DON SANTOS SANZ VILLANUEVA DE VUELTA A LAS ANDADAS

Si no han leído aún la reseña que, hoy en EL CULTURAL, Santos Sanz Villanueva hace de Vida de hotel de Javier Montes (Anagrama, 2012) (aquí), les recomiendo que empiecen por el final. Así termina su reseña don Santos:

Por eso ni estoy seguro de haber entendido del todo sus intenciones ni me atrevo a dar un juicio de valor. Sí creo, en cambio, que es una obra original y curiosa que merece la atención de quien aspira a encontrar en la novela algo distinto a la recreación rutinaria del mundo.

(Las negritas son mías)

¡Vamos a ver!, don Santos:

Lo primero: si usted no es capaz de “dar un juicio de valor”, ¿para qué coño publica la reseña? Cuando alguien lee crítica literaria lo que espera encontrar, principalmente, son juicios de valor. ¿Qué reseña es esa en la que el crítico termina diciendo: pues no sé yo si esta novela es buena o mala?

Lo segundo (y peor aún): si, como dice, no ha “entendido del todo sus intenciones” (las del autor), ¿cómo se atreve a anclar en esas intenciones sus argumentos cuando, a mitad de reseña, escribe:

Ello exige el despojamiento de elementos innecesarios que Javier Montes practica para alcanzar la meta de corte trascendente o simbólico pretendida.

Pero, don Santos, ¿no habíamos quedado en que –como dice al final de la reseña- no está seguro de haber entendido las intenciones del autor? ¿Cómo dice, entonces, conocer la meta pretendida por dicho autor?

Y lo tercero: ¿a qué viene esa caricia por el lomo del autor (“obra original”, “curiosa” y “que merece atención”) al final, después de escribir lo que ha escrito? No es la primera vez que lo hace, también es verdad. (aquí)

-¿Tú entiendes esto?, Margaret.

-Mira Daphne: yo a estos críticos oficiales me los conozco muy bien, son ya muchos años. Lo más probable es que esta novela le haya tocado reseñarla a don Santos porque es de Anagrama (si no, de qué). Y  a nuestro ínclito santón de las letras hispánicas, me da a mí, se la traía un poco floja la novelita de un chico llamado Javi. Se la ha leído en diagonal, ha encontrado lo de Clarín y lo ha resaltado en la reseña, y, al final, lo ha traicionado el subconsciente y se le ha escapado que no ha entendido nada.

-Pero, chicas, en EL CULTURAL hay mucho más, ¿eh?

-Cuenta, Josephine, cuenta.

-No os perdáis, en la página siguiente, (aquí) la reseña que don Senabre hace sobre el libro Un buen chico de Javier Gutiérrez, (Mondadori, 2012). Otro que no se ha enterado de nada.

-¿A quién se le ocurre poner a un señor de 75 años a reseñar un libro sobre los integrantes de una banda de rock en el Madrid del barrio de Malasaña?

-Margaret, perdona que te diga, pero Ricardo Senabre tiene solo unos pocos años más que tú.

-Ya, pero yo fui muy golfa.

Señora Blanca Berasátegui: menos entrevistas con Arteta (aquí) y más ocuparse del chiringuito, que para eso es usted la directora.

-¿Y el despelleje de Javier Calvo a manos de Echevarría con Olmos de mamporrero? (aquí) ¡Qué despiporre!

-Lo que yo os decía: completito viene este último número de EL CULTURAL. Que a partir de ahora, en lugar de bajarme al patio a reírme con las vecinas, me voy a leer EL CULTURAL de cabo a rabo. Me parto. Y luego (hace 4 semanas) dice Echevarría (aquí) que:

 A veces pienso si la dicotomía entre alta y baja cultura, que parecía condenada a quedar obsoleta, no encuentra una réplica inesperada y casi caricaturesca en la dicotomía entre la cultura que circula en los soportes convencionales y todavía hegemónicos y la cultura en la red.

-Sí, porque yo hoy, leyendo el artículo de Echevarría, si no me dicen que es suyo, hubiera pensado que era la sargento Margaret la que escribía. Ese estilo macarra y navajero… ¡Ay, ay, ay! ¡Suéltame la oreja, Margaret! Lo decía en broma, te lo juro. Que borde eres, de verdad.

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18 respuestas a DON SANTOS SANZ VILLANUEVA DE VUELTA A LAS ANDADAS

  1. Pingback: El piojo

  2. The Translator dijo:

    A ver si me explico (a mí mismo digo): también suceden estas costas porque «la cultura en la red» (¿?) está como muy pendiente de «la cultura que circula en los soportes convencionales y todavía hegemónicos» (¿?). Se comprende, pues los soportes convencionales son superficie de algo conocido (la cultura-negocio) y por lo tanto exponen lo que expongan de acuerdo a un fin bastante discernible, que es: mover pastuqui. Eso les da legitimidad (a los soportes convencionales digo), pero legitimidad en el sentido de que, puedes estar segura, lo que de allí emerja será fiel al Decálogo del Buen Mercado (o querría serlo…). Frente a ello uno sabe siempre qué decir. Puedes decir me gusta o no pero todo estará siempre como en su sitio. ¿Me explico?

