Continuamos con la segunda parte del análisis de las causas por las que la novela de María Dueñas ha vendido más de 1.200.000 ejemplares.
Primera parte: (aquí).
3.- Regodeo en la desgracia
Como decíamos en la primera parte, en el punto 1.-, el que titulábamos: “El narrador y el principio”, la autora ha conseguido, en la primeras 30 páginas, primero, que nos identifiquemos con Sira Quiroga, la protagonista. Y segundo, que nos pongamos en disposición (“ponte ropa interior limpia que te vas de viaje”. Frase de mi juventud) a vivir una pasión arrolladora. Ya estamos preparadas para disfrutar.
Dice José Antonio Marina, en el prólogo de Código Best Seller de Sergio Vila-Sanjuan (Temas de hoy, 2011), que: ”los best sellers usan mecanismos eficaces para suscitar emociones universales: la clara distinción entre buenos y malos, la identificación con un personaje que está sometido a serios peligros o humillaciones, los amores contrariados que acaban por triunfar, el afán de venganza, tan profundamente enraizado en el alma humana, la capacidad de superar las dificultades, como en el caso de Robinson Crusoe.”
La negrita es mía.
Sira Quiroga va a superar las dificultades, está claro. Pero antes de llegar a ese punto, la autora nos va a repetir cada 5 páginas la mala suerte que ha tenido, la pobre.
En la página 103 hace más de treinta (págs.) que Ramiro Arribas ha abandonado a Sira. La autora ya nos ha contado por activa y por pasiva lo triste y apesadumbrada que la protagonista se ha quedado. Pero sigue abundando en ese sentimiento:
Pág. 103
…cada intentona frustrada (busca trabajo) suponía otra paletada más de angustia sobre mi angustia…
(…) Cuatro frases más adelante:
Mantenía agarrotados los sentidos y fatigada el alama; aún sentía como el primer día el desgarro causado por el abandono de Ramiro. Continuaba añorando al hijo de cuya existencia prenatal solo tuve constancia durante unas horas y me recomía la preocupación por el devenir de mi madre en el Madrid sitiado.
(…) Dos frases más adelante:
Aún tenía el pánico por compañero y me seguían escociendo con rabia las heridas.
En esta página 103 la autora ha hecho un resumen de las penas y preocupaciones de la protagonista. La lectora se va a sentir identificada de inmediato -aún más- porque con ese glosario de penas se describe perfectamente la forma de pensar de una mujer: cómo somos capaces, en 2 segundos, de visualizar en nuestra mente, y al mismo tiempo, todo lo que nos preocupa. Pero -esto no ha terminado- en las páginas siguientes se nos van a recordar –para que no se nos olvide y, sobre todo, para que disfrutemos– esas desgracias.
Ejemplos:
Candelaria (gran personaje), la Sancho panza de nuestra heroína, le dice a Sira:
Pág. 117
Ya sé que la vida te ha dado palos fuertes, que tu novio se portó contigo muy malamente, que estás en una ciudad en la que no quieres estar, lejos de tu tierra y de tu familia, pero esto es lo que hay, que lo pasado pasado esta, y el tiempo jamás recula. Tienes que tirar para adelante, Sira. Tienes que ser valiente, arriesgarte y pelear por ti. Con la malaventura que llevas a rastras ningún señorito va a venir a tocarte a la puerta para ponerte un piso y, además, después de tú experiencia, tampoco creo que tengas interés en volver a depender de un hombre en una buena temporada. Eres muy joven y a tu edad aún puedes aspirar a rehacer la vida por ti misma; a algo más que marchitar tus mejores años haciendo dobladillos y suspirando por lo que has perdido.
Se puede observar que, además de recordarnos los sufrimientos, se avisa al lector de que comienza la salida del pozo. Nuestra heroína va a superar sus dificultades, como decía el señor Marina.
Pág. 118 (Candelaria le advierte de que como no espabile…)
De la cárcel o de acabar abriéndote de piernas en cualquier burdel de medio pelo para que se desahoguen contigo los soldados que vuelven machacados del frente, que también es una salida a considerar en tus circunstancias.
