Aquí, en este mismo espacio, había escrito yo una larga parrafada a modo de introducción comentando la trascendencia que para el mundo cultural en castellano tienen estos cambios en Planeta. Pero la he borrado. Me he dado cuenta que estaría haciendo exactamente lo mismo que tanto me jode de esos periodistas culturales (tipo Ignacio Echevarría) que se creen los gurús de la tribu, los depositarios del secreto de la magia blanca. Así que: a pelo. Les voy a soltar mi exégesis y ustedes se quedan con lo que les parezca. Y aquí paz y después gloria.
Punto por punto:
1º.- PLANETA. Se revitaliza el sello “Planeta”. No parecía lógico que “Planeta”, la marca que más notoriedad tiene en el mercado editorial, estuviera infrautilizada. Planeta, ante el público comprador (los perroflautas letraheridos no compran ni los libros de Luna Miguel), tiene buena imagen, está bien posicionada. Lo normal era que los autores muy vendedores estuvieran amparados bajo la marca que da nombre al grupo y, de ese modo, marca y autores se beneficiaran mutuamente.
2º.- LA PELA ES LA PELA Se asciende a Belén López Celada, hoy directora de Temas de hoy (donde llevaba 11 años) a directora de ese, de aquí en adelante, super sello llamado Planeta. Se viene con ella su mano derecha Raquel Gisbert, que tiene mucho que ver en el descubrimiento de María Dueñas (fue a Risbert a quien Lola Gulias, de la agencia literaria de Antonia Kerrigan, envía el manuscrito de El tiempo entre costuras en junio de 2008) y otros. Si Raquel le hubiera dicho a Lola que aquello de Dueñas no valía, el grupo Planeta hubiera dejado de ingresar más de 30 millones de €. También se promociona a Ramón Perelló, responsable del éxito de ventas que fue “Indignaos”, de Stephane Hessel. Se le nombra director de la recientemente adquirida (dentro del paquete Grup 62) Península. Estos ascensos significan que en el grupo Planeta se va a primar la facturación. La calidad literaria está muy bien, pero la pela es la pela.
En este ranking (aquí), que Publisher Weekly cuelga todos los años por estas fechas en su página, se puede ver que el grupo Planeta ha bajado un puesto en la lista de los más grandes grupos editoriales del mundo. A cierre de 2011 era el nº 6 y en diciembre de 2012 se coloca en el puesto 7º. La clasificación se realiza en base a los ingresos durante el año. Planeta ha incrementado sus ingresos, pero sólo un 12,7% (de 2.304 a 2.597 millones de US$). Al señor Lara no es eso lo que más la ha fastidiado. Lo peor ha sido la pasada tipo Fernando Alonso que le ha hecho Random House. Esta casa editorial ha cambiado el puesto 8º en 2011 por el 5º en 2012. Y, más duro para don Lara, ha incrementado sus ingresos en un 46,3% (de 2.274 a 3.328 millones de US$). A don José Manuel Lara Bosch y a su consejo de administración les ha tocado las narices que Random House les moje la oreja. Pero por encima de eso se han dado cuenta –de tontos ni un pelo- que las excusas de sus ejecutivos (“estamos en crisis”, “la gente en España cada día lee menos”, “La piratería hace mucho daño”…) para justificar un desempeño más bajo en ventas en algunos sectores, no tenía base real. Si Random House incrementa un 46%, nosotros no vamos a ser menos, ha dicho don Lara. Y ya saben cómo se miran las cifras en un consejo de administración de una multinacional.
Por eso el mensaje subliminal implícito en estos ascensos es claro para todos los directores del grupo Planeta : €,€,€,€,€… y más €. Esto es una empresa y el resto de argumentos pura mariconada.
En el grupo –por los pasillos- se habla también de una nueva política de incentivos para 2014 que va a dejar aún más claro cuales son los objetivos empresariales.
