Leer a Tolstoi, Dostoievski o Flaubert produce en mi persona efectos muy positivos. Uno de ellos que se le quitan a una las ganas de escribir cualquier tontería que pudiera pretender parecerse a una novela. Hoy, leyendo Los de dentro (aquí), el artículo en Babelia de Antonio Muñoz Molina, he pensado muy seriamente en cerrar para siempre este blog.
Un trozo:
Se reconoce en seguida a los que están dentro, a los que han nacido para estarlo. Es un club en el que por ahora todavía está representado mayoritariamente el sexo masculino. Hay quien sin haber publicado nada o casi nada ya ha aprendido todas las maneras, que en su variante española incluyen una jactancia áspera, un lenguaje de clan, una destreza para situarse y repartir juego, para intercambiar favores, una soltura para citar el título de lo que uno mismo ha escrito como si fuera de dominio público, para pronunciar nombres de pila. La literatura es un local que ellos controlan desde la barra; acodados en ella, intercambiando claves, inapelablemente aprobando o descartando, volviéndose a medias para mirar de soslayo a la concurrencia, administrando el sarcasmo, contando anecdotillas denigratorias ya muy manoseadas, detectando candidatos posibles a los que quizás convenga admitir en el club. Les pasa como decía Augusto Monterroso que les pasa a los enanos, que tienen un sexto sentido que les permite reconocerse entre ellos. Siempre están en el secreto de algo que los demás ignoran.
Un apunte tonto: ¿lo enanos necesitan un sexto sentido para reconocerse entre ellos? ¡No jodas: yo pensaba que cuando veías a alguien que le llegaba al ombligo a la media de la población eso ya daba una pista…! (dicho sea con toda la simpatía hacia tan sufrido colectivo).
¡Uy perdón que igual se refería a los «enanos mentales»! Qué chasco…
¿Tú eres tonto o qué?
¡Uy, perdón, señor enano…!
Hijo, bestiezuela parda de los montes, ínclito animal de la hojarasca, genéticamente imposibilitado para la ironía, hijo mío, eres más bruto que las piedras.
En fin, como nos suele pasar a casi todos, soy más tonto de lo que yo me pienso y más listo (no mucho más, eh?) de lo que piensan los demás. Un saludo
Es que son enanos muy tontos. xD
Lo que nunca le perdoneré a Muñoz Molina es que se haya casado con una humorista sin gracia. Ya puestos que se hubiera casado con Paz Padilla, que un poco más de gracia que la Lindo sí que tiene, y por lo menos no clava puñales por la espalda (y no como la otra).
Querida Antonia:
Tú, como humorista, sí que tienes gracia. Mucha.
La sargento
No está mal el artículo. De hecho, soy de los que cree que el trabajo no literario, los horarios y las miserias del currito son una fuente de originalidad para el escritor en una época en la que el bienestar ha solventado la mayoría conflictos vitales de antaño. Pero claro, me lo dice un señor desde dentro que gana en un mes lo yo en tres años y me suena a chino mandarín.
El día que me de por leer los redactados depresivo babélicos del Muñoz Duermeovejas Molina, sí que dejo de leer, escribir, respirar y follar. Lo siento mucho, pero no soporto al académico moralista. Sobre todo, moralista buenista.
Uf, recuerdo aquéllas polémicas que sembró en El País contra Tarantino y Pulp Fiction. Eran de un rancio que tira patrás! Además, el Molina sí que es de los de DENTRO, pulse el botón. Dentro, señalado a dedo para dirigir el instituto Cervantes de New Yolk, con su inglés de cursillo por correspondencia.
Dentro, muy dentro.
Hay algunos viejunos prematuros a los veinte años, que siempre estuvieron DENTRO.
VD, has descuidao un poco tu personaje, brodel. Cuatro líneas sin citar a Deleuze, Derrida o Plutarco. Mírate esos detallitos que luego van a pensar que eres otro, ya sabes.
He llegado a la conclusión, querida Abigail, que no merece la pena intentar discutir sobre literatura en blogs. Se ve que el siglo XXI no está para mucho Juvenal. Una pena.
La verdad es que con MMolina nunca sé muy bien a qué carta quedarme. Me gustan algunas cosas, pero hay demasiadas que no… Posiblemente dentro de cincuenta años nadie recuerde sus obras, ni las de su señora. Sobre los personajillos que hay en el mundo de la cultura, todos sabemos lo que hay, y no me gusta nada…
Dentro de 50 años se recordarán las obras de Muñoz Molina. Yo creo que debido a su calidad. Pero en el caso de que yo estuviera equivocada, quedarán en la historia de la literatura española debido a un segundo motivo: la bajísima calidad de lo que escriben sus contemporaneos.
