MRS. BRIDGE / MR. BRIDGE; Seix Barral

Mrs. Bridge es una norteamericana de clase media. Está casada con Walter Bridge, abogado, y es madre de tres hijos. Viven en Kansas City, en pleno Midwest. Estamos en los años cuarenta del pasado siglo. Walter trabaja mucho, le van bien las cosas y tiene a su esposa como a una reina: Coche con chofer, criada, club social, viaje a Europa… Los niños dan los problemas habituales, pero no hay nada preocupante. Mr. Bridge quiere mucho a su mujer y le es fiel (hasta con el pensamiento).  Mrs Brige tiene todo a lo que aspiraba. Entonces: ¿Por qué la angustia y la ansiedad invaden los días de Mrs. Bridge?

Evan S. Connell es un escritor y poeta americano nacido en Kansas City en 1924. Connell ha escrito las biografías del general Custer, Son Of The Morning Star: Custer And The Little Bighorn (1985) y de Francisco de Goya (2004). En 2009 fue premiado con el premio Man Booker internacional por toda su carrera. Pero lo más interesante de este autor son sus novelas, y entre ellas, las dos que me acabo de leer: Mrs Bridge (1958) y Mr. Bridge (1969).

Connell, que nunca se casó ni tuvo hijos (dato importante), inspirándose en la vida de sus padres, escribió en 1958 la historia de la familia Bridge desde el punto de vista de ella, la madre, la esposa, India Bridge. Once años después contó la misma historia desde el punto de vista del marido, Mr. Bridge.

Seix Barral ha tenido el buen gusto (con las páginas cosidas, como dios manda) de editar las dos novelas juntas.

En las novelas no hay argumento. El autor nos da 117 pequeñas píldoras, en 255 páginas, en la primera y 141 epígrafes, en 381 páginas, en la segunda novela. La intensidad de lo que cuenta es tal, que parece que el señor Connell, apiadándose del lector, lo hubiera querido repartir en pequeñas dosis.

Como digo al principio, todo marcha bien en la familia Bridge y por eso no ocurre nada destacable en esta novela. Lo más dramático, en apariencia, sucede cuando el perro del vecino persigue por el jardín al conejito, que los niños se habían empeñado en tener, y lo mata.

La novela nos cuenta las aburridas cenas y fiestas a las que acuden, los viajes, los problemas de los hijos etc…Pero por lo que dicen y, sobre todo, por cómo lo dicen, el lector, con poco esfuerzo, percibe los sentimientos que corren por debajo. Porque sin necesidad de utilizar palabras como tristeza, ansiedad, miedo, estrés o desolación, estas sensaciones saltan del texto y se meten en la cabeza y en el estómago del lector.

El miedo. ¿Cómo demonios consigue Connell que yo lectora me meta en el cuerpo de India Bridge y sienta su miedo cotidiano, su miedo de andar por casa?

–          Escribiendo bien, Margaret.

–          Vaya, qué lista la Daphne.

Cuando se cuenta la historia de una familia donde han ocurrido malos tratos o infidelidades matrimoniales o amores muy intensos, el autor lo hará mejor o peor, pero tiene a lo que agarrar su narración. [Esto no es The Corrections, ni Connell es Franzen, a dios gracias]. Pero Connell, en estas dos novelas, da un salto en el vacío. Nos cuenta la vida de una familia normal y nos transmite lo que sienten sus miembros. Y lo hace sin dramas, sin contar discusiones ni peleas, sin que ocurra nada. ¡Grande, Connell!

He pasado toda la primera parte del libro, la novela Mrs. Bridge, intentando poner distancia entre la protagonista y servidora, defendiéndome inútilmente. Algunas de mis anotaciones en los márgenes: “Esta mujer no es muy lista”, “Si me dice eso mi marido yo le hubiera soltado una fresca”, “Estos americanos son unos fachas”. Al final, emocionada, me he dado cuenta de que lo que relata Connell es la vida sentimental de muchas mujeres, entre ellas yo. La incomunicación en el matrimonio, la ansiedad que genera educar niños, el vacío del día a día. Todo eso es universal y lo sentido por una mujer en los años 40 del siglo XX en Kansas City, Misouri, es lo mismo que siente una mujer casada en la España de 2011. Y Connell lo cuenta como nadie.

Les copio aquí cómo empieza la segunda novela. Recuerden que la primera relata la tristeza de la vida de ella, lo vacía que se siente por la desatención emocional de su marido. Ahora habla el marido, Mr. Bridge. Es su turno. Se me ponen los pelos de punta:

  1. Amor.

Solía pensar: Mi vida no comenzó hasta que la conocí.

  A ella le habría encantado oírlo, estaba seguro, pero no sabía cómo decírselo. En el colmo de la pasión, gritaba con frenesí: “¡Te amo!”, pero incluso estas palabras le parecían insuficientes. Deseaba decir algo más, necesitaba hacerle saber cuan profundamente sentía su presencia cuando yacían uno junto al otro por la noche, al igual que por la mañana cuando se despertaban, y por la tarde, cuando regresaba a casa. Sin embargo, no se le ocurría nada adecuado.