Al margen: Con Península (ahora con Perelló al mando) se va intentar conquistar el público de izquierdas. Es una operación parecida –en lo que a “target” se refiere- a la que Planeta va a montar con la nueva emisora La Sexta Radio (aquí).
3º.- NO SE DISGREGA EL REBAÑO DEL BUEN PASTOR. Los escritores Luz Gabás, Jorge Molins, Gonzalo Giner y María Dueñas se van a Planeta con Belén López Celada y Raquel Gisbert. Estas dos editoras han conseguido contactar –por medio de las novelas de sus autores- con el gusto de gran parte de los lectores y lo han hecho con buenos libros. Ese núcleo debe seguir unido para ser dentro del grupo el ejemplo de lo que hay que hacer, de cómo se hacen –bien- las cosas.
4º.- NARRATIVA INTERNACIONAL: HAY QUE MORDER Nombrando a Elena Ramírez (que hoy es directora de Seix Barral, puesto que mantiene) como responsable transversal (supervisando todos los sellos) para narrativa internacional no se le ha encomendado que busque más chicos como este. No. (Conste que a mí ese libro me parece genial) Lo que se le pide es que se arremangue, se quite el traje de editora neoyorquina super way y se ponga a rastrear el mercado metiéndose en el barro y buceando si hace falta en los abisales fondos de la auto edición para encontrar a la auténtica sucesora de E. L. James. No puede ser que Random House coseche éxito tras éxito en el mercado del best seller internacional (Ken Follet, 50 sombras…) y en casa Lara sé tengan que conformar con Dan Brown y para de contar.
A Elena Ramírez, de forma implícita, le han dicho que está muy bien eso de Carrasco y lo de la cripta secreta en New York donde pudo ver el manuscrito de la nueva biografía –la “definitiva”- de Salinger, pero que como se le escape el próximo Joël Dicker, su despacho se va a trasladar al tercer sótano, junto a la entrada de los baños . Y que las señoras de la limpieza –todas ellas un encanto- van a pasar a ser su equipo editorial de aquí a que se jubile.
5º.- ENSAYO Y FICCIÓN DE SEGUNDA. Ana Rosa Semprún –más mili que el Capitán Trueno- se queda con el pseudo ensayo y la narrativa de segunda. Va dirigir Espasa, Martinez Roca, Esencia y Temas de Hoy. Hay muchos lectores en España que siguen leyendo ensayo tonto, novela romántica y narrativa cutre-light. Esta última –para que nos entendamos- es la que está a medio camino entre Julia Navarro y Corín Tellado. Y luego está la novela romántica (Esencia), claro.
En la nueva organización del grupo la narrativa extranjera de calidad ( o muy vendedora) pasa los sellos Planeta o Seix Barral y el ensayo de calidad a Paidos, Ariel, Crítica o Península si es rojete. Ana Rosa Semprún se queda con el resto. El esfuerzo en promoción (€) no se hará con los libros de estos sellos, sino con los otros. Estos libros tienen otras vías más baratas de darse a conocer.
6º.- MÁS CAMBIOS POR VENIR. Aun quedan asuntos por arreglar:
¿Qué hacer con la edición en catalán? (aquí)
¿Cómo le metemos mano a Tusquets de la que no se tiene la mayoría, de momento?
Me van a permitir –y esto es una paja mental pura y dura- un ejercicio de ficción cutre-light. ¿Se imaginan una novela como El corazón helado –a mí me encantó, lo digo en serio-, de Almudena Grandes, vaciada de todo aquel rollo político/histórico y rellenada, en su lugar, de sexo, amor aún más romántico y glamour? Yo sé que Almudena antes se cortaría las venas, pero puestos a hacer dinero… ¿Nadie ha pensado que a Almudena Grandes, la autora de Las Edades de Lulú, le saldría una trilogía (al estilo 50 sombras) fabulosa que podría dar sopas con honda a la James y a Random House? Lo de los libros de la postguerra civil ya le está quedando un poco pesado a la Grandes, ¿no? Lo digo por joder a los anglosajones… Que me he levantado patriota, fíjate.
