EN DEFENSA DE JONATHAN FRANZEN y del realismo «lírico»

Publica Jorge Carrión -el martes (2/04/12) pasado- un artículo en Revista Ñ del periódico argentino Clarín y se hace eco Ivan Thays (un caso interesante de autor más conocido por su blog que por sus libros) aquí para darle la razón.  Lo titula Los modos de la libertad (aquí), y en su tesis denuncia que las novelas realistas son incapaces de describir el mundo de hoy. Para ello elige  la novela de Jonathan Franzen, Libertad (mala, según Carrión), y la compara con El mapa y el territorio de Houellebecq, 2666 de Bolaño y Verano de Coetzee (buenas, según Carrión).

Un inciso: Jorge Carrión –dice su wikipedia- es un escritor español vinculado al afterpop. Lo digo por si prefieren dejar de leer esto y ver las procesiones de semana santa.

-Margaret: ¿Qué es el afterpop?

-Muy sencillo, Daphne. ¿Te acuerdas de la chica yeyé de Concha Velasco? Pues tres cuartos de lo mismo.

Como soy consciente de que en el mundillo literario en castellano nadie va a ponerse del lado de Franzen y del realismo, porque hoy lo políticamente correcto es decir que Foster Wallace es dios y Pynchon su profeta, yo, que me ha tocado quedarme de guardia en el cuartel y estoy aburrida, voy a decir unas cuantas cosas.

Acaba -como conclusión- afirmando Carrión en su artículo:

Por eso el realismo decimonónico o realismo lírico sigue conectando con la parte del cerebro del lector que inyecta tranquilidad en la conciencia, que apacigua la aceleración, que neutraliza el exceso de estímulos y de informaciones que caracteriza nuestras vidas. Porque supone una narrativa con absoluta capacidad de adaptación al medio, que muta ligeramente, asimilando las mutaciones que ya fueron anticipadas por novelas innovadoras cuando han sido consensuadas, asumidas, domesticadas; pero que ante todo hace sobrevivir la vieja idea de que la realidad puede ser leída como un fenómeno centrífugo. Como algo con centro, ordenado, jerárquico. Smith habla de ello mediante dos acertadas preguntas retóricas: “¿Es realmente el modelo más cercano a nuestra condición que tenemos? ¿O simplemente es el cuento que más nos reconforta a la hora de irnos a dormir?”.

(…)

La función del centro de la novela (Libertad) es bajar la voz, tranquilizarnos, acunarnos, desearnos dulces sueños.

Carrión, para llegar ahí, hace trampas.

Primera trampa:

Bien al principio escribe Carrión:

Durante casi setecientas páginas ese triángulo amoroso actúa como motor íntimo de un relato cuya ambición, no obstante, es menos la de explorar la psicología de unos personajes aquejados por la depresión, la necesidad de negociar sus valores personales o la vocación truncada, que la de crear un gran mural histórico de los Estados Unidos en el cambio de siglo. Sus mutaciones culturales, sociales y políticas.

Está Carrión suponiendo (se lee entre lineas) que Franzen lo que quiere es escribir la dichosa (ya estoy harta) GRAN NOVELA AMERICANA. No es cierto. Franzen describe muy bien las dudas y las zozobras de los miembros de una familia. Se adentra como pocos en la psicología de sus personajes y nos inquieta como lectores. También cuenta cómo han cambiado los Estados Unidos, claro, pero todos los datos que ofrece están al servicio de la construcción de los personajes y no al revés.

Segunda trampa:

Escribe Carrión a continuación:

Franzen asume una anacrónica fe en la capacidad del lenguaje para representar el mundo. Sin embargo, la duda está demasiado arraigada en nuestro cerebro lector como para que no aparezca, una y otra vez, con tesón paranoico. Escribir hoy en clave realista es hacerlo con conciencia de Matrix: la máscara del realismo sufre interferencias y por esas ranuras de píxeles asoman las ruinas del propio realismo. Franzen construye su artefacto a sabiendas de esa dificultad: durante casi setecientas páginas tiene que sostener el sentido de la maravilla verosímil, la suspensión del juicio lector.