    En cambio con eso de la cultura en la red, Maggie, en la red te puedes tú esperar cualquier cosa; incluso exposiciones que son de cabo a rabo incomprensibles desde lo establecido y que lo que buscan es salirse del cuadro, desafiar a la crítica… Porque la crítica necesita ser desafiada; de otro modo la crítica corre el riesgo de aburrirse y de irse a la cama por la tarde a ver un culebrón, y entre anuncio y anuncio pensar en todas esas novedades que pensaba descubrir allá cuando en la Uni. Luego también necesita ser desafiada para que la endogamia no se expanda, Margaret. La endogamia es quizá el escollo fundacional que da origen a la Cultura. Frente a la endogamia qué se hace… Pues los veteranos que han sido golfos toman cartas en el asunto y plantean a partir de entonces algún que otro tabú de nada (un ejemplo tonto es Von Trier y sus dogmas; no lo tomes al pie de la letra, porfa, porque es sólo un ejemplo tonto) y así se dejan atrás las gestaciones aberrantes, que, como todos podemos comprobar a diario, no tienen ya casi sitio en nuestra humanidad. ¿Mhm?

    • The Kritik , soy Ciro . dijo:

      ¿ La endogamia se expande ? No , engorda .
      ¿ Escollo fundacional ? … ya entiendo , la endogamia es el faro que nos alumbra y guía .

  3. VD dijo:

    Tremendo. Yo no acaba de creer lo que leía mientras me tomaba el café antes de entrar a currar. Es más, iba a dedicarle una entradita a la declaración de guerra de Echevarría nada más llegar a casa después del trabajo pero ya veo que no has perdido el tiempo, Margarete, así que me la ahorro. Lo más inquietante del asunto es que a Echevarría no le ha temblado el pulso a la hora de destapar el pastel. Ha sido como vivir en directo la memorable bronca entre Carlos Barral con Goytisolo, que los más viejorros recordarán. Ni se entiende lo de Olmos (¿resentimiento hacia Calvo por pasarse al enemigo?), ni se entiende lo de Echevarría (¿qué necesidad tiene un Primera División que edita a Bolaño y Goytisolo de calentarle las orejas a un recién ascendido?), ni se entiende lo de Calvo (o ha aplicado el método de los folletinescos de escribir por las noches de pie para no quedarse frito o no lo veo).

    Lo de Montes es un caso extrañísimo. Para empezar la reseña llega con retraso. No sé si es que se han olvidado de él en El Cultural, si es que hubo un problema con el jefe de prensa de Anagrama; no se entiende siendo un Granta. En cuanto a la novela, prefiero no opinar. Montes escribe sus historias, que tendrán su público, digo yo; no se me mete con nadie; va a su puta bola. Es discreto. Me quedo con eso.

    Está claro que a Senabre le han pegado el toque después de lo Torné (fue un puto salvaje), porque ni mu sobre la correción de pruebas de un tiempo a esta parte con Mondadori, cosa que no ocurre con otras editoriales, caso de la nueva novela de Calvo sin ir más lejos (unas gilipolleces que ni son erosiones ni son na’, coño, que «dignar a» sí, pero a estas alturas galicismo como «a día de hoy», anda ya, Ricardo, anda ya). En cuanto a la novela de Gutiérrez, pues no pinta bien. ¿Ahí fuera hay una crisis de cojones y contamos historietas sobre grupos de la movida madrileña? Sonará rancio que te cagas, pero me parece inmoral. Pero vamos, es una opinión personal. Para gustos, colores.

    Pero se te ha pasado un detalle, Margarete. Te lo adelantaba yo esta mañana (no te montes películas que ha sido una mera coincidencia). Otra reseña que llega tarde, mal y a rastras. Pues eso, la traducción de Torné de Wordsworth, muy buena por cierto. Contiene la «Ode: Intimations of Inmortality from Recollections of early childhood», que es una jodida locura. Ideal para acojonar a los jóvenes artistas.

