El diccionario de la Real Academia Española dice que chabacano es algo sin arte o grosero y de mal gusto. Hortera es un adjetivo que se aplica a aquello que es vulgar o de carácter ordinario.
Poco antes de la caída del imperio, con los bárbaros acechando ya en la frontera, los romanos de clase alta celebraban fiestas y bacanales para seguir diciéndose unos a otros que eran los más guapos y los más cultos. Las cotas de chabacanería que se alcanzaron entonces eran difíciles de igualar. Lean la historia.
No tengo nada más que decir sobre este triste y vomitivo día del Libro de 2014 (o Sant Jordi 2014).
(Barcelona, 22/04/14) UN GRUPO DE HORTERAS FORMADO POR: Almudena Grandes, Sergi Pàmies, Ignacio Martínez de Pisón, Antoni Vives, Dolores Redondo, Elsa Punset, Vicenç Pagès, Bernardo Atxaga, Márius Carol y Phillip Kerr.
Bacanal (hoy llamada horteramente «evento») en RBA (03/04/14)
Orgía nocturna abarrotada de ordinarios y perroflautas letraheridos.
La Sargento Margaret podría aprovechar las celebraciones de este día de «Champions League» para saltar al campo desnuda luciendo alguna frase en el lomo que pusiera en jaque al mundillo literario.
mantenganse atentos a sus pantallas
There we goooooo!!!!!!
A mí también me repugna este zafio tinglado. En la llamada noche de la cultura firmarán literatos de la talla de Maxim Huertas, Pilar Urbano y Belén Esteban…. ¡Joder, el que quiera celebrar el día del libro que se quede en casa leyendo a Balzac!
Llámame hortera, Maggie, pero Sant Jordi es el día más bonito del año en Barcelona. Para pasear, para tumbarse al sol en Plaza Cataluña, para comer en una terraza… Y los que estén pringando en sus stands para firmar libros que se fastidien.
Hasta luego.
Sigo sin publicar porque no me quiere naide pero, si algún día lo hago, pienso ir a todos los saraos donde den comida gratis. La vida es asín.
Tenga Doña, relájese (Es fresquito, de hoy)
Haz clic para acceder a Sectorlibro_abril2014.pdf
Sí, el relájese es broma 🙂
Gracias, amigo.
El que dude sobre si hay algo que celebrar que pinche en el enlace que nuestro amigo «Edición y Mk» nos trae.
Un abrazo
Somo todos perdedores. Por eso ¿qué celebrar?
Ni siquiera toda este grupo de Horteras, ni usted, doña Margarita, podrán evitar que el día de San Jordi siga siendo el mejor día del año en Barcelona.
Libros, rosas, y grupos de chicos y chicas que te venden pasteles caseros por toda la ciudad. No se me ocurre nada que pueda superar esto.
A mí, querida Joana, sí se me ocurre algo que puede superar eso: un mundo del libro limpio, sin críticos mentirosos y vendidos a las editoriales; sin editores manipuladores y sin periodistas culturales que son la vergüenza de la profesión.
Eso para empezar
Maggie
Vale Maggie, vale. Lo reconozco.
Tocada y hundida.
Sargento, oye, pero que sí, que hay mucha mafia, mucho crítico vendido y mucha mediocridad, pero si el 23 de abril nos amargamos la bilis, ganan de nuevo ¿no crees?.
La literatura es creación , pasión, conocimiento, arte y muchas otras cosas, entre otras, un negocio que se sustenta en una industria y, como toda industria,organiza de vez en cuando sus eventos para obtener visibilidad y seguir creciendo, mantenerse, y propiciar que haya escritores que sigan escribiendo, y lectores que sigan leyendo: obras buenas y malas, excelentes y mediocres, de las que se van a vivir buenos y honestos profesionales, aunque también arriibistas, oportunistas, ESADES y demás calaña a las que el arte les interesa una mierda
El gran García Márquez ha vendido (Mondadori) en 12 horas, y casi todavía de cuerpo presente, la friolera de 240.000 libros, solamente en Catalunya. Eso merece una reflexión, que pasaría por establecer una relación directa entre nosotros, lectores ciudadanos, y el funcionamiento del negocio editorial
Hay una explicación, Hablador. Sí, esto es un negocio, como todos, pero los catalanes sentimos esta fiesta de otra manera, nuestra, no sé cómo decirlo. Y aprovechamos para regalarle un libro a alguien a quien queremos. ¿Que no hace falta esperar al 23 de Abril? Ya. Pero es más chulo. Y todos los saraos literarios, comerciales y demás que se montan alrededor nos traen completamente sin cuidado. Yo no conozco a nadie, ni he conocido nunca a nadie, que haya ido a que le firmen un ejemplar de algún libro el día de Sant Jordi.
Mientras el libro sea un producto comercial – y esto es así porque los putos escritores se empeñan en comer-, habrá mafias, dimes, diretes, compadreos y demás mierdas presentes, por cierto, en toda actividad humana.
El problema es lo mucho que chirría todos las artimañas relacionadas con una actividad que se presume (a veces, oigan), artística. El comercio del libro se diferencia de la venta de chorizos en que se trata de material sensible que el verdadero escritor arranca, con mucho esfuerzo, de su interior y que moldea, con desigual acierto, gracias a su inteligencia y a su habilidad técnica largamente trabajada.
Es lógico que a un escritor de pura cepa le revuelvan las tripas al contemplar como gentes frívolas y sin sustancia alternan canapés y champañas y es normal que se emparanolle y crea, brevemente, que se descojonan de su esfuerzo.
Muy bien dicho, pero el problema es que ya no quedan escritores de esos que escriben por pura necesidad (no económica, sino literaria y espiritual) de hacerlo.
Ya. Pero ¿alguien cree que porque Rosa Díez o Belén Esteban escriban un libro y se pasen el día echando firmas pasa algo? Esos libros se marchitan más deprisa que las rosas.
Cuando salgan las listas de ventas «oficiales» será divertido ver cuántos autores muertos y cuántos vivos aparecen en ellas. Y en qué proporción.
Más sobre esto:
Peio H. Liaño hoy en El Confidencial
http://www.elconfidencial.com/cultura/2014-04-24/radiografia-de-la-literatura-en-espanol-vieja-y-sin-futuro_120462/
Pinchen en la infografía que encabeza el artículo y jueguen con ella, es interactiva