Da a entender Carrión que Franzen nos engaña a sabiendas. Falso. ¿Foster Wallace o Pynchon consiguen representar mejor el mundo que Franzen? ¡Vamos, hombre! Franzen tiene el valor de seguir luchando. Franzen no ha tirado la toalla como han hecho otros escritores a los que hoy se elogia como los más modernos del barrio. Seguro que Franzen no está contentísimo con su libro. Estoy convencida que como le ha ocurrido a todos los grandes autores de la historia de la literatura no ha llegado a conseguir lo que se proponía, pero ha hecho lo que ha podido y ha tenido la decencia de escribirlo para que lo entendamos todos. Franzen ha sido valiente, no se ha escondido detrás de digresiones interminables e incomprensibles como hacen otros.

Tercera trampa:

Comparar Libertad –para tratar el asunto de la forma y el contenido- con la película La cinta blanca (2009), de Michael Haneke (un coñazo) es una treta barriobajera. El “conservadurismo formal”, digo, no inhabilita a una novela para tratar de la mejor forma posible los contenidos.

Cuarta trampa.

En el epígrafe “Televisión, música y móviles” Carrión, o no se ha leído bien la novela, o está intentando arrimar el ascua a su sardina. Las series de TV (ni los móviles, ni los I-pods, ni la música) no tienen ninguna importancia en Libertad. Qué manía esta de meter por todos lados los aparatejos. El hecho de que Richard sea estrella del rock es solo circunstancial. Podría haber sido actor de teatro clásico. Carrión, coño, olvídate de la modernidad. Esta es una novela sobre personas humanas, ¿entendido? Y como tal en ella se tratan temas universales: amor, celos, educación, egoísmo, muerte, …que hubieran interesado a un señor del siglo XVIII y a otro del siglo XXIII. Nada más y nada menos.

Quinta estupidez, más que trampa:

Haces mal, querido Jorge Carrión, en citar a James Wood porque en su libro Los mecanismos de la ficción (Gredos, 2009) y en sus artículos del The New Yorker desarma bastante mejor que yo -donde va a parar- tus pobres argumentos.

He dicho.

Para más sobre este asunto, ir al blog Bolmangani de José Luis Amores (aquí) que, aunque defiende una postura contraria a la mía, al menos lo hace de forma  honesta, no como Jorge Carrión.

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29 respuestas a EN DEFENSA DE JONATHAN FRANZEN y del realismo «lírico»

  1. Lecter dijo:

    La última moda entre los mutantes/zombis/nocillas/vicentito luises es cargar contra Franzen.
    Lo de siempre: el Franzen molaba cuando era coleguita de Foster Wallace y antes de Libertad y de la portada en el Time.
    Los MUTANTES son los mayores PLASTAS.
    Venga a darle con Bolaño. Vamos a ver, 2666 no es realista? Joder, es la novela realista-cansina por excelencia. Entiendo por realismo todo ese fraseado moroso, sentimentaloide, eterno, encabalgado, que pretende exhibir un narcisismo primario del autor. Bolaño, amiguitos, no está tan lejos de Javier Marías. Escriben, alargan, escriben, para suplir la falta de imaginación. Un coñazo.
    En cuanto a los mutantes caminantes, que se lean/canibalicen entre ellos, convencidos como estan, esos carrioncillos, de ser genios incomprendidos aspirantes a la gloria.

  2. Ciro dijo:

    No sé . Yo sólo digo que El guardavías de Dickens da mucho susto… y lo dará.
    Que no todo el mundo vive en una realidad pixelada y que , seguramente , una señora de Namibia que haya sólo leído la King James Bible , se sentirá más cercana de Franzen que de Pynchon .
    Jorge , de acuerdo . El mundo es aleatorio y caótico carente de todo y nada y un desastre , pero . ¿ A que en tu calle hay farolas y píxeles en tu cabeza ? Cuando excretas , tú y todos , esos desperdicios inician su Ruta Amarilla , perfectamente diseñada ., a través del caos.
    Se me escapa lo que quiero decir . Doblin o Joyce lo inventaron todo . ¿ Qué anhela la china que arma tu teclado ?
    Mi sargento , si tiene un rato , lea lo que dice Ramón Buenaventura de Freedom de Franzen . No sé como va eso de poner enlaces .
    Yo de más joven , para acelerarme , me ponía . Mi reino por un poco de caballo .
    Leía lo mismo que ahora : para soñar y compartir pesadillas . Las pajitas , normalmente , pues solo .
    Como lo que son .
    Cristo que profusa prosa confusa la de Carrión . La mía es diarreica .