Un saludo
La sargento Margaret
lo mejor que tienes, Margarete, es que nunca ocultas de qué pie cojeas…
Yo no entiendo cómo demonios te puede gustar Molina, Margarete. Pero supongo que te pasará lo mismo cuando defiendo a Olmos. Nunca llueve a gusto de todos. Sí, Margarete, a partir de ahora voy a ser majo. Y no, no me ha pegado un toque mi agente.
Pues yo estoy en contra de toda clase de élite represora, supuestamente exquisita, que dicta lo que es «arte», lo que es «guay» o lo que es «introduzcase-aquí-el-término-más-actual».
Víctor Moreno contaba en Fuera de lugar una historia muy fea de AMM . Afear los errores ajenos con tanto encono es muy humano .
Pues cuenta esa historia tan fea, ¿no?, para los que la conocemos.
De memoria . Convenció a un autor ( Miguel Sánchez – Ostiz ) ,creo ,que se había presentado a un premio importante en Alicante , creo , para que se retirara cuando el premio lo tenía prácticamente en el bolsillo . La calidad del libro resaltaba sobre el resto de obras , según se dice . Le convenció diciéndole que intercedería por él para que consiguiera el Primavera . Todo esto lo hizo para que se llevara el premio su amigo J. Navarro ( creo ). Sánchez- Ostiz dijo siempre que eso le pasaba por andar a esas ferias . No deja de ser chocante la actitud hipócrita de AMM . Esto lo explicaba resumido Gregorio Morán en un artículo de La Vanguardia en el que reseñaba el libro de Víctor Moreno , seguro que lo puedes encontrar en la red . Míralo porque el libro lo cogí de la biblioteca , así que hablo de leídas , y seguro que me equivoco en algo ,que yo no estaba .Ni ganas .
Escritor que me tiene en la duda sobre su personalidad pero cuya calidad es indudable. No compararlo nunca con su esposa. Muñoz Molina pasará a la historia porque sabe escribir y tal vez sus contemporáneos no sean brillantes pero no hay que olvidar dos nombres por lo menos. Manuel de Lope nada mediático y excelente escribidor, un clásico (ver Bella en las tinieblas) y Javier marías demasiado mediáitoc, tal vez involuntariamente, con defectos evidentes y virtudes notables. Innovador.
Saludos!
Estimada/o kirieleison:
Manuel de Lope me parece bueno, pero está dos escalones, en lo que se refiere a calidad, por debajo de AMM. Y respecto a Marías prefiero no comentar. Me parece que se ha construido (gracias al apoyo de un grupo de comunicación y de algunos críticos perezosos y mentirosos) un «gran escritor» sin tener en realidad más que prosa «sonajero», como decía Marsé. Marias hubiera sido un gran crítico literario o un gran ensayista. Pero como novelista…
Un saludo
la sargento Margaret
Hola a todos!
Si se fijan, el señor Muñoz Molina en lugar de optar por un distanciamiento elgante -a lo mejor no quiere o no sabe- respecto de esos comportamientos que critica, y así poder ridiculizarlos de una forma humorísitica y medio mundana, se ajusta milimiticamente, en su exposición, al estilo, argumentario y tono de los criticados. No hay tu tía. Vivimos bajo la rémora del chorizo de cantimpalo, los solysombras y el cafelito (los malos y los güenos).
Un desigino eterno… del que tan solo nos podría salvarnos, acaso, una invasión extranjera. Pero, tal y como ahora mismo están las cosas ¿piensan que puede existir en todo el mundo un único país interesado en invadirnos?.
Ejemplo de lo dicho, también recurriendo al propio señor Muñoz Molina, impagables sus crónicas desde Niuyol, en plan Paco Martinez-Soria. Aunque en vez de pensar «la ciudad no es para mi» como el célebre cómico maño, el buen escritor jienense pensó: ¡joder, macho, cómo mola!.
Venga, que me estaba aburriendo, un abrazo….
Lo que tiene Muñoz Molina es oído, un oído finísimo que le dicta una prosa con una cadencia impecable. Es un buen escritor, y hasta tal vez sea grande. En cuanto a su mujer… de adolescente y jovencita era una pedante, No sé cómo será ahora pero de pequeña era repelente.
Pues a su mujer no tienes más que escucharla los miércoles por la tarde en el programa Asuntos propios de RNE en su nueva faceta de tertuliana-humorista. No he visto a ser vivo con menos gracia y más pagada de sí misma.
Querida Antonia:
No tienes nada que reprochar a Antonio Muñoz Molina como escritor y por eso atacas a su pareja. Lo de este país es muy preocupante.
La sargento
Copón, no tengo nada que reprochar a don Antonio como escritor porque es un gran escritor. Su único error ha sido casarse con una tipa que se piensa que tiene inteligencia, belleza, gracia y que juega a ser escritora y en ocasiones hasta actriz, y que nos martiriza a los lectores de El Pais, a los oyentes de RNE, y que allí donde abras una revista masculina o femenina vas y te la encuentras. Es insoportable, y se piensa que ella es alta cultura, como su esposo (al cual debe de tener hipnotizado desde el día que le conoció), pero no, ella no es alta cultura, ella es una actriz de películas de Manuel Albadalejo (ese «gran director» que acaba de filmar la tv movie «Carmina Ordóñez»).
