El escritor francés Patrick Modiano, premio Nobel de Literatura de 2014
AMÉN, dice la Patrulla de Salvación.
Y nuestros amigos –más algún enemigo- han respondido de este modo a la siguiente petición de la sargento: “Cuéntame en dos líneas lo que opinas sobre que Modiano haya ganado el premio Nobel”:
Sergio Vila-Sanjuán (periodista, escritor y coordinador de Cultura/s, suplemento de La Vanguardia):
Fue el autor joven que más me impactó en mis años de juventud, con obras como Villa Triste o Libro de familia. El que me hizo ver que se podía renovar radicalmente la novela contemporánea con elegancia, sin perder el tono narrativo ni caer en cripticismos. Precisamente por su gran sutileza, siempre pensé que nunca le darían el Nobel.
Enrique Redel (editor de Impedimenta):
Aunque no se trata de uno de mis autores franceses más visitados (apenas he leído de él Dora Bruder y Un pedigree), aprecio su visión literaria de la memoria (aunque sea de la memoria nacional, de los pecados y las contradicciones de la época de la Ocupación durante la segunda guerra mundial) como modo de explicar Europa, la reciente historia del continente, desde la guerra hasta la actualidad. En Posguerra, de Tony Judt, hay una foto tomada justo al finalizar la guerra que muestra a un niño caminando por una carretera, uno de cuyos arcenes está ocupado, hasta donde se pierde la vista, por una larga hilera de cadáveres. El niño camina con la cabeza totalmente torcida hacia el otro lado, evitando deliberadamente mirar a los muertos. Esa metáfora de la Europa de posguerra que olvida u obvia su propio pasado, sus miserias, los muertos que ha dejado atrás, es justamente la que Modiano intenta conjurar, la que intenta desvelar: solo cuando descubrimos nuestro pasado, con sus miserias y sus grandezas, seremos capaces de prosperar. La literatura de Modiano me interesa porque habla de quiénes somos en realidad, nos explica a través de nuestras contradicciones. Y toca una época histórica clave, en la que terminamos de definirnos como lo que somos hoy. Hay muchos candidatos posibles para un Nobel, y muchas veces las razones de su concesión son más políticas que estrictamente literarias, pero con Modiano premian a un buen novelista, que incide una y otra vez en temas que le obsesionan, hasta el punto de que en ocasiones ha sido tachado de escribir siempre la misma novela. Algo que a mí, precisamente, me parece una virtud, más que un defecto.
Antonia Kerrigan (directora de la agencia literaria Antonia Kérrigan):
Para mí siempre ha sido un héroe. Me alegro muchísimo. Un beso frankfurtiano.
Robert Saladrigas (crítico literario y escritor):
Me bastan tres palabras: un acierto total.
Luis Solano (editor de Libros del Asteroide):
Una noticia buenísima. A ver si el mundo (y la academia sueca, de paso) se entera de que la buena literatura no tiene por qué ser literatura difícil. Los lectores están de enhorabuena.
Nota: Tenemos más amigo, no se crean, Según vayamos recibiendo sus respuestas, las iremos añadiendo a este “post”.
Actualización a 10/10/14
Antonio Muñoz Molina (escritor y académico de la RAE):
Me parece una excelente noticia. Modiano es un escritor dueño de un mundo exclusivamente suyo, y de un estilo igual de singular, austero y muy poético al mismo tiempo. Creo que es uno de los grandes novelistas contemporáneos. Su «Dora Bruder» me parece uno de los mejores libros que se han escrito sobre la Ocupación y la Shoah. Lo leí justo cuando acababa de escribir mi Sefarad y fue una extraordinaria lección de humildad.
Marcos Ordóñez (escritor y crítico teatral):
¡Qué felicidad, ese Nobel! Modiano siempre ha sido un maestro y un hermano mayor, el dueño de un territorio al que siempre he vuelto con extremo placer. El creador de una atmósfera y sobre todo de una música, con rondós, fugas, y variaciones sobre los temas eternos: el paso del tiempo, el pasado irrecuperable, la dudosa identidad, la extrañeza de la vida. Modiano te contagia, te hace mirar con sus ojos, a la manera de esos grandes fotógrafos, como Brassai, que destilan y reinventan la realidad. Si vas en metro leyendo una novela suya, todos los viajeros parecen creados por su pluma y bañados por su luz, y la luz sigue afuera, en ese barrio al que regresa un hombre solitario en busca de su pasado, una tarde de domingo, cuando comienza a anochecer.
Buen artículo de Luis Alemany (El Mundo, 10/10/14) sobre Patrick Modiano, su relación con la cantante Françoise Hardy y el por qué de sus libros.
Patrick Modiano avec Françoise Hardy, au bois de Boulogne, en 1969.
Hablando de premios, Sargento, otro año con polémica en el último Premio Minotauro. La gente que la leído el capítulo de muestra de la novela ganadora, (el argumento: agarraos, ¡un Drácula manchego!), publicada en la web de la editorial, aún no da crédito a sus ojos. A juicio de los pobres incautos que han leído sus infames páginas ‘Verano de miedo’ parece el cruce entre una fan fiction de Mascarada, el juego de rol, y el guión de un corto rodado por un alumno de primero de Comunicación Audiovisual. Vamos, que Clara Tahoces es Mary Shelley en comparación. Para esto, que se lo den a Boris Izaguirre, que al menos te sale un libro entretenido…
¿«AMEN» o «AMÉN»?
Lo de «los autores más visitados», ¿significa ir a tomar el té a su casa?
Hemos actualizado este «post» con los comentarios de Antonio Muñoz Molina y Marcos Ordóñez. Además hemos pegado una maravillosa foto de 1969 de Modiano con la impresionante Françoise Hardy.
Como siempre, Enrique Redel y su arrogancia. Siempre tiene que hablar más de lo que se le pide para demostrar su amplio bagaje cultural.
Parece que hay bastante consenso.
La última vez que le di una oportunidad a un premio Nobel (que no conocía antes de ser galardonado) fue con Gao Xingjian y me arrepentí al cuarto capítulo de La montaña del alma (igual fue la traducción, porque si no no me lo explico).
Igual con Modiano tengo más suerte
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Enrique Redel… ¿A quién le importa lo que piense sobre Modiano ni sobre nada el mafioso (y arrogante, como dicen más arriba) éste? A mí, desde luego, me importa tanto como los libros de su señora esposa.