NOVELA cabrona SOBRE PREMIO LITERARIO

Edward St Aubyn es el autor de la maravillosa “Melrose series”, cinco novelas basadas en su propia vida y protagonizadas por Patrick Melrose, hijo de una familia rota de la más alta clase social británica, en las que los personajes deben lidiar/convivir con drogadicción –heroína-, alcoholismo, pedofilia… De esta serie de novelas, en castellano, solo hay publicadas Leche materna (Anagrama) y El padre (Literatura Random House, 2013), la última y la primera de la serie. Así somos de chulos en España. Pero tranquilos porque parece que Penguin Random House va a editar ahora toda la serie. El amigo St Aubyn publica en estos días en Gran Bretaña Lost for Words (Picador, 2014) una nueva novela sobre un tema totalmente diferente. El autor quedó preseleccionado (en la “short list”) para el Man Booker de 2006, el premio más prestigioso de Reino Unido. Parece ser que le jodió mucho no quedar el primero –con lo que el pobre sufrió durante su juventud, ya podían haberle dado el premio- y ahora, en venganza, ha escrito una novela sobre un premio literario que en la ficción llama “Elysian Prize”. Dedica las páginas de su libro a retratar con mucha coña a los miembros del jurado y a los escritores preseleccionados. Aquí, el The Guardian, han llegado a identificar con nombres y apellidos a los escritores y jurados reales que están debajo de los nombres ficticios que usa St Aubyn en su novela.

¿Para cuándo –me pregunto yo- una novela cabrona, como la de St Aubyn, sobre el premio Planeta? ¿Se imaginan ustedes lo bien que le quedaría, por ejemplo, a Lorenzo Silva ese libro?

-Estás muy equivocada, Margaret. Silva nunca lo va a escribir porque ya ha sido suculentamente premiado.

-Tienes razón, Samantha. Entonces ¿quién?

-Querida sargento: esa es una misión para Antonio Orejudo. ¿Recuerdas “Fabulosas narraciones por historias”? Orejudo lo bordaría.

-Es cierto, Samantha. Recuerdo cómo reseñaste (aquí) aquel divertidísimo libro. Señor Orejudo: esto es una orden. ¡Firmes!

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9 respuestas a NOVELA cabrona SOBRE PREMIO LITERARIO

  1. Gabriel dijo:

    Lorenzo Silva no haría algo así ni aunque le escamoteasen el premio cinco años seguidos. Que no lo premian a uno por casualidad, ejem.

  2. Lilí Marlén dijo:

    Mary Margaret, te acabo de ver el plumero (del bigote), Reig-na. La verdad, me da pena. Con lo chachi que era leer este blog con total inocencia…

  3. Lo flipo aún más dijo:

    ¿Para cuando una novela así sobre el Planeta?¿Estamos de coña?¿No han leído ustedes «El premio» de Vázquez Montalbán, que ya tiene unos añitos?

  4. jose dijo:

    Un par de cosillas, El padre no es la primera novela de la serie Melrose, si no la primera trilogía. Incluye Da igual (donde Patrick tiene 5 años), Malas noticias y Alguna Esperanza.
    Yo iba a comprarme Leche materna, pero se supone que Mondadori (que es quien ha publicado las tres primeras) va a publicar las otras dos (Leche Materna y At Last) bajo el título de La madre (o eso he oido).
    Por otro lado, por lo que se sabe a Aubyn no le hizo mucha gracia, no perder, si no el hecho de haber sido nominado. Al buen hombre pasta no le falta, y la atención mediática que acarreó la nominación al Booker, que es un premio con mucho tirón mediático, no era excesivamente deseada (aunque en entrevistas recientes no he visto que se quejara, así que de ser así ya lo tiene más que superado).
    Vamos, que yo no creo que lo que le ha llevado a escribir su nueva novela más que ansias de venganza ha sido lo mismo que usó para las anteriores (que según sus palabras, fueron cada vez menos autobiográficas), usar su propia vida, y luego distorsionarla para ponerla al servicio de su humor cargado de mala leche

  5. Gabriel dijo:

    Cambiando de tema, Patrulleras, ¿habéis visto ESTO? Os lo digo porque enlaza directamente a vuestro blog, y para denunciar un detalle feo de Andrés Trapiello. Resulta que en la entrada que os he enlazado menta a un servidor directamente, de manera poco halagüeña y respetuosa. Por esa razón me vi obligado a contestar, con la mayor educación y decoro, en un comentario que todavía conservo. La sorpresa fue que dicho caballero no se dignó a publicar mi comentario, porque le llevaba la contraria, o porque no era un «mimosín», como todos los demás comentaristas que aparecen, que por cierto vaya tela. Sin embargo el comentario era del todo respetuoso. Seguí haciendo comentarios después, y tardó en publicarme uno y darse por vencido, pero esa es otra historia sin mayor interés.

    Me imagino que no os importará mucho, pero a mí sí. Porque si me menciona, lo mínimo sería dejarme contestarle, ¿no? pero en fin, al final cada cual se retrata como cada cual es. Lo que acabo de descubrir, y me ha hecho cierta gracia (y he pensado que posiblemente también a vosotras), es que Alberto Olmos incluía el libro de Trapiello «Miseria y Compañía» en su «best2013», por lo que éste último le enlazaba en su facebook, y que posiblemente de ahí venga ese compadreo de: «yo te pongo tu libro entre lo mejor de lo mejor de lo guay, tú me defiendes contra la turba cuando convierto mi blog en un portal de pago». No sé si es importante o no, pero a mí me resulta feo. Al final parece que la imagen que nos quieren vender todos estos es de pega. El libro no se abre camino solo, sino que depende sobre todo de ciertos grupos de presión, así que, o tienes tu lista de amigos (y enemigos), o no serás nadie nunca. Qué pena.

    Sin más, lo siento por la extensa digresión. Un saludo.

    • Trapillo dijo:

      No sé… da la sensación de que esto es lo mejor que te ha pasado en tu vida. Casi puedo imaginarte en un bar, contándole a un desconocido que una vez tuviste una dicusión con Andrés Trapiello.

      • Gabriel dijo:

        Pues hombre no es así, afortunadamente. Quizá estaba de más decirlo, pero me había enfadado esa actitud de referirse a uno como si fuera cobarde con eso de «algunos de los que se muestran contrarios a que Olmos se encripte, y lo insultan por ello, firman sus comentarios encriptándose en anónimos y nombres de pega, como es uso», y luego vetar el comentario de respuesta, cuando precisamente daba la cara, por alusiones. Me parece ambivalente la actitud de ese señor, porque contrasta con la imagen que de sí mismo proyecta (a los cuatro vientos). Por cierto que el tal Olmos se hizo famoso con un nombre de pega, por lo que todo era un contrasentido. Mi vida no tiene nada que ver con este señor, ni nada parecido. Simplemente me apeteció contarlo, pero bueno, quizá no merecía la pena o no era éste el lugar adecuado, pues no es mi blog y aquí se hablaba de otra cosa. Me callo. No contaré más chismes. Un saludo.

      • Anónimo dijo:

        Espero que esto no lo haya escrito el Trapiello porque sería patético.

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