BIRDMAN, UNA OBRA DE ARTE Y PUNTO

¿Quieren conocer la cara de la sargento Margaret? Vayan al cine a ver Birdman, la película de Alejandro González Iñárritu. En el último acto aparece la sargento interpretando el personaje de Tabitha Dickinson, la exigente y alcoholizada crítico teatral del The New York Times. La sargento, aunque esté mal que lo digamos nosotras, borda el papel. Riggan Thompson (Michael Keaton) es un famoso actor de Hollywood que después de haber tenido mucho éxito interpretando a un súper héroe tipo Marvel quiere conseguir el respeto y el prestigio profesional que el cine comercial no le ha dado. Para ello se empeña en llevar al teatro la obra «De qué hablamos cuando hablamos de amor«, de Raymond Carver. Thompson la interpreta, la dirige y la produce. En un bar de Broadway que hay cerca del teatro donde al día siguiente se va a estrenar la obra, el actor y la insobornable crítico de teatro se encuentran en una de las mejores escenas de la cinta. El personaje interpretado por Keaton intenta caer bien a la señora, pero ésta le dice que no se canse y le avisa de que está determinada, aun a pesar de no haber visto la representación de la obra, a publicar la recensión más demoledora que nunca haya salido de su pluma. Y le explica que lo piensa hacer porque él es un intruso, un famosillo de Hollywood que en su arrogancia se cree que puede llegar a Broadway con su dinero obtenido a base de efectos especiales y marketing y triunfar sobre las mismas tablas donde grandes actores y directores -auténticos profesionales del teatro como Arthur Miller- se dejaron la piel. Le hace ver que no es tan fácil lo que pretende, que para triunfar en Broadway hay que ser un actor de verdad y que ella es la que expide los certificados de calidad. Implícitamente le está diciendo al famoso que el mundo del teatro es un santuario y que él, con sus dólares manchados de celuloide, lo está profanando. Pues lo mismo ocurre con la literatura -a ver si me hago entender de una vez-: no puede uno pretender dedicarse a lo mismo que Flaubert y Tolstoi sin haber sudado sangre y tener el culo pelao tras muchos miles de horas sentado, escribiendo y rompiendo una y otra vez lo escrito.

Tabitha Dickinson (La sargento) y Mike Shiner (Edward Norton)

Cuando unos días antes, en el mismo bar, Mike Shiner (Edward Norton), otro actor de la obra, le señala a Thompson a la crítico teatral le dice: «¿Ves aquella mujer en la barra? Sí, la que tiene cara de haberle comido el culo a un indigente. De esa tía depende que tu obra sea un éxito.» Nunca en toda la historia se había descrito mejor la cara de un crítico. Ver mal cine, asistir a obras de teatro deleznables o leer literatura basura y realizar cualquiera de esas actividades de forma recurrente tiene consecuencias graves para la salud e incluso llega a afear el careto. Conozco personalmente a Carlos González Peón, el editor de  La Medicina de Tongoy y les puedo asegurar que nunca ha visto un tío más feo en mi vida. Y eso que el pobre Carlos, antes de empeñarse en leer -y reseñar- todas las novedades del mercado español, era un hombre bastante bien parecido, me consta.

Birdman está a la altura de 8 y medio (Federico Fellini) y de All That Jazz (Bob Fosse), dos de las mejores películas que se han hecho sobre cómo el éxito y la fama afectan psicológicamente al artista, sobre el precio que el autor paga (sí o sí) por dedicarse a eso que se llama arte y terminar alcanzando sus objetivos. Pero Birdman tiene la cualidad de dar un paso más en la espesura y profundizar en un aspecto del desequilibrio mental asociado al arte que es difícil de llevar a la pantalla, eso tan sólido y al mismo tiempo tan inaprensible que es el ego. González Iñárritu, el director, para conseguir su objetivo, el de plasmar con escenas y diálogo la hinchazón del ego y el consiguiente despegue de la realidad que el desempeño de una actividad artística y el reconocimiento del público conllevan, se apoya en el amor. El director contrapone amor y ego consciente de que cuanto más crece uno más imposible se vuelve el otro y viceversa. Vasos comunicantes. Del mismo modo que en literatura la mejor manera de definir a un personaje es comparándolo con otro de características contrapuestas, el director echa a pelear amor y ego y acaba ocurriendo lo que ocurre. Vean la peli.

la neurosis de Riggan Thompson

Los títulos de crédito de Birman comienzan con el siguiente poema de Raymond Carver:

Late Fragment

And did you get what you wanted from this life, even so?