Pág. 119 (Continúa Candelaria)
Nadie va a venir a solucionarnos a ti y mí la vida con todas las miserias que llevamos a rastras, así que, o luchamos por nosotras, o no va a quedar más salida que quitarnos el hambre a guantazos.
Pág 120 (ahora es Sira la que reflexiona)
… aquel triste plan no era más que una solución sensata para remediar las miserias de dos mujeres pobres, solas y desarraigadas que arrastraban en tiempos turbulentos un pasado tan negro como el betún. (…) un par de infelices con el alma desportillada como éramos nosotras por aquellos días.
-Toma, Margaret, otro paquete de Kleenex. Dice el de la tienda que ya no le quedan más.
-Gracias, Daphne.
Con tanta reiteración, la autora no solo consigue dejar clara la mala situación -el punto tan bajo- desde la que se inicia la recuperación, el ascenso a la cima durante el que se luchará para superar las dificultades, sino que también nos proporciona placer a los lectores. Han leído bien: placer.
Hace unos meses, en nuestro club de lectura, comentamos el libro Mil soles espléndidos (Salamandra) de Khaled Hosseini, autor también de Cometas en el cielo (Salamandra). Al final, tras una larga discusión, y haciendo un ejercicio de honestidad, terminamos concluyendo que habíamos disfrutado, sobre todo, con las desgracias por las que pasan las pobres Mariam y Laila, las protagpnistas de la novela. Y la lectora que esté libre de pecado…
Khaled Hosseini ha vendido más de 15 millones de ejemplares de sus dos novelas.
He aquí, por lo tanto, una de las claves del éxito de esta novela. Nos cuesta reconocerlo, pero nos encanta contar, una y otra vez, nuestras penas. Contarlas y que nos las cuenten, claro.
4.- Erotismo “light”
Un ejemplo:
Nuestra protagonista, para obtener fondos con los que iniciar su negocio de costura, tiene que entregar un alijo de pistolas. Contrabando. Se las ata al cuerpo -las armas- con vendas y el receptor –un hombre- tiene que desatar cuidadosamente (el enemigo está cerca) los nudos para liberar las pistolas.
Pág. 144
Dejé caer el jaique al suelo y puse los brazos en cruz para que aquel desconocido comenzara a trastear por mis rincones, desatando nudos, destensando vendas y liberando mi esqueleto de su siniestra cobertura.
(…) A pesar del apremio, el hombre de Larache actuaba con una delicadeza infinita, casi con pudor, evitando en lo posible acercarse a los recodos más íntimos o rozar mi piel desnuda un milímetro más allá de lo estrictamente necesario. Como si temiese manchar mi integridad con sus manos, como si el cargamento que llevaba adherido fuera una exquisita envoltura de papel de seda y no una negra coraza de artefactos destinados a matar. En ningún momento me incomodó su cercanía física: ni sus caricias involuntarias, ni la intimidad de nuestros cuerpos casi pegados. Aquel fue, sin duda, el momento más grato de la noche: no porque un hombre recorriera mi cuerpo después de tantos meses, sino porque creía que, con aquel acto, estaba llegando el principio del fin.
¡No te lo crees ni tú, guapa! Venga, Sira, no te gustó, ¿verdad? ¡Qué falsa eres!
-Margaret, por favor, ¿quieres dejar de discutir con el personaje y volver al análisis científico?
-Sí, Daphne, es verdad. Perdonen ustedes.
Pues eso: si unen estos retazos de erotismo “light” a los mensajes subliminales de los que hablábamos en el punto dos de la primera parte, tenemos otra de las claves del éxito de la novela.
Este análisis científico continuará. Hay más factores de éxito en este libro. Lo malo es que no les puedo decir cuándo volveré a escribir sobre ellos.
NOTA IMPORTANTE DIRIGIDA A TODOS, O CASI TODOS, LOS HOMBRES QUE ME LEEN:
Tu pareja: tu mujer, tu novia, tu amante… no está satisfecha. Tú lo sospechabas, pero no lo querías admitir. Ella no te dice nada porque sabe que es un asunto que siempre provoca discusión. Pero es así. Te voy a dar un consejo: lee tres veces las páginas 144 y 145 de la novela de María Dueñas. Si no tienes a mano el libro, puede leer cinco veces el extracto que acabo de copiar un poco más arriba. Eso, exactamente eso, es lo que quiere (sexualmente hablando) tu pareja de ti. ¿Que no tiene mucho que ver con lo que a ti te apetece? Toma, claro, qué gracioso.
