ROBERT SALADRIGAS: UN CRÍTICO LITERARIO DE VERDAD

La editorial Menoscuarto acaba de publicar De un lector que cuenta, una recopilación de artículos, críticas y ensayos escritos por Robert Saladrigas a lo largo de los últimos 30 años. Hemos hecho -con ese motivo- una entrevista con el autor que ustedes pueden leer más abajo.

En una guerra puede pasar cualquier cosa. Y no es posible pronosticar quién ganará. Si ocurriera lo peor y las valerosas milicianas de la Patrulla de salvación fuéramos derrotadas, queremos dejar constancia desde ya mismo de un hecho: don Robert Saladrigas nunca tuvo nada que ver con nosotras. Su trayectoria profesional e intelectual fue una inspiración para nuestro movimiento guerrillero de liberación del Libro y sus críticas un ejemplo de honestidad y buen hacer, pero juramos, con la mano sobre una edición vieja de Ana Karenina, que nunca fue militante de nuestra organización. Fusílennos a nosotras, pero dejen libre a don Robert para que siga escribiendo crítica literaria de calidad y dando buen ejemplo. En nuestra ausencia el señor Saladrigas será vital.

LA ENTREVISTA

“La mayoría de los libros que hoy nutren el género tan masiva como efímeramente circulante de la novela suele no resistir a la lectura o suele operar con respecto a ésta como un factor secante. Acaso corresponda a ese fenómeno un debilitamiento de su lectura crítica. O simplemente, diríamos, de su lectura. Si deja de responder, imprevisiblemente, a determinados preconceptos con que el crítico lo aborda a efectos prácticos, el texto narrativo –por limitarnos ahora solamente a éste– parece escapar a la simple operación lectora. No es infrecuente que el crítico dé, en efecto, la impresión de no haber leído”.

José Ángel Valente 1988

Epílogo de La mirada .Siruela 2011.

1.- Comienza, José Ángel Valente, de esta forma el epílogo de una novela de José María Guelbenzu, La mirada, (Alianza editorial, 1987, reeditada en 2011 por Siruela). Ya en 1988 parecía evidente el desencuentro entre novela y crítica que hoy, entendemos, es aún más claro. ¿Qué ocurre? ¿Es culpa de los críticos? ¿Se debe a la mala calidad de la novela de los últimos 30 años? ¿Qué opinas de la calidad de esas novelas recientemente editadas?

Debo admitir que no estoy muy al día de las novelas  españolas publicadas  en los últimos años. Ahora bien, quiero recordar que en cualquier época  la crítica, de aquí y de todas partes, siempre ha sido severa con  los productos de su tiempo. Quizás se deba a que,  actitudes  esnobs aparte, es indispensable la distancia para valorar justamente la vigencia o no de una creación.

2.- En estos tiempos es difícil encontrar malas críticas en los suplementos y revistas literarias. ¿Los críticos solo leen lo que presuponen que les va a gustar? ¿O, en un mercado en crisis, todos los integrantes de este entienden que mejor llevarse bien y sobrevivir juntos? ¿Se ha ablandado la crítica literaria española?

En realidad, en las páginas literarias o suplementos de un periódico  se prefiere no malgastar el espacio con un libro malo, excepto cuando el  autor que merece la crítica negativa es importante. Personalmente creo que en este caso el silencio no es justo ni conveniente.

3.- Vázquez Montalbán, Cela, Umbral, Marsé, Delibes y Benet. ¿Serías tan amable de citar a seis escritores españoles de menos de 50 años que puedan ocupar en unos años el lugar de los anteriormente nombrados?

Me rindo, aunque me disguste hacerlo. Me viene a la mente  Rafael Chirbes y compruebo que tiene 64 años…De todos modos,  es posible que deba apelar de nuevo a mi ignorancia.   No quisiera ser injusto.

4.- John Updike nos dejó sus cinco reglas para una buena reseña:

–  Intenta entender lo que el autor trató de hacer, y no le culpes por no lograr lo que no intentó.

