NO HAY LIBROS MALOS, HAY MALOS VENDEDORES (Ediciones Co.Do.Co. 2012)
El día 15 de marzo, en todas las librerías de España, el nuevo libro de autoayuda escrito al alimón por Eugenia Rico y Alberto Olmos, dos jóvenes maestros de la promoción en el campo literario.
Sinopsis
¿Es usted un escritor inédito? ¿Está cansado de recibir cartas desalentadoras de las editoriales? ¡ESPERE! ¡NO SE ARROJE AL POZO DE LA AUTOEDICIÓN! AÚN HAY UNA SOLUCIÓN: Lea este libro que, con cariño, han escrito Eugenia Rico y Alberto Olmos pensando en usted, solo en usted.
Nuestros dos jóvenes pero experimentados autores, le enseñarán a promocionarse manejando las redes sociales en internet. Le darán buenos consejos para que usted consiga en poco tiempo hacerse un nombre en el ambiente editorial. Con ellos aprenderá como ganar prestigio como escritor utilizando facebook y twitter. Entre en el mundo de los blogs literarios de la mano de Eugenia y Alberto. Es muy fácil, no se requieren conocimientos en informática.
¿Quiere usted aparecer en la portada de las revistas culturales más importantes de España? ¿Quiere que las editoriales multinacionales se peleen por sus libros? ¿Quiere que los críticos literarios más respetados del orbe castellanohablante elogien sus novelas? Lea este libro, no se arrepentirá. Se acabó la humillación. Se acabó el sentirse rechazado. Después de leer este libro, usted se hará famoso, sus vecinos lo admirarán y su mujer y sus hijos se sentirán orgullosos de usted.
¡Compre ya “No hay libros malos, hay malos vendedores”! de Eugenia Rico y Alberto Olmos, en la librería más cercana a su domicilio. A partir del día 15 de marzo. No lo deje para mañana, consiga su ejemplar cuanto antes.
Presentación de”No hay libros malos, hay malos vendedores”.
El día 17 de marzo, en el salón de actos del Centro de Malas Artes de Madrid, a las 19,30h, con Carmen Posadas como maestra de ceremonias, será presentado el nuevo libro de autoayuda de Eugenia Rico y Alberto Olmos. Se ruega confirmación de asistencia y abono de la entrada: 23€ +iva.
Vengan comidos y bebidos. No hay coctel, solo cultura y conocimiento. ¿Les parece poco?
La prensa ha dicho sobre este libro:
“El mejor libro que he leído en mi vida.” Care Santos en El Cultural.
“Lo que diga Alberto va a misa, qué quieren que les diga.” Juan Mal-herido.
“Un libro güenísimo” Care Santos en La tormenta en un vaso.
Número 1 (durante cuatro semanas) de la lista de más vendidos en no-ficción del Kuala Lumpur Daily News.
“Eugenia y Alberto sí que saben” Ernesto Ayala-Deep-Inside en Babelia.
“La pangea carismática del lectoespectador vıdeoestigmatizado completa la microbloggización de la vertebra lucrosacra anteroposterior del paleomastoideo literario y chimpún”. Vicente Luis Mora en diario de lecturas.
No sé si es patético o maravilloso o ambas cosas o ninguna, pero después de pasar por las «cartas desalentadoras» y el «pozo de la autoedición» que dice la Sargento, en esas estoy, en el salvaje oeste de la autopromoción en las redes sociales. Como dijo James Stewart, esperando que pase todo esto para volver a ser una buena persona, pero también disfrutando de las emociones límite de este nuestro western.
Dionisio Porta
«Nuestros dos jóvenes pero experimentados autores, le enseñarán a promocionarse manejando las redes sociales en internet».
Al intercalar una coma entre el sujeto y el predicado están ustedes imitando la pereza lingüística que tanto critican, mis señoras.
Si las frases largas les producen urticaria, prueben a intercalar no una sino dos comas, para crear una aposición:
«Nuestros dos jóvenes, pero experimentados autores, le enseñarán a promocionarse manejando las redes sociales en internet».
Tienes razón, amigo lobizonte.
Lo cambio.
Gracias.
Un abrazo.
La sargento Margaret
Casi exploto con el comentario de Vicente Luis Mora. xD
Se dice «explosiono».
Lo ven… si es que no se enteran nada; este anquilosado y vetusto escuadrón de kitschazos no se deja redimir por el pulso vertiginoso (y sugarluzido) de la metacontemporaneidad.
Lee El estatus que a lo mejor te llevas una sorpresa, Margarete.
Es lo que tiene haber resucitado al autor, que a veces acaba matando la obra.
