La cantera
Cuidar de la cantera es algo digno de elogio. Además, apostar con constancia y coherencia por los nuevos valores suele dar, en el futuro, alegrías y buenos rendimientos. El mejor ejemplo es el F. C. Barcelona. El club de la ciudad condal lleva muchos años, a través de la escuela de futbol que llaman La Masía, apoyando el fútbol de base. De esa cantera han salido grandes figuras aún en activo como: Xavi, Iniesta, Piqué, Busquets, Valdés, Cesc Fábregas Puyol, Pedro, Bojan, Thiago, Reina, y grandes jugadores de generaciones anteriores como: Carrasco, Calderé, Ferrer, Luis Milla, Amor, Guardiola, De la Peña, Sergi o Gerard. El mismísimo Messi es fruto de la cantera del club azulgrana, ya que llegó al club, procedente de Argentina, cuando tenía solo 13 años. Del trabajo de este criadero (y perdón) de buenos jugadores se ha beneficiado el Barça, claro, pero también la selección española, pues en el equipo que ganó la última copa del mundo había 9 jugadores de esta procedencia, de los cuales 7 fueron titulares de forma habitual.
El caballo
En 2003, Mondadori intentó crear su Masía literaria. La llamó Caballo de Troya y puso a su mando al inefable Constantino Bértolo. La idea consistía en tener un conjunto filial que nutriera de escritores al primer equipo. Buena idea. Pero ya en la presentación del nuevo sello (aquí) se dijeron tonterías como:
“Caballo de Troya”, según Claudio López Lamadrid, «surge como un sello editorial con espíritu y estrategia editorial independiente dentro de un gran grupo».
Si es que cuando las cosas nacen así… Vamos a ver: si es independiente, no puede pertenecer a un gran grupo. Y si pertenece a una multinacional, entonces, querido Claudio, no es independiente. Que parece que hay que explicártelo todo desde el principio. A ver, Claudio, repite conmigo: La “b” con la “a”, “ba”. 2+2 = 4. Si hay que ponerse a este nivel, nos ponemos. Lo que haga falta ¿eh?
Cuando en los años 80’s, en pleno apogeo de la movida madrileña, salieron a la luz sellos discográficos independientes como DRO, Grabaciones Accidentales y Tres Cipreses, hubo una casa de discos, Hispavox, que lanzo su sello independiente dentro del gran grupo (como la ideal feliz de López Lamadrid). Se llamó, aquel engendro, Flush Records. Sacó dos singles de Radio Futura, cuatro cosas más, y nunca más se supo. Hispavox terminó siendo absorbida por EMI.
Eso es lo que pasa en España, que no tenemos memoria. O no la queremos tener.
El Bértolo
Constantino Bértolo (Lugo, 1946) lleva 16 años viviendo (de las rentas) de que fue el descubridor de Ray Loriga. No ha conseguido, como editor, lanzar a nadie más. Bueno, perdón, sí encontró otro diamante en bruto: Elvira Navarro. Pero esto mejor que quede entre ustedes y yo. ¿No les parece?
Bértolo, mejor que nadie en este país, sabe que esta última generación de nuevos escritores es yerma. (Me ha quedado bien esto de “yerma”, ¿eh?) Recibe más de 400 manuscritos al año y ha podido comprobar la ínfima calidad de lo que escriben los que hoy tienen, en España y Latinoamérica, entre 25 y 40 años.
En 2008, en un reportaje (aquí) sobre jóvenes escritores españoles en el diario Público, Bertoldo lo dijo alto y claro:
«Quizá no hay que darle muchas vueltas y simplemente es que no hay autores jóvenes buenos», admite Luis Solano, editor de Libros del Asteroide. Bértolo también opina que «es un momento en el que hay muchos con ganas de escribir, pero nadie parece tener nada que decir».
En privado, Constantino es aún más claro.
Sigo, si me lo permiten, con el símil futbolístico: cuando un niño con mucho entusiasmo, pero con un defecto físico en las piernas, se presenta a hacer las pruebas para ingresar en los equipos infantiles de un club de fútbol, los entrenadores, con todo el dolor de su corazón, le piden que busque otra actividad para su tiempo libre. Lo mismo, Constantino, hay que hacer con estos chicos literariamente incapaces que aspiran a ser escritores. Yo sé que rechazas mucho (aquí; ver primero y segundo comentario). También sé que, dentro del grupo editorial, te ha tocado bailar con la más fea. Pero lo que no puedes hacer, querido Constantino, es justificar tu salario llenando la mesa de novedades de libros de escritores infumables que no son buenos, ni prometen serlo, -y tú lo sabes-, sino que son solo los menos malos.