I did.

And what did you want?

To call myself beloved, to feel myself beloved on the earth.

Estos versos formaron parte de A New Path to the Waterfall, una colección de poemas que fueron escritos cuando el autor ya padecía el cáncer que se lo llevaría a la tumba.

En la película se repite al menos tres veces la última escena de la obra «De qué hablamos cuando hablamos de amor», aquella que finaliza con el suicidio del protagonista tras pillar a su mujer en la cama con otro. Antes de pegarse un tiro el actor teatral, en su desesperación, se pregunta a sí mismo (aunque se dirige a su mujer): «¿Qué más tenía que hacer para ser querido?» El actor Riggan Thompson (Michael Keaton), víctima de su ego e inmerso en la neurosis que lo ha llevado a creer que escucha la voz del súper héroe que representó en la pantalla y que, como él, tiene poderes sobrehumanos, no es capaz de ver que su salvación está en dar amor y dejarse amar por las personas que lo rodean: su ex- mujer, su novia, su mejor amigo y su hija. Ego en ascenso y amor en fuga.

birdmanny

 «Siempre confundes el amor con la admiración», la frase que su ex-mujer le suelta a Riggan Thompson en uno de sus ahora civilizados encuentros, resume a la perfección el cortocircuito mental que incapacita al protagonista para escapar de su ansiedad (ansiedad que está perfectamente representada en el machacón y omnipresente golpe de batería de la B.S.O.) La admiración -siempre mal digerida- te engorda el ego y te aleja del amor.

Los artistas, en su mayoría, son poco inteligentes. La sensibilidad no viene necesariamente acompañada de clarividencia. El éxito aparta de la realidad y, como el protagonista del film, los «triunfadores», enajenados, sobrevuelan la ciudad incapaces ya de por vida de poner los pies en el suelo. El protagonista de la película, más tonto que loco, como la mayoría de los autores, necesita algo y no sabe qué. En su desequilibrio equivoca el objetivo a perseguir y confunde prestigio y reconocimiento profesional con lo que realmente lo curaría, el amor.

Anclando su película en la actualidad y dando solamente dos pinceladas que no interfieren en el argumento el director de Birdman tiene la decencia de denunciar la gran factoría de las vanidades en que se están convirtiendo las redes sociales. Aún están por conocer y analizar las seguro graves consecuencias emocionales que sobre la personalidad de millones de adolescentes tendrá el hecho de que casi el 100% de sus relaciones sean líquidas (Zygmunt Bauman dixit) y que las redes se estén constituyendo en el único y virtual patio de recreo donde todos ellos «maduran». Las redes sociales son proveedoras de pienso para el engorde artificial de los egos modernos. A ver cómo somos capaces en unos años de realizar la implosión controlada -si es posible- de tantos globos llenos de aire.

La única manera posible de escapar de un ego inflado -se lo dice una veterana- es ponerse literalmente al servicio de los demás. [Amor real sube y automáticamente el Ego baja] Lean las Meditaciones de Marco Aurelio y Sobre la felicidad de Séneca. Y si tanto estoicismo les parece indigesto (elitista), permítanse endulzar la comida con la lectura de lo que Spinoza dice sobre el amor, aquello de que nada es más útil al hombre que el hombre, que la virtud -la felicidad- se alcanza relacionándonos de forma que formemos un sólo cuerpo y una sola alma. Lo dejo aquí, que me estoy poniendo cachonda.

OTRO ASUNTO TOTALMENTE DIFERENTE

Nueva infografía (aquí) sobre hábitos de escritores: los que escriben de día y los que lo hacen por la noche; los que toman té y los que consumen café; perro o gato; escribir rápido (4.000 palabras al día como Asimov) o hacerlo lentamente. Si clica en el enlace, pinche sobre la imagen para ampliar.