Sí y no. Entiendo que ataques a los chavalines. Cualquiera que tenga dos dedos de frente, tenga 30 ó 80, suscribirá muchas de tus invectivas. Pero como chavalín también te dijo que no sólo los jovenzuelos cometemos cagadas. Y hay tienes a Merino con su última novela jugando a ser un Nocillo con 70 tacos.
Perdón por la errata.
Lo de menos es que sea un chavalín o no. El person del Dragó lleva años haciéndolo.
Saludos
A eso quería llegar. Te entiendo, es más suscribo tus denuncias porque no hay puta vergüenza, pero no me queda otra que ejercer de abogado del diablo, tanto más cuanto que una obra que se lo merece. Y es que por mucho que Goethe fuera gilipollas, la realidad es que escribía de puta madre.
Y si en vez de destruir os dedicáis de vez en cuando construir. Por qué no nos contáis las excelencias de las novedades del año: Por qué nadie habla de esos grandes narradores ocultos en internet y visibles en librerias; esos libros reciéntes de Pérez Andujar, Menéndez Salmón, Manuel Vilas, Anais Nin, Mario Crespo, Robert-Juan Cantavella, Marcelo Luján, etc, etc, etc… y dejáis de traernos las novedades inmundas de los hijos de internet y sus secuaces periodistas, aunque sea para criticarlas.
Sin acritud.
Gor.
Coño, majo, Gor, entre el de Manuel Vilas y el de Anais Nin se te ha olvidado meter al Cantar de los Cantares de David King
Gor, si bien no coincido con todos los enumerados, me uno a tu ¿queja?
no estaria de mas que alguna vez se nos señalase a los ignaros a esos adalices de la decencia
Qué curioso, Gor es el pueblo de origen de Pérez-Andújar, y lo primero que hace es recomendar su libro. «Grandes narradores ocultos en Internet» dice mi prenda…
Pero si da igual, Comeclavos. La cuestión no es ‘descubrir’ nuevos talentos ignorados por la crítica destroyer de los dissidenten, porque ya ves las propuestas – pobrecitos, ignorados por la opinión pública, ja! – sino tocar las narices porque ya me las está tocando que me las toquen.
Lee a los clásicos, hombre, y déjate de tonterías. Y si un día tienes el momento tonto pregúntale a algún librero de tú a tú y dile ‘oye, qué te ha molado de lo que has leído últimamente’. Lo triste es que acostumbran a ser cosas que ya has leído, pero a veces te llevas alguna sorpresa.
Ya, pero precisamente gracias a que la opinión púbica les hace caso, de ignorarlos nada que yo no paro de ver últimamente fotitos de escritores de mi quinta en los medios -ayer en El Mundo sin ir más lejos-, uno puede hacerse una idea de dónde está, cómo está y a qué está.
Me leí el libro de Ingrisano, el amigo de Ivars, que él denominó como el mejor escritor vivo del patatín panpan. Que ni de lejos es tan buena…ni si quiera buena…correcta con puntos a su favor, pero el chaval sabe dibujar y quizás en la próxima le salga un buen cuadro, o quizá haga una mierda…pero le compre el libro tras una recomendación aqui dada…Me parece muy bien eso de tocar las narices como contrapartida..o incluso tocar los cojones… Pero lo que dice Gor es que se construya mas en vez de destruir. ¡El libro esta en peligro! De vez en cuando quiza se le pueda defender con buenos ejemplos y/o parábolas constructivas…a Jesus le funciono.
Estoy de acuerdo pero para construir hace falta romperse los huevos con la tradición primero. Y es que entre los Nocillos, los Atragranta y el Nuevo culebrón venezolano, ya no sabes si el gilipollas eres tú por ir a tu putísima bola o si son ellos por hacer piña para reunir medio cerebro literario. Y ni así te digo yo que bajarían de 1850. Me juego la edición de Tasso de la Bazán.
Mira, cuando empecé a leer blogues literarios de esos flipé bastante, por las cosas que se decían y por cómo se decían, pero aún flipé más cuando vi que los comentarios applause no eren finas ironías, como yo pensaba en un principio, sino que parecía que las dijeran en serio. Me decidí a aportar mi humilde granito de arena en algunos, con suma educación, que yo cuando quiero soy muy modosita, y para mi sorpresa constaté que no aparecían en ningún momento, después de ver la apología constante de la libertad de internet, acompañada de las diatribas frecuentes a la formación académica por parte de gente de mi edad y más jóvenes. Y yo pensaba dónde coño habían estudiado esta gente, que parecía que estuvieran haciendo un retrato del Árbol de la ciencia. La guinda es la contraoferta, claro.
No me digas que no es para pillar un cabreo gordo.