Querido Constantino: si no hay, no hay. Y si no hay, pues no se publica. ¿Lo coges?
Pero Bértolo es perro viejo y sabe nadar y guardar la ropa. Les copio una frase entresacada de una entrevista en Literaturas.com en la que Bértolo deja claro (aquí) que conoce lo que debe hacer para sobrevivir en el mundo editorial:
Repito que personalmente creo en la responsabilidad cultural del editor pero también sé que en estos momentos que alguien diga de un editor que es un editor responsable culturalmente hablando, es anunciar su próximo pase a las listas del paro.
Quien crea que estamos sacando la frase de contexto, que pinche en el enlace y se lea toda la entrevista.
Constantino: soy mayor que tú y por eso te voy a dar un consejo. En la vida hay que intentar actuar de forma coherente con las ideas y principios que uno tiene, eso lo sabes. Pero si pasado el tiempo, y debido a las circunstancias que sean, no conseguimos acercarnos ni un poco a ese ideal de coherencia, lo recomendable es, al menos, mantener la boca cerrada.
El resultado
El proyecto Caballo de Troya ha fracasado. Cifras: 8 años, más de 1.500 manuscritos recibidos, más de 60 libros publicados, más de 50 autores editados. Resultado: 2 escritores.
Desde que en el año 2004 abrió sus puertas, Caballo de Troya solo ha sacado adelante dos escritores. Solo dos. Constantino suele hablar de Mario Levrero, pero cuando en 2007 publicó en la cuadra de Bértolo, el autor uruguayo tenía ya más de 20 libros publicados y llevaba, de hecho, tres años muerto. No era esa, creo, la idea con la que se fundó esta escuela de escritores noveles. Digo yo.
Cuando hablo de solo dos escritores, me estoy refiriendo a Marta Sanz, que hoy publica con Anagrama y a Milo J. Krmpotic que saca libro estos días en Seix Barral . [Inciso: no han podido ustedes ver, claro, cómo me temblaban las manos cuando tuve que escribir este último nombre. Este señor, como subdirector de Qué Leer, ha hecho muy poco por la crítica literaria en castellano, pero hay que reconocer que como narrador no es malo.]
Les voy a copiar aquí seguido algunos nombres de autores editados en Caballo de Troya hasta finales de 2010 (los de 2011 y 2012 los vamos a dejar, aún no les ha dado tiempo a demostrar si valen o no) y ustedes me dirán:
Javier Pascual Ramírez, Ángeles Valdés-Bango, Iosi Havilio, Santiago Alba Rico, Fernando San Basilio, Roberto Enriquez, Elisa Iglesias, Ramón Lluis Bande, Coradino Vega, Carlos Blanco Aguinaga, Víctor Moreno, Mónica Gutiérrez Sancho, Elvira Navarro, Julian Rodríguez, Rafa Russo, Lucía Puenzo, Aurora Venturini, Alberto Lema, Sergio Bizzio, Antonio Doñate, Francesc Serés Gillén, Peio H. Riaño, Natalia Carrero, Alberto Lema, Marcelo Lillo, Damián Tabarovsky, Mercedes Cebrian, Suso Mourelo, Isabel Blare, Teresa Aranguren.
Hay algunos que suenan, ¿verdad?: Damián Tabarovsky: que fue derrotado hace muchos años. Julián Rodríguez: que como editor no es malo (aunque no le perdonamos esto), pero ¿cómo escritor? Lucía Puenzo; que es correcta como cineasta, pero ¿cómo escritora? Y Elvira Navarro; sobre la que prefiero no comentar.
Más de 60 libros durante ocho años para solo dos escritores. Es decir: un fracaso.
La solución
Se ha intentado. La idea no era del todo mala. Pero, por desgracia, no había materia prima de calidad. Por ello –y aprovechando la jubilación de Bértolo- lo mejor es cerrar el sello. ¿Qué hacer con el nombre? Muy fácil, se puede utilizar para una nueva colección de libros de autoayuda, que se venden mucho. Ya estoy viendo el eslogan: “Libros Caballo de Troya, la chispa de la vida.” ¿Original, eh? Os lo regalo.
