El libro está en peligro. Desde este blog, la sargento Margaret y sus amigas estarán atentas a lo que ocurre en el mundo editorial en castellano para denunciar todo aquello que pueda hacer daño al libro. Para contactar: margaret.salvacion@gmail.com
Yo no entiendo cómo la gente tiene esa obsesión con terminar libros de mierd… que no le están gustando. Bueno, supongo que es por haberlos pagado: cuando apoquinas te convences y sigues y atrofias poco a poco tu gusto literario y entonces ya eres otra alma perdida para el cielo lectoril.
Los «libros de mierd…» no existen. Solo existen libros y lectores. Los libros son seres pasivos y, en cambio, los lectores son seres activos y toda la iniciativa recae en ellos.
Si el lector se equivoca de libro, el resultado es un lector de mierd…
El contrario es imposible.
De acuerdo con Serge. Yo siempre lo comparo con la cocina o la música.
Lo importante es que no pretendan ser lo que no son. Y que aciertes a la hora de escoger. Si yo voy a un McDonalds no me puedo quejar de que no tengan tortilla de patatas deconstruida.
No hay buena o mala cocina, la hay más sencilla y la hay más elaborada. Lo mismo que hay música más compleja y otra más utilitaria.
Personalmente, con algunos libros conecto, y con otros no. Pero no me atrevería a pensar que es un libro de mierda por el solo hecho de que a mi no me atrape.
Muy curioso. Me ha hecho gracia la regla de abandonar un libro en la página 100 menos la edad del lector. Cuando era más jovencita siempre quería terminarlos todos, aunque me parecieran un pestiño, pero ya hace tiempo que dejé de hacerlo y no tengo problema en dejar libros sin terminar. Será que cada vez somos más impacientes, exigentes… o simplemente más cuerdos.
Los cinco libros más «abandonados» son canónicos de los abandonos, para que vamos a engañarnos, pese a que en las últimas pool USA, el de Ayn Rand (iba a poner «Amy Rand» como si fuese Irene Zoe ¡qué trajines!) ha sido elegida como la mejor novela americana (de los USA).
Decir que yo «El Nombre de la Rosa» lo dejé a falta de cincuenta páginas. Don Umberto me tangó, pero bien… ¡Saludos!
Es gracioso que digas eso, por que las cincuenta últimas páginas de El nombre de la rosa suelen ser las que más gustan, por aquello de que todo lo que no ha pasado antes, pasa de repente y la novela adquiere un ritmo propio de bestseller vertiginoso.
A mí si me gusta terminar las novelas que empiezo. Si me ha pasado de abandonar alguna para retomarla más adelante. Yo creo que hay una diferencia clara entre una novela que eres plenamente consciente de que no te va a gustar (y en ese caso lo lógico es abandonar y pasar a otra cosa) y otra en la que tienes expectativas de que te acabe gustando o que crees que no es el momento oportuno, y en ese caso es mejor dejarla aparcada un rato hasta que apetezca (o no) leerla de nuevo.
Eso sí, lo de abandonar a las primeras de cambio me parece más común de lector exclusivo de bestsellers al que si no le engancha algo desde el minuto cero es incapaz de continuar. Muy mala (en todos los aspectos) tiene que ser una novela para dejarla antes de la página 50. Aparte de que hay algún que otro buen autor que no es precisamente conocido por sus inicios brillantes
Yo abandoné cuatro veces y al final dejé por imposible «El invierno en Lisboa», del otro, pero eso no es un clásico sino un pedazo de mierda. Ya antes me había pasado algo parecido con una cosa que se llamaba «Los misterios de Madrid», creo, donde el Muñoz imitaba mal a Eduardo Mendoza y yo no pude pasar de la tercera página. Me pregunto si alguien lo habrá leído entero.
(Yo) acabo de abandonar Encuentros con la Casualidad (pero supe que ocurriría [en la primera página]). Pardillo (que es uno [por comprarlo]). El último… de esos.
…Y dejar de leer hasta el título, o el anúncio del mismo, cuando se encuentra en el lateral del bus que lo promociona y otros tipo de promoción…digo…para no continuar haciendo los pardillos, que hay muuuucho suelto.