–  Incluye las suficientes citas textuales -al menos un pasaje extenso- de la prosa de libro, de modo que el lector de la reseña pueda formarse su propia impresión, obtener su propio gusto.

–  Confirma tu descripción del libro con citas, aunque sean de una frase de longitud, más que con resúmenes vagos.

– No expongas demasiado de la trama, y no desveles el desenlace.

– Si juzgas el libro como deficiente, cita un ejemplo exitoso del mismo tipo, de la obra del autor o de otro lugar. Trata de entender el fallo. ¿Seguro que es del autor y no tuyo?

¿Qué te parecen? A nosotras nos resultan muy complacientes. Updike era un buen escritor y un buen crítico. Pero nos surge una duda: ¿Es lo suficientemente objetivo un escritor profesional para ser, al tiempo, un buen crítico?

Detesto las normas, los cánones y los consejos vengan de donde vengan. ¿Quién los dicta, desde qué pretendida altura  y con qué propósito? Lo que es útil para uno puede no serlo para otro. ¿Qué tiene en común Updike con Edgar Allan Poe, con Forster  o con Coetzee?  Cada uno representa un concepto distinto de la estética literaria. En el mundo del arte no hay reglas. Por fortuna es un espacio de libertad que es, o debería ser, de libertad absoluta. Por otro lado, no creo en el mito de la objetividad.¿ Desde cuándo he de ser objetivo ante una tela de Matisse o leyendo e intentado desentrañar los significados de un poema de Verlaine? Y ¿quién mejor que un escritor para intentar, eso sí,  mediante un ejercicio de honestidad, entender las claves de otro escritor?

5.- ¿En qué consiste la autoridad del crítico? ¿Quién está capacitado para ejercer la crítica y por qué?

La autoridad del crítico se fundamenta en su ética y, por supuesto, implica su derecho a equivocarse. En mi caso lo que busco es transmitir al lector las sensaciones que me ha producido una obra. ¿Acaso no hago lo mismo al recomendar una película, una obra de teatro, un concierto, algo que me ha conmovido e intento explicar a otros por qué?

6.- ¿Qué te parecen los blogs en los que se reseñan libros? Cítame alguno que visites habitualmente?

Francamente: no suelo  visitar blogs.

7.- Dime, por favor, el nombre de tres críticos españoles o extranjeros de los que te fías y a los que sigues en sus recomendaciones literarias?

Lamento decepcionarte. No es que evite comprometerme. Podría decirte que leo con placer las reseñas de José Mª Guelbenzu. Somos viejos amigos y compartimos gustos literarios. Pero no se trata de eso. A estas alturas de mi vida no leo a críticos españoles ni extranjeros porque creo que puedo confiar en mi propio criterio ya formado (para bien y para mal) y  soslayar  posibles influencias.  Espero no parecer arrogante. Simplemente prefiero correr mis propias aventuras.  Por  el mismo motivo nunca leo los prólogos; soy partidario de los epílogos que no condicionan la lectura. Para terminar, creo que hoy no sería capaz de leer un libro como “Anatomía de la crítica” de Northrop Frye o, por ejemplo, cualquier otro de Derrida.

8.- James Wood, crítico de The New Yorker, como sabes, defiende el realismo contra el postmodernismo. Dice: “Una de las razones que nos permiten leer esas novelas de 1900 o 1800 es que, más allá de las enormes diferencias, hay cosas que no cambian. El amor, el nacimiento y la muerte de La muerte de Iván Ilich, (de Lev Tolstoi) por ejemplo, todavía son cruciales para nosotros. (…) Las preocupaciones básicas no son muy diferentes en 2009 de lo que lo eran en 1909 o 1809”. Wood defiende la persistencia del “yo”, los personajes y el argumento. Defiende la vigencia de Tolstoi, Dostoievski y Flaubert, en definitiva. ¿Qué te parecen las nuevas corrientes que continuamente surgen en la literatura?