Querido Claudio: por este trabajo (análisis + diagnóstico + solución), cualquier asesor de comunicación te hubiera cobrado una pasta, yo te lo entrego gratis. Lo hago, ya sabes, por el buen nombre de la Literatura.
Ah, se me olvidaba. Os recomiendo que en la bandeja de plata que vais a regalar a Constantino grabéis lo siguiente: “Para el descubridor de Ray Loriga. Tus compañeros y amigos”. Le va a encantar, ya verás.
De nada.
Para todos los demás editores: Les recomiendo esperar a que los chicos que hoy tienen 15 años empiecen a escribir para volver a intentar una aventura como esta de Caballo de Troya. Hasta dentro de diez años no hay nada que hacer. Con estos de hoy en día, es inútil.
Duele, duele, duele…
Sargento Margaret: Me descubro ante ti. Esto sí que es luchar por la literatura.
De los que mencionas sólo he leído a Marta Sanz (coincido contigo), a Milo (ídem, me refiero a que su novela me gustó), a Navarro (no estoy de acuerdo contigo) y a Serés (su «Materia Prima» que le publicó Bértolo es muy buena). Creo que Sanz y Serés son geniales.
Sargento, yo añadiría al menos dos nombres más: Mercedes Cebrián y Francesc Séres (de este último solo he leído sus cuentos; en cuanto a sus novelas no me pronuncio). Fernando San Basilio no es mal narrador, veremos en qué para.
Saludos.
Mercedes Cebrián? Por favor, Carlos.
San Basilio tiene gracia, pero su segunda novela no marca diferencia (en cuanto a calidad) con la primera. Veremos, como tú dices.
Un saludo
La sargento
«No marca diferencia (en cuanto a calidad) con la primera» ¿qué tipo de argumento crítico es? Lo mismo podrían decir las actrices que trabajan con Nacho Vidal después de un día de rodaje para significar algo muy distinto de lo que tú pretendes decir.
Me da la impresión de que incurres en ese típico defecto del reseñista rancio al que sueles criticar y que consiste en afear a un escritor que no «despegue» dando por hecho que la primera novela juega con ventaja porque cifra toda una experiencia autobiográfica difícil de sostener después en un universo literario propio.
En el caso de San Basilio, ese argumento es especialmente desacertado porque su visión del mundo y de la literatura opera en sentido contrario: su reto es, me parece, el de moverse siempre en torno a un vacío revestido de sórdida normalidad. Remeda así, con una aparente y premeditada inmolación artística, el modelo de «El Lazarillo» de la única forma legítima: sin que se note, ocultando (sin las pretenciosidades de la autoficción) la muleta del artificio. Por eso, una lectura -y creo que te concedo demasiado- superficial como la tuya solo ve «gracia» donde hay más dosis de crítica, amargura y añagazas para salvar el pellejo.
Deberías leerlo.
Por cierto, creo que los «Cuentos de los 90» de L. Magrinyá salieron en Caballo de Troya.
Saludos
Sargento, me sorprende que el parámetro que utilice para juzgar la calidad de un escritor sea si ha publicado en grandes sellos. A Milo Kr*·Ç’#k no lo he leído, así que no puedo decir nada, pero a Marta Sanz sí, y me parece que tiene poca calidad literaria, incluso dentro de la novela negra (me quedo con Aparicio-Belmonte, Fallarás, Silva y tantos más). Pero hay otros autores de Caballo de Troya que son, a mi humilde entender, buenos escritores. Me refiero a Fernando San Basilio, Isabel Blare, Aurora Venturini, Coradino Vega, Roberto Enríquez. Que ellos no hayan «ascendido» a Mondadori (como sí lo hicieron Elvira Navarro, Lolita Bosch, Julián Rodríguez o Mercedes Cebrián) no significa necesariamente que sean malos escritores, sino que demuestra el pésimo gusto literario (y nulo olfato comercial, encima, todo hay que decirlo) de los editores de Mondadori. Si no lo ha hecho, la invito cordialmente a leer a los autores que menciono. Quizás se lleve una agradable sorpresa. Siempre suyo.