    Pasaron los años, tuvieron tres hijos y se acostumbraron a vivir juntos, y finalmente Mr. Bridge decidió que su esposa no debía esperar nada más de él. Después de todo era abogado, no poeta; no podía fingir que era lo que no era.

¡Por los clavos de Cristo! Cuantos matrimonios desgraciados por culpa de no hablar un poco más, de no decir lo que se siente. Qué real es todo esto, puñeta.

Pero luego, claro, está también lo local. Un buen escritor te cuenta historias locales con sentimientos universales. Si usted quiere entender lo que es el Tea Party, donde están los cimientos del conservadurismo americano, no deje de leer estas dos novelas.

Michael Kazin, profesor de historia de EE.UU. en Georgetown; editor de la revista ‘Dissent’ y que se declara de izquierdas, decía el 3 de agosto en una entrevista en La Vanguardia:

No subestime al Tea Party. Sus apoyos son muy reales. El Tea Party surge sobre sólidas bases comunitarias: parroquias, asociaciones de vecinos, escuelas, organizaciones locales de tiendas y pequeños empresarios: la calle mayor ya era suya, y encontró en Obama al enemigo natural que los unió para que el gobierno “dejara de meterse” en sus vidas. Forman parte de un grupo enorme que se ve a sí mismo como la mayoría. Gente común que quiere llevar una vida tranquila y pacífica sin extravagancias ni experimentos. El Tea Party, toda esa buena gente, ve su vida y energía abducida por Washington y los políticos, que siempre quieren más gobierno, más Estado y más impuestos.

Estas dos novelas nos cuentan cómo fueron los padres de los miembros del movimiento conservador americano, de las bases del partido republicano.

NOTA IMPORTANTE

Llegué a este libro gracias a la magnífica reseña que en El Cultural le hizo Nadal Suau.

Desde hace unos años ya solo me fio de las reseñas de Robert Saladrigas, en Cultura/s de La Vanguardia y de Jose María Guelbenzu en Babelia de El País. Pero llevo unos meses siguiendo a este joven crítico, Nadal Suau, y me gusta. Le hice caso con las novelas de los Bridge y, como han podido leer, no me arrepentí.

Blog en El Mundo de Nadal Suau

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9 respuestas a MRS. BRIDGE / MR. BRIDGE; Seix Barral

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  2. Uff, uff, uff… Bueno, a ver, un acto de fe: me la anoto para una de estas pero no sé, no sé… Un post muy convincente, eso sí.

    • Pues te perderás un pedazo e libro. La parte familiar y sentimental está muy bien, pero la otra (por supuesto indisociable de la primera), la que te cuenta como son los hombres (y mujeres) americanos conservadores, es impagable:
      La honestidad llevada al extremo
      La confianza en la iniciativa privada y en el capitlismo
      El que más trabaje que más gane y el que no trabaje que se pudra.
      El trabajo como valor supremo.
      El puritansmo
      El separatismo (con los negros) como heredero del racismo.
      La relación con las armas.
      ….
      Los medios de comunicación nos dan una visión deformada y maniquea de la sociedad americana. Las películas de Michael Moore son lamentables por lo sesgado de sus análisis. Este libro es bastante equilibrado. Lo lee un izquierdista de New York y dirá . «Unos fachas, estos del Midwest» y lo lee un republcano de la ciudad de Saint Louis (Misouri) y dirá: «Mr. Bridge es un hombre de los pies a la cabeza».
      Un abrazo
      La sargento Margaret

  3. blumm dijo:

    No sé qué he hecho, Miss Sergeant. Ahora me llegan todos los post que publican a mi correo. Entraba, solo entraba para anunciarles que me voy a dejar la barba, como Nadal Suau, como Celinégrado a partir del 20 de agosto, que es san Bernardo. Más: me he suscrito vía Reader a su blog. A ver si me dan ideas para el mío.
    Y apunto el libro, cómo no, señoras.
    Sugerencia: relean los post antes de publicarlos, please. Solo es una sugerencia.

  4. Vale, vale, ya lo pillo. De acuerdo, en Septiembre, pues. Ya os contaré.

  5. He leído ambas en edición mencionada de Seix Barral. Me ha dejado sin palabras, así que espero que tanto Nadal Suau como la Patrulla me las presten para expresar lo mucho que me han gustado.

    • Me alegro mucho, ciudadana.
      Esas dos novelas ( y más leídas juntas, una detrás de otra) son de lo mejor que he leído últimamente.
      Mis palabras son tuyas, si las quieres
      La sargento

  6. ciudadanab612 dijo:

    ¡Gracias!
    Pues sí, en mi caso también ha sido una gran experiencia. No sé si lo mejor que ha caído en mis manos últimamente, porque mi anterior libro fue «Lo bello y lo triste», de Yasunari Kawabata y es otra obra impresionante. Los autores japoneses tienen el problema de la traducción (aseguran que Mishima cambia por completo), pero aún así estoy convencida de que lo que cuenta Kawabata está por encima de la sonoridad del lenguaje. Y de todos modos, creo que la traductora hizo un magnífico trabajo.

    De vuelta a los Bridge, el retrato que hace de los personajes y sus circunstancias es magistral (como diría Elle Driver: me encanta esa palabra y rara vez tengo ocasión de utilizarla).

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