!
    j.

  13. Maríe Jujika dijo:

    Te adoro, Margaret. Por fín alguien se atreve de verdad a poner en la picota una cuestión como esta. ¿Qué pasa si me atrevo a «criticar», por «comparación simulada» a una de las «vacas sagradas» de la literarura, en este caso española?. Está muy claro que no se ha pretendido comparar ambas escrituras, se trata sencillamente de hacer un ejercicio de sinceridad mental expresado en voz alta. Y sobre todo, y ahí es donde más duele, valorar lo que realmente llega, sin ningún complejo. Claro está que cada cual tiene un baremo personal para elegir lo que le gusta a la hora de leer, hasta habrá quien opine que «las malditas sombras de Grey» es un buen libro o es una buena escritura. No dudo que, para quien la defienda, una buena lectura. Evidentemente hay escritores que son buenos, aunque sus obras se hayan convertido en best sellers. Yo lo respeto todo, pero no soy lectora de este tipo de escritura por definición. «El talento de Mr. Ripley» me parece un magnífico libro, y la señora Patricia una gran escritora, capacitada de una psicología que muchos escritores de novelas, como por ejemplo el tal «vila-matas-endiosado», no tienen en absoluto. Y ya se sabe que, a la hora de escribir todo vale, siempre que uno sea capaz de admitir que realmente se rige por este tipo de ley. Hay quien, sencillamente sabe escribir una novela y hay quien no. Que uno sepa razonar la filosofía, no significa que enganche a nadie a la hora de leerle o crear un personaje de novela, y creo que eso es lo que sucede con este señor, Vila-Matas. Yo he escuchado a algunos hablar de él como si TODO lo que escribe debe ser leído y aceptado como escritura cualificada y lo que sucede es que muchas veces, más de las que se quiere admitir, no es así.
    ¡Que no Margaret, que estoy contigo, NO PASARÄN!. Aunque se trate de las «vacas sagradas de ayer, hoy y siempre»!

    • Pues con tanta crítica, me habéis picado la curiosidad: emprenderé por tercera vez en mi vida la epopeya de leerme un libro de VM; las otras dos veces lo tuve que dejar a las 50 páginas de que no pasara nada. Y no es que no me gusten los libros en los que no pasa nada, o pasa muy despacio, al contrario, me encantan… con decir que una de mis novelas favoritas es «Tu rostro mañana»… (por no hablar de Proust)

  14. La literatura es… muchas cosas, pero principalmente una herramienta para reflexionar sobre la vida, sobre el mundo (in tutto o sobre alguno de sus infinitos componentes). No es extraño que la literatura que habla sobre literatura (la literatura que suele hacer Vila-Matas, por ejemplo) encandile a los catedráticos universitarios: porque para ellos su vida, su mundo, es la literatura. Pero cuando la literatura no se pone a comentar el mundo, sino la literatura, es como un animal que se devora a sí mismo: come, pero no se alimenta. Y no crece, se constriñe.

    • Sol dijo:

      Luego está la literatura que no lee nadie, tipo la tuya, Besugo.

    • Marcela dijo:

      Me ha parecido el mejor comentario pero me ha interesado leer todo. Cómo se hace para recibir las publicaciones de este blog? O hay que venir de motus propio a la página? Gracias.

      • Amiga Marcela:
        En la columna derecha del blog encontrarás una punto que se llama «Suscripción por correo electrónico» y debajo un recuadro donde dice ALÍSTATE!! Pincha ahí y sigue las instrucciones. deberás dejar tu dirección de correó. De ese modos recibirás la crónica de todas las hazañas bélicas de las que la Patrulla de Salvación es protagonista. Un saludo
        Margaret

  15. Maríe Jujika dijo:

    Absolutamente. Lo realmente fantástico es…conseguir las dos cosas. Tener la literatura en la pluma y saber hablar de ella, de la literatura, de forma sutil…sin que lo parezca. Sin pretender dar lecciones y sin embargo encandilar, hechizar….enriquecer.

  16. Anahata dijo:

    (Perdon, no hay tildes ni enyes en este teclado)

    Vila-Matas, que esta sobrevalorado, se ha dado cuenta del filon y escribe desde hace anyos la misma obra: literatura pop, que se vale de referentes y lugares comunes (siempre poco elitistas, que hay que comer). De ahi esa obsesion por anyadir a sus titulos referencias a Joyce, a Dublin, a Dylan, etc…
    El tio es un pedante, pero se cuida bien siempre de recurrir a las figuras que cualquiera reconoce.

  17. julian bluff dijo:

    LITERATURA DE ALTURA

    «20 Tapones y 1 Puto Triple» autobiografía de Arvidas Sabonis.

    «En Gua-Gua hasta el Aconcagua» novela de viajes y aventuras del grandísmo (y va sin retranca ninguna) Alberto Vázquez Figueroa.

    La parte de «Gulliver’s Travels» que transcurre en el país de los gigantes. De Jonathan Swift.

    «Así se hizo -Aterriza como Puedas-«. Del director de Aterriza como Puedas.

    «Ni deus lo entiende. Un estudio exclusivo de la obra de Julian Rios, Miguel Espinosa, Miguel Torga y Antonio L Antunes». De Ana Rosa Quintana.