Aurora Venturini (que tiene como noventa años) es una auténtica maravilla. Si no la han leído, la recomiendo calurosamente. Iosi Havilio es muy bueno también. Sergio Bizzio ya ha probado largamente su valía como escritor y dramaturgo en Argentina. Claro: ése es el problema. Estos tres ya estaban descubiertos en Argentina. Pero ya se sabe: así como España descubrió la novela negra décadas más tarde que Borges y Casares, de la misma manera en España «descubren» lo que ya estaba en otros parajes más periféricos y por lo tanto despreciables.
Coincido con lo de Venturini, olvidé que también era Caballo de Troya. Las primas es la mejor novela que han editado allí.
Amigo José Luis:
Las primas no es una buena novela. Las primas, de Venturini, está mal escrita. Y no me refiero solo a la ausencia de puntuación, que ya de por sí tiene guasa. Meter en 190 páginas a cuatro mujeres monstruosas es echar mano del mismo recurso que se puso de moda hace unos años en Holliwood donde, si te acuerdas hubo una época en que los oscars al mejor actor los ganaban siempre los que representaban a retrasados (Rain Man, Forrest gump…). Además –ya que estoy- me parece de una cara dura tremenda recurrir a la frase que da inicio a Ana Karenina (aquello de que “Todas las familias felices se parecen…”) para promocionar la novela. Ya quisiera la gaucha parecerse a Tolstoi un poquito los viernes por la tarde. Te cuento, por si no lo sabes, cual fue la cadena de despropósitos que llevó a que esta novela se publicase en España, en Caballo de Troya: 1.- La señora Venturini gana en 2007 el premio Pagina 12 de novela, pero no por su calidad sino porque fue amiga de Sartre en París y sobre todo –nos ponemos de rodillas antes de escribirlo- de santa Evita Perón. 2.- Unas semanas después el gran, el infalible Vila Matas –no nos hemos levantado, seguimos postradas, por supuesto- publica un artículo elogiándola en EL PAÍS. 3.- Bértolo lee dicho artículo y decide publicarla. Sin Evita, sin Sartre y sin Vila Matas, no estaríamos ahora tú y yo discutiendo de esta respetable, por otro lado, señora.
“Nosotros, Los Caserta”, el otro libro de Venturini en Caballo de Troya es bastante malo.
En cuanto a Francesc Seres, los cuentos de “Materia Prima” (lo que publicó en Caballo de Troya) me parecen irrelevantes. De Seres solo me han hecho gracia algunos de los relatos (no todos) de Cuentos rusos. Me pareció ingenioso aquello de los autores ficticios, vaya.
Pero, claro, esto no es más que mi modestísima opinión.
Un abrazo
La sargento Margaret
jlacart:
Te remito a la respuesta que he dado, aquí más abajo, a José Luis Amores
Un saludo
Gracias por pasarte
La sargento
Sinceramente, tus comentarios sobre Aurora Venturini son tan desgraciados, prejuiciosos e ignorantes que ya no podemos hablar de gustos literarios diferentes entre tú y yo, sino de dos visiones opuestas del mundo. Y tengo que decírtelo: dices defender el libro, pero páginas como estas no hacen más que hundirlo.
jlcart, Iosi Havilio tuvo una buena primera novela (tampoco nada deslumbrante). La segunda, Estocolmo, es desastrosa.
Sí, quizás exageré con Iosi.
Autores prometedores que ha publicado Caballo de Troya los últimos años (a bote pronto): Iosi Havilio, Carlos Ardohain, Luis Velasco Blake, Conradino Vega, Fernando San Basilio, Roberto Enríquez… Un buen número de ellos latinoamericanos que, si no es por ese sello, jamás habrían llegado aquí. Muy mal, muy mal, señoras sargentos.
Estimado José:
Ardohaín me gustó y de hecho lo reseñe aquí creo que en septiembre. Pero no he querido hablar de los autores publicados por Caballo de Troya en 2011 y 2012 porque no me parecía serio. Hay que darles aún un margen de tiempo.
UN abrazo
La Margaritatata
Sargento, muy de acuerdo.
Por lo que sé, el primer criterio de publicación en Troya es el amiguismo/conocidísmo.
En Troya, entran los caballos de las cuadras amigas, si es para tomar un gin-kas, mejor.
Segundo: con ese papel y esas portadas, para que yo pague 15 o 20 euros me tienen que apuntar con una pistola (si lo hace un ciego, mejor).