Yo no entiendo cómo la gente tiene esa obsesión con terminar libros de mierd… que no le están gustando. Bueno, supongo que es por haberlos pagado: cuando apoquinas te convences y sigues y atrofias poco a poco tu gusto literario y entonces ya eres otra alma perdida para el cielo lectoril.
Los «libros de mierd…» no existen. Solo existen libros y lectores. Los libros son seres pasivos y, en cambio, los lectores son seres activos y toda la iniciativa recae en ellos.
Si el lector se equivoca de libro, el resultado es un lector de mierd…
El contrario es imposible.
De acuerdo con Serge. Yo siempre lo comparo con la cocina o la música.
Lo importante es que no pretendan ser lo que no son. Y que aciertes a la hora de escoger. Si yo voy a un McDonalds no me puedo quejar de que no tengan tortilla de patatas deconstruida.
No hay buena o mala cocina, la hay más sencilla y la hay más elaborada. Lo mismo que hay música más compleja y otra más utilitaria.
Personalmente, con algunos libros conecto, y con otros no. Pero no me atrevería a pensar que es un libro de mierda por el solo hecho de que a mi no me atrape.
Muy curioso. Me ha hecho gracia la regla de abandonar un libro en la página 100 menos la edad del lector. Cuando era más jovencita siempre quería terminarlos todos, aunque me parecieran un pestiño, pero ya hace tiempo que dejé de hacerlo y no tengo problema en dejar libros sin terminar. Será que cada vez somos más impacientes, exigentes… o simplemente más cuerdos.
Saludos.
Hola a todos!
Los cinco libros más «abandonados» son canónicos de los abandonos, para que vamos a engañarnos, pese a que en las últimas pool USA, el de Ayn Rand (iba a poner «Amy Rand» como si fuese Irene Zoe ¡qué trajines!) ha sido elegida como la mejor novela americana (de los USA).
Decir que yo «El Nombre de la Rosa» lo dejé a falta de cincuenta páginas. Don Umberto me tangó, pero bien… ¡Saludos!
Es gracioso que digas eso, por que las cincuenta últimas páginas de El nombre de la rosa suelen ser las que más gustan, por aquello de que todo lo que no ha pasado antes, pasa de repente y la novela adquiere un ritmo propio de bestseller vertiginoso.
A mí si me gusta terminar las novelas que empiezo. Si me ha pasado de abandonar alguna para retomarla más adelante. Yo creo que hay una diferencia clara entre una novela que eres plenamente consciente de que no te va a gustar (y en ese caso lo lógico es abandonar y pasar a otra cosa) y otra en la que tienes expectativas de que te acabe gustando o que crees que no es el momento oportuno, y en ese caso es mejor dejarla aparcada un rato hasta que apetezca (o no) leerla de nuevo.
Eso sí, lo de abandonar a las primeras de cambio me parece más común de lector exclusivo de bestsellers al que si no le engancha algo desde el minuto cero es incapaz de continuar. Muy mala (en todos los aspectos) tiene que ser una novela para dejarla antes de la página 50. Aparte de que hay algún que otro buen autor que no es precisamente conocido por sus inicios brillantes
Yo abandoné cuatro veces y al final dejé por imposible «El invierno en Lisboa», del otro, pero eso no es un clásico sino un pedazo de mierda. Ya antes me había pasado algo parecido con una cosa que se llamaba «Los misterios de Madrid», creo, donde el Muñoz imitaba mal a Eduardo Mendoza y yo no pude pasar de la tercera página. Me pregunto si alguien lo habrá leído entero.
Los porcentajes de abandono aumentan con libros nacidos en España.
Si todos los lectores son como tu, tenemos un serio problema….
(Yo) acabo de abandonar Encuentros con la Casualidad (pero supe que ocurriría [en la primera página]). Pardillo (que es uno [por comprarlo]). El último… de esos.
Falta una importante: dejar de leer ya en la misma cubierta cuando ves que lleva prólogo de Rodrigo Fresán.
…Y dejar de leer hasta el título, o el anúncio del mismo, cuando se encuentra en el lateral del bus que lo promociona y otros tipo de promoción…digo…para no continuar haciendo los pardillos, que hay muuuucho suelto.