SOBRE LO DE CHARLIE HEBDO: DOS MANERAS DE DEFENDER LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL

De entre los numerosos artículo de opinión que ayer se publicaron sobre el asesinato de los periodistas de Charlie Habdo, destacamos estos dos, el de Juan Manuel de Prada en ABC (aquí), titulado «Yo no soy Charlie Hebdo», y el publicado por Mario Vargas Llosa en EL PAÍS (aquí) bajo el título de “Je suis Charlie Hebdo”.

Curiosamente los dos escritores defienden, o dicen defender, la civilización occidental. El de ABC (Juan Manuel de Prada) afirmando que:

 «debemos recordar que las religiones fundan las civilizaciones, que a su vez mueren cuando apostatan de la religión que las fundó; y también que el laicismo es un delirio de la razón que sólo logrará que el islamismo erija su culto impío sobre los escombros de la civilización cristiana. Ocurrió en el norte de África en el siglo VII; y ocurrirá en Europa en el siglo XXI, a poco que sigamos defendiendo las aberraciones de las que alardea el pasquín Charlie Hebdo. Ninguna persona que conserve una brizna de sentido común, así como un mínimo temor de Dios, puede mostrarse solidaria con tales aberraciones, que nos han conducido al abismo.»

Y el de EL PAÍS (Mario Vargas Llosa) lo hace escribiendo que:

«No poder ejercer esa libertad de expresión que significa usar el humor de una manera irreverente y crítica significaría pura y simplemente la desaparición de la libertad de expresión, es decir, de uno de los pilares de lo que es la cultura de la libertad. Creo que Occidente, Europa, el mundo libre deben tomar nota de que hay una guerra que tiene lugar en su propio territorio y que esa guerra debemos ganarla si no queremos que la barbarie reemplace a la civilización.»

A las integrantes de la Patrulla de Salvación nos gustaría seguir viviendo en un mundo donde la libertad de expresión («Freedom of speech») sea uno de los pilares en que se basen las reglas de convivencia.

En 1968, cuando las protestas contra la guerra de Vietnam, 48 de los 50 estados norteamericanos, aprobaron una ley llamada de forma genérica Flag Protection Act para condenar cualquier acto de ofensa a la bandera de los Estados Unidos. Principalmente, lo que se hacía para protestar era quemar la enseña de las barras y las estrellas. En 1989 todas estas leyes fueron declaradas anticonstitucionales por el Tribunal supremos de los EEUU en el caso Texas v. Johnson, 491 U.S. En este caso se juzgó a Gregory Lee Johnson, miembro de un grupo comunista, que había quemado una bandera americana a las puertas de la convención del partido republicano que entonces, 1984, se celebraba en Dallas. La corte suprema absolvió a Johnson entendiendo que su acto estaba protegido por la Primera Enmienda que consagra la defensa de la libertad de expresión. El alto tribunal (la máxima instancia) dio a entender que el derecho a expresar la opinión de un ciudadano (incluso quemando la bandera) estaba por encima de los valores patrióticos más íntimamente sentidos por la mayoría de los norteamericanos. Esta sentencia fue confirmada en 1990 por la del caso United States v. Eichman, 496 U. S. 310. Creo que es momento de recordar cosas como esta.

A continuación, para que a nadie se le olvide, copiamos el texto íntegro de los artículos arriba citados:

Yo no soy «Charlie Ebdo»

JUAN MANUEL DE PRADA

Llegados a la culminación del dislate, hemos escuchado defender un sedicente «derecho a la blasfemia»

DURANTE los últimos días, hemos escuchado calificar a los periodistas vilmente asesinados del pasquín Charlie Hebdo de «mártires de la libertad de expresión». También hemos asistido a un movimiento de solidaridad póstuma con los asesinados, mediante proclamas inasumibles del estilo: «Yo soy Charlie Hebdo». Y, llegados a la culminación del dislate, hemos escuchado defender un sedicente «derecho a la blasfemia», incluso en medios católicos. Sirva este artículo para dar voz a quienes no se identifican con este cúmulo de paparruchas hijas de la debilidad mental.