  4. jonan dijo:

    Me he leído lo de Echevarría sobre Clavo, porque estoy interesado en leerme su novela, y quería saber la opinión de un crítico afamado y tal. ¿Pero dónde está esa opinión? Al final se limita a un chascarrillo sobre si el escritor ha escrito la novela en tantas semanas utilizando un método «novedoso» (comillas irónicas, para que conste) , también conocido, entotros pagos, como «escaleta»… ¡toma ya! Por lo demás, una acusación más o menos velada, de plagio (referencia a Cela) o de que el premio ya le había sido concedido de antemano (abandono repentino de su editorial habitual, etc…)
    ¡Vaya, y yo que pensaba que estás cosas no sucedían en el mundo literario español!
    Por cierto, y de la opinión de mr. Echevarría sobre la novela en cuestión, ¿qué? Es güena o mala? ¿Me gasto los 19,90 eurípides, me espero a que salga en formato bolsillo, lo pirateo o me los paso a todos y sus rencillas de colegio por el forro? ¡Ayuda por favor! ¡A mí la legión… la Patrulla, quiero decir!
    Un saludo.

    • Pues fíjate, querido jonan: no pillas precisamente en una reunión (convocada de urgencia)del alto mando de la Patrulla de Salvación para decidir si publicamos un comunicado para desmentir que Ignacio Echevarría es la sargento Margaret. Estamos todas muy enfadadas. Lo de Echevarría está rozando la suplantación de personalidad. Nosotras hacemos «baja cultura» (siguiendo la clasificación de Echevarría) y a mucha honra. Echevarría, Ansón, Sanz Villanueva, Senabre, Rodríguez Rivero y esos, hacen «alta cultura». Hasta aquí, todo bien. Lo que no es de recibo es que los del cielo bajen ahora al infierno a hacer lo mismo que nosotras, pobres desgraciadas «bajocultureras» (que me gusta porque suena a costureras). Eso está muy feo, Echevarría. Muy feo.
      Echevarría: dedicate a tus grandes artículos «high culture», a tus Bolaños, tus Parras y a tus recopilaciones del «París Review» y déjanos a nosotras con nuestros chismorreos de viejas brujas cotillas. Vale? Cada uno en su sitio, ¿Capisci?
      Un saludo cabrado
      La sargento Margaret

    • VD dijo:

      La novela de Calvo es rara, Jonan, pero la hostia de rara. Es muy del estilo de Vonnegut y Pynchon. Comandos, conspiraciones, situaciones surrealistas y delirio, pero no tipo 2666 de Bolaño o El mal de Montano de Vila-Matas. Es una parodia apocalíptica sobre la nueva España con un meteorito de fondo entre una guerra de ideologías. Si te gustó Manual de literatura para caníbales de Reig o Los inmortales de Vilas, cómpralo. Si eres clasicorro y detestas las parodias fantacientíficas posmodernas, ni se te ocurra.

  5. jonan dijo:

    Perdón, veo que he puesto Clavo en vez de Calvo… pero bueno, así mola más, ¿no?

  6. Ire dijo:

    Da puta pena ver en qué han convertido la crítica unos y otros.

    • VD dijo:

      No pena, Ire, pero sí que provoca cierta confunsión. Pese a todo, seguiré diciendo que Echevarría es un excelente editor y crítico y Olmos un buen escritor para la edad que tiene. Creo que un trinomio Calvo-Echevarría-Olmos podría dar grandes alegrías en el futuro y en cambio han decidido matarse entre ellos. De vez en cuando hay que saber ceder y reconocer que los demás lo hacen también de puta madre. Ahora bien, si te atacan, lo normal es que respondas. El problema aquí es saber quién ha atacado primero.

      • Ire dijo:

        No sé, Vincent. Creo que hay demasiados gallos en el corral.
        ¿A ti te parece normal que el Sr. Echevarría se arremangue de esa manera para bajar a pelear en el fango? No sé quién ha empezado, ya te digo, pero me produce bastante pena, qué quieres que te diga.

  7. jose dijo:

    Yo tampoco entiendo la crítica de Echevarría, más que nada por que la entrevista de Calvo se descalifica sola. Yo no se si Calvo quiso ir de espabilado o qué, pero hay veces en que uno parece mucho más inteligente cuando está callado

    • The Translator dijo:

      Siempre parece uno más inteligente cuando hace silencio. El mundo está como está porque casi todo mundo quiere parecer más inteligente. ¿Más inteligente que quién…? Pues eso, ya te digo, no se sabe.

  8. José María dijo:

    ¡Qué vergüenza lo de Clavo! Y yo que era un lector algo asiduo de sus novelas y pensaba que era un escritor auténtico, aunque sin ser genial ni un maestro. Deberías, Margarete, dedicarle un artículo en vergüenza ajena. Ha decepcionado a todos los que le consideraban como escritor, ahora nos enteramos que es un prostituto, como cualquier otro de los casposos de la literatura de este país.

  9. Lucas dijo:

    Calvo nunca fue un buen escritor. No le come ni la magdalena a Marsé. Pero, claro, los de su páramo son tan irresolutamente malos…

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