De nada, chicos. Ponedlo en práctica y ya me contaréis.
En serio, patrulla… ya sabemos que es un best-seller escrito con cierta dignidad, ya sabemos que engancha, y que la variedad en el gusto es encomiable, pero…. ¿realmente merece «El tiempo entre costuras» un análisis tan concienzudo en un blog que dice defender a ultranza la literatura y los buenos libros?
Reciban un fuerte abrazo de alguien que duda.
«(…) qué gracioso», con tilde, por cierto.
Hoy es uno de esos días oscuros en los que no quiero seguir leyendo este blog: ¿en serio les parece de recibo dedicarle tanto tiempo a esta mediocre novelita rosa? ¿No será que es el gordo Lara el que está detrás de estas patrulleras vengadoras?
Independientemente de la calidad de esta novela, ¿alguien ha pensado en el dinero que ha dado esta obra y lo poquísimo que se ha llevado el autor?
Si esta novela ha vendido como dice Margaret unos 1.200.000 de ejemplares, y a 22 euros cada uno, nos salen unos 27 millones de euros en ventas. De este montante la editorial se queda el 40% (10.800.000 €), los libreros otro 40% (10.800.000 €, y que es a dividir entre los miles de libreros del país), la empresa logística un 10% (2.700.000 €) y el autor el restante 10% (2.700.000 €).
De estos 2.700.000 € la usurera de su agente literaria (y que se llama casi como yo) se lleva entre un 15% y un 20% (entre 400.000 € y 540.000 €, más otro 18% de IVA sobre la operación, son otros 100.000 € más), cuando lo único que ha hecho ha sido reenviar a las editoriales un archivo de texto con la obra. Ya le quedan al autor más o menos 2.100.000 €, y de esos viene Hacienda y zas, se lleva la mitad.
Resumiendo, una novela que ha estado dos años en el número 1 de los más vendidos, y otro año más en el top 10, y le reporta a su autora sólo dos millones de euros, uno limpio si descontamos impuestos. Eso es lo que gana Christiano Ronaldo en un mes de salario por meter la pelotita en la red, aunque si le sumamos la publicidad es lo que gana en una semana (y así las 52 semanas del año, multiplicados por quince años de carrera, coged la calculadora, a ver qué cifra tan escalofriante os sale, más que el PIB de muchos países africanos –con o sin elefantes en sus reservas naturales, hago este guiño a nuestro monarca–).
Ya sabemos que nadie se mete en esto de la Literatura para hacerse rico, pero ¿no es una profesión infamemente pagada aunque tengas un gigantesco éxito (y no digamos si no lo tienes, que son el 99´5% de los escritores)? Eso sí, la editorial se lleva cuatro veces más (el 40%).
Ahí dejo todos estos datos.
«Si esta novela ha vendido como dice Margaret unos 1.200.000 de ejemplares, y a 22 euros cada uno, nos salen unos 27 millones de euros en ventas. De este montante la editorial se queda el 40% (10.800.000 €), los libreros otro 40% (10.800.000 €, y que es a dividir entre los miles de libreros del país), la empresa logística un 10% (2.700.000 €) y el autor el restante 10% (2.700.000 €).»
Según el ex-ministro Manuel Pimentel, en «Manual del editor», la empresa logística (o sea, el distribuidor) se lleva el 55% por lo menos. El librero se lleva el 20%, el editor no llega a ese 20% (del que tiene que deducir todos los costes propios, incluida la impresión), y lo que queda (un 8% más o menos) se lo lleva el autor.
Lo más gracioso es la recomendación de Pimentel de que, si un coste debe subir, que en ningún caso sea el del autor; y si alguno puede bajar, que sea siempre el del autor. Ya se ve quién es el último mono en el mundo editorial.
Pimentel también ahorra costes dejando de pagar a los traductores, que sí que son el último mono en el mundo editorial.