Allá por septiembre de 2006, Benedicto XVI pronunció un grandioso discurso en Ratisbona que provocó la cólera de los mahometanos fanáticos y la censura alevosa y cobarde de la mayoría de mandatarios y medios de comunicación occidentales. Aquel espectáculo de vileza infinita era fácilmente explicable: pues en su discurso, Benedicto XVI, además de condenar las formas de fe patológica que tratan de imponerse con la violencia, condenaba también el laicismo, esa expresión demente de la razón que pretende confinar la fe en lo subjetivo, convirtiendo el ámbito público en un zoco donde la fe puede ser ultrajada y escarnecida hasta el paroxismo, como expresión de la sacrosanta libertad de expresión. Esa razón demente es la que ha empujado a la civilización occidental a la decadencia y promovido los antivalores más pestilentes, desde el multiculturalismo a la pansexualidad, pasando por supuesto por la aberración sacrílega; esa razón demente es la que vindica el pasquín Charlie Hebdo, que además de publicar sátiras provocadoras y gratuitamente ofensivas contra los musulmanes ha publicado en reiteradas ocasiones caricaturas aberrantes que blasfeman contra Dios, empezando por una portada que mostraba a las tres personas de la Santísima Trinidad sodomizándose entre sí. Escribía Will Durant que una civilización no es conquistada desde fuera hasta que no se ha destruido a sí misma desde dentro; y la basura sacrílega o gratuitamente ofensiva que publicaba el pasquín Charlie Hebdo, como los antivalores pestilentes que defiende, son la mejor expresión de esa deriva autodestructiva.

Debemos condenar este vil asesinato; debemos rezar por la salvación del alma de esos periodistas que en vida contribuyeron a envilecer el alma de sus compatriotas; debemos exigir que las alimañas que los asesinaron sean castigadas como merecen; debemos exigir que la patología religiosa que inspira a esas alimañas sea erradicada de Europa. Pero, a la vez, debemos recordar que las religiones fundan las civilizaciones, que a su vez mueren cuando apostatan de la religión que las fundó; y también que el laicismo es un delirio de la razón que sólo logrará que el islamismo erija su culto impío sobre los escombros de la civilización cristiana. Ocurrió en el norte de África en el siglo VII; y ocurrirá en Europa en el siglo XXI, a poco que sigamos defendiendo las aberraciones de las que alardea el pasquín Charlie Hebdo. Ninguna persona que conserve una brizna de sentido común, así como un mínimo temor de Dios, puede mostrarse solidaria con tales aberraciones, que nos han conducido al abismo.

Y no olvidemos que el Gobierno francés –como tantos otros gobiernos occidentales–, que amparaba la publicación de tales aberraciones, es el mismo que ha financiado en diversos países (y en especial en Libia) a los islamistas que han masacrado a miles de cristianos, mucho menos llorados que los periodistas del pasquín Charlie Hebdo. Puede parecer ilógico, pero es irreprochablemente lógico: es la lógica del mal en la que Occidente se ha instalado, mientras espera la llegada de los bárbaros.

“Je suis Charlie Hebdo”

Mario Vargas Llosa

Creo que lo que ha ocurrido en París en estos días es no sólo un hecho horrible que pone los pelos de punta por su crueldad y salvajismo sino también una escalada en lo que es el terror. Hasta ahora mataban personas, destruían instituciones, pero el asesinato de casi toda la redacción de Charlie Hebdo significa todavía algo más grave: querer que la cultura occidental, cuna de la libertad, de la democracia, de los derechos humanos, renuncie a ejercitar esos valores, que empiece a ejercitar la censura, poner límites a la libertad de expresión, establecer temas prohibidos, es decir, renunciar a uno de los principios más fundamentales de la cultura de la libertad: el derecho de crítica.