  3. Capertucita dijo:

    Algunos, sencillamente, es que son muy tontos.

  4. Creo que quizá se puede entender el asunto de otra manera. Me gusta la concepción que tenían los románticos de «Lo real». Esta concepción asume como realismo aquello que hace referencia a la realidad en su sentido más violento y atávico. La realidad inaprensible, indecible por cualquier tipo de código normalizado, aquello que, de tomar forma literaria, debe posicionarse en los límites de la cognición humana. Es la visión insoportable, que dice Deleuze. Yo creo que la realidad, en la obra de arte, debe ser tergiversada por dos motivos: el primero para superar un código que ha sido establecido y que ustedes entienden como lo normal: contar una historia sin florituras. Estoy de acuerdo en que no hay que contar una historia floreada, pero si hay que contar una historia, ésta debe problematizarse, debe buscar su propio reverso, convertirse en una indagación de lo real desde una perspectiva necesariamente discutible por ser siempre una indagación que pone en entredicho el canon. El segundo motivo enlaza con lo que ya he dicho, si nos atenemos a la concepción romántica de lo real, no hay otra manera de acudir a ello que tergiversando la realidad a riesgo de caer en el ridículo. «El sentido de la maravilla verosimil», como dicen ustedes, es lo que, precisamente, une a Franzen con Pynchon. Franzen es más fácil que Pynchon, pero eso no implica que Pynchon sea mejor que Franzen, ni al revés: no implica tampoco, como parecen sugerir, que en Pynchon hay mucha palabrería. No, si tenemos en cuenta que el tratamiento de lo real de ambos se plantea como indagación desde dos perspectivas distintas pero en esencia iguales: quieren ambos encontrar esa visión insoportable que trasciende la realidad. El problema de Franzen es que para lograrlo se sirve de un código que, en verdad, sólo existe desde Balzac, y que por eso mismo no puede pasarse por normal, aceptable, canónico, y por eso mismo no tiene sentido defenderlo contra nada, es completamente contingente. En verdad, establecer comparaciones entre autores mayores me parece una equivocación, porque, en mi opinión, son lo que son (al menos los que estoy mencionando, no hay que generalizar) porque aún por vías distintas, han logrado llegar al centro de lo que he definido como real. A mí particularmente me interesan más los Foster Wallace, Pynchon etc, precisamente por el riesgo que corren (un riesgo que se evidencia en el fracaso estrepitoso de todos sus seguidores mediocres: nuestra pobre literatura contemporánea nacional que ustedes poner en entredicho -en ocasiones con acierto, creo-, tiene los mismos problemas que cualquier literatura nacional. Aún así, creo también que en nuestro ámbito hay autores jóvenes, no tan jóvenes y muy jóvenes interesantes). Si defendemos una literatura que cuente historias y que se deje de experimentaciones, lógicamente debemos dejar de lado a una parte importante del panorama. Pero bueno, cuidado, una cosa es elegir esta preferencia y otra es infravalorar a quien simplemente escribe difícil porque quiere decir cosas difíciles, porque entonces caeremos en lo mismo que le pasó al pobre Gaddis, en la necedad del oprobio; era alguien mucho más inteligente que todos sus críticos y, sin embargo, fue tomado por inútil. De lo que no se sabe, es mejor callar, dijo Wittgenstein. Pynchon (es un ejemplo) puede no gustar, pero no es plan rechazarlo (a menos que se rechace desde el punto de vista subjetivo del gusto). Yo no me atrevería, por lo menos. En conclusión, prefiero unos a otros, pero si veo en un autor esa vocación por la problematización de lo real, esa búsqueda de lo indecible, me siento confortable y contento. Por eso me gustó Franzen también. Por supuesto, no pretendo pontificar, sino abrir el debate educadamente -espero, si no ha sonado así, pido disculpas-. Enhorabuena por el blog, es imprescindible. Y disculpen que no firme con mi nombre «real».