Tercero: buen intento lo del Kromptic. Que publica en Seix Barral? Ah, ahora eso va a ser criterio de calidad. Ahi publica Vicentito Luis Góngora de la Mora. Alguien ha leido a alguno de estos dos? El criterio de publicación es a voleo, pero no al azar precisamente. El azar está muy condicionado. Si se convirtió en superventas las historias de un ratón (Firmin), igual la gente (niños y juventú española…) se lanza ahora a leer la vida y milagros de una gárgola. Todo puede ser. Y empieza a crearse una tendencia: novelas de triglifos.
Cuarto: le pediría que argumentase algo más lo de «descubridor de Loriga». A estas alturas de la película, es como si me dice «descubridor del cuñao de Loriga, Benjamin Prado». Alguien lee a estos traductores ppopulares del fraseado popular de las letras de Bob Dylan y las películas de cine negro mal dobladas».
-Eh, tío. Deberias desaparecer de ti mismo.
-La vida se está convirtiendo en un hormiguero sin espíritu, lo peor de todo son las tormentas con aparato eléctrico…
Etc. Etc.
Sigo manteniendo que escritores/autores más o menos jóvenes los hay. Claro que hay que mirar más allá del círculo de aduladores habitual. Autor entiendo a alguien con mundo propio. Y claro, esa gente, normalmente, no se dedican a adular a los cuatro gatos del grupo Timadori/soy super guay/tao lin.
Además, se está cultivando en las editoriales una línea friki-suicida cíclica: tipo Trilobites. A ser posible, autores americanos, desaparecidos en combate, que prometian mucho, etc.
El mayor problema para las editoriales patrias, es que los autores/lolitas españoles se empeñan en NO morir jóvenes, a ser posible dejando detrás unos folios mecanografiados en desorden.
Este párrafo merece ser repetido:
Sigo manteniendo que escritores/autores más o menos jóvenes los hay. Claro que hay que mirar más allá del círculo de aduladores habitual. Autor entiendo a alguien con mundo propio. Y claro, esa gente, normalmente, no se dedican a adular a los cuatro gatos del grupo Timadori/soy super guay/tao lin.
Quizás Serés tiene poca cosa traducida, pero en catalán tiene una carrera solidísima.
Querido allau:
Te remito a la respuesta(en lo referiso a Seres) que he dado un poco más arriba a José Luis Amores.
Un abrazo
La Margaret
Coincido también con lo de Aurora Venturini. Y lo de Francesc Serés es otro olvido imperdonable, ya que se trata de uno de los (pocos) mejores escritores catalanes actuales.
Te remito, querido Oscar, a la respuesta que he publicado un poco más arriba al comentario de José Luis Amores.
Es solo mi opinión, la de una pobre viejecita.
Un saludo
La Maggie Mae
Qué atrevida es la ignorancia.
Es una lista pretenciosa. No puedes aplaudir a Marta Sanz y olvidar a Serés. Se nota que no lo has leído. Los demás, es verdad, no tienen calidad, excepto -de nuevo imperdonable- Julián Rodríguez, de lo poco interesante entre los «jóvenes», y creo que tampoco lo has leído.
Lo que Julián ha publicado (como escritor) es bastante deficiente. Pero le ayuda (a la hora de publicar) el hecho de ser editor (Periférica)
Un abrazo
La sargetttttooooo
Creo que has juzgado, Margaret, la parte por el todo. Nos falta perspectiva histórica para caracterizar con corrección la literatura de nuestro tiempo. Si juzgásemos el primer tercio del siglo XX por autores como Benavente, Echegaray, Palacio Valdés o Fernández Flórez, el resultado sería desastroso, ¿no crees?
A mi me da -una mera intuición- que a toda esta nueva hornada de escritores jóvenes, y no hablo de los de «Caballo de Troya», hablo en general, les FALTA BURDEL. Eso es, les falta burdel y les sobran superhéroes. Y a ellas tampoco les vendría mal un par de temporadas de verano en Ibiza (o incluso en Benidorm) repartiendo flyers y acostándose todas las noches a las tantas.
Eso a priori, pero… ¿y si los nuevos lectores, los llamados en el futuro a mantener vivo el tinglado este de las letras, les pasara que prefirieran también ponerse a hablar con un amigo gordo de los nuevos superpoderes de «lobezno» antes que cortejar a una mulata. En ese caso los que le estariáis poniendo poniendo puertas al campo seriáis las de la patrulla ¿no?.