Lo que pretenden con este asesinato colectivo de periodistas y caricaturistas es que Francia, Europa occidental, el mundo libre, renuncie a uno de los valores que son el fundamento de la civilización. No poder ejercer esa libertad de expresión que significa usar el humor de una manera irreverente y crítica significaría pura y simplemente la desaparición de la libertad de expresión, es decir, de uno de los pilares de lo que es la cultura de la libertad. Creo que Occidente, Europa, el mundo libre deben tomar nota de que hay una guerra que tiene lugar en su propio territorio y que esa guerra debemos ganarla si no queremos que la barbarie reeemplace a la civilización.

Hay que actuar con firmeza, sin complejos de inferioridad frente a los que representan el fanatismo, pero también respetando rigurosamente la legalidad que es tan importante como la libertad. Uno de los riesgos más graves de este horrible ataque terrorista es que va a estimular la xenofobia a los partidos extremistas que son tan peligrosos para la democracia como los fanáticos islamistas.

Este asesinato colectivo va a ganarles adherentes a organizaciones como el Frente Nacional y a todos los grupos y grupúsculos que quisieran destruir a Europa y retroceder a los países europeos a la época de los nacionalismos intolerantes y xenófobos. Hay que hacer un esfuerzo para impedir que esto ocurra y que Europa sea destruida tanto por sus enemigos como por quienes pretenden defenderla a través de otras formas de intolerancia y fanatismo.

Francia es un país que fue uno de los fundadores de la cultura de la libertad con la declaración de los derechos humanos que estableció constitucionalmente una libertad de expresión que sus ciudadanos, sus intelectuales y sus políticos han ejercitado de una manera ejemplar a lo largo de toda su historia. Por eso la tragedia que vive Francia en estos días es una tragedia que nos afecta a todas las mujeres y a todos los hombres libres de este mundo quienes debemos repetir como lo están haciendo millones de franceses todos los días: «Je suis Charlie Hebdo».

Mario Vargas Llosa es premio Nobel de Literatura y Juan Manuel de Prada no.

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36 respuestas a SOBRE LO DE CHARLIE HEBDO: DOS MANERAS DE DEFENDER LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL

  1. Franwhite dijo:

    Patrullera, poco dormís hoy. Deben ser los años y las resacas de Ginebra. Tranqui, a mí me pasa lo mismo.
    Siempre hubo una tendencia a considerar importantes las opiniones personales de los escritores. Aunque bien pensado, ¿qué relación hay entre ser dueño de un estilo y de una imaginación con las creencias más subjetivas, siempre teñidas de prejuicios, manías, resabios de una educación determinada?
    Con esto quiero decir que el estilo del artículo de Juan Manuel me parece más logrado, aunque sus ideas me parecen rehenes de los que, de nene, le enseñó mamá. Su mente está impregnada de religión pero -y he aquí lo importante- no manifiestan espiritualidad. Se ha quedado en la corteza, en la política de los curas, en las casullas, puñetas, y mantos cardenalicios; la verdad, siempre invisible a los corazones alambicados, le esquiva.
    Del artículo de Vargas Llosa me he retirado en cuanto he visto que abunda en lugares comunes, tan archimanidos estos días. No me impresiona su nobel puesto que, como en el Vaticano, lo literario también precisa de mirras e inciensos. En esta ocasión, gana el trasfondo de sus ideas, que no por ser lugares comunes dejan de ser verdad.
    Buen domingo.

  2. bishop2 dijo:

    Sí don Juan Manuel, eran unos impíos, ellos se lo han buscado, recemos por la salvación de sus almas, el laicismo lleva a esto y a la conquista de Europa por los infieles… bueno, esto es de vergüenza ajena.

  3. Ire dijo:

    ¿No has encontrado opiniones de nadie más, Maggie? Son tan absolutamente simplonas tanto la una como la otra que dan vergüenza.

  4. Inma dijo:

    Eres más cansina que Sergio del Molino.

  5. Inma dijo:

    Eres más ubicua que Sergi Bellver.

  6. Inma dijo:

    ¿No serás Elvira Navarro por un casual?