90º ANIVERSARIO DE THE NEW YORKER

Para celebrarlo han editado un número (feb. 23 – mar. 2) con nueve portadas diferentes. Esta es mi favorita. Pinchen (aquí) para ver las otras. También pueden escuchar (aquí) un audio de 27 minutos (en inglés) en el que se relata la historia de la revista desde el primer número que se publicó allá por 1925. La sargento aún no había nacido.

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26 respuestas a BIRDMAN, UNA OBRA DE ARTE Y PUNTO

  1. Antieditor dijo:

    Enhorabuena, Maggie. Magnífico.

  2. Amelia dijo:

    Totalmente de acuerdo. Sí. Así es.

  3. Un bello texto, hay mucha inspiración hoy aquí. Una gran confluencia del saber con el sentir, es decir, erudición más amor. En cuanto a la película, aún reconociendo sus muchas virtudes técnicas y artísticas, a mí no me enamoró, eso sí, la música me pareció una maravilla, los actores, todos estupendos, en particular me sorprendió la joven actriz que interpreta a la hija. Pero la encontré falta de ritmo, larga a pesar de no serlo. De cualquier forma, si logra propiciar reflexiones tan profundas sobre la vida y el arte, algo tiene que tener.
    Un abrazo,
    Sonia

    • Por Dios y por la virgen, vuelva usted a verla.
      Una película como esta -del mismo modo que libros como El jilguero (Donna Tartt)- se disfrutan sólo cada diez años.
      Maggie

      • A sus órdenes sargento. Algún día volveré a verla (aún no estoy preparada para repetir) y si cambio de opinión volveré aquí a enmendarme la plana.
        Gracias por existir. (los domingos me ponen cursi y sincera)

  4. Dora Roda dijo:

    Merece que esta entrada sea releída varias veces -y propagada-. La virulencia con la que mata el narcisismo y la adicción al oropel social solo se combate con un desnudo integral frente al espejo, con buena iluminación para que podamos vernos sin velos, desposeídos de toda esa quincalla volátil que acompaña el éxito.

  5. Anónimo dijo:

    Anda que comparar «Birdman» con «Ocho y medio, y encima poner «All that jazz» a la misma altura que la de Fellini… Es lo que pasa cuando uno se apasiona y se pone a hablar de lo que no tiene puta idea. Vuelve a denunciar las chorradas del mundo editorial y deja lo del cine para quien entienda, plis por favor.

  6. julian bluff dijo:

    Me ha encantado el artículo. Muy bueno. Pero después de tres años leyéndote, incluso cuando enjaretas una faena de aliño, o me choca lo que nos cuentas, siento por tu blog un especial afecto. Y es que tú también, Maggie, como César, como Julio, como Iglesias (los dos, también Pablo Jr.) eres mortal, cielo. «Eres Mortal».

    Sincerely yours, julian bluff. 😉

  7. Hanna dijo:

    Sargento… No sé cómo decirlo. Quizá ¿que no sé qué me ha gustado más, si lo de ustedes o lo de J. Bluff? Pues… a la sinceridad y a la ternura que presupongo en ambos, súmense las mías, ternura y sinceridad, ni un ápice de reticencia. Palabra de honor memento mori.

  8. Hemos actualizado el «post» añadiendo lo siguiente:

    «Nueva infografía (aquí) sobre hábitos de escritores: los que escriben por el día y los que lo hacen por la noche; los que tomas té y los que toman café; perro o gato; escribir rápido (4.000 palabras al día como Asimov) o hacerlo lentamente.»