Estoy absolutamente de acuerdo con Wood. Mira, regresé hace solo unos  días de San Petersburgo donde inevitablemente reviví  no ya Dostoevski (estuve un rato  como transportado ante su tumba en el cementerio del santuario Nevski) sino  el universo de Tolstói cuando visitaba los suntuosos palacios de la etapa zarista. Ahí estaban los personajes familiares de “Guerra y paz”, la tan carnal “Anna Karenina”.  En literarura cambian las formas, los contextos sociales, pero ¿qué diferencia hay entre  los dramas que viven Emma Bovary, Karenina o Ana Ozores? Los temas esenciales  están en  los textos griegos. El ser humano no ha cambiado: ama, ambiciona, siente celos, es avaricioso, aspira al poder,  teme a la muerte… ¿Eso no se encuentra en Goethe,  en  Chéjov, en Dickens, en Hermann Broch…? Respecto a las corrientes, en mi vida he visto el auge y disolución del nouveau roman, o, en fecha más reciente, del dirty realism, mientras seguimos leyendo  con la sensibilidad en vilo a Proust o a Faulkner  aún después de que Joyce certificara el final de la novela burguesa en “Finnegans wake”.

9.- “Un artificio tramposo que, con sus chispas metaliterarias, no consigue amenizar la deriva tan previsible de un libro construido con una sentimentalidad jurásica, que en sus mejores páginas trae, bien que a su modo, el recuerdo de las novelas de José Martín Vigil…”. Esta frase sobre el libro El hijo del acordeonista de Bernardo Atxaga en Babelia (El País) le costó la expulsión en 2004 al crítico Ignacio Echevarría. La novela la publicó Alfaguara, del mismo grupo editorial que El País. En aquel número de Babelia este libro ocupaba la portada del suplemento y se le hacía una larga entrevista al autor en las primeras páginas. Cuenta Echevarría que al ser verano el subdirector encargado de “supervisar” no estaba y “se les coló un gol”. Para nosotras aquello fue un escándalo. ¿Qué te parece a ti? ¿Funciona así la crítica en los suplementos culturales? ¿Tienes absoluta libertad en Cultura/s, el suplemento de La Vanguardia donde publicas?

Debo ser un tipo con mucha suerte. Dentro de un espacio lógicamente coordinado, hago lo que me interesa y siempre ha sido así. Quizás por fortuna, La Vanguardia no tiene intereses en la industria editorial.

10.- ¿Qué buscas como lector en una novela que no sea de género?

Que me remueva por dentro . Dicho de otra manera: que me haga sentir la emoción a flor de piel.

11.- ¿Qué buscas como lector en una novela de género?

Que respete las reglas propias del género. Al escribirlo estoy pensando en las novelas policíacas, de las que me declaro adicto.

12.- Dinos, por favor los títulos de los cinco libros que más te hayan marcado a lo largo de tu vida.

¡Uf!  Para empezar, Verne entero.  “Momentos estelares de la humanidad” de Stefan Zweig. “Huracán en Jamaica” de Richard Hugues.  “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust. “El ruido y la furia” de William Faulkner.  “El elogio de la sombra” de Junichiro Tanizaki.

13.- Cita, si eres tan amable, cinco buenos libros que hayas leído en los últimos dos años.

Stoner” de John Williams; “La amiga estupenda”, de Elena Ferrante;  “Volver”, de Toni Morrison;  “Mi vida querida “ de Alice Munro; “14”, de Jean Echenoz.

14.- ¿Lees en otros idiomas? ¿En qué proporción respecto al castellano?

Leo en catalán (mi lengua materna y de expresión literaria),  francés e inglés. La proporción en estas dos últimas será de un 5 o un 10  por ciento respecto  a la castellana. Me temo que ahora es así por cierta  pereza mental , pero  también porque me interesa evaluar la calidad de las traducciones en esas s dos lenguas que me son (por los menos relativamente) familiares como lector.

15.- ¿Qué estás leyendo ahora?

Londres  NW” de Zadie Smith. Y una recopilación de textos dispersos de Salvador Espriu  (“Ocnos i el parat esglai”) sobre los que voy a escribir.

16.- Tienes una nutrida obra como novelista. ¿Qué opinas de los que dicen que el crítico es un novelista frustrado o con poco éxito?

