Estimado señor Rodríguez Rivero, don Manuel:
Aprovecho que la sargento Margaret tiene sesión de «coaching» fuera del cuartel para escribirle este carta, soy Daphne. Le ruego que no cuente a nadie que le he hecho llegar esta misiva; si la sargento se entera, me expulsa de la Patrulla.
En la confianza de que usted se encuentra bien, y si me lo permite, iré directa al grano, la sargento puede volver en cualquier momento. Estoy muy preocupada porque ya solo queda un sábado dentro de noviembre y usted aún no ha publicado en Babelia su tradicional artículo prenavideño sobre el Libro Guinness de los Records. Con las tablas que usted tiene supongo que no le sentó mal lo que la sargento escribió hace un año (aquí) sobre el asunto. Perdónela, en caso contrario, ya sabe la mala baba que se gasta.
He de reconocer que soy incapaz de hacerme a la idea de que comienza la campaña de navidad -mejor época del año para la venta de libros- si no leo lo suyo sobre el Guinness. Me pasa como a muchos taurinos, que sin el artículo en la última de EL PAÍS de Manuel Vicent -aunque sea en contra- no son conscientes de que la Feria de San Isidro ha llegado. Sin sus habituales chascarrillos [2010 (aquí); 2011 (aquí); 2012 (aquí); 2013 (aquí)] sobre la actualización anual de Libro de los Records que siempre por estas fechas y amablemente le hace llegar Planeta, su editorial amiga, yo no me siento en temporada. Su artículo es como el anuncio de El Corte Inglés para la estación que precede al verano: «Ya es primavera en el Corte Inglés».
Gracias a lo del Guiness me hice adicta a su colaboración semanal en Babelia, a su «Sillón de orejas«. La sargento critica su trabajo periodístico, pero yo, aunque en secreto, debo reconocer que sus escritos me hacen bien, son como un bálsamo. La sargento dice que es una vergüenza que usted no aproveche la única columna de la prensa escrita dedicada al tema editorial para denunciar la impostura en el mundillo de los libros. La sargento opina que es un descaro por su parte que bajo críticas facilonas a los políticos hoy en el poder esconda usted su connivencia con los tramposos que mandan en el mundo editorial. Yo creo que la sal y la pimienta son necesarias, pero de vez en cuando un dulce también apetece. ¿No le parece? Leerle todos los sábados me lleva a creer por unos minutos que el panorama editorial en España no está tan mal; me ayuda a sobrellevar la miseria editorial en la que nadamos. Tengo una amiga que con poco más de 500 € de salario tiene que pagar el alquiler y alimentar a dos hijos. La pobre vive agobiada y le cuesta horrores llegar a fin de mes. Pues dentro de esa precariedad, mi amiga, todas las semanas, encuentra dos euros para comprar el HOLA. El HOLA, sí. Según ella, los cotilleos sobre la realeza y los actores de Hollywood; los reportajes sobre sus grandes y lujosas mansiones y las fotos de países exóticos y maravillosos le permiten evadirse de su puñetera y puteada realidad, le ayudan a relajarse durante treinta minutos y a imaginarse viviendo, por ejemplo, en la mansión que George Clooney tiene junto al lago Como, en Italia. Pues eso me pasa a mí con sus artículos, don Manuel. Siga así, no me quite mi buen rato de los sábados.
Le ruego por todo ello que el próximo sábado vuelva usted a hacer chistes ingeniosos -aunque sean los mismos que todos los años- sobre el Libro de los records. Su trabajo es encomiable, es mejor que el Valium y que el Lexatin. Y, por supuesto, más sano.
Sin otro partículas se despide atentamente
Daphne Salvación

Gracias, Daphne, por desempolvar el artículo del año pasado de Ignacio Sotelo -hay que ver qué de cosas, incluso peores de las que ya le habían pasado, le pueden ocurrir a un periódico en solo doce meses-, esa montañita de verdades como puños que, a pesar de que nos las sabemos todas, ignoramos qué carallo hacer con ellas. De Rodríguez Rivero -y no, no es esnobismo- no sabía una palabra, de lo que deduzco, a la vista del morro con que insiste en su necedad, que nací con instinto para huir de lo que, aparentando ser alimento, es basura que puede conducirnos a la tumba. Qué alentador resultaría, Patrulla, que alguien, uno al menos y en el ámbito que fuera, están todos podridos, se suicidara al dejársele con el culo al aire en mitad del ágora. Lo sé, soy una romántica de mierda…
Sembrada, Daphne. No bajes la guardia, sigue así.
No te equivoques, la campaña de navidad ha empezado hoy: publireportaje en el babelia a vuestro adorado Muñoz Tostón Molina, multipropietario a costa del Instituto Cervantes y otras meritocracias. Su parienta tampoco es manca en escribir consejos morales y hacer caja. Dirigir un centro de cultura den New Yolk, nombrado a dedo y con un inglés de almendralejo, solo en este país. No fue el único, véase los youtubes de Eduardo Lago, en coloquio con Auster, o de Vicentito Luis Mora.