¡Qué no, joder, qué es broma! Yo, de momento, pienso volver a leerme al Malaparte (aprovechando la reedición) y seguir bebiéndome todos los whiskies que hagan falta en la mejor compañía posible. 😉
Umm, no se yo si estoy muy de acuerdo con esto. El número de escritores que a lo largo de la historia no se molestaron en cortejar a una mulata (o a un mulato, ya puestos) y que aun así han dejado una obra excelente para la historia es bastante abundante. Así que los nuevos hábitos sociales, no me parecen una excusa para la falta de calidad
José, es verdad, con lo de «cortejar» me he puesto moña perdido. Me refería, claro, a acostarse con la señorita. Y evidentemente a mi lo de «follar» (aunque sea pagando) no me parece un hábito social. Y sí, en cambio, lo de hablar de superhéroes y neutrinos alpha (que no existen), con otro gordito furunculero, a través de la webcam. Algo que lo quieras o no termina por agilipollarte. De ley. Abrazos 😉
Como no me deja responderte Julián (supongo que para no eternizar respuestas y más respuestas), me contesto a mi mismo. Me refería básicamente a que es cierto que de los excesos y de la vida disoluta ha salido muy buena literatura, pero curiosamente, también lo ha hecho del extremo opuesto, vamos que ser un reprimido (a poder ser con mucho tormento interior) nunca ha impedido a nadie dejar obras notables tras de sí, más bien lo contrario
Hombre, Julian, sin ánimo de ofender: nuestro Alonso Quijano no era más que la versión barroca de cualquier friki de bien. Y que sí, que don Miguel pretende caricaturizarlo, pero, en realidad, su intención era muy otra. Y fíjate qué novela. También es verdad que los superhéroes, igual que los neutrinos alpha, existir no existen, pero curiosamente la literatura no es más que una ficción, una mentira sometida a las categorías y usos estéticos de la lengua. ¿Dónde queda entonces Tolkien, que tanto nos ha dado, si le negamos legitimidad por pasarse la vida describiendo bosques, reinos, culturas e incluso lenguas que no existen? Afirmas que a nuestros «escritores» contemporáneos les falta mundo, vida de la verdadera, y creo que es cierto, pero la fantasía forma también parte de esa vida, que no está compuesta sólo a base de experiencias carnales o «extremas». De hecho, lo que encuentro criticable en la mayor parte de ellos es que practican un costumbrismo adocenado y plano. Que te lo digo sin acritud, de verdad, a ver qué opinas del asunto. ¿Se ha notado mucho que me gustan el cómic?
Un saludo.
AMEN
Estoy con el Juli. Nada para inspirar a un poeta como una sesión de flanerismo en una rave de Islington y sexo salvaje con puticientas con This Morn’ Omina de fondo en un cuarto oscuro. Eso sí, petazetas y Maïnlander mu mala combinación. Lo digo por experiencia. Por cierto, Alonso Quijano era el alter ego de un escritor de cuyo nombre no me acuerdo y al que le petaron el cacas en Argel con toda probabilidad. Ya sabéis: ojos azules, rubico, blanquito y cinco morunos con 40 gradazos de calor hacen estragos en el alma del buen cristiano.
«Los acasos» de Javier Pascual es una novela excelente, para mi gusto, por supuesto.
Yo me quedo con Sergio Mars, excelente reseñista y escritor coherente. Lo que pasa es que escribe ciencia ficción y en este país esta gente es IN VI SI BLE.
Y mira que es un género que da para mucho muchísimo. Llevas toda la razón. No he leído a Mars, pero la ciencia ficción es una de mis predilecciones personales. ¿Me recomiendas algo de él?
Un saludo.
Pues te recomiendo echar un vistazo a su blog http://rescepto.wordpress.com/ y en especial el apartado de reseñas. Como mas me hace tilín es como reseñista pero La mirada del Pegaso me gusto (son 3 relatos) y El rayo verde, también una antología de relatos. En general es ciencia ficción hard.
