Aprovecho que la sargento sigue durmiendo. A Margaret no le gusta que contemos cosas de su vida pasada, es muy modesta. Ustedes saben poco de ella: fundamentalmente que es una vieja petarda, gruñona y protestona; una especie de capitán Haddock, y que le gusta leer. En España no es nadie, pero en la cultura anglosajona nuestra Maggie es una celebridad. Para que lo entiendan, está al nivel de Marianne Faithfull y de Nico. Los más grandes poetas la han utilizado como musa y han compuesto sus odas para dejar constancia de la importancia e influencia de su persona y de su vida en las artes británicas y norteamericanas. ¿Recuerdan “Maggie`s Farm” de Bob Dylan? ¿Y el Maggie May de Rod Stewart? ¿Quién puede olvidar Maggie Mae de los Beatles?
Nota: La canción “Maggie Mae” apareció en los títulos del disco Let it be deletreada de ese modo aunque el título correcto es «Maggie May». Se trata, en el caso de la canción que los Beatles interpretaron, de un vieja balada folk de la zona de Liverpool.
La última artista -¡pedazo de artista!- en homenajear a la gran Margaret ha sido Natalie Merchant. La recordarán al frente del grupo 10.000 Maniacs. Ahora, en solitario, en su quinto álbum que acaba de llegar a nuestro país, publica una gran canción llamada “Maggie said” que describe a la perfección el estado de ánimo actual de nuestra sargento.
Ya en su álbum anterior había una canción, “Maggie and Milly and Molly and May”, en parte dedicada a Margaret, pero esta nueva levanta acta con fidelidad de las reflexiones y las preocupaciones con las que nos atormenta en los últimos tiempos la sargento. Pesadísima, oiga.
Aquí abajo nuestra traducción. Para ver la letra original –más bonita, pero en inglés- (aquí).
Maggie said
Maggie dijo: » Cavad una tumba más profunda antes de que me muera. «
Maggie dijo: » Sólo estoy buscando un lugar donde pueda apoyar mi cabeza cansada.
No hay final perfecto, solo el tiempo justo para marcharse. «
Maggie dijo: «Ellos hacen trampas en el juego del amor. «
Maggie dijo: «Es una estupidez sentirse superior a todos aquellos que se hunden endeudados. Ganes o pierdas, amiga mía, es tan difícil abandonar la partida».
Si me paro a pensar, ¿qué he sacado de todo aquello?
¿Para qué sirvió? Dímelo.
Nada, nada, oh, nada, está claro.
Maggie dijo: «Es muy difícil encontrar el vellocino de oro para tejer luego mi fibra dorada. «
Maggie dijo: «Estás sermoneando a la chica del coro; no te estás jugando el cuello.
No hay riesgo, cariño. Por favor «.
Si me paro a pensar, ¿qué he sacado de todo aquello?
¿Para qué sirvió? dímelo.
Nada, nada, oh, nada, está claro.
Maggie dijo : «No dejes que se lleven ese halo de tu cabeza. «
Maggie dijo: » Veo que estas cambiando, chica ; no pierdas tu ternura.
¿Qué utilidad tendría, querida? Por favor. «
Si me paro a pensar, ¿qué he sacado de todo aquello?
¿Para qué sirvió? Dímelo.¿Sirvió? Dime.
Nada, nada, oh, nada, está claro.Natalie Merchant, 2014
¿Autocunnilingus? Again?
Como ya dije una vez: «It`s my party and I cry if I want to»
¿Servir? ¿Sirven para algo las cosas que hacemos, las que decimos, las que pensamos? Probablemente no. ¿Pero son necesarias? Sin duda. Aunque solo sea para no estar de acuerdo.
Un beso, Maggie.
Pobre tarada
Grrrrr……guagauauauuuu!
Veo que te gustó la definición, jaja. ¿No tienes vocabulario propio ni para eso? ¿no has hecho amigos durante todo este tiempo? ¿no se te ha pasado la mala leche y la rabia?.
Demasiadas preguntas. Cuídate amor.
Haz otra novela, amiga.