Perdón por mi perplejidad, pero estas frases que han escrito ustedes: «…Estos ascensos significan que en el grupo Planeta se va a primar la facturación. La calidad literaria está muy bien, pero la pela es la pela»…, ¿va en serio?
Caballero:
Estamos en mitad de una guerra. ¿Se cree usted que es momento para hacer bromas?
Cuando termine la conflagración le invito a unos chatos de vino y nos contamos unos chistes mientras tiramos los huesos de las aceitunas al suelo. pero ahora no me interrumpa que los francotiradores del enemigo apuntan a dar, mire usted.
Un saludo guerrillero
Margaret
No veo dónde está el chiste: si por algo se ha caracterizado el Grupo Planeta, a lo largo de toda su trayectoria, es por tener claro que se trataba de una empresa que tenía como objetivo ganar dinero (y es algo que, por lo que yo sé y a lo que esto respecta, siempre han hecho muy bien); en cuanto a la calidad literaria, digamos que nunca ha estado dentro de sus prioridades… lo que no quiere decir que sólo hayan publicado libros malos, ni mucho menos. Esto ha sido así antes y ahora, así que no veo qué tiene de extraño que se planteen esta reestructuración (a mí me parece, sobre todo, poner cierto orden entre las diferentes editoriales del grupo) con el objetivo legítimo y para nada oculto de rentabilizar aún más sus actividades editoriales.
Sólo quería comentaros que hace tiempo que me paso por aquí a leeros y quería agradecer vuestra forma de informar sobre el mundo editorial… Sé que estáis intentando depurar el blog, y espero no se me considere «quintacolumnista»… En cualquier caso como lectora silenciosa de lo que por aquí se cuece, sólo quería hacerme visible un momentín para daros las gracias.
Saludos!
A mí me gustaría saber:
-en qué sellos de Planeta abundan más los escritores negros.
-cuánto suelen cobrar por libro.
-cómo los reclutan y si para serlo, basta con ofrecerse y adjuntar un currículum.
Si alguien tiene información sobre el asunto y quiere compartirla, se lo agradecería muchísimo..
pregunta a la trinchera… cuanto carburante Grey Oil ha sido responsable de «…la pasada tipo Fernando Alonso que le ha hecho Random House…» a Planeta, precisamente en el ejercicio 2012?
Ya sabe el capo de Planeta lo que tiene que hacer… como ustedes bien apuntan, que encargue a Almudena Grandes «Las 50 pajas de Lara» con una foto bien grande de la cosica del editor en portada (C´est La Guerre!)
Es obvio si se compara con otro artículo de este mismo blog, que se refiere a Wischenbart.com, y los datos del año 2012, que la pasada de Random House se debe, en efecto, a 50 sombras.
Yo pagaría por una revista cultural con ustedes y Tongoy, entre otras flores. Lo digo en serio. Es refrescante e ilustrativo, sobre todo para los que estamos lejos de los Mercados Editoriales ™ y recibimos la información a través de los medios.
Planeta… Tiene de todo. Ese es su objetivo y creo que por lo general lo hace bien.
Y sí, yo también veo un 50 sombras de Almudena Grandes. Y veo llorar a E.L.James, que como narradora es una mojona. Grandes tiene estilo y oficio.