    • Eso es: un buen lector debe buscar buenos libros y buenos escritores. A un buen lector le puede gustar Pynchon por la mañana y Franzen por la tarde. Lo que no es de recibo es lo que hacen estos «intelectuales» afterpop colacao que para darselas de entendidos y de iniciados critican de forma gratuita a cualquier escritor que vende y tiene éxito. No te preocupes por lo del nombre falso, no nos molesta. Como decía Bluff esta tarde esto empieza a parecer un peli de Blake Edwards y para mí no hay mejor piropo.
      Un abrazo y bienvenida/o.
      La sargento Margaret

  5. jose dijo:

    Yo creo que el problema que algunos escritores tienen con Franzen, es que él empezó como autor experimental, y se cambió de bando. Y no sólo se cambió de bando si no que triunfó al hacerlo, por que puede que aquí no haya dado el salto hasta Libertad, pero en los estados unidos, Las correcciones fue un exitazo rotundo, cuando sus primeras novelas habían sido ignoradas, y él era más conocido por ser amigo de Foster Wallace, que por sus obras. A partir de Las Correcciones eso cambio.
    A mí Libertad me pareció una buena novela (aunque sinceramente me parece que da bastantes vueltas sobre lo mismo, y que sería mucho mejor si tuviera doscientas páginas menos), y entiendo reacciones en contra, por que venía predecida de una fanfarria brutal (la segunda tanda de críticas ya no fue tan unánimemente positiva), y no hay nada que estorbe tanto a la hora de leer como unas expectativas exageradas
    Igual yo soy un antiguo, pero cuando leo una novela quiero que me cuenten algo, y desde luego Franzen tiene algo que contar, cosa que no se puede decir de otros muchos escritores, que se refugian en la forma para esconder el vacío del fondo.

    • Todo se reduce a una cuestión de esfuerzo, amigo Jose. Lo que hace Franzen requiere mucho más trabajo que lo que hacen Fernández Mallo o Alberto Olmos. Por ese motivo estos últimos y sus amigos -que tienen que emplear el tiempo en sus músicas, twitters, facebooks etc… – tienen que criticar al que se esfuerza y con sus libros deja en evidencia su impostura. Es vital para Olmos, Prons y Fernandezes poner a parir a gente como Franzen por que si no lo hacen se quedan con el culo al aire.
      un beso santo
      La Margaret bloggeando desde la misa de gallo.

  6. Comparar Libertad –para tratar el asunto de la forma y el contenido- con la película La cinta blanca (2009), de Michael Haneke (un coñazo)___
    Y ahí he dejado de leer.

  7. VD dijo:

    No entiendo por qué debemos elegir. Roth y Franzen son, como Pynchon y Wallace, literatura. El me gusta y no me gusta lo dejamos para el Facebook. Otra cosa es que a Franzen se le haya subido a la cabeza. Recuérdese el altercado con Bonilla hace algún tiempo, algo que denota todo el resentimiento de Franzen por haber sido durante años el patito feo de aquella otra generación Granta.

  8. Amelia dijo:

    Una pena, sargento, una pena que pases de mí. Si te decides, sigo donde siempre. Pero sigue diciendo lo que piensas y negándote si quieres.

    • Antonia Kardigan dijo:

      Hola, Amelia, a ver cómo te lo explicamos. La Sargento trata en este blog de Literatura, y la mayor parte de las veces de mala Literatura, también cita a buenos escritores, correctos escritores y mediocres escritores (la gran mayoría, porque el nivel actual es bajísimo). Lamentablemente, en ninguna de estas categorías encajáis tú y tu novela. He hecho el esfuerzo de leer un tercio, las primeras noventa páginas de tu «obra», y no se puede calificar ni siquiera como mala Literatura.