Pos sí, suele pasar, pero eso es también porque sitios como Stardust o la AEFTFC está peta’á de miopes merluzos y de envidiosos como el 95% de los frikis del jodido mundo que han leído a Samosata y Voltaire y creen que han descubierto la pólvora. A mí me lo vas a contar. Pero sí lo peor que te puede ocurrir es ser escritor de terror y ciencia-ficción y ser español. Caso ejemplar el de Enrique Gaspar.
http://rescepto.wordpress.com/2011/10/30/el-anacronopete/
No sé quién eres, pero a mí no me comes el koko. Podría decir algo, incluso mucho más, pero no me da la gana. ¡Y olé por Bértolo!
A Lolita Bosch también la descubrió Bértolo. ¿O no?
Pues ya podría haberla dejado cubierta, hija…
Esta noticia no tiene relación con el tema, pero la adelanto para que la Sargento vea los peligros actuales de despreciar la tecnología moderna. (o sea, lo contrario de lo que hacen Olmos y compañía). El gran Jonathan Franzen ha osado ridiculizar a Twitter, Facebook, Internet y los ebooks, y no vea la que le ha caído. Aunque supongo que no le importará en absoluto.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/03/08/se-puede-meter-alguien-con-twitter-sin-que-le-insulten-93925/
Vamos a ver, lobizonte, no empecemos a tergiversar.
Lo de Franzen lo leí yo el lunes pasado en Galley Cat (mediabistro) y lo que criticó fue Twitter, solo eso. Y estoy TOTALMENTE de acuerdo con Franzen. Twitter puede se útil para otras cosas, pero no puedo entender que gente que gusta de leer y de escribir lo use.Te copio sus palabras:
“Twitter is unspeakably irritating. Twitter stands for everything I oppose…it’s hard to cite facts or create an argument in 140 characters…it’s like if Kafka had decided to make a video semaphoring The Metamorphosis. Or it’s like writing a novel without the letter ‘P’…It’s the ultimate irresponsible medium … People I care about are readers…particularly serious readers and writers, these are my people. And we do not like to yak about ourselves.”
AMEN
La sargento Margaret
Entonces, Sargento, ya que usted reverencia lo que dice aquí Franzen, ¿debo suponer que tiene la impresión de que Georges Perec era un mal escritor o no era un escritor en absoluto? Ya sabe, quizás la ‘P’ si la utilizara, pero sin embargo la ‘E’ la consideraba indigna por mayoritaria -en el francés, en el español todos sabemos que es la ‘A’- y así surgió ‘La disparition’. Según el señor Jonathan Franzen y usted, algo indigno de ser llamado novela.
Por otra parte, Franz Kafka también debería ser criticado desde su perspectiva, ¿o es que vamos a aceptar sus aforismos, por otra parte brillantes, compilados en ‘Consideraciones acerca del pecado’? Y no me diga que al ser diarios privados no cuentan, más de una vez ha hablado de la correspondencia privada de otros autores como método a través del cual juzgar. A los de ahora. ¿Por qué nunca se aplica la misma medida con el pasado?¿Es que acaso Sócrates no se quejaba ya, y con mucha razón según usted, que ya los jóvenes nunca conseguirían superar a sus mayores?
Usted afirma, Sargento Margaret, de forma taxativa, defender la literatura, y lo único que la veo es defender sus prejuicios. ¿Quiere defender la literatura? Bien, hable de literatura. Visibilice lo que permanece oscuro que merece la pena hoy, o reivindique el valor de los clásicos que lee acríticamente. Pero recuerde, mientras siga haciendo esto, aquí no defiende la literatura: hace humor (involuntario) de ella.
Jajaja. No se me enfade, mi Sargento, que yo estoy también de acuerdo con usted y con Franzen. Personalmente, no me apetece leer microconversaciones que acaban por caer en la banalidad, la repetición de tópicos, o en la frase impostadamente brillante. Pero para gustos…
En esta última conferencia solo arremetió contra Twitter. En otras parece que fue cuando arrambló con Facebook, el ebook e Internet.
Sólo puse este enlace para contraponer a alguien que detesta Twitter, como Franzen, con los que lo adoran como Olmos, Pron y compañía.
Saludos.
Queridos amigos/as todos/as:
En el comienzo del «post» este sobre Caballo de Troya y su jinete (Bértolo) escribía ayer lo siguiente: «apostar con constancia y coherencia por los nuevos valores» Ese es uno de los principales errores cometidos por Mondadori en el fallido proyecto de Caballo de Troya. La idea comenzó como una editorial para dar oportunidad de publicar a escritores noveles, inéditos. Después, debido a que Bértolo se cansó de la bajísima calidad (en eso lo comprendo, aunque no comparto su decisión) de los manuscritos recibidos, le dió la ventolera y decidió saltarse los principios del proyecto y se puso a publicar a ancianos como Venturini y Levrero, autores que ya tenía más de 20 libros publicados. Por eso decía yo «constancia y coherencia». No se ha sido constante en la búsqueda de jóvenes ( o no) pero sí nuevos autores.