Excelente post. Deberíais escribir algún artículo sobre el timo de los másters y cursos de escritura que algunos supuestos ‘profesionales’ del mundo editorial utilizan para sacarse unos euros, (con los chupópteros del Hotel Kafka a la cabeza). Yo tuve la desgracia de asistir a un presunto máster de edición en la Universidad Autónoma de Madrid,dirigido (es un decir) por el ínclito Eduardo Becerra, y la mayoría de las clases se reducían a anécdotas de los profesores sobre el último escándalo del editor tal, que si el autor X era un gilipollas engreído, que si el crítico tal se dejaba comprar, etc; pero lo que se dice entrar en materia, ver cómo se editaba un libro profesionalmente, lo práctico, vamos, un caos absoluto. Después de las malas experiencias durante la carrera, (aulas masificadas, profesores que dejan las clases en manos de sus ayudantes mientras ellos se toman el café en el bar de la facultad, materiales obsoletos, bibliotecas en las que te hielas en invierno porque no hay dinero para pagar las facturas de la calefacción, pero sí para un aparcamiento nuevo), tengo claro que antes me meto a barrendero que pagar un sólo céntimo en un curso de lo que sea mientras el centro en el que se imparte esté en España.
El master de Escritura Creativa de la Universidad de Sevilla no está mal, aunque es un poco joven. Tiene asignaturas MUY buena (las de teatro, geniales) y otras no tan buenas. Pero si sigue por el camino por el que va, promete ser referente en el país.
Conozco a una de los damnificadas por el máster de la UAM, y vamos, no denuncia a la Universidad por estafa porque la justicia en este país funciona como funciona, que si no… Fijaos: cuatro ordenadores para treinta alumnos; las mayoría de las entidades colaboradoras para las prácticas que aparecían en su página web, o llevaban años sin colaborar con el máster, o directamente no tenían nada que ver con él; te prometían enseñarte cómo se publica un ePub, ¡y un señor de la Escuela Internacional de Protocolo (verídico) que no tenía nada que ver con la uni te daba clases sobre cómo programar un blog! ¡Ya puestos, que enseñe los secretos del punto de cruz, no te jode! En fin, un puto desastre. PASADLO: QUE NO VUELVAN A ENGAÑAR A NINGÚN ALUMNO MÁS.
¿Alguien sabe qué será de Minotauro?
Digo… ¿A alguien le importa?
Desde luego yo en Planeta no tendría mucho futuro (y probablemente en cualquier otra editorial tampoco).
Sinceramente dudo que hubiera publicado algo como El tiempo entre costuras, empezando por el hecho de que el título suena a culebrón de época de las cuatro y media y terminando por que el estilo de María Dueñas es un quiero y no puedo, pero oye, igual da para una serie decente (no sería la primera vez que de una novela mediocre sale una película o serie buena, de hecho adaptar una buena novela suele ser bastante complicado por que suele haber en ella un montón de cosas imposibles de trasladar al cambio de formato).
En cuanto a la James, es uno de esos fenómenos paranormales que ocurren de década en década, si aun hay gente que se rasga las vestiduras con El código da Vinci, las 50 sombras dan para un hara kiri. La tía es tan vaga que ni se ha molestado en buscar sus escenarios en el google maps (ya de haber investigado un poquito el tema de la novela, mejor ni hablamos). La buena mujer escribía fan fictions, y que éste estuviera basado en Crepúsculo ya da muchas pistas.Cuando se empezó a hablar del fenómeno 50 sombras, me pareció interesante, que algo tan poco mainstream pudiera venderse tan bien, pero en el fondo, por los comentarios que he oido, la novela no deja de ser una novela rosa de toda la vida (bastante rancia además) aderezada con unos cuantos polvos (la mayoría de ellos ni siquiera sadomaso).
El gran acierto de la novela es la portada, novelas con temática erótica-bdsm se vendían bien en estados unidos desde hace bastante tiempo, sin dar el salto a las ventas masivas, entre otras cosas por que la mayoría tenía portadas rollo porno, que no se podían sacar de casa. Aquí les plantaron portadas estandar, que podrías leer en cualquier lado y que no te daría venguenza comprar en la librería (punto a favor de quien tuvo la idea, que desde luego está claro que ha funcionado, basta ver el número de imitadores).
