Una de las ventajas –pocas- de ser vieja es que ya se han visto muchas cosas y se ha participado en muchas batallas. En este blog, cumpliendo a rajatabla con nuestra sagrada misión de salvar el libro y la literatura (la buena), debemos, a veces, llevar a cabo la ingrata tarea de rescatar del baúl de la ropa sucia lo que algunos escribieron en el pasado. Puede que recordarlo ahora no sea para ellos plato de gusto, pero cada palo que aguante su vela. Es posible que en pocos años el alzhéimer se haga dueño de nuestras mentes, pero mientras el cuerpo aguante aquí estaremos para poner los puntos sobre las íes.
Esta misma tarde, a las 19:00 h, se celebra en el Instituto Cervantes un coloquio al que se ha dado el siguiente nombre: “Una celebración de la lectura de Javier Marías” (aquí). Al frente del cotarro estará el propio autor, y de palmeros actuarán: Julio Ortega, Brown University; Juan Luis Cebrián, Real Academia Española; Jordi Gracia, Universidad de Barcelona; Elide Pitarello, Universidad Ca Foscari de Venecia y Heike Scharm, Universidad de South Florida.
Ante semejante evento no he podido dejar de echar la memoria atrás y …
El 5 de octubre de 1996, en La Esfera, suplemento cultural de EL MUNDO, se publicó un reportaje titulado El baile millonario que firmaba J. M. Plaza. En el citado trabajo se decían cosas que sentaron mal a Javier Marías. Tres días después, el 8 de octubre, apareció en EL MUNDO, en la sección de Cartas al director, la siguiente misiva:
Sr. Director:
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En el reportaje El baile millonario de J. M. Plaza (La Esfera, 5-10-96), hay una serie de tergiversaciones que no achaco al periodista, sino a sus fuentes, y que quisiera rectificar. En él se dice que Jorge Herralde, de la Editorial Anagrama, me pagó “casi 25 millones de pesetas” por mi novela Mañana en la batalla piensa en mí, y que “aún se siguen doliendo de esa osadía, porque no ha recuperado el dinero”. Y se añade que “con tal desembolso Herralde quiso evitar” mi “fuga, pero la marcha fue inevitable”.
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Debo decir que el señor Herralde pagó unos pocos millones menos de anticipo por esa novela, y que precisamente la contraté con Anagrama por fidelidad, pese a tener ofertas superiores, como asimismo sucedió con mi anterior libro Corazón tan blanco. De ello pueden dar fe las editoriales Planeta, Alfaguara y Plaza & Janés.
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Si el señor Herralde no ha recuperado el dinero, debe reclamárselo a sus distribuidores y a los libreros. Cualquier persona familiarizada con el mundo editorial sabe que una cosa es cuándo cubre un autor su anticipo y otra cuándo cubre un editor su inversión (muchísimo antes, siempre). Según mis cálculos, Anagrama no sólo habrá recuperado la suya con las ventas de mi novela, sino que gracias a ella habrá obtenido unos beneficios netos de entre 30 y 35 millones.
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A título anecdótico cabe agregar que el señor Herralde, gracias a sus contratos leoninos, se embolsará alrededor de 25 millones de pesetas por las actuales ventas en Alemania de Corazón tan blanco. Y allí no lo ha publicado Anagrama.
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En cuanto a mi “fuga”, no se debió a ofertas tentadoras como dejan claro el primer apartado y el hecho de que no haya aceptado firmar ningún contrato de novela durante los últimos años. Mi decisión de no seguir con Anagrama fue debida al insoportable trato del señor Herralde y a las reiteradas inverosimilitudes en las liquidaciones de mis libros, nunca explicadas satisfactoriamente, y que me han llevado a firmar los últimos recibos con el añadido “Y no estoy conforme”.
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Quiero señalar que todas las demás personas de esa editorial fueron siempre muy corteses conmigo. Pero ya se sabe que los jefes siempre mandan.
Vamos, que al lado de las relaciones que tenían estos dos las peleas de Thomas Bernhard y Siegfried Unseld, su editor (aquí), eran cosa de niños.
Otros tiempos. Acompañan a los púgiles Azúa, Molina Foix y Alvaro Pombo.
Si quieren leer la respuesta de Jorge Herralde y la contrarréplica de Javier Marías (también en forma de cartas a EL MUNDO en 1996) pinchen AQUÍ . Encontrarán el nº 8 de la revista Vasos Comunicantes, una maravillosa publicación que entre 1993 y 1996 editó una asociación de traductores. Las cartas de Marías y Herralde están al final, en las páginas 106, 107 y 108.