Cometí el error de leer Ardor Guerrero hace años, y jamás volveré a leer nada de este señor. He escuchado historias de mili mucho más interesantes de borrachos de bar. Mucho más interesante que su alegato antibélico, terriblemente mediocre. Su ataque contra «los que se creen escritores» debería haber incluído a él mismo, y sobre todo a su inefable mujer; ambos se creen parte de la «gran cultura», cuando su único mérito es haber dado voz a la moralina del PSOE.
No hay nada que reprochar a Antonio Muñoz Molina como escritor ni como persona pública (Cervantes y Real Academia). En otro país AMM sería un referente cultural innegable.
Un saludo
La sargento Margaret
Patrulla, aqui acabas de pèrder gran parte de tu credibilidad.
Defendiendo a Muñoz Molina…! No he visto escritor más retórico, y engolado. Aburrido hasta decir basta.
Respecto a su «carrera», un enorme stand de promoción del grupo Prisa que ha puesto sábanas enteras del periódico a su disposición vía Cebrián/Pere Gimferrer.
En cuanto a su «carrera internacional», embajador cultural de la lengua española en yankilandia, ya está dicho: difícil entenderle en castellano, como pa hacerlo en su «inglis pitinglis».
Por último, mencionar las «fases coñazo» de MM, en las que se metamorfoseaba en la carne y pellejo de otros escritores:
-oh, su fase Onetti: MM era Onetti, sus cuentos, Santa María…ohhh
-ohhh, la fase Faulkner: MM vivía en sus novelas, en las que hacía mucho calor
-ohhn, la fase Max Aub: la bandera del exilio, la república, los valores, MM era la víctima de la II Guerra Mundial
-ohhh, la fase New Yolk: MM era la vanguardia, musical, pictórica, Manhattan, Auster…
-ohhh, la fase la Regenta: hay que leer a Clarín, en el AVE, en el vuelo transoceánico, esa Vetusta, ohhh
-ohhh, la fase Borger: MM era porteño, los sueños, los laberintos, la ceguera, el azar
No he visto en mi vida un redactor o escriba más pegado a los LUGARES COMUNES, a lo ya sabido. Deberían colocar su estatua en la ciudad: el héroe de los lugares comunes.
Muñoz Molina debería haberse quedado en «El invierno en Lisboa» y «Beltenebros». Allí no chocaban tanto sus pedanterías. Recuerdo que, siendo yo joven e influenciable, tenía una libreta en la que apuntar todas sus frases «literarias», con vistas a pasar a la posteridad. Al acabar el libro, la libreta estaba repleta. Al menos no metía neologismos ni paridas en inglés.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-oficios-de-la-cultura/oficios-cultura-periodista-cultural-blanca-berasategui/1088048/
Patético retrato de una endogamia para mediocres.
El artículo podría titularse ANTONIO JIMÉNEZ MORATO o PABLO MUÑOZ o ERNESTO CASTRO o
Margaret:
Veo que has pasado por alto mi comentario. Creo que no debes de haberlo hecho adrede. Más que nada porque he nombrado a dos estupendos escribidores contemporáneos de AMM, Manuel de Lope y Javier Marías.
Yo creo que a AMM no se le perdona cierto triunfo que lleva con sencillez mostrada. Chico sencillo, hijo de gente trabajadora, triunfa gracias a su talento como escritor y ahora nos cuenta anécdotas de su vida en la capital de occidente donde suele viajar en metro y en las celebraciones cena en Four seasons. Tampoco se le perdona su obvio enamoramiento de Lindo, esa atmósfera de felicidad que transmite desde la ciudad de los rascacielos donde un dia se va a escuchar jazz y al otro crítica la injusticia del mundo, en fin, lo que le viene en gana.
Creo que, como Machado, es un hombre bueno además de ser un buen escritor. Para mí ambas bondades tienen mucho valor y más si van juntas.
Saludos!
«¿Y qué decir del relato, breve y contundente, de los apaños del académico Jeremías Muñoz Molina para darle un premio de novela a su amigo Justo Navarro, quitándoselo a Miguel Sánchez Ostiz bajo la promesa de que le apañaría otro en Orihuela, mejor dotado?»
Les dejo el link de la reseña de Gregorio Morán en La Vanguardia, sobre Fuera de Lugar, de Victor Moreno. Pone en su sitio al perla éste de Muermo Molina, el apañador de premios y embajador cultural en New Yolk, inglis pitinglis.
http://www.pamiela.com/es/salaprensa/hemeroteca/188-el-libro-del-ano-de-verdad