      Una de las primeras frases del epílogo ya golpea en el rostro al mejor fajador: «Antes que ellas ya había habido muchos otros». Si esto que has escrito es una composición gramatical con lógica, orden, coherencia, ritmo y sonoridad, que baje Dios y lo vea.

      Primera frase del capítulo 1º: «Por fin conseguí tocarle. Qué duro, hacía tiempo que no tocaba nada tan duro. Tal y como me lo había imaginado la primera vez que le vi aparecer con sus pantalones negros, deliciosamente ajustados, y su sudadera gris, ceñida de necesidad, por la destartalada puerta del gimnasio. Duro como una piedra pero con probabilidad homosexual, tan de moda últimamente.»
      Me quedo sin palabras ante tal descripción, no me salen los adjetivos para definirla, y no quiero ser grosero al dar mi parecer de forma sincera.

      Resumiendo, Amelia, frases simples sin ninguna dificultad (cuando compones alguna oración compleja la partes por la mitad con un punto y pierde su sentido gramatical), un argumento inexplicable e inenarrable, que conlleva que no enganche a ningún lector, sobreabundancia extraordinaria de «había de», etc., etc., Lamento mucho decirte que tu prosa hace buena a la de Eugenia Rico, y mira que me estoy pellizcando por decir esto, y te faltan por lo menos cincuenta reencarnaciones para llegar al nivel de Pron y Olmos, y me vuelvo a pellizcar por el mismo motivo. Lo siento, Amelia, pero es lo que hay. Espero que no te lo tomes a mal.

      • Fan loco dijo:

        Lo mejor de Amelia son las opiniones de «los lectores» en su página de Amazon. Toda una Eugenia en potencia. Ah!, y el puesto de ventas, 51… ¡La chica se gasta sus eurillos en ella misma! Los debería invertir en LIBROS.

  9. Amelia dijo:

    Y no sería necesario que me dijeras lo que piensas en alto, tanto si te gustara mi novela como si no. Solo me gustaría saber lo que opina alguien con tu criterio de lo que escribo. Te recuerdo «Escrita en tu nombre», en la inefable selva amazónica.

    • Nene Cato dijo:

      Lo siento, pero he visto que tu ¿novela? estaba por aquí:

      Haz clic para acceder a Escrita%20en%20tu%20nombrehastacap8.pdf

      Y, claro, ante tu insistencia [conste que no soy La Sargento] pues me he dicho: vamos a echarle un tiento. Y se lo he echado.

      Y ya tengo mi opinión, por si de algo vale: infumable.

      Aunque, para tu consuelo, te diré que me has recordado mucho a la Rico [Eugenia] y que lo mismo en Páginas de Espuma tienen un sitio para ti: prosa infantiloide y de tonito paternalista, preñada -qué digo, a rebosar- de modismos torpes y encajonada en un fraseo arrítmico [que no sincopado -¡ojo!-] que delata a quien no ha leído apenas nada –con un mínimo de atención– y se cree, además, llena de gracia y encantos, sobreexplicaciones por doquier, rimas impúdicas –quiero pensar que involuntarias–, un ambiente intoxicado de cursilerías, lugares comunes, adjetivos antepuestos –modo patético– y léxico altisonante y, para no extenderme, una falta de chicha y limoná que corta el hipo con siquiera, pongamos, treinta renglones de esos tuyos. Por no hablar de las impropiedades sintácticas y giros gramaticales que harían salivar a un Senabre quien, estoy seguro, se daría con todo esto un festín muy a su sabor. Un festín de dimensiones augustas.

      De hecho, sin pasar de los agradecimientos ya ve uno por dónde van a ir las cosas -de mal-. De hecho, vale con la portada. Con el título.

      Pero, insisto, ahora todo es cuestión de que te busques un buen fake y a lo mejor la patrulla te dedica un post. O dos. O lo mismo me equivoco, que nunca se sabe.