Lo tópicos banales elevados a dogma me producen literalmente náuseas.  ¿Poe, Coetzee, Clarín, Cortázar, Updike, Henry James,  Forster, Guelbenzu,  Vargas Llosa…? ¿Sigo?  ¿Novelistas frustrados o con poco éxito? Seamos serios, por favor.

17.- ¿Qué opinión te merecen los premios literarios?

En estos momentos carecen absolutamente de sentido literario. Su insolente comercialidad abochorna.

Muchas gracias, Robert.

La sargento Margaret

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37 respuestas a ROBERT SALADRIGAS: UN CRÍTICO LITERARIO DE VERDAD

  1. ..».el mito de la objetividad»: Puedo prometer ser sincero, no imparcial (Goethe).

  2. Rusta dijo:

    Coincido en las recomendaciones de «Mi vida querida» (Alice Munro) y «La amiga estupenda» (Elena Ferrante). De lo mejor que he leído en los últimos años.

  3. citizencani dijo:

    El bueno de Saladrigas parece no haberse enterado de la relación entre realismo y postmodernismo. Como observó Louis Cazamian -y otros- hay una oscilación pendular entre periodos clásicos y románticos (Renacimiento-Barroco; Neoclásico-Romántico; Realismo-Postmodernismo), un movimiento que ocurre naturalmente cuando las fórmulas expresivas de una época se agotan. La sensibilidad postmoderna, por ejemplo, está emparentada con la del Barroco. Incluso en un mismo autor, Shakespeare, se observa un primer periodo más renacentista y otro más barroco. La naturaleza humana será constante en lo esencial desde Grecia y desde la prehistoria, pero los condicionamientos cambian. Hay un tiempo para cada cosa.

    Hay mucho lector de prosa realista al modo de un corredor de fondo, tragando millas de papel a ritmo cómodo y constante, al que la escalada-la poesía, la prosa postmoderna- se le atraganta. Lo cual no tiene nada de malo, mientras no hagan de sus limitaciones como lector un standard de crítica literaria.

    • Me quito el sombrero ante tu comentario.

    • Mike dijo:

      Yo imito a condonumbilical y también me lo quito, pero añadiendo que «hay mucho lector de prosa posmodernista al modo de un corredor de fondo, tragando millas de papel a ritmo cómodo y constante, etc.» (por cierto, pobre del modernismo, que tuvo que romper muchas más barreras y tuvo mucha mayor importancia en la historia de la literatura que su continuación, si no se le guarda un hueco en la batalla al realismo).

      De cualquier manera: si siempre hemos oscilado entre dos movimientos literarios, pobre de aquél —por limitado, como tú bien dices— que se quede solo con uno.

      Por la bisexualidad lectora.

      • Moex dijo:

        Es más: por la poligamia! (Lectora, se entiende).

      • Perfidia dijo:

        Otro sombrero por aquí. Y me sumo a Mike en resaltar el papel del Modernismo frente al Realismo, aunque luego llegara el Posmodernismo y se los zumbara a todos. De hecho, me resulta más atractivo el Modernismo que su hijo bastardo, tanto en contenido como en forma. Claro que entonces el mundo era más joven.

    • anonimous dijo:

      Yo me quito el sombrero , los zapatos y los calzoncillos… Y eso que me ha parecido una santa chorrada.
      «Hay mucho lector de prosa realista al modo de un corredor de fondo, tragando millas de papel a ritmo cómodo y constante, al que la escalada-la poesía, la prosa postmoderna- se le atraganta. Lo cual no tiene nada de malo, mientras no hagan de sus limitaciones como lector un standard de crítica literaria.»
      Lo que en mi pueblo llaman PREPOTENCIA.

    • Maqrol dijo:

      Pasarán Uds. fresco con la soltura con la que se quitan el sombrero.

      Leanse a Gombrich. Y sí, Saladrigas lo sabe muy bien. Esa hipótesis pendular suele funcionar. Aunque mejor funciona para aquellos autores que son realistas en un momento en que la tendencia no lo es tanto. Se lo dejo botando Citizencani. Esos sí que son los elegidos.