Lo siento, Lobizonte, pero mis datos son correctos, no los de Pimentel, que nunca ha dicho una verdad salida de su boca y nunca ha pagado a nadie ni un euro.
La cosa es así: 40% editor, 40% librería, 10% logística y 10% autor. Dentro del 40% del editor se incluye la impresión, la publicidad, ejemplares a prensa… Lo brutal es que un gran grupo editorial como el Grupo Planeta se puede llegar a llevar de algunos ejemplares hasta el 90% (el 40% como editor + el 10% con su distribuidora propia + el 40% en librería al ser propietaria de la cadena Casa del Libro).
Y ahora suelto otra perla, ¿y sabéis cuánto porcentaje se lleva un autor en un libro de bolsillo? No, hijos míos, no se lleva el 10% como en rústica-trade, se lleva sólo un 5%, algunos con mucha suerte un 6%. Un auténtico ROBO a mano armada.
me ponen mucho esos dibujitos de barbi
ojalá haya más en el próximo análisis
saludos
Sabía yo que alguno…
Antonia, estás mal informada, Hacienda no se lleva la mitad sino el 15%
Emoticoña, Hacienda se lleva el 15% si el beneficio es pequeño, y se lleva el 50% si el ingreso es grande. Véase el Premio Planeta, con una dotación de 600.000 €, y en donde el 47% va a parar a Hacienda (y antiguamente se llevaba el 55%, así que algo ha mejorado la cosa).
No deja de ser curioso que las sargentos nunca critiquen libros de ningún sello platanario ni de lapatalallana ni tampoco de laesfe. Si nos fijamos en los dos últimos posts de la PdS, veremos que uno habla de un libro de laesfe (bestselero) y otro de la pésima fotonovela de la amiga de Arturo Alatriste (bestselerísimo, cómo no). No es por malmeter, pero estáis perdiendo facultades, mis sargentos.
Como dicen los pedantes: por alusiones.
El día 16 de mayo de 2011 publicamos en este blog un «post» titulado: «Begoña Aranguren y la carroña».
El día 3 de noviembre de 2011 publicamos un post sobre un libro de Carmen Posadas titulado. «Hoy caviar mañana sardinas». Sobre Posadas hay más cositas en esta casa, pero no me apetece buscar la fecha.
Begoña Aranguren y Carmen Posadas (un beso, chicas) publican en Planeta.
Querida Thalía: te recomiendo que te des una vuelta por el archivo, hay de todo.
Un beso, reina
La sargento Margaret
NO PASARÁN!!!
EL LIBRO VENCERÁ!!!
¡2011! Largo me lo fiáis. ¡Eso es la prehistoria en internet! Además, meterse con la Pesadas no tiene ningún mérito,se lo ha ganado a pulso, por comer caviar en lugar de sardinas. Y Begoña Aranguren… ¿quién es esa?, ¿vuestra casera?
Beso vuestras manos (las que os dan de comer)
Hola a todos!
Me resultaría maravilloso que detrás de «La Patrulla» y, aún entrañando a la figura inflexible de la propia Sargento Maggie, y no a alguna de sus humildes adláteres (patrullera buena/patrullera mala) se hallase la propia Maria Dueñas. ¿Se lo imaginan?. «No sólo he escrito un sino que además me cisco en los palamchiukos y en los nocillos». Eso sería lo más. Bueno y que además de Maria y la Maggie fuese tambien la Antonia. ¡¡¡¡¡Antooooonia!!!!! (homenaje a los Morancos, me ha salido del alma). CULTURAL MIXTURE.
Se imaginan… ¿que fuera la misma Kerrigan la Dueñas y que la Sargento fuese tan solo otro más de sus alter egos?.
¿Y si además fuese Echevarria?. UHfff$… uHfff$. ONOMATOPEYAS CON GRAFIcAS WARHOLIANAS
No, mejor Gimferrer. Pere Gimferrer.
El que finalmente ha salido al quite ha sido el mio. Mi alter ego. Y siempre le hago caso.