  9. Ire dijo:

    Bueno, en lo que a los jóvenes ‘normales’ se refiere – y digo jóvenes hasta los 25 años como máximo- normales en cuanto al uso que hacen de las redes sociales, nada de eso les es aplicable. No suelen utilizarlas para inflarse el ego sino para estar en contacto más fácilmente con sus amigos, los de verdad, con los que quedan para ir de copas o para jugar un partido de fútbol. A veces tendemos a pensar que la literatura y todo lo que la rodea es un reflejo del mundo, y nada más lejos de la realidad. A mí mis alumnos no me preocupan en absoluto en ese sentido. La mayoría son tan normales, tan ignorantes y tan inseguros como lo éramos nosotros a su edad, aunque hubiéramos tenido twitter o facebook. Solo les hace la vida más fácil. Pero a partir de esa edad sí que la cosa cambia un poco. A la gente de treinta para arriba les han vendido no sé qué historias. Si conozco a alguna gente de esa franja de edad que, por circunstancias previas, basa sus relaciones personales y profesionales en las redes, no sé con qué esperanzas, pero es así. Pero los jóvenes lo tienen más claro de lo que se suele creer. Y cuando tengan que acceder al mundo laboral se provecharán de sus ventajas, como es lógico, pero como una herramienta más, que es lo que es, al fin y al cabo. Y los comportamientos patológicos naturalmente quedan fuera de todo eso. No son los redes sociales las que fabrican gente con problemas. Los problemas ya estaban allí. Solo los ponen en evidencia.

    • julian bluff dijo:

      Sí, Ire; de jovencillo, los problemas personales actúan, por lo general, como el dinosaurio de Monteroso, que al amanecer aun continúan ahí. Y algunas veces sin haber dejado de abandonarnos durante la noche, que es lo que más jode. Su origen suele ser muy imbécil: los complejos, o, lo que es lo mismo, darles a las opiniones de los demás, toda esa caterva de borricos que nos rodean… je, je, je…, mucha más importancia de la que tienen. Pero de esto terminas por enterarte con los años. Y ha de ser así. Porque la vida es así.

      PD: Algunos no consiguen coscarse del tema del apotema hasta que cumplen los 97 ¡Bendita juventud!

  10. hemos actualizado el «post» con una de las nueve portadas del nuevo número del The New Yorker y con un enlace para poder admirar las otras ocho.
    Maggie

  11. Lilí Marlén dijo:

    ¡Qué poerío tengo en el coño metío!

  12. Sardiflor dijo:

    Dos notas anecdótica:
    1. en el episodio 2 de Better call Saul, la nueva serie de Vince VGilligan hay un precioso homenaje a All that jazz
    2. El ritmo de Birdman que tan bien describes me recuerda el de Standards de Germán Sierra (sí, ya sé que no está entre tus autores amados)

    Chau 😉

  13. CJ dijo:

    ¿De la mierda de lista de la Leer no vais a decir nada? Yo me parto con que hayan puesto a la Paula Cifuentes, que lo único que ha hecho en la vida es traducir para Asteroide y Gallo Nero (mal) y casarse con el editor de Malpaso. ¿Favor a Malpaso su inclusión?