      • citizencani dijo:

        No creo que haya usted entendido mi comentario ni el de Mike, y generalizar que el realismo funciona mejor que postmodernismo no es muy afortunado. Hay buena y mala literatura realista, y buena y mala literatura postmodernista. Precisamente la reacción y el cambio de tendencia ocurre cuando la gente se harta de los miles de artesanos que imitan mejor o peor al artista y el mercado se satura de morralla, y por supuesto, cuando el mundo cambia. Y de lo que sepa o no Saladrigas, el primo de Zumosol de las Patrulleras, no quiero especular, pero el afirmar «Detesto las normas, los cánones y los consejos vengan de donde vengan» para luego que como lector espera de la obra «Que respete las reglas propias del género» no me parece propio de un intelecto demasiado preclaro. Una obra como «Don Quijote» rompe bastantes esquemas de la época, y pasados los siglos sigue teniendo un interés del que carecen infinidad de obras «correctas» de su tiempo.

      • Ire dijo:

        Me parece que El Quijote es, precisamente, un buen ejemplo de respeto absoluto por las normas del género, las novelas de caballerías, y precisamente por eso es su antítesis. Pero solo es una opinión personal.

    • Full Ass dijo:

      Bravo. Le viene que ni pintado a Carlos González Peón, alias Tongoy. A ver si toma nota.

  4. Tuve un profesor (inspirado seguramente por el mencionado Cazamian) que nos exhortaba a desconfiar de los criterios que aparenta equilibrio. El motivo era que probablemente ese ser equilibrado venía de un extremo para dirigirse al opuesto y sencillamente nos lo habíamos encontrado en el centro de su movimiento pendular.
    Creo que hay que leer a los clásicos, pero también hay que aprender a leer lo contemporáneo (me temo que siempre llegamos tarde o denostamos lo postmoderno, como norma no escrita y postura cómoda, si bien es cierto que cada vez resulta más complicado encontrar entre lo contemporáneo algo que pueda tomarse en serio).
    Empecé a leer hace unos días «Momentos estelares de la humanidad» (en ebook), y «La muerte de Iván Illich» (en papel). Es verdad que siguen intactos, que están vivos, que parece fácil (en absoluto lo es) repetirlos. Da un miedo atroz acabarlos y afrontar la posibilidad de no encontrar más libros así. En efecto, cambian tu modo de ver el mundo, suprimen las décadas que hay entre ellos y nosotros, provocan que uno se responsabilice de lo que escribe, y del modo de hacerlo… y está casi todo en su interior. Creo que el factor que distingue a un clásico de lo que no lo es reside en la imposibilidad de ser objetivo
    Ojalá me quede entre los dedos algo de ellos.

    • Oswaldo dijo:

      Excelente entrevista, mi sargento. Esto es exactamente lo que yo estaba esperando de vosotras. Ya supongo que no es fácil encontrar tipos que desprendan tanta sabiduría y conocimiento. En todo caso, muchas gracias.

    • anonimous dijo:

      Mira, este comentario sí me parece para quitarse el sombrero. Si lo llevara, pero es que me encanta lucir mi mata de pelo.

  5. OLYMPIA dijo:

    Estupenda entrevista. Robert Saladrigas no cita a mi admirado Philip Roth pero me consta que le gusta. Sólo conozco al señor Saladrigas vía radiofónica, tiempo ha, con la periodista Silvia Cóppulo. Me encantaba escucharle y alguna vez llamé para optar a premio. Y lo tuve.
    Saludos Margaret and co.

