GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (1927 – 2014)

Las banderas del cuartel de la Patrulla de Salvación ondean a media asta y las patrulleras se muerden las lágrimas. Ha fallecido uno de nuestros más valientes generales. ¡¡Honores!!

 

Delante del peligro, Aníbal demostraba el más
grande arrojo, y para vencerlo, la mayor prudencia.
Ni su cuerpo ni su espíritu parecían resentirse
de las fatigas; resentía, sin apariencia de
molestia, el calor y el frío. Comía y bebía sólo
para mantener el cuerpo. Podía dormir o esperar
despierto todas las horas; descansaba cuando
tenía un momento libre, pero sin necesidad de
lecho ni de quietud a su alrededor. Sus soldados
le veían a menudo dormir en el suelo envuelto
en su capote, cerca de los centinelas y en los
puestos avanzados. No llevaba vestido especial;
sólo se le distinguía por sus hermosos caballos
y sus armas excelentes. Era el primer jinete del
ejército y también el mejor infante, el primero
en el ataque y el último en la retirada.

Tito Livio

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13 respuestas a GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (1927 – 2014)

  1. bishop2 dijo:

    «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo». Descanse en paz.

  2. Fran dijo:

    Se ha ido un genio, el autor de varias obras maestras, aquél que más aproximó la novela real a la platónica e inaccesible, la que todos los escritores persiguen y quedan (amos) a distancia tan patética. Ninguno de los que escriben (escribís) reseñas -porque ni Dios escribe hoy en día crítica literaria en sentido estricto, ni tampoco en sentido laxo- ha comentado en qué consiste el prodigio de ‘Cien años…’
    Es una novela que existe tanto más fuera de su texto que en él mismo. Y no me refiero a esas hilachas textuales que la relacionan con otras obras. Si no a que lo efectivamente dicho, lo plasmado en sentido estricto, la grafía en tinta y con marca de café con leche en sus páginas, queda cóncavamente resonando en nuestro interior, levantando ecos, atrayendo olas ignotas de nuestro subconsciente con su poder lunático, porque es una obra capaz de cifrar universales, de configurar a un nivel no estrictamente consciente un mapa cifrado que nos habla de la familia, de la sociedad, de la muerte, de la voluntad… de la vida, en definitiva. Es un Himalaya que roza con su cumbre las cuerdas de esa arpa que todos tenemos, fibras que quisieran frecuentar ese soplo íntimo de aire cósmico que sólo unos pocos saben levantar.
    Vayánse a la mierda y sigan comiéndose su mona pascuera quienes despiden al autor de una de las pocas novelas totales que en el mundo han sido pero que jamás entendieron, ni ‘criticaron’, ni la madre que las parió…
    Ala pues…

  3. Estoy contento por García Márquez. Conviene recordar que todos estamos un tiempo en la existencia y después nos toca la eternidad. El tipo estuvo un rato largo acá y se fue. Pero dejó una obra inmortal para la humanidad. Parafraseando a Lorrie Moore: es más de lo que puedo decir de cierta gente.

  4. Anita Kraken dijo:

    Si no se ha muerto el 23 de abril, es que no era tan bueno.

  5. aha dijo:

    Di que sí, Carlos Sardohain, alegrarse por la muerte de otros es fabuloso. Lo de la «obra inmortal» el tiempo dirá y lo de «para la humanidad», nada menos, es una soberana imbecilidad. Parafraseando: qué fácil es vomitar sobre la muerte ajena.

  6. Perfidia dijo:

    Patrulla, una pregunta que no tiene nada que ver con nada.

    Ahora que tenemos tantos medios, digitales y no, ¿me podríais recomendar una (o más) buena revista de literatura? No un blog agregador de novedades, no un blog de crítica de mercadillo, sino una señora revista que merezca el tiempo de ser leída.

  7. Fran dijo:

    Gracias. Yo también les echare un vistazo.

  8. bishop2 dijo:

    ¡Gracias por las direcciones! 🙂

  9. Beltraneja dijo:

    A todos los adictos a la buena literatura, recomiendo 000 de Roberto Saviano. Es un libro extraordinario que merece ser leído. Aníbal fué valiente y Saviano también

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