  7. jose dijo:

    Juan Manuel de Prada es muy muy católico, salvo cuando deja de convenirle porque que yo sepa su religión prohibe el divorcio.
    Es muy fácil ser moralmente estrictos con los demás cuando somos laxos con nosotros mismos.

    La postura de Prada ha sido defendida por algunos medios conservadores en estados unidos, eso sí a otros medios conservadores no les ha gustado ni un pelo esa postura (debe ser una de las pocas veces en que se han dado leña unos a otros sin piedad).

    Se ve que de Prada se ve tan amenazado por el laicismo como por el islamismo radical, aunque que yo sepa nadie va comentiendo atentados en nombre de a laicidad. En el fondo todo se reduce al privilegio de la postura dominante y eso se aprecia en la jerarquía católica española, que sin duda vivió tiempos mejores (y aun encima ahora les cae un Papa jesuita, lo que les faltaba) y renunciar a tener influencia no es fácil.

    Desde los púlpitos (y medios afines) se falta al respeto a diario a gente que no comulga con la religión dominante (o no tan dominante), pero no pasa nada, en esos casos el insulto y la condena es gratuito, pero cuidadito con tocarles un pelo a ellos

  8. Ire dijo:

    Je suis tous ceux-là, la la la.

  9. EEM dijo:

    ¿Para qué queréis vivir en un mundo donde la libertad de expresión sea la base de convivencia, pudiendo elegir que lo sea el temor de Dios?

  10. Por cierto, no sé qué laicidad habría en el norte de África allá por el siglo VII. El Sr. de Prada alucina en colores.

  11. Jose Serralvo dijo:

    Totalmente de acuerdo con Bishop2 en que el artículo de Juan Manuel de Prada produce vergüenza ajena. ¿Qué cojones es eso de decir que «el laicismo es un delirio de la razón»? ¿Y cuando habla de «formas de fe patológicas que tratan de imponerse con la violencia», se le ha ocurrido mirarse al espejo y ver lo que el cristianismo lleva siglos haciendo? Y sí, hablo en presente, porque continúa haciéndolo. Si no vayan Ustedes a visitar a las monjitas ruandesas condenadas por genocidio en Bélgica.
    En fin, muy buena conclusión, Sargento: «Mario Vargas Llosa es premio Nobel de Literatura y Juan Manuel de Prada no». Yo habría sido un poco menos políticamente correcto: «Juan Manuel de Prada es &%$##@ (¡mierda de censura!) y Vargas Llosa no».

  12. Ire dijo:

    Lo de de Prada es demencial, pero el Nobel Vargas Llosa ¿solo ve un ataque a la libertad de expresión tras esa masacre? ¿solo ve el peligro de un ascenso de la ultraderecha? Siendo absolutamente políticamente incorrecto yo diría «Mario Vargas Llosa es premio Nobel de Literatura pero como si no, y Juan Manuel de Prada menos».

  13. Hanna dijo:

    Vaya… y yo que había huido del uno como del otro, acabo de comérmelos como la subnormal que soy. No llego a entender de qué os extrañáis, de Prada sigue siendo de Prada, un chiquitín de catecismo parroquial, y Llosa, la losa habitual de sus artículos en el panfletillo. Uno cree en Dios y en sus festejos y el otro en el neoliberalismo salvaje y en sus recortes. Fran defiende el estilo más logrado del primero, pero habría que saber qué estilo es ese de no dar de sí sino corrección lingüística, condición mínima que debiera exigirse sine qua a quien se diga escritor, pero qué quedaría, si se hiciera, de nuestra flamante narrativa patria, obviamente… Considero infinitamente más acertado lo que sigue diciendo: «Su mente está impregnada de religión pero -y he aquí lo importante- no manifiestan [se refiere a sus ideas] espiritualidad. Se ha quedado en la corteza, en la política de los curas, en las casullas, puñetas, y mantos cardenalicios». Y es que la criatura llega a pedirnos una oración por el alma de las víctimas, a las que supondrá en su infierno particular, ¡qué pueblo este nuestro, joder!.