Encontrarán perlas como la siguiente, que he entresacado de la contrarréplica de Marías:
Dice el editor (Herralde) que me insistió para que me buscara un agente literario. Durante mis ocho años de colaboración con Anagrama, el mayor “pecado” que podía cometer un autor sin agente era hacerse con los servicios de uno. Y era comprensible el ceño del empresario, ya que, con un agente por medio, él habría dejado de percibir los porcentajes a que hace referencia en las ediciones de club, quiosco, etc… y en las traducciones a otras lenguas.
Propongo una reflexión: Piensen por un ratito qué serían hoy Vila-Matas, Bolaño y Javier Marías como escritores si no se hubieran encontrado con Herralde al comienzo de sus carreras.
ACTUALIZACIÓN a las 9:40h del día 17 de julio de 2013
Esto fue (aquí) lo que ocurrió en el Instituto Cervantes contado, en EL PAÍS, por Winston Manrique Sabogal, otro palmero.
La palabra «palmero» qué es, ¿un eufemismo para «comepollas»?
(Qué carita tan hostiable de gilipollas tenía, y tiene, Félix de Azúa.)
A mi me gusta más «palmero fino».
Preguntas: ¿quién le paga el viaje, el hotel, el papeo y los desplazamientos al joven Marías? ¿Cómo se financia el Instituto Cervantes y quién apoquina los sueldos de los que allí trabajan? ¿Quiénes utilizan el susodicho instituto y cuál es su función o su utilidad? Y: si Xavier Marias pasa de ir a la tele pública por las razones enrevesadas y un poco tontorronas que esgrime siempre, ¿no debería pasar también de ir a hacer el lila al Cervantes?
Vasos Comunicantes no era, es una revista maravillosa:
http://revistavasoscomunicantes.blogspot.de/
Pues si un editor que apostara por ellos, no serían nada de nada. Que aquí los autores critican mucho a los editores (al contrario que en Estados Unidos, que es a los primeros a los que dedican el libro en la página de agradecimientos) sin reconocer que pongan pasta por ellos cuando acaban de empezar. ¿No?
Una de las numerosas ventajas de ser vieja es que no te has muerto. Y es que la vejez es lo que le pasa a los que no se mueren. Vamos que si vives te haces viejo. Así que no desdeñas tu vejez, tía. La vejez no tiene pocas ventajas, sino un huevo de ellas. Y si no te gusta, ya lo sabes. Puedes ir y morirte. Por ejemplo. A mí me la sopla: no es mi vida. Morirse es la solución perfecta para dejar de ser. Vieja. Joven. Bloguera. Bombera. O lo que sea que seas.
Tiene usted razón. Voy a seguir siendo vieja, la otra opción no me mola
Gracias
Un saludo
Margaret (la vieja por muchos años, espero)
No creo que la carrera de Bolaño hubiera cambiado gran cosa; lo descubrió Gimferrer, que le editó La literatura nazi en América, en Seix-Barral y le hubiera seguido publicando. ¿A quién no le gusta tener un genio en su catálogo?
Hombre, Bolaño un ‘genio’ tampoco sería, que tiene mucha obrita más o menos agradable de leer tipo Marías o VM. Pero objetivamente es mejor, aunque solo sea por su Nocturno de Chile, curiosamente considerada una ‘obra menor’ de las suyas. Puede que porque es la menos pedante de todas.
«Objetivamente», pobreta.
¿No habíamos quedado en que me ibas a ignorar, cariño? ¿tanto te cuesta pasar de mí?. Sí, ya sé que te cuesta, pero inténtalo con más decisión, mujer.
«J’écris d’en bas, de la partie effondrée de l’Espagne»: no me jodas…
Me ha encantado eso que dice María de que «Mi decisión de no seguir con Anagrama fue por las reiteradas inverosimilitudes en las liquidaciones de mis libros, nunca explicadas satisfactoriamente».
Un día podíamos hablar de cómo TODAS las editoriales (grandes y pequeñas) timan y engañan a TODOS los escritores y les sisan entre un 20% y un 30% de las ventas en las liquidaciones, colándole éstas como «ejemplares para prensa» y otra sinvergonzonerías absurdas que se inventan. Como el pobre autor no puede demostrar, se tiene que aguantar con las mentiras que le dicen sí o sí.
Que fue lo que dijo Javier Marias a Roberto Bolaño…sera que se enojaría. Dado que el pensó y dijo que el tenia la mejor prosa en la Lengua Española….
Magia discutida entre filosofos, extraordinarios, manifestosos, locos, literatos, cinematicos, perfectos y además asexuales, poéticos, giratorios, alucinantes, ocultos, diablos, rescatones, riveros, farmacéuticos, líquidos, etecetereno.