Otra cagada en la errática estrategia editorial de Claudio López Lamadrid (alias el Marqués) y Constantino Bértolo (alias Lorigas’ father), su lugarteniente.
El mayor % de culpa por lo que está ocurriendo en el mundo del libro no lo tienen los autores, sino los editores.
Un abrazo a todos de una mujer cabreada (hoy más)
la sargento Margaret
Coherencia es lo que te falta a ti_ guapa___
Mi querida Sargento: No sabe usted el disgusto que le ha dado a mi madre. Y encima mis hijos preguntándome por ese nuevo hermano, Ray, que les ha salido. Sea buena, que como siga así de mala ya veo venir el despido procedente.
Querido Constantino: (para los lectores de este blog aclaro que, por la dirección de email, se trata del auténtico Constantino Bértolo, qué honor, eh?)
Te agradezco mucho que pases por aquí. Demuestras personalidad (de eso te sobra) y buena educación. Lo que me gustaría es que te dispusieras a discutir en serio tu proyecto editorial en Caballo de Troya. Entendemos que se ha desperdiciado una buena ocasión para sacar algo bueno de esta generación joven de escritores. Por favor, respondenos a esta pregunta: Entre todos los manuscritos que te han llegado -que nos consta que te has leído la gran parte y no todos en diagonal- en estos años, no había nada mejor? Otra: Luna Miguel va a ser ahora la que marque la estrategia del grupo en lo que a novela joven se refiere? Es ese y el que representa Antonio J. Rodríguez (Fresy Cool) los modelos a seguir para el futuro de Mondadori?
Quedamos, ansiosas, a la espera de tus respuestas.
Un fuerte abrazo de alguien que, en el fondo, te aprecia.
La sargento Margaret
Patrulleras, por favor, qué manera más alegre de despachar a Fernado San Basilio, Julián Rodríguez, Venturini, Alba Rico… etc., etc.
Si queréis que Constantino «se disponga a discutir en serio» no estaría de más firmar con vuestro nombre. Poneos serias y, ya de paso, argumentad un poquito. O, qué sé yo, sed ingeniosas.
Por el tono insulso de las entradas y la preocupación por eso que puede considerarse subliteratura (secretitos de oficio) se ve que sois carne de taller de escritura, dos novelistas blandengues.
La calidad no abunda. Nunca abundó. Tal vez se publica demasiado. Lo he pensado mejor: se publica demasiado. La pregunta es: aun publicando demasiado, ¿están dejando textos interesantes en el camino? Porque eso sí sería un crimen (publicar demasiado es solo una imprudencia).
Ah, que no he dicho nada sobre Constantino… Pues el asunto es fácil de resumir: en catorce años de rechazos es el único editor que ha respondido a mis propuestas con coherencia. He enviado textos a casi todas las editoriales y nadie me ha contestado como él. La verdad, creo que ―en general― ni se molestan en leer los originales. Ni siquiera los originales originales. U originales². Resumiendo: que para mí, el señor Bértolo no es un editor: es el Editor.
(Anécdota: hace años recibí una llamada telefónica: era un editor de Ediciones Uukhrano: «Su novela me gusta mucho ―me dijo―; por supuesto, el informe de lectura es favorable; pero no la vamos a publicar; no la van a publicar». Me quedé pasmado; tardé unos segundos en preguntar: «¿Por qué?». Y zanjó la cuestión con un «Yo no tomo las decisiones».)
Me queda claro, Sargento, que eres fan de Ray Loriga. Pero vamos no dices nada más. Lo de la calidad en literatura no tiene mucho sentido. Otra cosa es si hablamos del Canon. El canon lo establece la historia. Nadie daba nada por Cervantes y es el escritor más inmortal de nuestras letras. A Shakespeare ya pretenden decir que ni existe. En ese sentido cabría preguntarse por el mundo que esperamos y el que nos espera… Algunas historias ayudan a darnos cuenta, otras son crecepelos.