  6. Joane dijo:

    Yo me he quedado con lo primero, que no está al tanto de la novela española actual. Entiendo lo que dice pero me quedo con la idea de que si el crítico profesional independiente no trata del último libro que llega a la librería, si las críticas de los suplementos literarios no son fiables por complacientes,… ¿qué nos queda a los lectores de a pie para saber de qué va un libro y hacernos a la idea de si merece la pena o no comprarlo o no? Cualquiera de los blogs de críticos no profesionales? Goodreads? Amazon?
    Por otro lado, su forma de describir la crítica esperaba que fuera más técnica. Sí, como la reglas de Updike. Si realmente sólo buscara «transmitir al lector las sensaciones» que le ha producido una obra, no le encuentro la diferencia con la crítica del crítico no profesional. Al menos no en la esencia. Los dirá mucho mejor y dará mejores razonamientos, pero al final «me gusta»/»no me gusta» es lo mismo que hace cualquier consumidor de cualquier producto que va a la correspondiente página de facebook. Creo que la crítica profesional tiene mucha más enjundia, y creo que aquí está siendo (¿falsamente?) modesto.

    • anonimous dijo:

      Cuando algún profesional de la literatura, aunque sea crítico y no escritor (o más aún si es crítico) dice que no lee a sus contemporáneos, y menos si son de su mismo país, puedes estar segura de que miente.

      • Ire dijo:

        De la misma manera que dice que al fin y al cabo no hace más que decir si «le gusta o no le gusta». Si has leído alguna vez una crítica de Saladrigas verás que no tiene nada que ver con eso. Pero este señor podrá ser lo que quieras menos pedante. Lo que sí es lo contrario al ‘crítico estrella’ tan cargante que se ha puesto de moda desde hace algún tiempo. No os creáis absolutamente todo lo que dice Saladrigas. Simplemente prefiere hacer su trabajo con tranquilidad.

      • anonimous dijo:

        Sí, he leído alguna cosa de Saladrigas y no me pareció mal. Pero yo no he dicho en ningún momento que sea pedante. Lo que digo es que miente, para no mojarse o lo que sea, de la misma forma que mienten los escritores que dicen que no leen a los autores de su época y de su mismo país o literatura. Igual es la actitud más cauta y yo haría lo mismo, no lo sé.

      • Ire dijo:

        Creo que precisamente por eso miente.

  7. Oswaldo dijo:

    A mi me pareció que la reseña de Saladrigas (publicada aquí por nuestras chicas) de «Canadá», de Richard Ford, fué excelente. Saladrigas es sumamente educado y cuando algo no le gusta nada o muy poco no lo dice tan claramente, pero lo da a entender a su manera. Richard Ford es muy bueno en relatos («Rock springs»), incluso tiene una excelente «Antología del cuento norteamericano» (que no incluye a Alice Munro, canadiense). Pero me parece un escritor francamente flojo en novela larga tipo la trilogía de «El periodista deportivo», «El día de la independencia» y «Acción de gracias».

    • Maqrol dijo:

      Oswaldo,

      Corto y pego tu comentario para enviárselo a un par de amigos devotos de Ford. A mí me exaspera. Lento, lento. Pesado,pesado. se retuerce. En fin.

      Por otra parte, sus cuentos están bien, y la Antología, imprescindible.

      gracias

  8. Gracias por dejarnos esta magnífica lección. ¡Enhorabuena!

  9. julian bluff dijo:

    Alguien tendría que hablarme y, sobre todo convencerme -sí, hay cosas sobre las que me merecería ser convencido para así no llevarme tantos sofocones- de las pretendidas glorias del libro de Joyn Williams. «Stoner». ¿Por qué mola «Stoner»?. Es como una especie de «Matar a un ruiseñor» en soso. Para mi representa la cara muermazo de los «sesenta’s». El eslabón perdido entre la tila y el tranquimazín. 😉

  10. J.A. Masoliver Ródenas dijo:

    Soy J.A. Masoliver Ródenas y veo que en este blog se creen que los buenos críticos tienen todos más de 70 años. Mejor para mí, así que apruebo este blog.

  11. julian bluff dijo:

    Maggie, cojoneh. Tírate el rollo y marcate un outing. Por lo menos el de alguna de las patrulleras. Que esto está apalancaísssmo. Y no te tires el moco con ferias y demás historias demi-mondaines que ahora la única feria de Frankfurt que está rulando es la de Can Vallés 😉
    ¿Vas a colocar algo sobre «El río del Edén»?