  18. Juan Poz dijo:

    Mi trabajo de investigación del doctorado consistió en la comparación de dos dietarios, el Voluble de V-M y el Dietari, de Pere Gimferrer, que ninguna editorial me ha querido aceptar, quizás para darle la razón, ya que no el eco mediático, al título de mi blog. La odiosa comparación arrojó como conclusión la afectadísima impostura malditista de V-M y la exquisitez elitista de Gimferrer, si bien la prosa ensayística del último está a años luz de la periodística y prosaica del primero. Mientras el segundo tiene una capacidad de síntesis histórica y artística que impresiona, y una percepción del hecho estético incomparable, el primero es un aprendiz de observador que no va más allá de su propio ombligo, algo sucillo de borra…, y cuyo ingenio raya a la altura del escritor menos dotado para él que conozco: Juan Goytisolo, autor, sin embargo, de tres obras de obligada lectura: Reivindicación el conde don Julián y sus dos volúmenes de memorias: Coto vedado y en los reinos de Taifa.
    Hay que reconocerle a V-M que ha sabido, sin embargo, crearse un público lector por lo general bastante fiel, y un prestigio académico que dice bien poco de la institución, por supuesto…

    • Sol dijo:

      Dijo el pobre inepto al que ninguna editorial quiso.

      Se te está llenado el blog de pontificadores, Margareto. Al menos el Diable y la Ire tenían espíritu de superación, y barba.

      • Ire dijo:

        Sí, solete, pero a mí me sienta bien, no como a ti.

        Tú, en cambio, sigues igual de lerda que siempre. Aprovecha el verano, mujer, y acaba los estudios, que luego me lo agradecerás.

  19. Darius Anakovicz dijo:

    V-M folla poco, y eso se nota en lo que escribe.

  20. Anónimo dijo:

    Patrulla, háganse un favor y lean Dublinesca.

  21. Ratas dijo:

    V-M es sutil y cínico hasta cuando tiene que allanar el terreno para que su sobrinísimo o hijo apócrifo, que tiene la poca de vergüenza de publicar un libro en la editorial para la que trabaja, le sustituya en el Olimpo de lo absurdo. El chico, además de un burdo imitador del tío, es tan fino que roza el ridículo y tan maleducado que durará poco en el mundillo. Y centrándonos en el tema del tío: SOBREVALORADÍSIMO. Una obra como París no se acaba nunca no creo que le pueda interesar a nadie más que a él y a su ego. Si hubiera trabajado alguna vez , en vez de sacarle los cuartos a su padre, quizá su literatura sería otra más universal y menos egocéntrica.

  22. VK dijo:

    Que pedo con sus vidas jajaja tengan un poco de sexo, hagan una orgía se sentirán mejor 😉 buscaba algo de una tarea y me encontré con sus tan cómicas conversaciones jajaja me entretienen…

    • Maríe Jujika dijo:

      Ya practicamos, al menos algunas, nuestras orgías, lo uno no está reñido con lo otro. Es una pena estar tan imbuido de los típicos tópicos. Buen sexo y buenas discusiones-conversaciones, que todo enriquece y da placer. Hay quien debería, quizás, añadir a sus «orgías» un poco de debate. Los músculos, TODOS, necesitan ejercicio. El cerebro también. Feliz verano.

  23. Joane dijo:

    De verdad que me resulta extraño encontrar un post semejante en página como esta que, a pesar de querer salvar los libros, me parece (subjetivamente) que solo quieren salvar aquellos libros que sean dignos. Dejando esto a un lado yo creo que el único problema de un libro, o la única moralidad/inmoralidad es el engaño, pretender vender como «cocina de autor» lo que no deja de ser una tortilla de patata mal hecha. Una «marca superventas» (ya no digo escritor) es sincero en su pretensión: entretener, intrigar, etc. Dean Koontz, Ken Follet & Company no pretenden ser otra cosa que lo que son. Yo ahí no veo engaño hacia los millones de personas que los leen. Ni inmoralidad.
    Un escritor «literario» pretende ser más trascendental, y asume que sólo lo comprenderá y disfrutará una minoría de lectores.
    Tan cutre es el pseudo-literario que hace pestiños como el superventero con ínfulas de literato. Los lectores unas veces leemos alta literatura, otra baja y otra entremedias, y tenemos derecho a decir «esto me gusta» y «esto no». Y creo que sabemos distinguir perfectamente ante qué tipo de relato estamos, qué ambiciones artísticas tenía el autor (o su editorial).
    No ha mucho que que S. Posteguillo -vendedor más o menos «al peso» de superventas de ambientación histórica- se permitía considerar que M. Yourcenar «que se pasó tres pueblos» porque cogió de Adriano lo que a ella le interesaba (subjetivamente) y que él lo iba a tratar con más objetividad. No me han gustado sus palabras, porque creo que una obra como la de Posteguillo, perfectamente digna, pero de género sin mayor trascendencia, no se puede comparar con una obra literaria que usaba la excusa histórica para hacer reflexiones muy sutiles sobre la naturaleza humana que se siguen leyendo décadas después de su publicación. Es como comparar los huevos con chorizo con un plato de Arzak. No se pueden comparar porque hay un momento para cada cosa. Vamos, es mi opinión. Y en este sentido las comparaciones del post tampoco me parecen muy afortunadas, pero entiendo que es difícil de establecer comparaciones porque, hoy por hoy, no hay autor español contemporáneo del que se pueda afirmar, con seguridad, que trascenderá al paso del tiempo.

    • Sí hay un autor que trascenderá «al paso del tiempo»: Don Antonio Muñoz Molina.
      Otra cosa: ¿Qué cojones es un «escritor literario»?
      Perdona que baje tanto el nivel de la discusión -ya sé que tú pretendías otra cosa- pero para que la conversación sea productiva hay que poner los puntos sobre las ies para la comenzar.
      Un cordial saludo
      Margaret

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