    En cuanto a Llosa, se defiende en el sentido mínimo en que se debe, pero otro gallo cantaría si se le hubieran mentado los sagrados recortes en nombre del dios neoliberal, injusto, insolidario, corrupto y aun criminal reanimado por la feroz Thatcher. En fin, que ni de uno ni de otro querría depender en un momento de aprieto de la naturaleza que fuera, son ese tipo de gente que conoce el precio de todo y el valor de nada. Con vuestro permiso, os dejo la url de una tercera postura, la ecléctica, en el mismo panfleto, el único artículo con el que me atreví ayer; y bueno, de siempre, prefiero a los que dudan, aunque duden, no como método, sino por prudencia y vagamente, y os dejo también con el artículo 525.1, vigente en la Ley Orgánica, tras la modificación del Código Penal en 1995, bajo la hégira de Glez., otro que tal baila: “Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos religiosos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesen o practican”. Parece que los jueces hacen vista gorda ante ciertas denuncias basadas en este artículo, pero prefiero no depender de los jueces: que lo retiren sin más a mayor gloria de los que no son Charlie Ebdo, del sagrado corazón de Prada, por ejemplo.

    http://elpais.com/elpais/2015/01/09/opinion/1420834517_824508.html

    • Franwhite dijo:

      Buenooo. Hola, Hanna. Las opiniones de estos señores acerca de los crímenes tienen un valor relativo; lo opinable es subjetivo pero ante los demás se defiende con argumentos y estos señores sólo se diferencian de cualquier otro, con un mínimo cultural, en que se expresan con la herramienta de su profesión: las palabras.
      Un novelista, desgraciadamente, no tiene porqué ser un sabio. Haberlos ahílos, pero rara vez son famosos; es más probable encontrar un sabio en un pueblo chiquito cultivando el huerto que atusándose el flequillo o dando tumbos por las televisiones.
      Hecha esta apreciación, el trasfondo del artículo de Juan Manuel me parece un disparate; no cae en la cuenta en qué él también es un radical de dimensiones aberrantes. Su expresión, fiel a su barroquismo habitual, está más trabajada; podría decirse que, al menos por el tiempo que ocupó escribiendo, se ganó el sueldo.
      En cuanto al artículo de Vagas Llosa, me parece que contiene más sentido común. Pero parece escrito un poco a vuela pluma, como si un señor tan ocupado no le hubiese prestado demasiada atención y además se hubiese apoyado más en las lecturas de periódico de ese mismo día que tras escrutar su conciencia.

  14. Cedric dijo:

    Igual de pueriles y cortos de miras me parecen ambos artículos. En ninguna parte veo ni un mínimo de autocrítica ni un apunte de a quién beneficia realmente instaurar una opinión pública cargada de miedo y odio contra los musulmanes: el Frente Nacional francés se va a hinchar a recibir votos y los gobiernos occidentales se frotan las manos viendo la perfecta justificación para la ampliación de sus presupuestos en defensa y para la adopción de medidas que el pueblo no aprobaría si no existiera este apropiado caldo de cultivo (recortes en las libertades, por ejemplo, en favor de la supuesta seguridad y puesta en marcha de acciones bélicas).
    No se trata de justificar un atentado terrorista, sino de intentar reflexionar sobre nuestra parte de culpa o responsabilidad en lo ocurrido. Leyendo hoy en los periódicos tanta palabrería inflada sobre nuestra «libertad de expresión», nuestra «democracia» y nuestro irreprochable sistema de valores me pregunto quiénes nos creemos en el fondo para hacer mofa y escarnio de una imagen sagrada para millones de personas. Imaginemos sólo un momento una revista satírica de aquí («El Jueves», mismamente) haciendo escarnio de la figura del papa o de la religión católica. ¡La de cristofascistas que exigirían la cabeza de los dibujantes desde todas las tribunas! Pero mientras sea Mahoma el ridiculizado pues no pasa nada, «son moros»… La libertad de expresión satírica es esencial para criticar cualquier fanatismo, mi duda es cuál es el punto en que esa libertad de expresión traspasa los límites para colocarse en la mera provocación y el escarnio gratuito. Como decía antes, me encantaría saber cuáles serían los titulares de periódicos de derechas como «La Razón» si la caricatura hubiese sido del papa o de cualquier imaginería cristiana y un fanático cristiano de los muchísimos que abundan en España va y se carga a todos los dibujantes. Estoy segura de que según esos periódicos el asesino no sería un fanático sino «un creyente ofendido, con toda la razón del mundo, por algo que ningún dibujante tiene derecho a satirizar», y enseguida se pondrían a poner límites a la libertad de expresión. De hecho, ahora son todo odas a la libertad de expresión en todos los periódicos, pero recordemos que a al artista Javier Krahe por su «Cómo cocinar a un Cristo» se le quiso apedrear y juzgar por blasfemia en nuestro país hace bien poco, o la Fresh Gallery fue atacada por fanáticos cristianos cuando expuso fotografías de Bruce La Bruce inspiradas en imaginería cristiana y ni un solo político alzó la voz contra los agresores.