  14. Estoy un poco conmocionado. Brilliant in many aspects. Colors, neon lights, fluorescents lights, colors, colors, Green hallways. Broadway glory and missery. I was there, it was my office that tall building at the left when he jumped. A fucking 23rd flor in 5th Avenue. I wrote there my first play, «The Blue Room», Nichole Kidman was playing «The Blue Room» and went to see «Biped» by Merce Cuninham. Abstract dancing with the aid of technology. Then in a few days, Barishnikov was dancing in Carnegie Hall is own «heart beat». Very «21 grams» -was that the title?- My frined David was at the Big Cup 7,30 in the morning to get coffe and get toguether and read te paper. He would be working in a Review for the Voice. Work was at 9, as I said at 5th and 43st. -Is that correct?- My memory fales me all the time. Dor was across fron the Library, and behind was the Park… You can not be more newyorker then that. Going to the Beacon to see the first Nina Simone performance in New York… and waiting for her 45 minutes to show up. When to see La Furia del Baush at the Met and feel so embarased… then Tricicle… it was in the City for 3 weeks. Bad Review -very bad one- in the Times and the closed that Week. A blond guy, nothing short then Brad Pit Will come into the café… gave me a look. Left for te bus to go to work. The bus stoped by, but I diden´t take it. When back, sit by his side -the blond one-. Make a date for dinner. He was a writter. When to the Empire Dinner on 9th to get juicy hamburgers and some conversation. I mus to ask him. I´m a journalist. What does it feels? «What?» he shouted me unconfortable. To be so beatifull. I´m corious. I need to know. He told me to shutup. I insisted. He gave in: «Scared. it was about 14 when I notice people Will tourn their heads when I entered ani room, any restaurant, any party. I was so scared I could barely breath. I was nothing for them, a body carried me and they wher loking a my limo… not at me. i drawn into books, when to College, had to be the best, had to prove I «I» did existed. Having a twing din´t help eather. Far away, at BAM saw for the first time Pina Bauch, and a performance of Orfeo and Euridiche by someone I can´t remember. Finished the performance, whent to by tickets for the Next show the Next day. I Think I was selling roses in the Village by them. Dor by Dor with the Stonewall bar. A cute muscular italian guy from Monsters stoped by and boght some flowers for someone working at Spllash. The boyfrined of the owner died from OD in Fire Island. I delivered the flowers to a blond «capboard» from Tenessy or some. He gave me a 5 dollars tickets. I was sitting at the Big Cup, flores on the walls with a base os pistache collors. Music was good, a poster about a new play called «ART» was on the Wall, recomended by the owner. It was late evening afther my class at the HB Studio, on directing, my profesor in his table, had on it some kind of herbal tee. I was rehersing with a class Mate named Sasha from Mexico. I knew latter she was a pretty famous singuer there. We where working on Sandford Meisner exsercicie -¿even close?-… At the end he called me. Y lower all my body to pay some respect to the old frigile man. He used to talk about Elia Kazan and the trupe, and time working on Un tranvía llamado deseo. Was that kind of guy. He told me, you sould Think seriously on becaming an actor. I said, thank you sir, I´m not interested in acting, I´m interesting in directing. He cut me off. Two days latter got a call, «this is Mr. -God can remember my master name- son, He went «we are shoting a Movie and my father told me I should cast you», I declined, that, was rude. I din´t want to became an actor -Why… ego, probably-. i wanted to be a director. That night at the BC, suddenly the final scene of my play came to my just Out the blue. And I knew it was good,really good, so good, I could barelly breath, I had to go outside. I took a Deep breath of the City. Met with a big guy who was the ex of the writer of «Hair» the musical, got togueder… he handle me one of his plays called «BlackOut». Was amaizing. Abused chile from Hell Kitchen, waking up in a bed with vomit and mess of fluids and remembering nothing. Two days later, when to a dinner at a famous mafia place. Pictures of Sinatra all over the walls.When I left, about 2am, it was poring raing. I have ant ? loafers… Start woking unther the rain. a cup was an imposible misión. Took off my soaked shoes and walked feed naked on that beloved highway -was 10th Avenue precisly. By the pears you could not see a meter away from you.Whent close to the Hudson. Saw a shadow. Cosy feelings. We made love in the middle of the Street, having raing as our sacret matchmaker. Someone was, indeed, somewhere, playing Spanish music in the distance. Yes New York surrended to me. Mi friend Charle was the design director of Vogue -amercian vogue- afther finish with Graton at Vanitty Fair, when Tina Brawn left and things got comercial. Helmund Newton was the easiest to wark with, Her Ribs too. Annie was difficult. Daring. But, true at each job at that time. The had to rechoute Demmi -Demmi Moore-, and by the time the rescheduled she was so preinegt -??- they only could use a cape. Anny made the proposition, she acepted, there was a look betwen them… «She kew, she and Madonna are the ones that know What’s on film». I got a new apartmen. A cheap one… 900 dolaras. Small, studio, working fire place, views of the Empire State in changing collors. Met Anni -briefly- Met Susan… at a Movie… when to a concert of K.D. Lang at the Radio City Hall, with Herb and Friends. We when back to the stage. They introduce me. She sake my hand looking into the eyes and said «hi Nick». She was the most real thing I ever met on the World of fame and art. Art. Sargent… Art is, and can not be other thing, about giving. You créate by «feeling the precence ofthe reader of the audience». When you write you are getting their feed back. You do it for money? Yo bet you dont. If you are a real artista. You doit because you have no choice but yo share was has being given to you but does not belongs to you. Belongs to them. You are just the médium. Fame and money, can come along. Bad bussines. You named Donna Tartt again. That travel in bus crosing the country uterly along. It is Birdman a master piece? don´t know.It’s a very well krafted touching Movie with some amaizing perfomances -the daughter, blow me away-. Yo go to Broadway when you have something to say or when you don´t know you have something to tell but you cand not avoid crush yourself in feeling of certenity is hunting you. Most of the time you are wrong. Some tiemes you are right, and your audience exit the theater being someone else. Music in the Movie is amaizing, cast almost perfect, Path greate, editing better, and the shooting a psicological, yes, master piece. The Green color is the «thing» that mos sticked for me.In me. An the wise dagther to old to be What? 12ve.? Sorry about my spaninglish or whaterver worst.I do Think in English and could not Translate or write in Spanish. It is at leas understable? Probably not. i just did my job as bet as I could. Some thime is all you can really do. And be honest. A tus ordenes. Presenteeen Arms!

