Dice Alejandro Gándara, el 30 de mayo, en su blog El Escorpión, que se decidió a leer la última novela de Patricio Pron “a causa de la algarada crítica de que venía acompañada”. Pone como ejemplos las palabras de Felix de Azúa en El País el 27 de mayo: «A la altura del mejor Sebald, del primer Handke, se tutea con Bernhard y ha superado a Jelinek» y las de otros que lo comparan con Borges y Horacio Quiroga.
Un día después, ya leída la novela, escribe Gándara en un “post” titulado Literatura a falta de otra cosa:
Hay demasiada literatura en la novela de Pron, demasiadas palabras y demasiado existencialismo lírico, y el relato se resiente enseguida de ese deleite que le impide avanzar, escapar a otras perspectivas o profundizar. Al final, el tema se reduce curiosamente a un relato más bien policíaco con toques de vida interior. Se resuelve el crimen, pero no se resuelve el enunciado.
Gándara termina así su reseña.
Uf. Por lo demás, ni se parece a Bernhard, ni a Handke, ni a Jelinek, ni a Borges, ni a Horacio Quiroga, al menos en lo que ahora tengo delante. Habrá que suponer, aunque no habrá forma de ahorrarse sospechas, que en lo demás sí.
Patricio Pron ha publicado su última novela en Mondadori.
Feliz de Azúa fue el fichaje estrella de la pasada temporada de Mondadori.
Pura coincidencia.
Me quedo pensando y vuelvo a leer el artículo en el que Azua elogia a Pron:
Un excelente jarabe porque la historia que cuenta Pron es sobrecogedora y forma un tejido muy bien trabado en el que un indagador persigue por media Alemania la huidiza figura de un filósofo discípulo de Heidegger, hasta que la persecución del hombre se convierte en una persecución del concepto y nos deslizamos de la emoción a la reflexión sobre esa frágil sustancia que nos permite creer que somos algo y que los demás pueden llegar a conocerlo. Al final, sin embargo, solo somos una vieja fotografía de la que nadie guarda memoria.
No hay mayor placer que saludar a un joven maestro y decirle «¡Salve! Ahora nos toca aprender de ti». El segundo mayor placer es aprender de los jóvenes.
¿Es posible que Mondadori haya mandado a sus autores vips una versión diferente de la novela de Pron? ¿Hemos leído la misma novela el señor Azúa y yo?
Puro enigma.
Pron es un petardo. Nos cuenta en su último libro lo mucho que se drogaba con pastillas recetadas por médicos alemanes. Hay que ver. Qué chico tan malo, tan peligroso. Y tener que volver a Rosario desde Alemania, a una casa mugrienta y a un pasado de dictadura cono sur. Qué infierno, qué insomnio. ¡Qué horror! Imagino que si Mondadori no le hubiera propuesto la noveleta nunca hubiese vuelto a casa. Agotado el mundo alemán y el mundo argentino, a ver con qué deleita Pron la próxima vez a Calvo, a Azúa y a Lamadrid. Espero que no continúe abolañándose. No le sienta nada bien. No es su estilo.
Estimado William:
He leido en poco espacio de tiempo las dos «novelas» (Zambra y Pron) que la crítica oficial (El equipo médico habitual) y los escritores agradecidos opinan que son lo mejor de la nueva hornada literaria en castellano. Que dios nos pille confesadas/os!!!.
Un saludo.
La sargento Margaret
Aquí, ¿reseñáis literatura o reseñáis reseñas?
Estimada franny:
Como dijo aquel: me alegro de que me haga esa pregunta.
Aquí denunciamos:
Las malas prácticas editoriales, los engaños literarios tipo gato por liebre, las estrategias de promoción engañosa, a los críticos paniaguados, a los escritores que no son escritores, las malas traducciones…
En definitiva: Todo aquello que pueda dañar al libro y a la buena literatura. Lo nuestro es una labor social y por ello aprovechamos para pedir al ministerio de Cultura una subvención, o una beca en la Residencia de Estudiantes.
Un saludo
NO PASARÁN!!!
EL LIBRO VENCERÁ!!!
La sargento Margaret
Quizá, sólo quizá, cabe la posibilidad que a de Azúa le haya gustado tanto como dice, y que su gusto sea distinto del de una señora que se cree adalid de la literatura refinada y de calidad. Quizá. Desde luego, comparando el historial de Félix de Azúa (que no es ningún mindundi ni tampoco un típico bestseller español) y el suyo, soy más propenso a dudar de su juicio.
Yo también me fiaría más de Azúa. Además es tan guapo…
Un beso largo
La Margaret
me gusta, todo gira alrededor de lo mismo, mismos autores mismas editoriales, sin etc. esta vez.
Es curioso que entre miles de libros, con tantos de ellos buenos y buenísimos que no merecen una reseña, se centre la bondad en uno, o unos cuantos. ¿Cuando llegará la igualdad de oportunidades? la crítica literaria al servicio de las editoriales de «pasta» hace tiempo que resulta cansino. Si esto siempre fue así, en pleno siglo XXI va a ser peor,con absoluto control de los medios, con una radical falta de apuesta, y en general con un panorama demasiado previsible y aburrido.