Dicen en la página del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (aquí) lo siguiente sobre el Premio Nacional de Periodismo Cultural:
Con este premio se trata de reconocer la labor de profesionales del periodismo y de instituciones que, bien con sus obras, o bien a través de su participación activa en diversos ámbitos de la creación artística o literaria, fomentan las actividades culturales contribuyendo con ello al enriquecimiento del patrimonio cultural de España. Para reconocer esta labor se ha creado este premio, que tendrá en cuenta la dimensión plurilingüe y pluricultural del estado, por lo que podrán ser seleccionados los informadores culturales españoles, sea cual sea la lengua o lenguas utilizadas en el desarrollo de su labor.
El ganador –que conoceremos en los próximos días- se lleva los 20.000 € que no ha querido Javier Marías. Como se dice por ahí que Blanca Berasategui (directora de EL CULTURAL) suena mucho en las quinielas, nosotras vamos a proponer candidatos que están al mismo nivel (peor es difícil) que la amiga Blanca.
–Care Santos por sus implacables y despiadadas reseñas (aquí), porque contribuye al enriquecimiento del patrimonio cultural de España.
–Javier Rodriguez Marcos por (esto) [nosotras dijimos algo (aquí)], porque fomenta las actividades culturales.
–Nuria Azancot por la pedazo de entrevista que le hizo a Anfibia Pequeño (aquí), porque contribuye al enriquecimiento del patrimonio cultural de España.
–Anfibia Pequeño por esa gran idea que tuvo al parir ALEVOSÍA (aquí), porque fomenta las actividades culturales.
–Elsa Punset, Alejandra Vallejo-Nájera y Laura Rojas-Marcos (ex aequo) por –en tiempos de crisis- señalar nuevos horizontes a la empresa familiar española (aquí) al tiempo que contribuyen al enriquecimiento del patrimonio cultural de España.
–Eva Orue que nos copia sin citarnos (aquí), porque contribuye al enriquecimiento del patrimonio cultural de España. [Eva, reina, lo de la portada fantasma del libro de Jordi Sevilla, lo sacamos nosotras (aquí) hace más de un mes.]
–Ignacio Echevarría por (esto), porque fomenta las actividades culturales.
–Juan Luis Cebrián por (esto) y por (esto), porque contribuye al enriquecimiento del patrimonio cultural de España.
OTRA COSA
No se pierdan el trabajo de Javier Coria en su blog: PORTADAS CLONADAS (aquí)
Si tú crees que así se consigue algo, adelante.
Por mi parte, esto ha sido todo.
Chals Bodeler dice que «los premios académicos, los
premios a la virtud, las condecoraciones, todos estos inventos del diablo, fomentan la
hipocresía y frenan los impulsos espontáneos de un corazón libre (…) En un premio oficial
hay algo que hiere al hombre y a la humanidad y ofusca el pudor de la virtud. Por lo que a
mí se refiere nunca sería amigo de un hombre que hubiera ganado un premio a la virtud;
tendría miedo de encontrar en él un tirano implacable» o, sobre lo mismo, Trapiello dice que «los premios del Estado (nacionales, de las letras o el mismo Cervantes) no son injustos porque no se hayan concedido a éste o al otro, o porque lleguen tarde (como ha declarado Boadella o, creo recordar, hace tiempo, el mismo Torrente Ballester, a los que seguramente asistía la razón y una buena dosis de vanidad). Lo son, sencillamente, por naturaleza. El Estado tiene por cometido regular el comportamiento de todas las personas que lo integran y amparar sus necesidades por igual. Eso es un Estado democrático. Vemos lógico que el Estado construya carreteras para todo el mundo y que en la Seguridad Social se atienda a quien lo solicita, sin discriminación. Nos parecería una aberración que el Estado, por ejemplo, decidiera sobre quiénes pueden hacer uso de la autovía y quiénes están condenados a transitar las carreteras comarcales de por vida o a no salir de casa. En cierto modo eso es un premio: la capacidad de poner a alguien en una autopista.»
Después de ver su blog, el premio se lo daría a Javier Coria, por ilustrar la falta de vergüenza, de profesionalidad o, simplemente, de escrúpulos (en el sentido de que seguramente le encargan buscar las ilustraciones de las portadas a los becarios/as que salgan más baratitos… si aún no tienen que pagar ellos por trabajar), de la industria editorial patria.
Vamos a ver ¡ni aunque sean becarios! Que le digo yo a un crío de trece años que me busque en internet una portada molona para un libro y me elige una que está ya más vista que el tebeo y voy y le llamo al chaval «manta» y me quedo tan ancho.
Yo propongo ya directamente, y así acabamos de una vez de especular a tontas y a locas con las mil y una posibilidades del diseño, que todas las portadas de todas las novelas sean el cuadro, ese, de Dalí, en el que aparece una mujer, de espaldas, asomada a una ventana. Y, para los ensayos, mi sugerencia es el bisontuco de Altamira que tiene que tener caducados ya los derechos de autor.
Abrazos!
Hola otra vez y perdón por ser tan plasta; pero acabo de ver que el premio éste del Periodismo cultural se lo han concedido…tatatachán … al afamado Juan Cruz, cómo no. Éste se os había olvidao, ¿eh? Y mira que tampoco tiene desperdicio, el payo…
Si es que era de esperar, ¿no veis que Juanito Cruz, el muchacho, tiene un largo futuro por delante? Hay que estimularlo con un premio. Para eso están lo premios, para animar a profesionales emergentes, como Juan Cruz o Javier Marías.
El mundo cultural apesta a humedad de cerrado que está.
Saludos.
Estas cosas lleva una temporada larga apestando a Cultura de la Transición en vena. Viva la juventud y ayudar a los que empiezan.