EL NUEVO ROL DEL EDITOR en revista TRAMA & TEXTURAS

Más de dos años llevamos en este blog avisando que viene el lobo y nadie nos ha hecho caso. Ahora viene un agente literario, Guillermo Schavelzon, diciendo lo mismo que nosotras (aquí PDF), y va la revista TRAMA & TEXTURAS y le publica a todo lujo un artículo chulísimo.

nº 21

Se acaba de poner a la venta en los quioscos más relevantes (en LA CENTRAL, por ejemplo, la tienen) el nº 21 de la revista TRAMA & TEXTURAS, la mejor revista sobre edición de libros de España. También, hay que reconocerlo, es la única. Pero, no nos aflijamos: arriba los corazones. En este nuevo compendio de sabiduría editora se publica un interesante artículo del agente literario antes citado en que se radiografía en papel que les toca hoy a los editores. Se acabó el romanticismo y aquello de que editar libros tenía mucho glamur. El que no se ponga el traje de vendedor está fuera. Así como lo oyen.

Escribe (solo unos trozos) Schavelzon:

Cuando Esther Tusquets vendió Lumen a Random House, aceptó seguir dirigiéndola. Duró pocos años y se retiró, silenciosamente, como la gran dama que era. Esther dirigió una editorial que le fue entregada por su padre Magín Tusquets como un acto de amor: no sólo se la compró sino que la dejó hacer lo que quiso con ella durante décadas (y lo hizo muy bien), ocupándose él de todos los aspectos financieros y comerciales. Nunca -cuenta Esther en sus memorias- su padre le habló de rentabilidad o de cuestiones de dinero.

Random supo mantener a los autores con los que Lumen dio el gran salto y por los que la compró (Umberco Eco, Quino con Mafalda), y hasta hoy, con algunas variantes, mantuvo el «espíritu Lumen» en el catálogo. Aquella situación (Esther nunca supo utilizar una calculadora) resultaría impensable para una editora de hoy.

«Vendo mi editorial —declaró hacemenos tiempo la editora Anne-Marie Metailie al venderla a un gran grupo francés— para concentrarme en mis autores y no tener que preocuparme de los asuntos de tesorería» (Le Monde, 12 de agosto de 2009).

Acerca del acuerdo de entrada del grupo Feltrinelli en Anagrama, Jorge Herralde declaró: «Carlo es el heredero y único propietario de un grupo familiar muy fuerte, y estuvo siempre interesado, más que en comprar Anagrama, en estar en Anagrama. No vino a controlar el sello. Fue un acuerdo amistoso. Me dijo: ‘Aunque tengas solo una acción que quieras vender, yo te la compro, porqueme gusta Anagrama tal como es’. Por lo tanto, no llegó para cambiarla».

(El Mercurio, Chile, 21 de julio de 2013).

Durante los últimos treinta años, en el ámbito de la edición en castellano se ha escuchado este tipo de argumento a Jaime Salinas al vender Alfaguara, Pancho del Carril con Emecé, Popy Grijalbo con Serres, Andreu Teixidor con Destino, Enrique Folch con Paidós, y lo mismo en los casos de Crítica, Siruela, Debate, Parramón, Alianza, Taurus, Paidós, Seix Barral, Gredos y varios etcéteras.

Quienes compran —como quienes venden— lo hacen de buena fe, unos para salir y otros para hacer crecer el negocio, aun sabiendo que no será tarea fácil. Hace veinte años, escuché a JoséManuel Lara decir: «En Planeta somos geniales, en cuanto compramos una editorial por lo que publica y por cómo lo hace, la planetizamos tan rápido que luego necesitamos años y muchísimo dinero para reflotarla otra vez».

Al vender el Washington Post al dueño de Amazon, la familia Graham, propietaria durante los últimos 80 años, comunicó al personal que «todas las operaciones del diario seguirán como hasta ahora, sin ningún tipo de interrupción», asegurando la continuidad de los directivos en sus cargos.