  12. Fernando dijo:

    ¡¡Por fin se hace publica la lista de participantes más activos (anónimos o no) en el blog La Medicina de Tongoy!!

    Enrique Torralba
    Miguel Alcázar
    Jordi Corominas i Julian
    José Braulio Fernández
    Raquel Vicedo
    Jesús del Río
    Bernardo Luis Munuera
    Amalia Verdezoto
    Manuel Galvez Giral
    Maria Madison
    Diego Morales Urioste
    Nuria Cabello
    Xavier Carrascosa
    Esther Ginés
    Ángel Talián
    Alberto Secades Carrillo
    Carlos Otero
    Julia Duce
    Oriol Alcorta
    Aramys Romero
    David Refoyo
    Maria Cardona Serra
    Jenn Díaz
    Eba Reiro
    Fernando Martínez Gimeno
    Sara M. Bernard
    David Aliaga Muñoz
    Mònica Rodríguez Gallardo
    Nemo Nihil
    Matías Candeira
    Sebastian Coh
    Miguel Á. Hernández
    Javier Avilés
    Antonio J. Rodríguez
    Pablo Muñoz
    Enrique Rubio
    Óscar Sáenz
    Dani López García
    Rubén Martín Giráldez
    Rafael Llopis
    José María García Linares
    Jose Vicente Pascual
    María Natividad Blanco
    Agapito Martinez Parmio
    Juan Carlos Márquez
    Iván Teruel Cáceres
    Javier Yohn Planells
    Juan Torres
    Jordi Miguel Novas
    Sabina Urraca García
    Andre Guber
    Kalinda Marín
    Pablo Tintor Girona
    Miguel Herranz Farelo
    Carles Mascaraque
    Josemi Cacho
    Iago Fernández
    Marisa Amaro

    Cuidado con los frustrados, no los minusvalores. A Hitler le negaron el acceso a la Academia de Bellas Artes y ya se sabe lo que pasó.

    • ¿“se hace pública”? Querrá decir: hago pública. Lo digo por la fuente, que supondremos fruto de la imaginación. 
      Valiente chorrada de lista. No pongo la mano en el fuego por nadie (sobre todo porque a muchos no los conozco de nada), pero hay algunos de esos que me juego un huevo y parte del otro a que no comentarían en mi blog ni bajo amenaza.

      • Fermín Vayas dijo:

        Hmmmmm… Y ha tenido que venir aquí a defenderse y a tirar balones fuera? En sus palabras hay un tufillo a traidor que asusta.

      • ¿A defenderme? ¿De la acusación vertida por un anónimo? ¿De usted, «otro» anónimo? No diga chorradas. Vengo aquí porque soy más bueno que el pan.

        Mire, lo de hacerse el tonto está muy bien, yo también lo practico de vez en cuando, pero hay unos mínimos que hay que tener en cuenta. Si no se llega a ellos, como le está ocurriendo a usted, sólo puede ser por dos razones y ninguna buena.

      • Sisi Emperatriz dijo:

        Y usted de anónimos sabe un rato.

  13. PYD dijo:

    Este Sr me recuerda a Mercds Monmany, critica de italianos, alemanes, franceses, portugueses, etc en ABC que no lee ninguna de esas lenguas pero se cree autorizada a opinar sobre traduccion. Su marido es el corrupto Cesar Antonio Molina, que destruyó la Biblioteca Nacional.

  14. PYD dijo:

    En este blog se censuran los comentarios. Y estos son los salvadores del libro… Ridículo.

    • No lo he censurado. Lo que ocurre es que cuando alguien comenta por 1ª vez -como usted- , el blog pide aprobación. Estaba releyendo, absorbida/absorta/abducida, lo de la Nocilla del tirón. Por eso.
      No se ponga usted así, hombre/mujer.
      Un saludo
      Maggie

  15. Tomatito de Jerez dijo:

    Anda que se actualiza a menudo este blog, os matáis a trabajar últimamente. Y Sargento Margaret, sí que se censuran numerosas veces los comentarios. No mientas.

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