Casi has dado en el clavo, Bluff. Muy cerca. Bueno, ya está bien de bromas y disfraces. Voy a revelar nuestros nombres reales. Somos: a la guitarra Arturo Pérez-Reverte, al bajo Alfonso Ussía, en la batería Alberto Vázquez Figueroa y, al micro, la voz cantante -yo mismo-: Juan Manuel de Prada.
Tenéis que ver lo bien que le sienta la minifalda tableada, tipo colegiala, a Pérez-Reverte. Y dicen que yo con la pamela parezco otra, digo, otro.
Lo que nos estamos riendo. No te lo imaginas.
Un beso de las cuatro
La sargento de Prada
No creo que el termino multidisciplinar, por lo demás tan manido que casi nada significa, sea aplicable a tal clase de cantautores ( refiriendose a Sabina Y Serrat ) dice el gran Mallo en su cómico blog, por cierto el gran Agustin hace videos estilo Fata Morgana de Herzog y canta que te mueres de risa, es un hibrido del arte, el más grande de la historia, cualquier dia empiezo a opinar en su blog para llevarle la contraria , aunque cuando le desdice alguien no tiene capacidad de respuesta
saludos
Tanto este como el anterior análisis me confirman que esta es una novela que no me apetece leer, pero el blog me sigue pareciendo buenísimo. ¡Que sigáis mucho tiempo, patrulleras!
Y decidle al guitarra que se afine, por dios…
Antonia, la editorial se lleva el 40%, quizá sea mucho, no te lo discuto, pero se te olvida que en una editorial:
1) se hace un trabajo (de edición, de producción, de comunicación, etc…) y como todo trabajo tiene un coste, porque nadie quiere trabajar gratis (aunque casi ya estamos en ello).
2) se asume un riesgo comercial. Si el libro en cuestión no vende, tú el trabajo lo has hecho igual y no ganas nada. De hecho sabemos muy bien todos que, en casi todas las editoriales, libros como ‘El tiempo entre costuras’ sirven para que se puedan publicar otros títulos.
Todo eso está lejos de ser un mundo perfecto, pero ya está de pintar a las editoriales como monstruos asesinos que viven a cuesta del autor: como bien dices, en el 95% de los casos esto no pasa.
Estoy pensando o bien hacer un curso de formación, postgrado o similar para afianzarme y/o proyectarme en el trabajo, o ver si soy capaz de teclear 3 palabras seguidas con cierto sentido y armar un best seller de estos… Esta filosofía se estila mucho, no?
A mi, en los tiempos que corren, que un Best Seller sea digno ya me parece digno de todo elogio y mención. Porque si en la literatura en general el nivel está como está… El problema es que la gente en general se mueve tanto por las modas que desvirtúan el valor de los ejemplos mas destacables del Best Seller. Y luego, encima, quedan sepultados bajo la montaña obras entretenidísimas, o que no siguen las modas actuales.
En su tiempo se llevó «El Codigo Da Vinci» (aguanté 40 paginas), pues todo el mundo al rollo del thriller histórico-esotérico. Antes fue «Los pilares de la Tierra» y la avalancha de novelas pseudohistóricas. Luego fue el turno del género negro del norte de europa. Ahora se lleva -no se si debido al éxito de «Downton Abbey»- el melodrama ambientado en el 1er cuarto del siglo XX (Dueñas, Kate Morton). Y lo que venga luego…
El problema al final de el Best Seller, sin ánimo de ofender a nadie, es por ejemplo que, después de leer a Larsson, me quiera decir la gente que determinada novela negra es muy buena, y no se ha leído o ni siquiera ha oído hablar de «El largo adiós de Chandler», pues … Eso.
De verdad no puedo creer que la gran mayoría de los lectores del blog no entienda que el análisis «va de coña», como dicen ustedes, los ibéricos. A mí me divierte mucho la crítica irónica. Ahora que lo pienso, hay libros que sólo pueden ser abordados de esa forma, irónicamente, porque la alternativa es amargarse.
Saludos, Sargento, gran labor en el frente.
Pues con toda la coña e ironía de la crítica, que las tiene,a mi me parece un análisis muy, muy certero de la receta de «chick lit» o literatura para mujeres «de qualité».