 En la práctica se verifica que estas declaraciones son solo una fórmula de ocasión, y resulta que cuando el comprador pone en evidencia su objetivo, se le impugna su transparencia: «Me ha sorprendido un poco la falta de imaginación mostrada por el komentariat sobre la fusión de Penguin y RandomHouse [2013]. Parece que se ve solo en términos de su potencial para reducir costes…» (Mike Shatzkin).

(…)

En la práctica los accionistas, a través de la junta de gobierno y ésta vía los gestores del negocio, que casi siempre provienen del área económico-financiera, trasladan con absoluta claridad a sus equipos el objetivo fundamental: rentabilidad. Muchas veces, una rentabilidad que el negocio del libro difícilmente puede obtener.

(…)

¿Recuerdan la interpretación que hace una semana (aquí) hicimos de la reestructuración que se va a producir dentro del grupo Planeta? Pues eso.

Para leer el artículo completo pinchen en el primer “link” de este “post”. Para enterarse de qué va el mundo editorial compren la revista TRAMA & TEXTURA y los libros que publican en la colección Tipos Móviles.

Nº 17 (en este escribió la Margaret)

Ah, se me olvidaba:

¿Podría alguien dar un toque a don Jorge Herralde para que deje de repetir eso de que en Anagrama lo más importante es la coherencia del catálogo y la línea editorial?

Esto decía don Jorge en una entrevista que apareció en el último número (sep. 2013) de la revista Quimera:

P.- “Recordemos aquella negativa de Barral a publicar Cien años de soledad de García Márquez. ¿Ha experimentado una situación similar con algún libro ofrecido en primer lugar a Anagrama?”

La respuesta del señor Herralde es la siguiente:

R.- “Si lo hay, la memoria es clemente y me impide recordarlo. Lo que sí que he rechazado, con bastante frecuencia, son manuscritos que no encajaban en el catálogo de Anagrama. La calidad y la coherencia con el catálogo son mis principales criterios para publicar un libro, por lo que publicar a Dan Brown, por ejemplo, sería como una luxación aberrante. El catálogo es lo que hace que un lector se fie de la editorial y compre el libro, aunque el autor sea desconocido. y esto, que se consigue a lo largo de muchos años de trabajo, se puede perder en meses si no se sigue a rajatabla. Aunque los autores de Anagrama puedan ser heterogéneos (de Bukowski a Sebald, por ejemplo), hay una suerte de unidad subterránea que los aúna, como las islas de un archipiélago con una peana común oculta bajo el mar.”

Muy bonito, don Jorge, pero no lo repita que va la gente a pensar que está usted en Belén con los pastores.

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5 respuestas a EL NUEVO ROL DEL EDITOR en revista TRAMA & TEXTURAS

  1. anonimous dijo:

    Qué perra os dado con Anagrama, rediez…

    • Una enfermedad muy común entre los editores -sobre todo entre los que han sido ampliamente reconocidos como buenos editores- es la de creer que con su bendición pueden hacer que un libro malo se convierta en bueno. Esa es la descripción benévola de la enfermedad. Si se cuenta con crudeza de qué va esa dolencia, hay que explicar que algunos editores son capaces de aprovechar su prestigio para hacer creer al resto de mortales que un libro editado con fines púramente comerciales es la quitaesencia del arte literario. Si lo he editado yo, es bueno. ¿No? Si yo soy un gran editor… Un gran editor solo publica gandes libros… ¿No?
      Pero servidora no se ha caído de un guindo
      Margaret

  2. RIP. Y RBA cerrando colecciones rentables por no saber vender. (Libreros esperando meses la apertura de ficha de cliente) En fin… Al final seremos los outsiders y freelance los que hagamos algo.

  3. Oh, por cierto. Lo de RBA fantástica ya era una muerte anunciada, con nombres y apellidos, aquí http://www.ccyberdark.net/457/sobre-la-nueva-coleccion-de-rba/

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