  10. J.R. dijo:

    AFTER POP, los inventores en España( según Austin Mayo ) son Mallo y Porta, que están de gira en America, yo prefiero el after punk aunque no se quién lo inventó, para mi los representantes españoles del pop son Bisbal y Bustamante, me gustaría que escribieran un libro par dejarlo claro

  11. Visitante esporádico, comentarista puntual dijo:

    Qué debate tan cansino. Se agradece la denuncia. Se podrá cuestionar ‘Libertad’ por mil razones, pero hay una irreductible: escribir seiscientas y pico páginas de novela realista es bastante más complejo que hacer doscientas o trescientas a golpe de fragmentos. La lógica siempre es evasiva, pero los grandes escritores se esfuerzan en buscarla (del mismo modo que muchos críticos buscan polémicas artificiales para hacerse notar).

    Asimismo, en pleno siglo XXI han cambiado muchas cosas en el entorno, a nivel tecnológico sobre todo, pero los grandes interrogantes, miedos y preocupaciones son los mismos aquí que en la Grecia de Sófocles. De modo que lo realmente circunstancial es lo que ellos denuncian como primordial.

    Por cierto, sobre la cita de Coetzee. Una cuestión. Que en la novela ‘Verano’ se diga que no tiene centro, no significa que no lo tenga. Lo tiene y bien definido.

    Otra cosa. Si vivimos en una época tan caótica y blablabla, ¿no será precisamente eso lo que debe hacer la novela, poner un poco de orden? Digo yo…

  12. Cuántas chorradas dicen estos modernos.

  13. Uno que pasaba por aquí dijo:

    Yo creo que Amelia Noguera o es ventrílocua o tiene personalidad múltiple, porque se nota a la legua que ha escrito ella misma la casi totalidad de los comentarios de su novela en Amazon (porque hay palabras repetidas y frass con el mismo orden en todos los comentarios). ¡Ay, ese ego desmedido, Amelia, el negocio que haría mi psiquiatra contigo!

  14. Amelia dijo:

    Perdonad mi insistencia, pero esto es justo lo que necesito: gente que parece que sabe de teoría y crítica literaria. Está claro que esto se paga y que no lo vais a hacer gratis, pero si alguno de vosotros está dispuesto a hacer una crítica completa de esta novela (lo que hay colgado en fileden son solo unos cuantos capítulos, pero el bodrio tiene cuatro o cinco más), le agradecería que me enviara su currículum y lo que me cobraría por hacerla. Para hacer buena literatura, me falta mucho por aprender y hasta ahora he conseguido las opiniones de los lectores pero no de los críticos. Necesito lo uno y lo otro. Si alguno cree que podría dedicar unas horas de su tiempo a leer esta novela infumable entera y a hacerme una crítica valorada, «objetiva» y razonada, por favor, que se ponga en contacto conmigo.

    Obviamente, me sobran vuestras puntualizaciones sobre si llego o no a la categoría de escritora mediocre, mala o malísima; también me da igual lo que penséis sobre si me compro a mí misma o si me hago yo mis propios comentarios en Amazon. Yo también tengo mi lucha particular por haber entrado en esa selva y no me hace ninguna falta que la azucéis más. Y creo que se puede criticar una «obra» sin descalificar, a no ser que la crítica tenga algún tipo de intención y como ni me conocéis ni os conozco, no veo yo qué intención puede tener la saña de algunos de vuestros comentarios. Pero en fin, eso me pasa por insistir y meterme en un hilo que no tiene nada que ver con el tema que yo he introducido; asumo mi culpa y pido disculpas a los que se hayan molestado.

    Entiendo también que estos comentarios son públicos y puedo llevármelos a mi blog. Si alguien tiene inconveniente, por favor, que lo diga.

    Un abrazo.

  15. Amelia dijo:

    ¡Qué gilipollez! ¿Qué inconveniente vais a tener en que me lleve vuestros comentarios si la única que escribe con su nombre soy yo? Son las horas. Y no volveré a interrumpir el hilo. Si alguien se anima a lo de la crítica, es fácil encontrarme.