    • jose dijo:

      Te equivocas, y ahí es donde está la diferencia (hasta el momento) entre católicos ultras y musulmanes radicales, en que los primeros montón follón y si pueden te avasallan y te llevan al ostracismo social, pero de momento no se dedican a matarte.

      En estados unidos es otro cantar, porque hay bastantes grupos cristianos con sangre en sus manos por aquello de poner bombas en clínicas abortivas, pero no son grupos católicos (que allí no son precisamente mayoría).

      A día de hoy los cristianos (y eso se ve muy a menudo en estados unidos con la aplicación de leyes antidiscriminación) lo que hacen es defender privilegios, que no deja de ser una forma de sentirse por encima de los demás.
      Si alguien pinta una viñeta blasfema le denuncian e intentan que se apliquen leyes obsoletas de cuando la separación iglesia-estado era más difusa, pero a día de hoy a lo más que se llega es a amenazas.

      La mayoría de las víctimas de yihadistas son otros musulmanes, pero tampoco conviene obviar que de los 13 países donde ser ateo es delito, los trece son musulmanes.
      Eso sí, el yihadismo tiene los años contados, en cuanto se acabe el petroleo en Arabia Saudí se acabó lo que se daba.

      Y que conste que estoy en contra de ofender por ofender símbolos religiosos (me da igual la religión), pero a diario se oyen mensajes totalmente ofensivos provenientes de líderes religiosos (si eres mujer u homosexual lo llevas claro) y no pasa absolutamente nada, así que bienn podrían aguantarse cuando les toca.

      De todos modos para esta gente la religión no va más allá de un método de control de la población

      • Ire dijo:

        Esperancita, la más lista de su clase, ha llegado a decir que «esto demuestra que el 11-M no tuvo nada que ver con la guerra de Irak». Y se queda tan pancha.

  15. ayul dijo:

    Sin llegar al absurdo extremismo de Prada, este es un punto de vista que personalmente comparto porque las caricaturas de Charlie Hebdo me parecen gratuitamente ofensivas y de mal gusto:
    http://www.las2orillas.co/je-ne-suis-pas-charlie-yo-soy-charlie/

    • Jesús dijo:

      A mí también me lo parecen, pero ese es el punto: la sociedad democrática debe incluir el derecho a la sátira, a la crítica mordaz e irreverente, ofenda a quien ofenda.

      • ayul dijo:

        Lo siento, pero no sé hasta qué punto tenemos derecho a denigrar y mofarnos de algo tan sagrado para millones de personas…

      • Jesús dijo:

        Pues creo que está muy claro: tenemos derecho a mofarnos de (por lo menos) cualquier cosa que alguien intente utilizar para imponer sus objetivos sobre los de los demás. Lo sagrado no puede utilizarse como una excusa para violar los derechos humanos. Y nadie tiene derecho a elegir libremente qué quiere que los demás no tengan derecho a expresar.
        Y, como dijo aquel: «Si no quieres que me ría de tus creencias, no tengas creencias tan graciosas»

  16. Muriel dijo:

    Ruego se lea el artículo de Hermann Tertsh titulado «Inercias Políticas En Guerra», en el ABC del sábado 10 de enero. No digo nada sobre el artículo para no viciar y/o condicionar las posibles opiniones de los comentaristas. Saludos.