Ahora, Tostoncete Molina, nos cuenta lo de Luther King, en plan Delillo remix con Philiph Roth y yo ficcional a lo Coetzee. Quillo, no dejes tantas pistas, que igual te cae el Nobel y nos tenemos que comprar otro estudio en Hyde Park. Más gastos a declarar, uff.
¡Aaaaag… Elvirita! Medio lo vi y escapé fuyendo, calla, calla, déjame un finde en paz.
Pregunta: ¿quién carajo es el tal Rodríguez Rivero del que todo el mundo habla, unos bien, otros mal y otros muy mal?
Me temo a mí misma los fines de semana, sargento, en particular, los domingos por la tarde, pero a lo mejor el material sirve, no para pensar, pero para distraerse… ¿Habéis observado que Cercas y M. Molina se han hecho teóricos del género novela? Sí, cony… De vosotras, patrulleras, indagaría a ver si es que acuden a la misma pasantía, o se trata de querer hacer encajar sus novelas, me refiero a las últimas -no sé cuáles son, pero ellos mismos informan-, y a ver por qué esa labor de encaje si quedamos en que el género novela es multiforme, proteico y tal y tal, ¿o no? Fue leerlos y pensar -porque a ver a qué vienen todas esas justificaciones-: excusatio non petita, accusatio manifesta, es decir, que se muestran libres de pudor, pero ambos, y además el académico nos mira mal desde una sillón-tumbona de la biblioteca de su casa. En cuanto a Cercas en particular, juraría que ayer, en un artículo del día 17, aquí -líneas abajo-, decía siglo XVIII a secas, que fue cuando me dije, visto ese siglo en el contexto español, ¿novela española en el XVIII, rediós?, y me obligué a repasarlo. Pero hoy aparece ya subsanado el errorcillo, debe de ser que alguien le dio un codazo y la corrección saltó inmediata al diario, y a ver quién me cree ahora, pero allá vos, ¿vale? Decía/dice: «Hay un modelo de novela más abierto, menos rígido y geométrico y más plural; también más antiguo: en rigor, es el modelo acuñado por Cervantes y seguido por (los grandes novelistas ingleses y franceses d) el siglo XVIII, en realidad por toda o casi toda la gran novela europea anterior al XIX». Aaaaah, eso es otra cosa, chato. En fin, por qué será que adoro a los cantantes que se limitan a cantar de PM sin disertar sobre lo suyo, que para eso ya están Rico y los demás.
Guinness es con dos enes y con dos eses
Ha no perderse esta nota: Diana Zaforteza te explica cómo no aprender a ser editor:
http://economia.elpais.com/economia/2014/11/21/actualidad/1416598405_619425.html
Me meo con la notici a. El PP le da el Cervantes al «valiente» azote de la derecha Don Juan Goytisolo y el tío va y lo acepta. Me voy a hacer de izquierda a ver si Rajoy me da algo a mí también.
Pingback: MIÉNTEME, PINOCHO, MIÉNTEME (Patrulla de salvación) | Libréame
No tiene nada que ver, lo sé, pero NECESITO, sabias damas, saber cuál es vuestra opinión de esta (nueva) petarda:
http://www.playgroundmag.net/articulos/entrevistas/poeta-convirtio-estrella-rock_0_1432056783.html
Sí, es otra niñata de 20 años que se cree poeta. Otra más.
No la he leído, por supuesto.
Maggie
Ada, no soy sabia dama, pero patrullo, Elvira Sastre, sí… ¡Acabo de leerla y quién iba a decirlo! Digo el que considere sus referentes a García Montero y a Benjamín Prado… Porque qué bonita la Égloga de los dos rascacielos, ¿la recordáis? Los primeros versos, sin ir a los últimos siquiera.. Tan… tan garcilasianos, Mariano. Decían… Hmmm… Sí, eso es: Lamentaban dos dulces rascacielos/ la morena razón de su desgracia/ bajo el sol del invierno. Mi ciudad/ escuchaba en su voz la ineficacia/ de un amor que vencido por los celos/ otorga duelo y quita libertad… etc., etc. Sublime Luis y niña en buen camino, sin duda, qué es poesía dices… ¡Hala, Ada, hala!
“Su libro es un asco: queremos publicarlo”. Sirve de título a una noticia de eldiario.es que acaba de entrar en el correo: «La editorial Libros del Asteroide lanza Los libros en The New Yorker, una selección de viñetas sarcásticas sobre la industria editorial publicadas por la revista norteamericana en sus casi cien años de historia. Los dibujos ironizan sobre los comportamientos de autores, editores, lectores y libreros». Disculpad que deje el enlace ahora -solo para los que están subscritos, en unas horas, para todo el mundo-, pero mañana lo habría olvidado.
http://www.eldiario.es/cultura/libros/libro-asco-Queremos-publicarlo_0_327917939.html?utm_source=SOCIOS+por+provincias&utm_campaign=2fbbe29198-Adelanto_socios_17_3_2013&utm_medium=email&utm_term=0_99f4043d51-2fbbe29198-55382493