Un día tenemos que ponernos serios y discutir si fenómenos como éste, Harry Potter, Larsson, etc , sirven de verdad, como argumentan algunos de sus defensores, para que la gente se aproxime a literatura más complicada -me da cosa calificarla de «de mas calidad» o «mas seria». Yo, por mi experiencia personal, pienso que no, pero es sólo una opinión.
Que ya sabemos que en España se opina mucho y se piensa poco.
Claro, tu empezaste a leer a Tolstoy y Chejov cuando los demás leíamos El pirata garrapata, El rey de katoren o Un saco de canicas… La respuesta a tu pregunta es: Efectivamente, desde luego, exacto, sí, has dado en el clavo.
y no hace falta ser defensor de esos autores que citas para llegar a esa conclusión, que manía con generalizar
Está claro. Para escribir un best seller hay que ser un rancio y gustar a rancios.
Hace más de cien años hubieran tirado a la cara copas de vino por escribir así, como folletines del siglo pasado (el XIX). Para esto no me reencarno.
pufff, Se habrían tirado mucho vino por muchos de los que tu crees que son autores consagrados…consagrados y pre best sellers. Esta claro que para vender un best seller, lo rancio y a los rancios que gustes no tiene nada que ver. Tiene que ver que se VENDA MUCHO. Punto pelota. ¿Ponemos ejemplos de best seller de calidad? La imagen del escritor maldito, genial, que no vende ni a su tia es muy romántica…y se da, claro que se dan casos asi, pero también de lo contrario.
Pues aunque no tenga derecho a la vida, yo me lo pasé bien leyendo la trilogía de Larsson, y no se me pasa por la cabeza leerme el Ulisses de Joyce… Ya sé que iré al infierno, pero allí se está calentito, qué narices…
No, amigo coronita. te morirás, espero que dentro de 100 años, encantado y feliz por haber disfrutado con la literatura.
Un abrazo fuerte
y el homenaje de todas las chicas de la Patrulla
La sargento Margaret
PD: Ni caso a todos estos perroflautas letraheridos
Sargento Margaret! No soy amigo, sino amiga. Señora y ya bastante entradita en canas!
Y aunque suene pelota en cantidad, me lo paso teta con todas vosotras! No lo entiendo todo, y a veces habláis de gente que no conozco, que parece que hallaís ido todos a la misma clase, pero me divierto. En todos los blog de literatura la gente se dedica a un corporativismo que da vergüenza. Y vosotras dais caña y me mola!!!!
Para los fans de la Dueñas, entre los que parece que se encuentra la Sargento Margaret (yo no, vaya por delante), os transmito esta noticia que seguro que os hará babear de emoción:
«Misión Olvido», la nueva novela de María Dueñas, se publicará en septiembre
http://www.europapress.es/cultura/libros-00132/noticia-mision-olvido-nueva-novela-maria-duenas-publicara-septiembre-20120412113201.html
La primera frase de la novela ya pone los pelos como escarpias:
«A veces la vida se nos cae a los pies con el peso y el frío de una bola de plomo».
Cágate, Paca.
Después de leer todo esto empiezo a pensar que este blog es peor que toda la pseudocrítica de los periódicos al uso. ¡Y encima tienen la desfachatez de decir que es ciencia y por lo tanto es algo inobjetable! Señoras mías, para que algo tenga el estatuto de científico tiene que poder demostrarse que es falso (el falsacionismo de Popper). Si ustedes mismas dicen que el análisis es científico y por tanto irrecusable, entonces el análisis no es científico. Francamente, pensaba que este blog era parecido al de La Fiera Literaria y sin embargo ahora me encuentro con todas estas bobadas y esta ignorancia insoportable que tanto me recuerdan a esos sofistas que se hacen pasar por críticos y literatos. Siento una profundísima vergüenza.
Nadie te obliga a venir por aquí. Este blog no es parecido a la Fiera Literaria. Ni pretendiéndolo lo conseguiríamos. Lo de la Fiera es algo irrepetible. Es como si Javier Marías pretendiese parecerse a Tolstoi o Juan José Millás a Dostoievski.
Te damos permiso para no volver a visitarnos. No te preocupes, conseguiremos -con el tiempo y mucho Lexatin- sobreponernos a tu ausencia.
Un cordial saludo
Margaret