  17. Hanna dijo:

    Muriel, por Alá, creí que nada ni nadie me haría leer a Tertsch pero, ya que fueron leídos Prada y Llosa, tampoco pude negarme, es ponerme delante algo de picar y aun con desgana me lo como, así anda mi estómago… No veo nada sorprendente en el artículo o en desacuerdo con la tradicional postura de toda esa gente; es siempre lo mismo en lo que sea que toquen. Obviamente, no estoy de acuerdo ni con una sola línea por dejarlo más claro aún. No es una guerra, es terrorismo, y terrorismo lo hubo siempre, incluido el de estado, cuyas actuaciones, mira por dónde, con frecuencia constituyen la causa o razón de que exista el otro.

    En cambio, negada la mayor, porque yo si estoy con Charlie -cómo no estarlo en algo así o en este momento-, sin embargo, en la entrada que indica Ayul, hay verdades como puños, no precisamente en lo de burlarnos de «algo tan sagrado para millones de personas» -en ese plan, seguiríamos en el medievo más deleznable todos nosotros-, sino en cierta falta de sentido común y aun de justicia y solidaridad con el dolor del prójimo por parte de algunos ‘humoristas’. Mi concepto del humor es algo diferente.

  18. Después de aprobar la ley mordaza, Rajoy, faro de liberales como Vargas Llosa o presidente del partido al que vota de Prada, se manifiesta en París a favor de la libertad de expresión, con dos cojones.

  19. Hanna dijo:

    Quizá os interese esto de una presentadora de Al Yazira en Qatar

    • Ire dijo:

      La religión, cuando se utiliza como un arma de poder y con frecuencia es así, tiene unos efectos devastadores. Cualquier religión. Y desde la Edad Media no es más que un medio para lograr los objetivos de quienes manipulan a sus fieles. Las matanzas más salvajes, de unos, otros y demás, parecen quedar así justificadas ante los ojos de la ignorancia. Pero la supuesta «razón», no la real, muchas veces también es ciega ante las atrocidades que se cometen en su nombre.

      • Hanna dijo:

        Ire, no sé si te refieres a supuestas razones, como las de Bush y las de tantos otros terroristas buenos… No sé si te has fijado en el siguiente vídeo, donde le responde el energúmeno, pero no con sueños de la razón, sino con hechos.

  20. robertx66 dijo:

    A mi lo que más me fastidia de los comentarios «post-» es la condescendencia que rezuman unos y otros, según les convengan. A veces con menos palabras se dice mucho más. Uno ejemplo de lo que digo, de los muchos que hay, podría ser este: http://lajungladelasletras.com/2015/01/08/el-amor-es-mas-fuerte-que-el-odio/ . ¿Para qué tanta floritura mediática y tanto blasón de alta alcurnia para expresar una opinión?

    Por cierto, ¿nadie ha comentado nada de las lindezas de Willy Toledo???

    • jose dijo:

      Willy Toledo se ha convertido en un personajillo patético de tan dogmático que resulta. Para él una dictadura no es dictadura siempre y cuando sea comunista (se ve que no se ha dado cuenta de que cuando se trata de imponer el poder sin dar ni voz ni voto, los extremos se tocan)

  21. juan dijo:

    La izquierda es lo mas rastrero y repugnante que existehoy en día y la reacción de los izquierdistas a este atentado lo demuestra. Que patéticos sois algunos.

  22. Muriel dijo:

    ¿No habéis leído la columna (última página) de ROSA MONTERO en El País de 13 de este mes?
    Como de costumbre no opinaré para no contaminar posibles comentarios. No os la perdáis. Saludos.

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