Y en cuanto a Joel Dicker, ya os digo yo que no van a encontrar otro fenómeno igual. Si de las dos novelas anteriores apenas me leí unas cuantas páginas en la librería para ver que tal, el libro de Dicker sí me lo he leido, y básicamente es un refrito que se lee sin complaciones y que tiene ciertas ínfulas de ir más allá del puro bestseller de entretenimiento (cosa que no consigue).
El autor tiene dos méritos nada desdeñables, primero salir guapérrimo en las fotos, como una versión algo más estilosa (cosa poco complicada, todo sea dicho) de Paolo Giordano, y que todas las reseñas sean unánimemente favorables (al menos las que yo he leido). Además él se las cree (estaba encantado de que lo compararan con Roth).
Yo me pregunto cuantos de los que han escrito artículos o reseñas positivas de la novela se la han leido realmente, porque hace aguas por todos lados. Que hayan comparado ésto con Roth, Nabokov, Franzen o Irving es de coña. Lo lógico es que las comparaciones fueran con Brown o Grisham, autores mucho más acordes con Dicker, y con los que podría ser comparado sin salir perjudicado en la comparativa.
Las reacciones a la novela son diametralmente opuestas, quienes se la compraron buscando un entretenimiento para la piscina la han disfrutado casi unánimemente, quienes picamos en la publicidad (no me creí que fuera el nuevo Phillip Roth pero sí pensé que sería un nuevo autor interesante) nos llevamos el chasco del año.
Sin embargo yo leí una crítica que le daba a la novela de Joel Dicker un cero sobre cinco, la de el ABC Cultural. La crítica de Antonio Fontana (y ole por él):
http://www.abc.es/cultura/cultural/20130702/abci-verdad-sobre-caso-joel-201307021436.html
Aleluya, porque todo lo que había leido eran críticas estupendas, y de verdad que la novela es un bluf total. Ni como bestseller piscinero funciona del todo
La editora de Temas de Hoy que pasa a Planeta se apellida Gisbert, no Risbert.
Gracias, ya lo ha cambiado.
Un saludo
Yo también me pregunto si habrá cambios en los sellos Minotauro y Timún Mas (literatura fantástica y juvenil que es una buena porción del pastel).
Te felicito Maggie por saber leer entre lineas lo que ha sucedido en Planeta.
Yo, al igual que tu, apuesto por una escritora del país para hacer la trilogia; pero en vez de Almudena voto por Anna Casanovas creo que es mucho más actual y encaja más con el público target de las «50 sombras»
¿Y qué pasa con los sellos digitales scyla, zafiro y tagus? ¿Habrá cambios también aquí?
Creo que, para escribir romántica o novela rosa, tienes en primer lugar que amar o, al menos, respetar el género. Seguro que Almudena Grandes es la primera que se echaría unas risas imaginándose escribiendo una novela rosa.
Viendo el catálogo de Esencia, no hay nada que realmente llame la atención. Como en el resto de géneros, es muy convencional y «sobre seguro». No sé hasta cuándo podrá Diana Gabaldon alargar su serie Jamie & Claire… Paranormales, eróticos -innumerables clones de 50 sombras, incluida a la autóctona Megan Maxwell… ¿Dónde está lo nuevo, lo innovador, lo distinto? Es que no me extraña que 50 sombras lo publicara Grijalbo.
Puedo mencionar media docena de estupendas novelas románticas publicadas este año en inglés que podrían interesar más, innovadoras y más realistas (Kate Noble, Courtney Milan, Victoria Morgan, Cecilia Grant…). Me parece difícil que en un sello tan tradicional como Planeta pudiera verse algo así. Pero claro, lo que publica es para asegurar superventas, y un producto más ambicioso, un poco distinto, puede no ser lo suyo.
En romántica, como en el resto de sus líneas editoriales, Planeta no se distingue precisamente por la calidad. Si pienso en novela romántica de cierta altura estilística, compruebo que, claro, no son ellos quienes las publican. Un par de ejemplos, a Laura Kinsale publica en Plaza & Janés (Random House, of course!) y la clásica Georgette Heyer, editorial Salamandra.
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