    • Ire dijo:

      Pero eso es normal, sobretodo en las actrices o cantantes. Viven de su físico ¿O si no por qué te crees que a los 35 ya se han operado? y las que más, aguantan hasta los 40.
      El otro día una amiga me envía un wsp ‘has visto a la Uma Thurman? pero qué se ha hecho!!!’ Y es que si no ya no las llaman para trabajar. Lo malo que aun operándose, a partir de cierta edad a la mayoría tampoco.

      • Je, je… todos nos escandalizamos con lo de Uma. ¡Era maquillaje!, al día siguiente en una entrevista -la Uma de siempre-, la periodista le preguntaba sobre todo el revuelo armado -todo el mundo se refería, no a cirugía, sino a un completo rediseño de la cara-, ¿Qué piensa de todo esto? Y la infinitamente inmensa Uma contestó en un tono completamente neutro con un intento ¡Y guess they didn´t like my makeup…! … Si, no todas. Mira Kate Winslet -se que está bien escrito porque he hecho un corta-y-pega- en «The reader», por cierto, me gustó mucho más que Birdman ahora que lo pienso, aunque no me atrevería a decir que sea mejor película. Desde luego en mi memoria queda para siempre «21 gramos»… y esta la revisitaré. En cuanto a belleza, edad y trabajo… the petite problema is… ¿Cuántas mujeres directoras hay en Hollywood? Quiero decir -for God shake!- ¿Dónde está Sofía Cópola? Existió ¿El suicidio de las vírgenes?, posiblemente la primera película femenina de la historia del cine… Solo entiendo la creación como un acto de precipicio. Pero esto es una cosa mía, supongo. Aunque lo he visto en cada uno de los grandes que he conocido. Que no deben de ser tantos. Por otro lado sigue el silencio casi mortal sobre «la cosa» Moran -yo sigo leyendo estupefacto-, no lo terminaré nunca, cada párrafo es un dolor. Hay hallazgos, claro, como lo de Fraga en el 64 diciendo que había que «catalanizar España» y haciendo un panegírico sobre el uso del catalán -3000/200 castellano catalán en aquel año-. Ah, y la medalla al teatro a… ¡Nuria Espert! Pero estas joyitas no son como el oro «romano» de las Medulas que cambió el paisaje mismo, sino como los diamantes de sangre africanos que se obtienen a base de sangre, sudor, lágrimas y juramentos profanos. Y dodotis para la diarrea perpetrada por el autor contra la verdad y el buen gusto. (Ya, un pesado. Odio a mí que soy chollo.) 😉 Abrazo.

      • Ire dijo:

        Jaja, odio no, hombre, qué va. It’s only rockanroll, but I like it 😉

      • jiijij, sigo siendo chollo. Trust me!

  15. Paco Maderas dijo:

    Lo mejor de esa escena es lo que le dice Riggan Thompson a la puta payasa menopáusica esa de la esquina de la barra con su libretita del Tiger de Bravo Murillo

    » You risk nothing»

    La sargento no es más que el equivalente al teleoperador argentino que se viene arriba y se pone chulo por teléfono cuando Jazztel te está estafando con la factura.

    Dos conclusiones
    1.-Carlos Boyero se folla ( mal ) a la Sargento y co-escriben sus mierdas.
    y

    2.-La sargento me chupa un huevo.

    #VivaElVino

  16. Hanna dijo:

    La entiendo, sargento y cómo… Si hubiera más Boyeros, en lugar de muchachitos huérfanos, este país sería otro. Cuando un cerebro funciona como un reloj suizo, puedo hasta prescindir de su alma.

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