  16. La Donna è mobile dijo:

    Propongo que Eugenia Rico y Amelia Noguera escriban una novela a cuatro manos y que le den el Premio Planeta (ése que ganó Lucía Etxebarria, Maria de la Pau Janer, Espido Freire, Maruja Torres, Juan Eslava Galán, Sánchez Dragó y Fernando Savater), o el Fernando Lara (ése que ganó Juan Eslava Galán, Antonio Gómez Rufo, Sánchez Dragó y Silvia Grijalba), o el Nadal (ése que ganó Lucía Etxebarria, Ángela Vallvey, Maruja Torres y Fernando Marías), o el Torrevieja (ése que ganó César Vidal, Juan Gómez-Jurado, el duo Álex Rovira-Francesc Miralles y Jordi Sierra i Fabra), o el Primavera (ése que ganó Lucía Etxebarria -y ya van 3-, Raúl del Pozo, Fernando Marías y Fernando Savater), o el Ateneo de Sevilla (ése que ganó Espido Freire, Juan Eslava Galán, Ramón Pernas, Fernando Marías y… Eugenia Rico), o el Premio Azorín (ése que ganó Begoña Aranguren, Almudena de Arteaga, Ángela Becerra, Lola Beccaria y… Eugenia Rico).

    Hostia puta cómo está el mundo de los premios literarios en este país.
    Y curioso cómo se repiten los mismos nombres una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez…

    Amelia, si quieres mejorar tu prosa mejor que te metas en un curso de escritura creativa de esos de Fuentetaja, Hotel Kafka o la Escuela de Escritores, en donde Alejandro Gándara y otros pájaros te sacarán los cuartos con mucho gusto y te dirán que has aprendido un montón con sus inigualables enseñanzas.

    • Amelia dijo:

      Por alusión. La donna, gracias por tus sugerencias, pero yo pregunto: ¿tanto os he ofendido con mi propuesta que no podéis tan solo pasar de ella si no os interesa? Pero mejor sarcasmo que indiferencia.
      En fin, me equivoqué entrando aquí. Quedaos con vuestra sabiduría solo compartida por vosotros, los elegidos que se den por aludidos. Y si algún día gano un Azorín o un Planeta, volveré para contároslo y que tengáis de qué hablar otro ratito. Y es que si algo he aprendido muy rápidamente es que una crítica dice mucho más casi siempre de quien critica que de lo criticado.

      • Rouco Varela dijo:

        Bueno, Amelia, pues cuando obtengas ese premio tan prestigioso llamado Azorín y que han alcanzado escritores tan prestigiosos como Eugenia Rico (y que ya te digo yo que no es un premio muy difícil de conseguir, sobre todo si colaboras en algún medio del Grupo Planeta -véase Begoña Aranguren o Almudena de Arteaga-, o has nacido en la provincia de Alicante -Manuel Mira o José Luis Ferris-), vas y nos cascas.

        Hala, Amelia, tanta gloria lleves como paz dejas.

  17. Capertucita dijo:

    Al hilo de las paridas y las teorías afterpop, sobre Vicentito Luis:

    http://www.elcultural.es/blogs_comentario/Rima_interna/22/33539/Contra_la_mediocridad

  18. Mariano dijo:

    Autobombo personal, al hilo de lo que comentas de Franzen y la Gran novela Americana hace nada hice un comentario por aquí…

    http://thecoolnews.com/libros/la-gran-novela-americana-paralelismos-entre-el-gran-gastby-y-libertad/

  19. Porro dijo:

    Fanjul, otro sujeto a tener en cuenta. Joder con los jóvenes, ¿se salva alguno? ¿Hay alguno serio y con criterio?

    • Jota dijo:

      De los nacidos ya en los ochenta hay tres que realmente apuntan maneras de narradores consistentes. Les llevo siguiendo un año y pico y creo que son los únicos escritores jóvenes que emplean más tiempo en trabajar que en darse a conocer en las redes sociales. Quizá por eso ustedes no les conozcan. Aunque me temo que uno de ellos les sonará, aunque sólo sea por el apellido. Me refiero a Víctor Balcells Matas. Los otros dos son Daniel Gascón y Mario Crespo .

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